Observo las luces a través de mi ventana, escuchando el ambiente festivo que hay detrás de estas cuatro paredes que ahora son mis compañeras, tomo un poco de vino de la copa que me he servido desde hace un rato, y aprecio las pequeñas risas que se escuchan a mí alrededor.
Es irónico como ha pasado todo, hace algunos años nuestra vida se pintaba de color rosa y podíamos aspirar el aroma de la felicidad que nos envolvía.
Otro año ya se ha ido,
Cuantas cosas han pasado…
Me levanto de la silla y aprecio el rustico y solitario ambiente de mi oficina, en el escritorio se encuentra una pequeña y descuidada foto de la reunión de año nuevo de hace tres años que nos tomaron cuando nos dimos un beso, puedo ver que todo está bien y que sin importar la situación que pasábamos, aun así conservábamos la sonrisa en nuestros labios.
Recuerdo que siempre que estabas aquí, me sentía nervioso por saber qué es lo que pensaban de nosotros, a pesar de saber que éramos pareja, no podía aceptar que mi rendimiento bajara y que mi padre me mirara por sobre su hombro a pesar de que pronto heredaría esta empresa.
Una sonrisa melancólica trata de posarse en mi rostro, pero no tengo el derecho de sentirme mal por algo que yo propicie, es triste volver al tiempo en el que lo único que querías de mi era unas cuantas horas para estar juntos, para tener una vida fuera del trabajo.
Algo hemos aprendido
Ya lo hemos olvidado.
Mi reflejo en el espejo es la sombra del hombre que era hace dos años, tan diferente de la jovialidad e ingenuidad que con sus matices acariciaba mi cara, ahora no solo soy más viejo sino que también el paso de los años se ha llevado todos aquellos sueños que con tanta añoranza quería, desde ese día, decidieron que yo no iba a cumplirlos y tal vez si se iban contigo tu pudieras realizarlos.
Un árbol de navidad en la vacía estancia me da la bienvenida cuando salgo de mi oficina, le pego otro sorbo a mi copa de vino y decido sentarme en el suelo a observar las pequeñas lucecitas
Pero dentro aquí en mi alma,
Nada nada ha cambiado
Siempre te llevo conmigo,
Sigo tan enamorado.
Es aburrido sin ti, se ha cumplido otro año de que te has ido y no puedo evitar recordar ese día, aquel fatídico día de navidad hace dos años en que me di cuenta de que te estaba perdiendo, pero ya era tarde, porque tú ya no estabas dispuesto a luchar y yo había sido demasiado estúpido para no pelear por ti.
Llega navidad y yo sin ti,
En esta soledad…
Recuerdo el día en que te perdí.
Tomo entre mis brazos esa pequeña caja donde el regalo que jamás pude entregarte yace entre polvo y tristeza, ahora ya no puedo regresar el tiempo, ni tampoco puedo evitar las lágrimas como en ese entonces lo hice, recuerdo como me miro aquellos ojos lilas que tanto me amaban, esas palabras que ahora acidas sustituían aquellas dulces que en algún momento me regalaste.
Luego veo aquella foto,
en la que estoy junto a ti
Tomando la contra mi pecho y digo…
Otra…otra navidad sin ti
Dedo admitir que soy el culpable de esta situación, no solo porque jamás te daba la atención que debía, sino porque ahora no puedo recuperar lo que más amo, y no importa cuanto tiempo haya pasado desde que terminamos, ni tampoco importa que ahora seas feliz con él, no importa donde estés, por tu felicidad, yo brindo en esta navidad.
Levante la copa y bebí el último sorbo de vino…amargo, como era mi corazón en ese tiempo, nublado por el deseo de que mi padre me quisiera y abandonando a la persona que más me amaba.
En fin, Navidad no se acabara por mi corazón roto, todo en estas fechas es felicidad, y debía haberla apreciado cuando estabas aquí conmigo.
Me duele, a pesar de que se supone que soy un emperador, lo único que deseo es volverte a oír que me digas…
-Feliz Navidad Aka-chin-
Por tu felicidad, hoy brindo en esta navidad…
Feliz Navidad.