El clan Drak, se situaba en el territorio sur, conocido por sus grandes praderas y por su variedad animal. La actual líder del clan es Minako Okukawa, una alfa amada por todos cuando estaba de buen humor, se decía que encontrarse con ella de mal humor era igual a encontrarse con la muerte. Ella es la líder más fuerte que ha tenido el clan y se cree que es la más fuerte de entre los líderes actuales.
Fuera de su temperamento, Minako es muy alegre y se ha ganado su lugar con mucho esfuerzo, ya que después de la muerte de su hermano y esposa, el heredero legitimo era su pequeño sobrino Kenjiro, el problema es que entonces era solo un bebe, pero era el único heredero hombre de la familia y el clan Drak tenía normas que solo un alfa varón podía tomar el lugar de líder.
Minako demostró que era mejor que cualquier hombre y que nadie le quitaría su lugar y eventualmente lugar de su sobrino, al que había criado como su propio hijo sin importar que ella era solo una adolescente cuando ocurrió la pérdida del resto de su familia y al que nadie se molestaba en tratar o llamar de forma diferente.
Por otro lado, Kenjiro siempre ha sido un pequeño alegre y lleno de vida. Era conocido como el rayo de sol, ya que su sola presencia era suficiente para iluminar un lugar, era un pequeño alfa bastante único.
Kenjiro amaba a su ‘madre’ y a su amigo Pichit Chulanont, un joven al que había adoptado la familia Okukawa antes de que el naciera y quien se había convertido en su guardián, su amigo, su hermano, siempre ha estado ahí para él sin importar la circunstancia.
Como los anteriores clanes, los Drak tienen un guardián, llamado la belleza nocturna ya que los pocos que lo habían visto habían tenido dicha suerte solo en la noche y todos decían lo mismo ‘es hermoso’ ‘sus escamas brillan como estrellas’, se dice que el dragón es el guardián de mayor tamaño, además del más fuerte. El dragón fue el primer guardián en nacer en la tierra y a diferencia de los demás que nacieron en territorio seguro, el dragón tuvo que vivir la cacería desde que era solo un bebe.
—Yuuri! — dijeron Pichit y Kenjiro entrando a la habitación del guardián, frente a la ventana estaba de pie un joven de cabellos negros y ojos de color café, cuyo brillo guardaba solo para la familia Okukawa y su caballero guardián, Pichit. Su nombre Yuuri Katsuki.
Ambos se acercaron y fue Pichit quien hablo — qué miras? — el joven negó, ganándose una mirada intrigada de los jóvenes — estás listo para pasar un mes fuera de este lugar? — el pelinegro negó y la sonrisa en los otros dos se desvaneció — sino vas, acusaran a Minako de mantenerte encerrado contra tu voluntad-
—Eso no es cierto! — dijo en pánico — la familia Okukawa ha sido muy amable!
—Ellos no lo saben — dijo el pequeño Kenjiro encogiéndose de hombros — qué ocurre?
—Es que… los otros guardianes son impresionantes. Los fénix son tan carismáticos, deberías ver al lobo para entender lo hermoso que es y el tigre tiene una presencia tan imponente… mientras que yo soy tan…
—Los conoces — Yuuri asintió — de cuando salías de noche? — volvió asentir.
—Soy el mayor, quise asegurarme de que estuvieran bien… siempre los visitaba cuando eran niños… aunque espero no me recuerden… — dijo con una sonrisa nerviosa.
—Yuuri. Eres un dragón, conocido como la belleza nocturna-
—Nadie me ha visto de día, si lo hicieran se darían cuenta de que mis escamas no brillan como dicen. Se darían cuenta de que no soy ese fuerte y hermoso dragón que todos creen sino más bien una lagartija de gran tamaño… — dijo tocando su estómago y tomando su forma dragón. Era un dragón de color negro y sus escamas brillaban reflejando la luz, él no hacía sus ‘viajes’ desde hace diez años y sus alas parecían reclamárselo. A diferencia de los otros guardianes, él tenía la habilidad de cambiar de tamaño a su conveniencia.
—Escucha eres un dragón, necesitas un poco de ejercicio pero tenemos un mes… además cuando estemos allá nos tendrás a nosotros a tu lado… — ambos jóvenes sonrieron y un pequeño brillo apareció en los ojos del dragón mientras asentía.