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Los Guardianes - Yuri on Ice por DK6

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El regreso a sus respectivos territorios fue largo y tedioso.

 

 

En el territorio norte.

 

Cuando llegaron, Leo fue directo a su habitación seguido de Emil.

—Está siendo infantil — dijo Lilia dándole las ordenes finales a sus guardias.

—No le permitiste hablar con su padre o hermano — le respondió Seung Gil con su tono indiferente —no tengo padres, pero ustedes se han convertido en mi familia... después de lo que ocurrió, tenerlos junto a mí lo hizo más fácil...

Lilia no respondió pero si se sorprendió era la primera vez que el guardián los llamaba su familia.

 

Unas horas después, Lilia se debatía mentalmente ante la situación. Sus hijos se veían heridos por su prohibición, la misma que lamentaba, pero temía que al permitirle a Leo acercarse a su hermano y padre, él pensara en la posibilidad de irse con ellos y dejarla. Era una idea tonta pero era su mayor temor, por no decir el único.

 

Leo sabía mejor que nadie que su madre no hizo lo que hizo por maldad, pero extrañaba a su hermano, no tanto a su padre no eran precisamente cercanos, pero su hermano hasta hace 4 años iba a visitarlo frecuentemente y fuera de Emil y Seung Gil, él era al único que podía considerar su amigo.

El terror que sintió cuando estuvieron encerrados, la manera en la que en cuanto estuvieron juntos él se puso frente a él de manera protectora, solo hizo que extrañará más a su hermano mayor.

 

Emil por otro lado no había dejado de sonreír desde que salieron del palacio, lo que provocó que Seung Gil se molestará — tu cara es molesta, en qué piensas?

Emil sonrió ampliamente — no crees que los hermanos Crispino son tiernos?

—Estás hablando de los fenix? — el rubio asintió — te gustó alguno de ellos? — el rubio volvió a asentir — por tu forma masoquista de ser, diría que es el fenix azul... ese chico va a ser difícil-

—Me apoyaras?

—Me parece tonto pero quiero saber cuánto maltrato eres capaz de aguantar — dijo el moreno.

Emil lo abrazó y dijo — yo te ayudaré con el caballero del sur — Seung Gil lo miro con una ceja levantada — oh, vamos... se nota que le interesas... y se nota que es un chico agradable, podrías darle una oportunidad... así te dejaría bajo el cuidado de un caballero y no me preocuparía por ti, mientras este con Michele...

—No sabes si tienes oportunidad y ya estás haciendo planes de dejarlo al cuidado de otro caballero? — preguntó Leo entrando a la habitación.

—Soy precavido... qué hay de ti? Conseguiste algo con el pequeño 'angel' del que nos hablaste?

—Te digo la verdad... no lo vi en ningún lado — dijo bajando la mirada y suspirando — tenía la esperanza de verlo pero... — soltó el aire desanimado.

—Sabes algo de él, además de su nombre y clan? — dijo Seung Gil, sorprendiendo a los otros dos por su repentino interés — no me miren así, es racional que me interese el futuro del próximo líder del clan, sería molesto tener que preocuparme por mi seguridad...

Emil y Leo sonrieron, sabian que aunque le costará admitirlo, el joven lobo solitario se preocupaba por ellos y el que quisiera ocultarlo tras un falso egoísmo y deseo de auto conservación, lo hacía tierno.

 

 

En el territorio oeste.

 

—No era necesario que lo abrazaras

—Te he escuchado quejarte desde que salimos, ya basta... alguien podría decirle algo?

—Sara tiene razón, no tiene nada de malo. Él es un guardián y el primero, es como tu hermano mayor, no? — dijo Christopher.

—Si lo pones así... — Michele solo suspiro.

Durante todo el viaje, Celestino solo los observó y rio, verlos juntos, sanos y salvos, y peleando como siempre era un alivio.

Por otro lado, Otabek no podía dejar de pensar en aquel huraño felino, que tenían como guardián en el territorio este. Su mirada fiera que solo hacía contraste con su delicada apariencia, aquellos finos hilos de oro que conformaban su cabello, los cuales caían y cubrían la mitad de su rostro de porcelana. El solo recordar como su rostro cambiaba dependiendo de la persona a la que estuviese mirando, provocaba que una sonrisa apareciera en el propio. Como cuando estuvo frente al consejo y su ceño se fruncio porque ellos les pidieron transformarse, pero todo cambio cuando el guardián del sur se enfrentó a ellos; el rostro de sorpresa y felicidad del pequeño rubio no tenía igual.

 

 

En el territorio este.

 

—No puedo creer que no me dejará acercarme a mi propio hijo!

—Yakov, tranquilízate... — dijo Victor tratando de calmarlo.

—Si anciano. No ganas nada poniéndote así, si te mueres nos costaría mucho mover tu cuerpo... — dijo Yuri. Mientras que Giorgi se veía notablemente decepcionado, su madre le había ido a ver en cuanto regreso pero no le dejo acercarse a su hermano menor y recordarlo lo lastimaba.

La razón por la que se había separado la pareja era culpa de Yakov, él siempre había menospreciado las decisiones de Lilia, diciendo que a pesar de ser un alfa ella no sabía cómo liderar. Ella no aguanto mucho y a su pesar, cuando Giorgi tenía a tan solo 5 años ella se marchó sin saber que estaba embarazada de Leo. Se estableció en el territorio norte y en poco tiempo se ganó la lealtad de muchos ahí convirtiéndose en la líder del clan principal.

 

Al atardecer, un joven peligris deambulaba por las calles con la mirada perdida y su mente lejos en búsqueda de un par de ojos color ámbar, los cuales habían despertado un sentimiento nuevo en él,  un sentimiento del que solo había oido hablar.

—Anciano idiota! — fue lo que hizo que 'despertará' — se supone que seas tú quien me siga o busque, no al revés! En qué demonios piensas!?

—Oh... Yuri! — dijo con su habitual sonrisa — lo siento, te sentiste triste sin mí?

El rubio lo miro con ira, mostrando su dedo medio y su lengua para expresar que lo dicho por el mayor no era más que una idea desagradable para él.

Luego de caminar juntos por unos minutos, el rubio lo miro y dijo — oi, sabes algo de la chica que le gusta a Giorgi — Victor sonrió — no me muestres esa expresión estúpida... solo pregunto porque no quiero escucharlo llorar después — el mayor seguía sonriendo, lo que hizo que Yuri bufara en frustración.

—Por lo que pude escuchar ella nunca ha tenido pareja...

—Pero...

—Pero parece que por la única persona que ha mostrado algún tipo de interés es por uno de los guardianes que cuida-

—Y por qué no se lo has dicho a Giorgi!?

—Porque el tiene que cometer sus errores y nosotros tenemos que estar ahí para él cuando eso pase... el rubio no dijo nada más.

 

 

En el territorio sur.

 

Se estaban preparando para celebrar el regreso de su líder y guardián, además del regreso de Yuuko. Se había realizado un anuncio de que ella sería la próxima líder, el anuncio oficial sería esa noche, pero todos estaban ya celebrando. No es que no quisieran a Kenjiro pero él no estaba hecho para ese puesto y eso había tenido preocupado a más de uno.

Minako y Takeshi se encargaban de preparar todo en el salón principal y es que tenía que ser perfecto. Mientras las trillizas habían sido dejadas bajo el cuidado de Pichit y su tío, y en ese preciso instante ambos corrían de un lado para el otro detrás de las pequeñas niñas, quienes querían recorrer toda la plaza ese mismo día.

Por otro lado Yuuko se encontraba en la planta alta — Yuuri! — dijo entrando a la habitación del azabache, quien se encontraba acostado en su cama con su rostro enterrado en una almohada — Yuuri, por qué no fuiste con las niñas a dar una vuelta a la plaza? — él no dijo nada — no es bueno que te encierres aquí… es por lo que dijo Minako? — el moreno se levantó y la miro — Pichit me conto… — el moreno rodo los ojos y volvió a su posición anterior — Yuuri, no puedes seguir evadiendo el tema y no, no puedes ir a encerrarte en un templo durante tu celo…

Yuuri solo gruño.

—Vaya, hace muchos años que no escuchaba los gruñidos del gran dragón… sabes, siempre creí que Pichit y tu terminarían juntos…

—Pichit está enamorado-

—Qué!?

—Él dice que solo le gusta pero puedo sentir que es algo más-

—No puede ser, quién es?

—Solo sé, que es un guardián-

—Pichit, tiene estándares altos, no esperaba menos de él… — Yuuko siguió preguntándole por los otros guardianes, sus caballeros y los prospectos de líderes hasta el atardecer.

En la noche se llevó a cabo la gran cena y se dio a conocer oficialmente que la próxima líder no sería Kenjiro, sino su hermana mayor, Yuuko y más de uno levanto la copa no solo en aprobación sino en alivio y verdadera alegría.

 

 

--------------------------EXTRA----------------------------------

Habían pasado un par de semanas desde el incidente en el territorio central y todas las preocupaciones habían desaparecido, por lo que los preparativos para las competencias habían comenzado.

Pero aún había una preocupación para la líder del clan Drak y es que el celo de su querido guardián empezaría dentro de un par de días, para evitar inconvenientes, él sería trasladado a un antiguo templo cuyos monjes eran todos omegas entrenados y capaces de protegerlo, de ser necesario.

A dicho viaje lo acompañarían Kenjiro quien aún no era una amenaza, al igual que las trillizas, Takeshi quien era un omega y el joven Guang, un omega al que Yuuko había acogido; ninguno de ellos representaban un problema, que los monjes no pudieran manejar.

 

El templo estaba ubicado en una zona fría, lo que provocaba que el lago cerca de ahí estuviera congelado, los monjes lo usaban con fines de entrenamiento, pero Yuuri y los demás tenían permitido usarlo para divertirse.

Yuuri quería patinar, eso lo relajaba y en esos momentos realmente lo necesitaba, tenía efectos pre celo, sus nervios lo tenían alerta de cada movimiento a su alrededor a cada momento del día y sus ánimos estaban en los suelos.

Cuando estuvo en el hielo, se mantuvo deslizándose con gracia, a pesar de su peso y es que desde que había regresado del territorio central, todos en su casa lo habían consentido 'alimentado' y ahora parecía un pingüino (bonito y gordito) pero eso no le había quitado aquella destreza natural sobre el hielo.

Después de lo que, parece había sido un poco de calentamiento, él empezó a patinar como siempre, sus saltos tan fluidos y naturales, y sus movimientos de alto nivel.

Hubo un tiempo en el que Minako le propuso participar en las competencias, él lo intento pero termino fallando cada salto e incluso estuvo cerca de lesionarse. Los nervios le habían ganado y controlarlos se le hacía imposible, por lo que la idea desapareció de la mente de todos.

 

Mientras patinaba, cinco pequeños rostros seguían cada uno de sus movimientos, uno de ellos con una cámara. Las trillizas lo habían seguido y a ellas las habían seguido Kenjiro y Guang, todos lo observaban fascinados por su delicadeza. Pero eso no fue lo único que los impresiono impidiendo que quitaran sus ojos del pelinegro, y es que una vez su cuerpo se relajó la nieve parecía bailar con él.


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