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The Perfect Present por Himiko Hirisashi

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Notas del capitulo:

Último capítulo señoritas!!!  A quienes llegaron hasta aquí, mil gracias y Feliz Navidaaaad(?)!!!!!!

BTW Me siento realizada!!! Concluí algo que empecé!!! 2017 terminemos mis fics!!! :D

Notas!!

1. El fic está desligado de los demás hay se acuerdan n.n

2. Lo del chino es cierto!! hay lo buscan en youtube (lo menciono en el cap) n.n

Se suponía que regresarían el 24 de diciembre a casa pero a Hiroki le molestaba sobremanera el tener poco tiempo para prepararse para la fiesta de ese mismo día; si hacía memoria podía recordar perfectamente el estrés que sufrió el año pasado, cuando tenía ocho meses de embarazo y una fiesta con más de cincuenta personas ¡y ni siquiera había viajado!; era por ello que había decido que llegaría a casa un día antes.

Su mente se desvió a Ayase que ahora se encontraba en su regazo jugando con su cabello el cual era levemente más largo que hacía unos años; y una sonrisa automática vino a su mente, se preguntó cómo estarían sus otros seis “bebés” que a pesar de que ya sabían cuidarse solos seguía sintiéndose incómodo al haberse ido sin ellos y  por alguna extraña razón Hiroki sentía que la conversación con el mayor de sus hijos no había sido tal como esperaba.

—¿No te pareció extraño?— Inmediatamente Akihiko despegó la vista de su computadora para voltear hacia el moreno.

—¿Qué cosa?— se quitó levemente los lentes y con el dedo índice y el pulgar sobó levemente el puente de su nariz haciendo que Hiroki se regañara mentalmente por interrumpirlo .

—Perdona no quería…—

—Sabes que jamás es una molestia—sonrió el peligris adivinando las palabras de su esposo.  —¿y qué se supone debió parecerme extraño?.

—Koushuu—

—¿Cuando lo llamaste?—

—Sí, sonó como si me escondiera algo—

—Hm, probablemente los gemelos habrán hecho algo—contestó despreocupadamente mientras guardaba la computadora y volteaba a ver levemente a su derecha para contemplar a Anna absolutamente dormida el asiento de a la par.

—Hmph,—susurró Hiroki no muy convencido de lo que Akihiko le decía pero cambió su expresión al ver las manos de Usami extendidas para que le diera al pequeñito idéntico a él; con cuidado le pasó al bebé que en cuanto estuvo en brazos de Akihiko cambió su rostro a una enorme sonrisa que hizo enternecer a Hiroki.

—Mini Akihiko—

—¿Eh?—

—Es el único de nuestros hijos que tiene todos tus rasgos—comentó Hiroki viéndolo con ternura a lo cual Akihiko sonrió de vuelta y volteó a ver detenidamente a Ayase que posaba sus enormes ojos violeta en su papá.  Un par de segundos pasaron y Akihiko emitió una pequeña risa que imitó perfectamente Ayase.

—Tiene tu nariz—tocó varias veces la naricita de Ayase diciendo “pip” haciendo que el pequeño sonriera en cada ocasión—Oi, ¿alguna vez pensaste en que sería así?—Hiroki despegó de inmediato la vista del bebé para voltear a ver a Akihiko.

—¿Así?—

—Ocho hijos, una mansión tan grande como la que teníamos cuando eramos pequeños, viajando a lugares que solo leíamos en libros, tú y yo cuando teníamos nueve años… y ahora...—sonrió divertido viendo que Ayase solito se tocaba la nariz —cincuenta—.

—¡Oi, cuarenta y ocho! No cincuenta años; treinta y nueve de conocernos y veinticuatro de casados— comentó con un puchero haciendo a Akihiko sonreír levemente para luego bajar la mirada.

—Llevaríamos más de casados si yo no hubiera sido un idiota…me costó darme cuenta que lo que sentía…yo…—

—Deja de pensar en el pasado, ¿nee? y para responder a tu pregunta, No; no lo imaginé, más bien pensé que después de…—Hiroki hizo una pequeña pausa para voltear a ver a Akihiko quien lo veía atento —cuando teníamos veintitrés y, lo hicimos, pensé… que me rechazarías y terminaría no sé, tal vez casado con una de las parejas arregladas que mi familia siempre planeó, y viviría una vida un poco menos agitada que ser el Rector de la Universidad de Tokio y esposo de un novelista famoso y de los primeros hombres en quedar embarazado, y definitivamente el primer hombre en tener tantos hijos— susurró aquello con un rubor en las mejillas que ocultó desviando su vista para la ventana pero sin dejar de sonreír ante aquello; sin embargo unas manos cálidas agarraron su barbilla para voltear a ver a ese hombre que distaba físicamente mucho del niño de nueve años que conoció pero que seguía conservando esos ojos violetas que lo miraban con profundo amor.

—Suena a una vida hermosa—

—Suena a una vida perfecta—respondió Hiroki juntando sus labios a los de Akihiko y deseando llegar pronto a casa para ver a sus amados hijos con quienes compartía también aquella vida soñada.

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—¡Llamen a una ambulancia!—gritó una señora entre la multitud y la punta del árbol se empezó a doblar abruptamente haciendo que la gente gritará y con ellos el pequeño peligris se aferrara con más miedo al árbol.

—¡No hay tiempo!—gritó Koushuu viendo con horror aquella escena mientras los de seguridad traían una colchoneta gigante por si llegara a caerse; y otros de mantenimiento buscaban la forma de subir al techo del centro comercial y desde una salida de ventilación poder llegar hasta el pequeño.  Aunque era cuestión de minutos en que la punta del árbol pudiese mantenerse aún sujeta, o que Hirohiko perdiera la fuerza para sostenerse.

Koushuu tragó en seco sintiendo su corazón latir a mil por segundo cuando de pronto sintió la mano cálida de una pelinegra; volteó momentáneamente para corroborar que en efecto se trataba de la hija de Asahina y sin pensarlo entrelazó sus dedos viendo que varios de los amigos de los mellizos llegaban junto con Tetsuya y Yashiro, y al voltear a ver un poco más lejos pudo corroborar que Ootori cargaba a Akihiro entre sus brazos.  Un pequeño suspiro de alivio surgió al ver que no estaban perdidos; aunque lo que sucedía en aquellos momentos era peor.

—Subo… ¡voy a subir!—Koushuu volteó de inmediato al escuchar aquellas palabras provenientes de Tetsuya quien veía el árbol detenidamente. 

—Tetsu, no es buena idea, tu peso podría hacer que el árbol se caiga—comentó Chiaki viendo con miedo aquella escena.  Sin embargo a penas terminó de hablar cuando notó que Tetsuya golpeó a un guardia y comenzó a escalar el árbol —¡Idiota!— gritó

—¡Vete por el lado contrario!— Gritó Masafumi; y de pronto sus ojos grisáceos se abrieron sobremanera; buscó a Yashiro con la mirada y agarró a Sorata con ambas manos.  —Yashiro, ¡dame a Neko!.

—¿Eh? Umm— comentó el aludido mientras veía que ella también cargaba a su gata negra.

—¡Sorata, sube!— le gritó al gato mientras agarró a Neko para que siguiera al gato. 

—¿Qué haces?— Preguntó de pronto Tsubaki viendo a ambos gatos que comenzaban a sobrepasar a Tetsuya.

—Nivelar el árbol.  Ootori volteó a ver a los felinos y con él Akihiro se dio cuenta que el pequeño gato blanco de la familia y el gato de la familia Takano llegaban casi a la punta del árbol haciéndole algo de contrapeso al mismo. 

—Perfecto— se dijo a sí mismo Tetsuya mientras apuraba el paso para llegar hasta su pequeño hermano aunque mucho le preocupaba el que el árbol estuviera haciendo ruidos extraños, como si se fuera a destrozar. Sentía su corazón a mil por segundo, sabía que todos tenían la mirada puesta en él, que habían celulares grabando, que los guardias de seguridad se movía para evitar que la gente se acercara por si el árbol se caía, y sabía que desde abajo, sus hermanos tenían su fe puesta en él.  Frunció el ceño al sentir que el árbol comenzaba a doblarse y los gatos bajaron inmediatamente hasta Tetsuya quien empezó a darse cuenta… él árbol no iba a resistir.

La gente comenzó a gritar más lo cual dio la alerta al pequeño niño de once años cuyas manos estaban cansadas de sostenerse y cuyos ojos  cristalinos de tanto llorar no paraban de derramar lágrimas; sintió que el árbol se balanceaba un poco más y por inercia se aferró más a las ramas cuando escuchó su nombre.

—Tetsuya…—susurró comenzando a ver que su hermano estaba a un lado de él, pero un poco más abajo.

—Hasta acá llego, si subo más, el árbol se cae—le dijo lo más preciso posible viendo la cara de asustado de su hermano.  —Solo ven a mí—

—¡No puedo!—gritó Hirohiko dándose cuenta que su grito hizo eco en el comercial que se había quedado en completo silencio, ido viendo que el moreno estaba a un metro de él.

—¿Quieres ir con mamá?— susurró bajito, casi en un hilo de voz para no alterarlo.

—Sí— comentó en ese mismo tono y con algo de miedo se atrevió a soltar una de las ramas para intentar agarrar la mano de su hermano que se encontraba extendida hacia él.  Sin embargo el árbol volvió a crujir, la gente volvió a gritar y Tetsuya frunció el ceño dándose cuenta que el árbol sí se iba a caer por lo que tragó en seco y sin pensarlo dos veces de un salto subió el metro que le faltaba logrando tener entre sus brazos a Hirohiko y sintiendo que la punta del árbol se destrozaba haciéndolos caer inevitablemente.

Todo fue tan rápido que Tetsuya apenas pudo comprender bien qué pasó pero en cuanto sintió a Hirohiko en sus brazos lo juntó lo más que pudo a su pecho y esperó el inminente golpe que fue aminorado por la colchoneta que los guardias habían puesto y de un segundo a otro veía a todos sus hermanos alrededor de él, a la gente aplaudiéndole, a Hirohiko abrazando a Akihiro, y a Kaoru llegando para abrazarlo…

—Kaoru… ¡¿Kaoru?!, ¡¿estás aquí?!— Y la vida de Usami Tetsuya hubiera sido perfecta si no hubiera sido porque al corresponder el abrazo un dolor le atravesó la espina dorsal haciendo a Kaoru retroceder y voltear a ver a Tetsuya.

—¡Está dislocado tu brazo!— gritó y para colmo de males al pararse de aquel colchón pudo darse cuenta que su brazo derecho había quedado totalmente colgando de su hombro y probablemente tenía otra fractura en el antebrazo que por el momento no la sentía. 

Vio a Kaoru con cara de preocupación y a sus amigos que lo miraban de igual manera; sin embargo, había dos pares de ojos cafés que no lo miraban como todo el mundo, como el héroe del día; sino que lo miraban como el siguiente en aparecer en la esquela de avisos fúnebres del periódico.

—Ootori, Koushuu… puedo explicarlo…—

—Hmph te mereces ese brazo quebrado— le reprochó Ootori viendo de reojo a los gemelos que en cuanto se vieron se abrazaron como si no se hubieran visto en años.

—A mí no me des explicaciones, dáselas a mamá— respondió Koushuu y su hermano moreno palideció, iba a suplicar pero calló al sentir de pronto que los gemelos se encontraban ahora abrazándolo y llorando.

—¡Ni-chan, gomene!— Ver la expresión tan tierna de los gemelos disculpándose le hubiera sacado una sonrisa si no tuviera el sentimiento de culpabilidad pesándole en la espalda y a sus hermanos mayores más enojados aún.

—¿Y por qué se disculpan?¡Tetsu tuvo la culpa!—gritó Yashiro con Sorata y Neko entre los brazos.

—Yo… el dijo que nos quedaramos quietos…—

—Y no hicimos caso…—secundó Hirohiko aferrándose a la cintura de Tetsuya mientras un paramédico se acercaba y a lo lejos una chica de cabello castaño con tez blanca muy parecida a la de Kaoru  y con mirada furiosa se dirigía hacia ellos.

—Ven hermanos, no fue del todo mi cul…— Sintió de pronto una abofetada en su mejilla izquierda lo cual hizo reír levemente a Ootori al sospechar de qué se trataba y Tetsuya hubiera recibido otra de no ser porque para su suerte, Kaoru logró detener la mano de la mujer llorosa.

—¡Suéltame!, ¡él!...—Sin embargo la chica cayó al ver la mirada gélida de Kaoru y cómo éste apretaba su muñeca un tanto más fuerte.  —Él me…—

—El— Kaoru acercó su rostro a la mujer que lo veía asustada —es mío— le susurró con malicia apretando aún más su mano  —adiós— soltó sin más y la chica cayó en cuenta que acababa de golpear a quien era el centro de atención de todo el centro comercial en ese momento. Por lo que sin más retrocedió volviéndose a perder entre la gente.  Kaoru volteó de inmediato al ver a Tetsuya siendo abrazado por pequeños hermanos, mientras una pequeña sonrisa se dibujaba en su rostro al ver a Tetsuya con cara de culpa…

—¿Otra mujer con la que te acostaste y ahora te odia?— 

—Esa no llegó tan lejos—Kaoru sonrió cruzándose de brazos y viendo la carita de fingida inocencia de su pequeño futuro novio indomable mientras los médicos que habían estado en el lugar se llevaban al moreno para emergencias.

—¿Kaoru, nos harías el favor de acompañar a mi hermano al hospital?—comentó Koushuu viendo que la gente comenzaba a dispersarse en cuanto Tetsuya había sido llevado hacia la salida donde aguardaba una ambulancia. 

—No hay problema—

—¿Tsubaki?, ¿lo acompañas? Nuestros papás son estrictos con los médicos y sabes que solo confían en tu padre.  Podrías indicarles cómo llegar al hospital.— preguntó de nueva cuenta Koushuu a lo que la ojiverde asintió sintiendo que alguien tocaba su hombro.

—Yo te acompaño, le explicaré todo a Kusama-san— Ootori le dibujó una sonrisa que enrojeció de inmediato a la chica.

—¿Nos vamos a casa?— Finalmente Koushuu volteó a ver a los gemelos y el resto del grupo quienes asintieron excepto tres personas que se habían negado rotundamente; Koushhu sonrió, eran sus tres hermanos.

—No tenemos regalo aún— comentaron los gemelos con el semblante triste.

—¡Yo tampoco!... aunque—Yashiro le dio a Masafumi su gata y agarró de inmediato a su novio para comenzar a caminar —gracias a los pequeños ya tengo algo en mente— Koushuu suspiró viendo que se volvía a perder entre la gente. 

—Si quieres que arreglemos los problemas económicos y la confidencialidad del caso con la Administración, lo hacemos nosotros y tú anda con los pequeños a comprar algo— La hija de Isaka le sonrió y tanto Chiaki como Masafumi asintieron dejando a Koushuu visiblemente más relajado.

—Gracias… y ustedes pequeños, ¿tienen algo en mente?—

—Ummmm, ¡hai!— Kousshuu tomó a ambos en brazos y después de una leve despedida comenzó a caminar con los pequeños habiendo notado que desde que se encontraron no habían soltado sus manos.  Volteó a ver su reloj observando que faltaban tres horas para que iniciara una de las fiestas más grandes que se daban en la zona exclusiva de Tokio. La Fiesta de la familia Usami.

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La mansión Usami estaba repleta de gente, era gracioso hasta cierto punto para Hiroki el recordar que la primera Navidad que pasó con Usami eran solamente ellos dos y Koushuu en su vientre, y ahora; la navidad número veinticinco que pasaba con Akihiko, la pasaba también con sus ocho hijos y otras cien personas entre familia, amigos y amigos de amigos que se habían incorporado a esa gran celebración.

Sin embargo, esa Navidad era algo diferente; empezando por el hecho que los gemelos Usami tenían llagas en las manos las cuales había tenido que curar y vendar ya que los pequeños por alguna razón que no querían decir, habían decidido que ya no se iban a soltar y ése era el motivo por el que las manitas de los pequeños se encontraban totalmente lastimadas. 

Hiroki sabía que sus pequeñas adoraciones idénticas eran muy unidos pero jamás pensó que al extremo de no separarse… aunado a ello al regresar del avión se encontró con que Tetsuya tenía enyesado el brazo por una supuesta caída en motocicleta que ni de broma Hiroki se lo creyó pues lo primero que fue a ver a su casa, fue el estado de las tres motocicletas de Tetsuya y efectivamente ninguna tenía alguna clase de golpe.

Ootori con el que pasaba más tiempo juntos, seguía evadiéndolo, como si ocultara algo y Yashiro siempre buscaba la manera de evitar que vieran la televisión o escuchara radio o viera el internet; lo cual Hiroki no pasó por alto.  Sin embargo, por más que quiso sacar información aunque fuera de Koushuu, ninguno de sus hijos le decía realmente que pasó lo cual le tenía más que frustrado.

—¿Jugo de naranja?—ofreció Akihiko a Hiroki al notar que éste se encontraba abstraído en sus pensamientos.

—Vodka mejor— respondió secamente y Akihiko atinó a sonreír.

—No creo que pueda dártelo, Isaka se adueño del bar y no deja que nadie beba otra cosa que lo que él preparó así que dudo que quieras algo de ese bar tender— Hiroki volteó de pronto hacía donde estaba Isaka sirviéndole un trago a Yokozawa que se negaba sutilmente pero que al final terminaba aceptando; sonrió levemente imaginando cómo terminaría Yokozawa que no aguantaba mucho la bebida.

—Esperaré a que Isaka caiga borracho—suspiró el moreno y aceptó el vaso que le daban.  —Oi, ya regreso ¿sí?— comentó de pronto Hiroki mientras Akihiko fijaba su vista violeta en aquella persona que Hiroki había visto.

—Vas con la persona equivocada—

—¿Dijiste algo?—

—No, nada—  Akihiko sonrió y se levantó de su asiento para buscar un par de ojos verdes que los encontró de inmediato platicando con Tsubaki.  —¿Será que me dejas hablar con Misaki un momento?— preguntó cortésmente a la hija del ojiverde quien asintió con algo de duda y se marchó dejando atrás a su mamá que empezaba a ponerse pálido.  La ojiverde hizo una mueca de preocupación; esperando que su madre no dijera más de lo que sabía.

Por su parte Hiroki camino hacía Nowaki que se encontraba platicando con Yoshino Chiaki, temas de pediatría seguramente ya que entre toda la gente que había asistido a la celebración, Chiaki era el segundo hombre con casi tantos hijos como él.

—¿Te molesta si te robo a nuestro pediatra un minuto?—comentó Hiroki interrumpiendo la conversación y recibiendo un sí por respuesta mientras Nowaki tragaba en seco.

—Hiro-san, cuánto tiempo sin verte— actuó lo más tranquilo que pudo frente a ese ceño fruncido que le indicaba que estaba en problemas.

—Dímelo— se cruzó de brazos con el ceño fruncido

—¿De qué quieres hablar?— comentó Nowaki haciéndose el desentendido.

—De Tetsuya, me dijo que fue con otro doctor pero conozco que mis niños no confían en nadie que no seas tú así que estoy un noventa y nueve por ciento seguro que tú le enyesaste el brazo a Tetsuya—  Nowaki sonrió mientras tomaba un poco más de la bebida que Isaka le había hecho.

—Tan certero como siempre—le sonrió.

—Bien, entonces me lo vas a decir, ¿no?—

—¿Decirte qué?—

—¿Cómo se lo quebró?—Nowaki sonrió ante el puchero de enojo de Hiroki pero estaba decidido en mantener su silencio total, y más cuando su pequeña Tsubaki se lo había pedido…

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—Shhh no grites tan fuerte, nos van a escuchar— Hirohiko abrazó por la espalda a Akihiro un poco más fuerte mientras le introducía dos dedos a la boca haciendo que su gemelo los comenzara a lamer para acallar levemente los gemidos que tanto le gustaba escuchar.

—Hi-hi…ro— el aludido se rio levemente mientras con su mano libre dejaba de abrazarlo para comenzar a recorrer el níveo abdomen de su hermano pasando suavemente su mano fría de arriba hacia abajo tocando con sutileza los erectos pezones rosados que temblaban a su tacto.

—Pensé que no te volvería a ver— susurró al oído de Aki quien seguía ensalivando los dedos intrusos en su boca, sus rodillas dolían de estar tanto tiempo en el suelo y aunque admitía que en otras ocasiones podía aguantar mucho más en esa posición de perrito, en ese momento sentía que su cuerpo no daba para más; no después de todo lo que había pasado. 

—Yo… ta-tampo-co—Sintió de pronto unos besos en su espalda que hicieron un recorrido hasta su oído mordiéndolo de a poco.

—Aki,—susurró el peligris mientras comenzaba a embestir con un poco más de fuerza

—Hi-ro— Aki comenzó a mover sus caderas un poco más fuerte, sintiendo que Hiro en poco tiempo se vendría una tercera vez.

—¡¿Podemos formar un trío?!, ¡Digan que sí! ¡¿nee nee?!— La sonrisa del moreno se amplió en cuanto vio que los gemelos se separaban inmediatamente buscando con qué cubrirse.

—¡Tetsuya!—

—Por si no se han dado cuenta, faltan siete minutos para que sean las doce y luego el concurso de regalos así que terminen allí y vienen— Los gemelos asintieron y mientras Aki seguía tapándose por completo, por su parte Hiro se levantó y caminó hasta una de las gavetas  mientras Tetsuya reía de lo desvergonzado que era su hermanito sin embargo su sonrisa se desvaneció cuando vio una cajita con un hermoso moño rojo.

—Feliz Navidad Nii-chan, gracias por no delatarnos, no le diremos nada a mamá de lo que pasó hoy— sonrió Hirohiko viendo a Tetsuya y luego a Aki que con una sábana encima sacaba la cabecita y su mano para agarrar la de Hiro.

—Ábrelo—  Dijeron ambos al unísono y Tetsuya abrió el regalo encontrándose con un enorme muérdago; que lo hizo besar a los pequeños en agradecimiento y salir prácticamente corriendo del lugar con una enorme sonrisa dibujada en el rostro.

—¿Crees que le vaya a funcionar?— Akihiro preguntó con duda pero en lugar de darle respuesta, sintió que Hirohiko le quitaba la sábana que cargaba y se aferraba a él para volver a entrar con fuerza...

El reloj marcó las doce y los barullos no se hicieron esperar, sonaron los juegos pirotécnicos por todo el residencial, la música se oía más fuerte y mientras los niños miraban las luces y buscaban en los techos de las casas ver a Santa, los adultos comenzaban a abrir botellas a mitad de la calle para brindar.  En verdad era un espectáculo digno de ver y más cuando veía a sus ocho adoraciones felices, como cada Navidad.  Y como todas esas Navidades, también era costumbre que hubiera una repartición masiva de regalos.

—Este es para Misaki— Yokozawa le pasó el regalo al ojiverde quien no tardó en agradecer la nueva edición de su manga favorito, regalo que la familia Masamune había dado, en cuanto Takano logró hablar con Ijuin.

—Saben, la próxima deberíamos hacer intercambio… menos costoso menos tardado menos basura de papel de regalo— comentó Isaka viendo la hora y que todavía faltaba la mitad de los regalos para repartir; ya la gente se había dispersado para celebrar y solamente los amigos cercanos a la familia eran quienes se habían quedado a abrir tantos regalos.

—Aguafiestas— sonrió Yuu cargando a dos de sus cinco hijos.

—¡Te demostraré que no lo soy! Terminen de repartir regalos, manden a los niños a dormir y nosotros nos quedamos con lo bueno—Quienes lo escucharon comenzaron a reír y Usami solo rodó los ojos viendo de reojo a Hiroki que lo miraba con preocupación, recordando la fiesta del año pasado donde  los únicos sobrios por embarazo habían sido él, Shinobu y Chiaki que habían tenido que vigilar a todos los menores de edad y encima a todos los pasados de copas gracias a las mezclas de Isaka en conjunto con Takano que seguro este año las volverían a repetir.

—¡Bien! los últimos regalos son de la familia Usami, si me permiten comenzar— preguntó Koushuu con su regalo en manos y sus hermanos viéndolo fijamente.  Sin más le entregó la caja a Hiroki quien la recibió curioso desempacando con cuidado el material.  Tetsuya y Ootori voltearon de inmediato a Tsubasa, su primo, quien al igual que su padre Haruhiko, ajustaba sus lentes para comenzar a calificar los regalos.

—Es hermoso— sonrió Hiroki al ver la portada del libro, pero al abrir la primera página sus ojos chocolate se abrieron de par en par… “El príncipe de la constelación oso y la princesa de la estrella panda” sus dedos se deslizaron a través del título rememorando de inmediato su infancia con Akihiko, “cien millas de viaje submarino para encontrar a mamá”, “La llegada de los extraterrestres con forma de oso”, “El capitán Oso”…

—Déjame verlo— sin siquiera dejar que Hiroki le diera respuesta, Akihiko le quitó el libro de las manos y comenzó a ojearlo.  Efectivamente eran copias de todos los libros que se encontraban en la casa de Hiroki cuando eran pequeños, su vista violácea pasó fugazmente con cada título y mientras varios de los invitados incluyendo a sus hijos  se quedaban en silencio esperando a poder ver el libro, Akihiko comenzaba a buscar en toda aquella recopilación con una gran sonrisa.

—¿Akihiko?— le llamó Hiroki la atención viendo lo abstraído que se encontraba el peligris.

—Nuestro secreto…—

—¿Eh?— Hiroki fijo su vista achocolatada en el libro abierto que le estaba siendo entregado y comenzó a leer las líneas que Akihiko le había señalado.  Su sonrisa se amplió para beneficio de Koushuu y enojo de los demás hermanos.  —Es el primer escrito que leí de ti, ¿no?—

—Creí que se había perdido—

—Bakahiko, ¿Qué no sabes que guardo todo lo valioso?—Hiroki sonrió y volteó a ver a Koushuu para agradecerle, mientras Akihiko sonreía de nueva cuenta sabiendo que la competencia que tenía con sus hijos era buena en realidad.

—Bien, ¿siguiente?— suspiró Tsubasa viendo a todos y Tetsuya levantó la mano para acercarse, sin embargo a penas se acercó a sus padres, Akihiko agarró a su moreno hijo del brazo acercándolo a su oído. 

—Misaki me contó todo… estás fuera del juego, y espero estés preparado para el castigo de mañana— Tetsuya tembló ligeramente en cuanto vio la mirada asesina de su padre; por lo que tragó en seco y se aclaró la garganta.

—Bien, mamá, este regalo no quiero que lo abras tú sino papá— Tetsuya agarró la enorme caja y se la entregó guiñándole el ojo a Tsubasa quien se cruzó de brazos esperando que Akihiko abriera la caja.  Los demás hermanos se miraron con duda mientras Akihiko extrañado abría lo que se suponía debía ser para Hiroki.  Abrió la tapadera y como si de confeti se tratara brotaron decenas de condones en la caja provocando que Ayase desde su carrito se riera, que Koushuu le tapara los ojos a Anna y que entre la bulla de los adultos, Hirohiko aprovechara para guardar unos cuantos en su bolsillo.

—¡Usami Tetsuya!—y el grito que dio Hiroki hizo que varios de los invitados lo voltearan a ver dándose cuenta de la escena.  Isanami que estaba entre el pequeño grupo que se juntaba para ver los regalos junto con Tsubaki y Chiaki comenzaron a recoger los preservativos del suelo mientras Akihiko observaba ya adentro de la caja y le sonreía a Tetsuya.

—¡Olvida lo que te dije!, ¡Ganaste!—sonrió Akihiko con los ojos fijos en el contenido dentro de la caja mientras los otros cinco hermanos lo voltearon a ver y Tetsuya suspiró aliviado al escuchar eso.

—¿Ganó qué?— preguntó Hiroki con una ceja alzada.

—¿Ehhh mi amor incondicional?—

—Pensé que ya lo tenía— Sonrió Tetsuya y Akihiko le miró con reproche

—No después de lo que me contaron… —

—¡Siguiente!—gritó de inmediato Yashiro viendo la cara de duda de Hiroki e imaginando que su mamá sospechaba de lo acontecido en aquella tarde.

—Mis bebés— dijo Hiroki resignado a que no averiguaría por el momento lo que ocurría dentro de su familia, por lo que mejor decidió voltear a ver a aquellos ojitos achocolatados que le miraron con ternura para irlo a abrazar de inmediato.

—¡Feliz Navidad mamá!— Hiroki tomó a ambos pequeños en sus brazos recibiendo la cajita que le habían entregado. 

—Veamos qué es—comentó dulcemente

—¡Abrelos!— Hiroki hizo caso abriendo aquella cajita y encontrando tres cadenas idénticas con sus delicados dijes y dentro de estos una foto de los tres; si bien lo recordaba era cuando habían ido por primera vez al zoológico, tal vez tenían cuatro años… No pudo evitar abrazar a sus pequeñas adoraciones viendo los tres corazones idénticos.

—Es para que nunca te olvides de nosotros cuando te vas de viaje—suspiró Akihiro abrazando más a Hiroki.

—Y para que nosotros jamás jamás te olvidemos—secundó Hirohiko cerrando los ojos agradecido de tener a su mamá tan cerca y no como hacía unas horas donde solo quería verla mientras estaba aferrado a aquel árbol.

—Me parece que ellos ganaron—susurró Kuroh a su novio que infló las mejillas enojado.  “Las caritas adorables de los pequeños hicieron que mamá se pusiera sentimental” susurró más para sí que para Kuroh que miraba enternecido la escena al igual que los demás.

—¡Bien, siguiente!— Yashiro le tiró Neko a Kuroh y en cuanto vio que Hiroki se puso el collar, apartó a los gemelos y colocó una enorme caja en las piernas del moreno que se encontraba sentado. —¡Lo adorarás!—

—¿Eh?— Hiroki vio dudoso la enorme caja y Akihiko alzó una ceja viendo a Yashiro

—Ya que mamá siempre se preocupa por nosotros y dónde podemos estar, espero que te guste— Abrió la caja y tanto Tetsuya como Ootori abrieron los ojos con sorpresa.

—¿Cámaras?—

—¡No solo cámaras!, ¡son cámaras de seguridad! Hay radares gps para todos nosotros para que sepas dónde estamos y minicamaras que se pueden ocultar en varios lados de la casa para que desde tu celular puedas vigilar quienes entran, quienes salen, así puedes estar tranquilo en tu trabajo en la Universidad o donde sea que estés—

Tetsuya, Ootori y Koushuu no daban crédito a lo que escuchaban mientras Akihiko intentaba evitar reírse y Tsubasa parecía ya haber escogido un ganador.

—Ves, hay varias incluso para que pongas en alguna que otra habitación, como la de los gemelos—

—¡No!—gritaron los pequeños al unísono y Yashiro atinó a sonreírles.

—Bien, Yashiro creo que tu eres el…—

—¡Hey mi regalo!—detuvo Ootori a su primo mientras Hiroki sonreía levemente ante aquel enorme y creativo regalo que le serviría cuando se fuera de viaje; volteó finalmente a ver al último de sus hijos en darle un regalo hermosamente envuelto en una pequeña bolsa navideña; el cual Hiroki no tardó en abrir y parpadear varias veces ante aquellos papeles que de inmediato le trajeron varios recuerdos.

—Jeh, parece que Nefertari volverá a visitar Egipto— Akihiko sonrió ante lo que tenía Hiroki en sus manos.

—Hmph baaaka— sonrió de nueva cuenta Hiroki viendo los boletos de aquel lugar que no había visito hacía más de veinte años.

—¿Ese fue el primer viaje que hicieron juntos?, ¿no?— comentó Ootori viendo la mirada nostálgica de su mamá.

—Sí, el mejor de todos los que hemos hecho en pareja—sonrió Hiroki recordando aquel inusual lugar.  —Gracias, Ootori— revisó lo que tenía en sus manos y supo que el peligris había cubierto todo lo que se necesitaba para el viaje.

—Lo mejor para el final— Todos los que se habían quedado a ver la repartición de regalos voltearon a verlo mientras Akihiko se iba y de uno de los cuartos sacaba una caja gigante.

—Algo me dice que te regalará otro Suzuki—comentó divertido Misaki mientras los demás asentían.

—Adivinen—  Sonrió de regreso el peligris poniendo la enorme caja enfrente de todos.

—Te robaste los libros de la Universidad de Kyoto— respondió Miyagi sabiendo que esos probablemente eran los únicos que Hiroki, como rector de la universidad de Tokyo, no había leído ya que era la competencia de su universidad.

—No—

—¿Un labrador o un pastor alemán?— Yoshino Chiaki preguntó viendo de reojo la gran caja que, por el tamaño, bien podría contener un perro.

—Con Neko es suficiente—comentó Akihiko.

—Ya sé, una máquina de hacer ejercicio— respondió Shinobu mientras Hiroki lo miraba dudoso —¿qué? Es una forma para liberar el estrés de tu profesión—

—Yokozawa y yo usamos otra forma de liberar estrés— Takano guiñó el ojo y al mismo tiempo recibió un codazo de su pareja totalmente ruborizado.

—¿Y si es una televisión de esas que vienen con 3D incluido?—preguntó Tsukishima y Kuroda asintió viendo la enorme caja.

—Hasta donde yo sé pasan con la nariz metida en los libros— sonrió Nowaki mientras señalaba la decoración de la casa y podía ver más de algún libro que se encontraba disperso como parte de la decoración.

—¿Y si es un montón de celulares? Como de ese chino que le compró noventa y nueve Iphone 6 a su novia para que se casara con ella y al final ella dijo que no— respondió Yuu Yanase observando la caja mientras los comentarios sobre aquel famoso caso no se hacían esperar

—¡Sólo ábrelo joder!—Isaka volvió a dar un trago a su bebida mientras un par de risas sonaban a su alrededor y  Asahina solo sonreía moviendo su cabeza para ambos lados.

—Bien, lo abro—  Hiroki se acercó a la enorme caja y deslizó el moño frente a la vista expectante de todos los presentes. Terminó de quitar el lazo y en cuanto abrió la tapadera la caja se abrió totalmente dejando ver su contenido.

—Wow, es hermoso… otra caja—comentó Hiroki entre risas de los demás y Akihiko vio de reojo la confusión de todos. 

—Abre esa caja amor—  Hiroki se rio levemente por la broma y procedió a abrir de nueva cuenta la caja más pequeña encontrándose con otra caja y las risas aumentaron.

—¿Akihiko?—

—Lo siento no pude evitarlo— comentó el mayor viendo a los demás, —pero la tercera es la vencida así que ábrela—  Hiroki suspiró dándose cuenta que las dos anteriores cajas estaban hermosamente decoradas de Navidad al igual que esa; y entre bromas al parecer Akihiko sí se había esmerado en el regalo.  Abrió con sumo cuidado la otra caja y su expresión cambió radicalmente.

—¡Bakahiko! ¡otra caja!—

—Ábrela—gritaron los presentes al unísono y Akihiko simplemente alzó sus hombros con fingida inocencia mientras Hiroki con el ceño fruncido volvía a abrir esa caja más pequeña encontrándose con otra, y otra y seguida de otra que ya le estaba hartando la paciencia.

—Te está regalando cartón para que hagas manualidades— sonrió Yokozawa ante las risas de la gente que ahora había aumentado ya que se había aglomerado alrededor del árbol de Navidad para ver aquella escena.—

—Ba-ka-hi-ko—amenazó Hiroki a su esposo con la mirada mientras de nueva cuenta abría la caja que ya cabía entre sus brazos.  Volvió a alzar una ceja y a tirar el pedazo de cartón a cualquier lado mientras se encontraba con otra caja más pequeña en sus manos.  La curiosidad mataba a los presentes y la que hacía un par de minutos fue una enorme caja ahora era una que cabía en la palma de su mano.  —Sí es otra caja, duermes en el sillón… el resto de tu vida— las carcajadas que ahora sonaban entre los presentes solo hicieron reír a Akihiko y desesperar un tanto a Hiroki.

—Bien amor, esta no la abras—

—¿Eh?—  las manos blancas de Akihiko cubrieron las morenas de Hiroki alrededor de esa pequeña caja de moña dorada haciendo que la mano de Hiroki temblara levemente; Akihiko se arrodillo frente a él y quitó con sumo cuidado sus manos para dejarlo abrirla.

Hiroki abrió la pequeña caja de terciopelo rojo mientras el silencio rondaba en la habitación. Dentro de ella pudo apreciar un pequeño papel doblado en varias partes, el cual desplegó con cuidado y comenzó a leer.   El silencio de aquella enorme sala fue reemplazado por una pequeña risa y el leve sonidito de Hiroki quien comenzaba a llorar tapándose la boca.

—Hiroki, felicidades por ser mamá otra vez— susurró Akihiko y el eco de sorpresa de los presentes inundo aquella habitación en donde Hiroki se abalanzaba a los brazos de su esposo.

—¿¡Eh!?¿pero?, ¿cómo?, estos exámenes…—

—Le pedí al doctor que te los hiciera en el chequeo anual que hicimos antes del viaje— Sonrió Akihiko recordando que tuvo que convencer a su familia completa para ir al doctor y de paso pedirle a Nowaki que guardara el secreto del verdadero motivo por el cual hasta él tuvo que sacarse sangre.

—Pero... creí que ya no podíamos…¿cómo supiste?—preguntó el moreno expectante viendo de nueva cuenta los resultados médicos que Akihiko le había regalado.

—Fácil, seis embarazos después y creo que te conozco más de lo que tú te conoces— El moreno no pudo evitar sonreír y aferrarse más a Akihiko mientras el barullo de la gente se hacía presente y Tsubasa les decía quién era el ganador.

—¡Trampa!—gritó Yashiro mientras apretaba a la pobre de Neko y su grito se perdía entre los aplausos y felicitaciones de la gente.

—Se sentimentalizó por su estado.— comentó Ootori viendo a su mamá feliz.

—Si ya nos tiene y somos ocho, no debería estar tan feliz por otro más— comentaron los gemelos algo extrañados y Koushuu recordó que mamá siempre había querido una familia tan numerosa como la edad que tenía cuando conoció a su papá; nueve.

—Alto, el regalo tenía que ser completamente nuestro, ¡mamá también hizo el regalo en todo caso!.— farfulló enojado Tetsuya mientras las ramas de un muérdago le revolvían el cabello y luego un beso en los labios le quitaba el mal humor.

—Yo creo que el regalo es que Akihiko haya sido quien le dio la sorpresa—comentó Kaoru mientras Koushuu asentía y los demás amigos que habían quedado en medio de la celebración asentían conjuntamente.

—Oigan hermanos Usami— comentó finalmente Koushuu cargando a Anna y obteniendo la atención de todos; —¿les parece si vamos a felicitar a nuestros papás?—

—¡Hai!— gritaron todos al unísono para correr entre la multitud y abrazar a sus padres quienes esbozaron una enorme sonrisa al recibirlos y corresponderles el abrazo a quienes consideraban siempre como su mejor regalo de Navidad.

Notas finales:

Terminéeeeee!! En Marzo pero terminé!!!! xD jajajaja GOSH eso significa que sí completaré los demás xD tengo tres fics Hirohiko en continuación (El de la boda del Principe Oso y Princesa Panda; el de Egipto, el de Quiero perder la virginidad). Entre otros proyectos que seguro subo.

¿Hay alguien aquí todavía????  Plis señales de humo para saber si siguen allí xD

Gracias en serio chicas a las que me leyeron y siguen haciéndolo y en especial un gran abrazo a Melyoan por siempre dejar review no solo en este sino en mis demás fics, mi niña linda el lemon de los gemelos fue  por tu petición n.n  también a GioUsami por todos todos sus reviews n.n a brithannie a Karen ahsvsh, luna, Yesi en amor yaoi y en ffnet a maybis sweety12 a ZoeNamine 2 que amé que escribieras el nombre de todos en tus reviews n.n a Lovemensislove  y a mis bellas anónimas. 

A TODAS Y CADA UNA MUCHAS GRACIAS! Por ustedes el Hirohiko sigue vivo en mi Corazón!!!!

Un enorme besotototote a todas y hasta otro Minimum no tan Minimum!!!!

 

 


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