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Dernière Danse por Killary

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No puedo evitar amarte

Aunque intente no hacerlo

No puedo evitar quererte

Sé que moriría sin ti

(War of Hearts – Ruelle)

 

 

 

Paso veintiocho: Say my name

 

 

 

Otra víctima de la inseguridad. Luego de haberlo asaltado y golpeado brutalmente, la policía halla a joven inconsciente en un callejón. La víctima fue trasladada inmediatamente al hospital donde se viene recuperando… El agredido identificado como Daniel Thompson de 23 años estudiante de la universidad de…

 

 

— ¿Cómo pudiste hacer algo así?

 

— ¿Hacer que?... — Entro en la cocina seguido de cerca por un descalzo Mateo. Había escuchado la noticia y sabía perfectamente de que hablaba.  No tuve si quiera que ver las imágenes.

 

— ¡Está en el hospital! — El noticiero de las 6 se sigue escuchando desde la tele de la sala.

 

— ¿Y?... Yo no tengo nada que ver, fue un muy desafortunado incidente… — Lo menos que quiero en este momento es escuchar recriminaciones así que trato de ignorarlas. Me sirvo un café. Reviso la hora, aún tengo tiempo de desayunar con tranquilidad…

 

— ¡Norman!

 

—No tengo la culpa que ande tan tarde por la calle y lo hayan asaltado… ¿Piensas echarme la culpa de todos los actos delincuenciales de la ciudad? — Bebo mi café tratando de mantener la calma. Es mortificante que apenas vio la noticia no haya pensado ni un segundo antes de echarme la culpa de lo ocurrido…

 

—No, pero tu dijiste muchas veces que si lo veías lo matarías… — Dejo la taza sobre la mesa con un golpe seco y me volteo enfrentando a Mateo.

 

—Mira Mat, no voy a decir que lamento lo que le paso a Daniel porque la verdad no lo hago y creo firmemente que fue el karma… — Sus ojos azules me escrudiñan como buscando la mentira en mis palabras —  Además hace meses que me contaste aquello, ¿crees que me la he pasado tras  él acechándolo para saltar a atacarlo?  ¿Crees que soy una especie de psicópata?... Creo que estás viendo demasiadas películas de mafiosos… — Me levanto de la mesa acabándome el café, dejo la taza vacía en el fregadero, me acerco y le revuelvo los cabellos — Tengo personas más importantes de las cuales preocuparme  para estar pensando en alguien que no vale la pena…  Ve a terminar de cambiarte si quieres que te deje en el trabajo.

 

— Es que te escuché decirlo tantas veces… — Muevo la cabeza dando un suspiro… Mat pone esa expresión de cachorrito abandonado que tantas veces he visto… Esa misma que me impulsó a jurar cuidarlo y protegerlo… A vengarlo… — ¿Me juras que no fuiste tu?...

 

—No fui yo… ¿Tranquilo?

 

—Si… Lo siento…Yo…

 

—Ya, olvidemos eso ¿okey? — Asiente con la cabeza

 

—Dame un par de minutos para estar listo y nos vamos…

 

—Corre…

 

 

Mateo desaparece por el pasillo y por fin puedo descruzar los dedos de la mano que escondí tras mi espalda… Está bien, lo confieso… Fui yo… Pero ¿Cómo podía quedarme tranquilo sabiendo que el culpable de lo ocurrido a Mateo era ese pequeño cara de mosca muerta?… Me da rabia el pensar que todo este tiempo cada vez que me lo cruzaba, siempre al lado de Derrick, lo saludaba con amabilidad, me parecía un chico tierno y hasta me reía de sus estúpidos chistes… 

 

 

Tiernos mis cojones…

 

 

Lo aceché como a una presa cada noche esperando el momento preciso… Me había conseguido hasta un pasamontañas y unos lentes totalmente oscuros para evitar que tuviera una mínima posibilidad de reconocerme… Lo jalé a un callejón, le grite con voz gruesa y fingida que me de todo lo que llevaba encima… Lloraba y rogaba que no le hiciera daño… Me dio igual, lo lancé al suelo y empecé a patearlo… No quise usar las manos, dañarlas o que muestren alguna señal de haber agredido, aun con el uso de los guantes, no era una opción… Antes de darle el golpe que lo llevaría a la inconciencia le dejé un mensaje claro

 

 

“Vuelves a tocarle un cabello a Mateo, a dirigirle la palabra o simplemente a mirarlo… y te mato”

 

 

 Que agradezca que sólo fueron un par de costillas y una contusión leve… Tuve que hacer uso de todo mi autocontrol para no acabar con esa pequeña rata…

 

— ¡Listo!

 

—Vamos entonces…

 

 

 

Dejo a Mat en su trabajo  y me dirijo a la empresa.  Llego con el tiempo justo. Subo hasta la oficina de Rodrigo y dando un par de toques, entro.

 

—Te estaba esperando. — Me sonríe. Es increíble como ha mejorado. Ni rastros de aquel tipo ojeroso, pálido y desanimado de hace  semanas atrás.

 

—Pues aquí me tienes.  — Le devuelvo la sonrisa sentándome en la silla frente a él.

 

—Se está preparando una fiesta por el aniversario de la compañía… Cosas de mi padre, tú sabes…

 

—Claro, ya tengo listo mi traje y todo. — Bromeo. Pero Rodrigo se ve algo nervioso…

 

—Estuvimos hablando y… Cometí una indiscreción…

 

— ¿Indiscreción?...

 

—Le comenté que tenías novia… Y quiere conocerla ese día…  — ¿Novia?... Joder… No… Es todo una confusión... Si, le conté que me gustaba alguien... Quizás hablé con demasiada emoción... Pero nunca dije "novio" y menos "novia"...  Tenía pensado ir con Etienne, meter algún cuento del primo lejano de visita o algo así… Y ahora, ¿tengo que ir con una mujer?... — Lo siento hermano, fue sin mala intención… Pero él se veía tan emocionado… Creo que está vertiendo en ti las ganas de verme casado…

 

— ¿Y por qué no le das gusto?... Búscate una mujer y has feliz a tus padres…

 

—Buen intento pero no desvíes la conversación, estamos hablando de ti…  — Sonríe y se acerca dándome una palmada en el hombro — Vamos hombre que también muero por conocerla —  Suspiro rendido, ¿Qué me queda? Ya le contaré a Etienne, seguro que se burlará de mi pero entenderá… a la mierda, le pagaré a alguna tipa para que se haga pasar por mi novia…

 

—No te preocupes… Aún hay tiempo, le pediré que venga para esa fecha…

 

 

 

+++++++++++++++

 

 

 

Me doy una última mirada al espejo… Me causa nostalgia verme… Me lleno de buenos y malos recuerdos… Pero no es momento de ponerse triste… Le prometí a Norman que le solucionaría el problema y voy a cumplirlo…

 

 

O a tratar de cumplirlo…

 

 

Me aliso la falda del vestido, doy un gran suspiro y salgo del baño.

 

—Holy shit! — Piero me toma de la mano con cuidado de no arruinar las uñas que nos costaron tanto trabajo y me gira — Eti,  juro que si no supiera que eres tú no te reconocería… — Toca la peluca negra que llevo — ¿Es cabello natural?

 

—Pues claro, ¿crees que mi tía se conformaría con menos?

 

—Estás bellísimo… — Mateo aparece junto a Stefan que tiene una gran sonrisa. Él me había ayudado muchísimo con el suave maquillaje y el peinado, una trenza griega a modo de diadema, flequillo y el cabello suelto ligeramente ondeado que llegaba hasta bajo mis hombros. Llevaba un vestido de coctel sencillo de cuello alto en tafetán champagne de manga corta con aplicaciones de encaje y gasa en negro en conjunto a unos zapatos de tacón del mismo tono  que Stefan consiguió tomar prestado de la agencia en la que trabaja. Usaba un sujetador que hacía que luciera con un pequeño busto, cosa que me causaba gracia, y unas medias transparentes… El clima estaba algo frio por las noches, así que llevaría también un abrigo a juego… Los chicos se habían divertido mucho al vestirme como una modelo de catálogo…

 

— ¿Podré engañar a Norman?... — Les pregunto suavizando la voz como en aquellas épocas. Parece que lo hice bien porque la expresión de asombro que pusieron fue muy cómica.

 

—Norman te conoce demasiado bien… — Dice Teff levantando los hombros — Pero puedo jurar que el resto pensará que eres una mujer con todas las de la ley.

 

—Bueno, eso es lo que importa…

 

—Entonces nos vamos… Esta noche la pasaremos en mi departamento. — Piero camina hacia la sala con una mochila y un morral, seguido de nosotros. Me preocupa un poco porque sé que los chicos andan tramando hace días un reencuentro casual de Mat con Derrick. No estoy muy convencido de que sea adecuado pero Norman había dado su aprobación, y pues si él lo aceptaba es que estaba bien… o eso espero… — ¿No quieres que te llevemos hasta el hotel?...

 

—Oh, no, ya está por llegar el taxi… Ya váyanse de una vez… — Los empujo entre risas hasta sacarlos del departamento. Camino nervioso  mirándome una y otra vez al espejo. No quiero arruinarlo…

 

 

Una hora después estoy llegando al lugar donde se llevará acabo el evento. Norman me dio dos invitaciones esta mañana  y me pidió que lo esperásemos dentro porque lo más probable era que demorase un poco.

 

 

Pago y bajo del taxi ayudado por un hombre de mediana edad que me saluda con un “buenas noches, señorita” que me da algo de tranquilidad.

 

 

Primera prueba, listo.

 

 

Camino con seguridad dentro del imponente lugar. Una anfitriona me ayuda a ubicarme, no sin antes pasar por el guardarropa a dejar mi abrigo.  Guardo la tarjeta numerada que me entregan y entro de lleno a un gran salón con mucha gente esparcida  por todo el lugar. Los nervios vuelven. Agradezco a la muchacha que me guio hasta aquí y con un suspiro sigo caminando. Me siento perdido. Diviso la barra y decido ir por algo de beber, a ver si logro calmarme.

 

—Lo siento… — Murmuran al tropezar conmigo.  Giro la cabeza y me encuentro con unos irises cielo que conozco bien. Me mira algo descolocado — Discúlpeme señorita, estaba distraído… — Sonrío divertido al escucharlo, él se ve más confuso con mi actitud… — ¿La conozco?... Es que se me hace muy familiar… — Sigue mirándome con intriga empequeñeciendo los ojos como si quisiera recordar dónde nos hemos visto…

 

—No lo creo…  

 

—Oh, lo siento… No quería importunarla, discúlpeme… — Intenta alejarse pero lo tomo suavemente del brazo. Sigue con esa cara de confusión y algo de vergüenza…

 

—No te preocupes, no me inoportunas para nada chérie… — Abre los ojos como platos y su boca hace una perfecta o… — Cierra la boca, cereza, o te meteré el puño por ella…

 

—Eti… Pero… ¿Qué haces así?...

 

—Te lo contaré todo, pero invítame un trago que estoy súper nervioso… — Me cojo de su brazo y Ezio mucho más relajado y con una risita me conduce hasta la barra.

 

 

Dos copas después ya le había contado toda la historia a un divertido Ezio que no paraba de reír.

 

—Joder Eti, juro que aún no me creo que seas tú…

 

— ¿Parezco un mal ejemplo de travesti?

 

—Oh no., joder que no… Si no me lo dices juro que jamás me hubiera dado cuenta… Mírate… ¿Cómo tengo que llamarte ahora?...

 

—No sé, siempre me dijeron Eti…

 

—No, definitivamente no… — Se queda pensando mientras se da golpecitos en el mentón con el índice — ¿Qué tal Leti?... Es casi igual y podemos decir que es de Leticia… — Hago una mueca de disgustos y él ríe más — Vamos. Si quieres que funcione tiene que ser completo… — Levanto mis hombros con desgano, ya que… Ya no soy un adolescente en un pueblito de la costa… Estoy vestido de mujer, necesito un nombre acorde… — Veamos si funciona… — Toma mi copa casi vacía y la deja sobre la barra. Se levanta y me toma del brazo haciendo que lo siga. — Ahora o nunca…

 

— ¿A dónde me llevas?... — Camina hacia una mesa. Allí veo a dos personas sentadas y mientras nos acercamos me doy cuenta de quienes son… Por lo menos uno de ellos…  — Ezio… — Susurro justo al llegar.

 

—Buenas noches caballeros — Saluda sonriente Ezio. El rubio acosador se levanta inmediatamente seguido de un hombre algo mayor, de ojos oscuros y cabellos castaños.

 

—Ezio, te esperaba. — Se dan un apretón de manos y me doy cuenta que nadie en este lugar debe saber la relación que llevan… Es lógico… — La señorita es…

 

—Ah, es Leticia, la novia de Norman… — Novia… merde…

 

—Un gusto conocerte por fin, Norman me ha hablado mucho de ti…

 

—El  gusto es mío — Respondo mientras nos saludamos con un beso en la mejilla.

 

—Les presento a Mario, uno de nuestros nuevos socios… — Nos saluda con un apretón de manos y se despide rápidamente, no sin antes darme una extraña mirada… Bajo la vista… ¿Se habrá dado cuenta que soy un hombre?... Miro a mi alrededor… Nadie más nos nota… — Leticia, no te sientas nerviosa, sé que no conoces a nadie…

 

—A casi nadie porque ya nos conoce a nosotros… — Ezio me sonríe cálido y le correspondo con timidez. Estoy demasiado nervioso. — Vamos a sentarnos que no tardan en servir la cena.

 

— ¿Y ustedes cómo se conocieron?... — Pregunta intrigado Rodrigo mientras me ofrece la silla para sentarme.

 

—Tenemos amigos en común…

 

—Trabajamos una temporada en el mismo restaurant… — Interrumpo tratando de crear una historia creíble…

 

—Mira qué casualidad… Mi celular suena desde la cartera que tengo entre las manos. Abro y miro la pantalla. Es Norman… Mi corazón late desbocado… Se acerca la hora… Me disculpo levantándome de la mesa y alejándome un poco para poder contestar la llamada. Encuentro el pasillo que lleva a los servicios  y me detengo allí al verlo poco concurrido. Mi móvil vuelve a sonar.

 

—Diga…

 

—Etienne…

 

—Norman, yo…

 

Etienne, ¿qué crees que haces?... — Siento un vuelco en el estómago…  Enmudezco… Cierro los ojos cuando siento una mano sobre el hombro. Me aprieta con fuerza. No quiero girar… — Etienne… — Inhalo con fuerza… Quiero salir corriendo… Me arrepiento de haber tenido esta estúpida idea… Maldigo el momento en que pensé que funcionaría… — Etienne mírame… — Niego con la cabeza… Siento que los ojos se me llenan de lágrimas pero no quiero llorar… No puedo… Arruinaría el maquillaje… — Etienne… — Ahora me toma ambos hombros y me obliga a girar… Me mantengo con la mirada baja. El celular y el pequeño bolso estrujados entre mis manos… Sus manos abandonan mis hombros… Tocan el cabello que luzco… Bajan por mis brazos… Toman mis manos y con fuerza logra levantar la izquierda… Siento algo frío y húmedo… Levanto la vista y con asombro veo que aquello que sentí son sus labios… Sus ojos de hielo se clavan en mi… Intento soltar mi mano… — No…

 

—Lo siento… No debí… — Mi voz sale baja y trémula — Me iré a casa…

 

—No…

 

—Fui un estúpido… Yo… — Pero no puedo decir nada más… Porque Norman me besa…

 

 

 

+++++++++++++++

 

 

 

Salgo de la empresa como un rayo. Ya llevo casi dos horas de atraso. Felizmente pude darme una ducha y cambiarme en la oficina. Espero que Etienne me perdone. Manejo rápido el coche y llego al lugar. Dejo el auto en manos del valet parking y entro. El lugar está lleno.  Busco con la mirada a Etienne pero me es imposible encontrarlo. Camino entre la gente  deteniéndome a saludar, son todos trabajadores de la empresa con sus parejas o empresarios que hacen negocios con nosotros así que no puedo hacerles un desplante. Casi una hora después logro divisar a Rodrigo junto a un chico al que había convertido en su protegido desde hace un par de meses, así que no era raro el verlo rondar por la empresa algunos días a la semana. Era un chiquillo divertido y empeñoso en aprender y le caía bien a casi todo el mundo. Junto a ellos, una chica de cabellos negros sonreía tímidamente. A lo mejor es la novia del aprendiz de Rodrigo. Es muy linda y se ve muy joven.  Se me hace conocida, intento hurgar en mi mente de dónde pero sin respuesta.

 

 

Sin despegar los ojos de la mesa, saco mi móvil y marco el número de Etienne. Timbra un par de veces… Veo a la chica sacar de su bolso un teléfono… De lejos se parece a… Se levanta… Tengo mi móvil pegado a la oreja y no me contestan… Ella camina y se pierde dentro de un pasillo… Camino tras ella… Se corta la llamada… Vuelvo a marcar… Ella está de espaldas… Esa melodía tan conocida suena…

 

—Diga…

 

—Etienne…

 

—Norman, yo…

 

—Etienne, ¿qué crees que haces?... — Silencio… Su silueta enfundada en ese lindo vestido que lo hace lucir precioso… Camino hasta llegar tras él y coloco una mano en su hombro apretándolo con fuerza — Etienne… — Tiembla — Etienne, mírame… — Niega… Lo siento inhalar y exhalar profundamente una y otra vez — Etienne… — Lo tomo de ambos hombros y con fuerza lo obligo a girar… Tiene la cabeza gacha… Los suaves rizos caen grácilmente sobre sus hombros… Su flequillo logra cubrir sus ojos pero dejan sus labios delgados y con un suave labial rosa a la vista… Toco la punta del cabello sintiéndolo suave y sedoso… Acaricio sus brazos… Tomo sus manos y lo siento rígido… Logro levantar una de sus manos… Hermosas que ahora lucen unas largas uñas pintadas de un pálido tono rosa... Es perfecto… No me contengo y beso su dorso… El olor sutil a orquídeas… Levanta sus grandes ojos negros delineados y decorados con unas largas pestañas y una suave sombra satinada… Intenta librarse de mi agarre — No… — Me niego a dejarlo ir…

 

 

¿Hizo todo esto por mí?

 

 

—Lo siento… No debí… Me iré a casa…  — Su voz… Suave… Dolorosa… Llena de arrepentimiento…

 

—No…

 

—Fui un estúpido… Yo… — Y no puedo contenerme… Lo tomo de la cintura y pegándolo a mí lo beso… Al comienzo se resiste, no me corresponde… Pero luego de un minuto abre la boca y permite que lo invada con mi lengua… Paseo mis manos por su torso, sintiendo la suavidad de la tela del delicado vestido que usa… Bajo un poco y cuelo una mano bajo la falda del vestido… Sentir que usa unas medias me enciende aún más…

 

—Detente… — Etienne me empuja suavemente — No podemos… — Se aleja un paso acomodándose el traje — Norman, yo…

 

—Shhh… — Lo callo colocando un dedo sobre esos labios ahora pálidos — Tienes razón, no es el momento ni el lugar… — Acaricio con el índice su dulce boca… Una par de mujeres aparecen, supongo que se dirigen al tocador — Buenas noches… — Saludo cuando pasan por nuestro lado, son esposas de unos colaboradores cercanos, devuelven el saludo con una sonrisa pícara… Eti está congelado en su lugar y sólo atina a mover la cabeza a modo de corresponder. Las féminas desaparecen por la puerta que está al final del pasillo.

 

—Llévame a casa…

 

—No… — Tomo su rostro con ambas manos y hago que me mire — Dije que mi novia estaría presente hoy y así será… — Sus ojos muestran sorpresa al oír mis palabras — Ve a arreglarte el maquillaje, te espero aquí — Suelto su rostro

 

—Pero…

 

—Que vayas, Eti…

 

—Leti… — Lo miro enarcando una ceja al no entender — Que… Los chicos dijeron que debería llamarme Leticia y así podrías decirme Leti que es parecido… — Desvía la mirada avergonzado — Sé que es una estupidez… Esto está mal…

 

—Ve a arreglarte el maquillaje, no lo voy a repetir…

 

—Pero…

 

—Joder que terco eres… — Le doy un palmazo en el culo que hace que de un respingo — Ve de una buena vez y deja los peros… Leticia… — Susurro ese nombre a su oído y aprovecho en darle un ligero mordisco a su lóbulo…

 

—Imbécil… — Masculla Eti con una pequeña sonrisa mientras se separa tocándose la oreja y camina hacia los servicios. Suelto una carcajada.

 

 

 

+++++++++++++++

 

 

 

Entro al tocador con la sonrisa aun en el rostro y agradeciendo internamente que Norman lo haya tomado tan bien. Por un momento pensé que se cabrearía y me llevaría a empujones a casa…

 

 

Veo a las mujeres con las que nos cruzamos hace poco, están frente al espejo, les sonrío y entro veloz a uno de los  3 cubículos que hay. No quiero arriesgarme a que me hablen. Las escucho cuchichear un par de minutos antes de abandonar el lugar. Espero un minuto más para estar seguro, y al no escuchar más ruido abro la puerta y me asomo. Estoy solo. Con un suspiro me coloco frente al gran espejo y  dándome una mirada saco el lápiz labial de mi bolso y pinto nuevamente mis labios de ese tono rosa suave. Un ligero toque con la esponja del compacto y listo.

 

 

Suspiro un par de veces antes de darme valor y salir en busca de Norman. Está esperándome al lado de la puerta. Me mira con una sonrisa y esos ojos de hielo indescifrables.

 

—Vamos…

 

 

Desde ese momento todo me parece surreal…

 

 

Me toma de la mano haciendo que camine a su lado… Nos miran curiosos pero a él no parece importarle… Me lleva hasta un grupo de hombres mayores… Me presenta como su “novia”…

 

 

Su novia…

 

 

Sonrío tratando de parecer seguro y sereno, aunque me muera de nervios por dentro… Un hombre de ojos verdes me saluda efusivamente diciendo que estaba ansioso por conocerme… Me entero que es el padre del rubio acosador y que es jefe de Norman…

 

 

Camino a la mesa voy conociendo a más personas… No sé cuántos “mucho gusto” dije en el trayecto… Cuando por fin llegamos junto a Ezio y Rodrigo las cosas se calmaron… Bebo un par de copas de vino para relajarme un poco ante la mirada desaprobatoria de Norman… Sé que a él no le gusta beber, ni que beba, pero sólo es vino… No tengo la intención de embriagarme sólo es un poco de alcohol, el suficiente para serenarme…  La conversación fluye y me encuentro riendo…

 

 

La noche se vuelve mágica… Ezio se atreve a jalarme a la pista de baile y Norman sólo sonríe animándonos… Las horas pasan sin que las note y de pronto ya nos estamos despidiendo…

 

 

Me la he pasado tan bien que la verdad no quiero irme…

 

 

Norman me toma de la cintura posesivamente le da la mano a Rodrigo a quien escucho decirle bajito “tu novia es preciosa”… Tuve ganas de decirle “gracias” pero Norman se me adelanta diciendo “es perfecto”… Joder… Perfecto y no perfecta… Mierda, mierda, mierda… Veo la cara de confusión de Rodrigo pero a Norman parece importarle poco porque mantiene esa cara de póker tan usual en él…  Ezio salta en mi ayuda al ver lo nervioso que me estoy poniendo y empieza a hablar de lo buena que había sido la velada y que deberíamos repetirla pronto y no sé qué cosas más… Norman asiente y por fin abandonamos el lugar…

 

 

 

+++++++++++++++

 

 

 

Es graciosa la cara de Rodrigo cuando digo intencionalmente que Etienne es perfecto… Le vi todas las ganas de preguntarme si me había equivocado… Y bueno, no tendría mucho que decir al respecto porque durante la noche me di cuenta que entre Rodrigo y ese muchacho, Ezio, hay algo… No soy estúpido y las miraditas que se lanzaban cada vez que pensaban que nadie los veía eran más que obvias… No tengo problema con eso, es más, creo que hasta me alegro… Rodrigo es un buen tipo y la verdad que se le ve más que feliz… Voy a conversar con él y le contaré las cosas como son y esperaré que él haga lo mismo…

 

—Ah, creo que he perdido la costumbre de usar tacones… — Divido mi atención entre la pista y la belleza que tengo al lado… Etienne se ha sacado los zapatos y tiene sus perfectas piernas recogidas sobre el asiento mientras se las frota con las manos y mueve graciosamente los dedos de sus pies… El vestido se le ha subido hasta los muslos y tengo una vista inmejorable… Mete las manos bajo la falda y se remueve levantando las caderas… Aquellas medias transparentes se deslizan… Un claxon nos sobresalta y pone fin al sensual espectáculo… Hago una maniobra evitando salirme del camino… — ¡Norman!  ¡Mira por donde conduces! Vamos a chocar si sigues distrayéndote…

 

—Si no quieres que me distraiga, deja de provocarme… — Contesto volviendo a prestar atención al camino de mala gana. No sé si lo hace a propósito o sin querer, pero ha conseguido que tenga una flamante erección atrapada en mis pantalones de vestir.

 

—No te estoy provocando… — Hace un puchero, tira las medias a un lado y baja las piernas acomodándose la falda del vestido. Cierra los ojos suspirando — Estoy tan cansado…

 

 

Acelero un poco y pronto ya estamos entrando al estacionamiento del edificio.  Dejamos el auto bien cerrado con la alarma puesta y  subimos por el ascensor hasta el departamento. Eti entra descalzo, con los zapatos en la mano, los cuales van a parar a un rincón… Me saco el saco, la corbata y desabotono un poco mi camisa... Lo veo alejarse con ese caminar tan malditamente sexy… El cabello a media espalda se mueve grácilmente al compás de sus caderas junto al vaivén de la falda… Etienne desaparece en el baño sin decir nada… Hasta vestido de mujer me pone a 100… Suspiro, el reloj marca las 4:15 am… Voy a la cocina y me sirvo un vaso de agua…

 

 

La velada ha sido larga y muy gratificante… Me he divertido mucho presentando a Etienne como mi novia y viendo la cara de asombro de muchos y de decepción de muchas… Por lo menos así dejarán de joder con sus insinuaciones… No me halaga que mujeres a las que casi no he dirigido la palabra más allá del saludo, me anden invitando a salir… Es más… No me agrada que mujeres en general me inviten a cualquier cosa… Creo que la única con que me llevo bien, a parte de mi hermana, es Pam… Pero es una amiga y nada más, sería imposible pensar en ella de otra forma… En fin sólo diré  que refregarles a mi dulce novia por las insistentes caras de todas mis “compañeras” de trabajo fue… extremadamente satisfactorio.

 

 

Lo de don Diego es punto aparte. Ver su alegría al conocer a “Leticia”, los halagos que le profesó su esposa, doña Paula, la dulce voz de Eti agradeciendo… Es increíble que nadie se diera cuenta que era un hombre… No… No es ni tan increíble… Siendo sinceros, nadie podría ver a Etienne vestido como estaba y siquiera imaginar que realmente fuera un chico. No había forma de sospechar que aquella dulce chica de cabellos negros y grandes ojos, de labios rosas y largas pestañas, de cintura estrecha y  piernas torneadas, de pequeños senos, de suave voz, de manos de largas uñas, de sonrojos y risas angelicales… fuera hombre.

 

 

Y lo mejor de todo es que lo tuviera a mi lado.

 

Aquí.

 

Mío.

 

 

— ¿Puedes ayudarme?... — Etienne aparece por la puerta de la cocina. El cabello largo ha desaparecido, junto a todo el maquillaje. Se acerca a mi y me da la espalda — Ayúdame con el cierre por favor… — Dejo el vaso a un lado y cumplo su pedido… Lentamente bajo el cierre del vestido dejando a la vista su nívea espalda y el sujetador de encaje que lleva… No puedo contenerme y beso la piel expuesta… Lo siento estremecerse pero no dice nada… Me atrevo un poco más y suelto el corpiño… Sigo repartiendo besos y mis manos van hasta sus hombros… Con una caricia retiro lentamente la parte superior de aquel traje junto al sujetador… Toco su pecho mientras pego su cuerpo al mío… — Norman… — Oh si… Ese jadeo que lleva mi nombre… Es lo que quiero… Escuchar mi nombre de sus labios… Sólo mi nombre… Nada más que mi nombre…

 

 

Lo giro de cara a la mesa y hago que se incline… Una exclamación de sorpresa pero se deja hacer… Sus manos se sujetan evitando chocar… Lleno de besos su espalda, descubriendo un par de lunares que no conocía… O no recordaba…

 

—Shhh… — Cuelo mis manos bajo la falda del vestido… Las paseo sobre la pequeña trusa que adivino de encaje… Su miembro está erecto y eso me llena de satisfacción… — Discúlpame… — No puedo controlarme más… Arranco la prenda sintiéndolo gemir… Su pene sedoso y húmedo… Sus nalgas duras y bien formadas… Escupo sobre mi mano y haciendo paso encuentro aquel dulce agujero que hoy por fin profanaré…

 

—Norman… deberíamos… deberíamos ir a la habitación…

 

—No… — Meto un digito… Suelta un chillido entre sorpresa, dolor y gusto… Lo muevo en aquella apretada cavidad… No espero mucho para introducir otro… Y otro… Se queja… Pero no puedo detenerme… Uso mi mano libre para abrir el botón y la cremallera del pantalón… Lo bajo junto a mi ropa interior… Mi verga está húmeda y más que dispuesta… Eti se da cuenta y empina más el culo… Saco mis dedos y escupiendo sobre mi miembro para humedecerlo aún más me alineo… — Lo siento… — Susurro antes de enterrarme hasta el fondo de una sola estocada… Eti suelta un grito…

 

—Norman… duele…

 

—Lo siento… — Empiezo a moverme con desespero mientras clavo mis dedos con fuerza en sus caderas… Etienne solloza y se deja llevar sin intentar separarse… Me pone tanto su sumisión…  

 

 

El vaivén es frenético… Su voz soltando fuertes gemidos entre el llanto… Sus manos sujetandose de la mesa mientras hace el culo hacia atrás  empalándose más…

 

—Di mi nombre… — Le ordeno… — Dilo… Di mi nombre… — Insisto al no escucharlo... Clavo las uñas en sus caderas…

 

— ¡Norman!... Ah… Ngh…

 

—Más…

 

—Norman… Norman…

 

— ¡Más! — Veo la piel de su espalda como un lienzo en blanco… Me inclino y sin contenerme muerdo con fuerza… Etienne grita…

 

— ¡Ah!... ¡Norman!... ¡Norman!... — Lo siento contraerse… Lo siento apretarme… Lo siento estremecerse… Lo siento vaciarse… No soporto más y me vengo… Bombeo con fuerza… Lo lleno con ganas…

 

 

Me tiendo sobre Eti respirando agitado apoyando mi mejilla sobre su sudorosa piel… Puedo sentir el desbocado ritmo de su corazón mientras sigue repitiendo mi nombre como un mantra… Si… Si…

 

 

Mi nombre…

 

 

Di mi nombre…

 

 

Es el único nombre que quiero que gimas…

 

 

El único nombre que quiero que grites…

 

 

El único nombre que quiero que solloces…

 

 

Mi nombre…

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Por fin! 

 

Say my name (Di mi nombre) es el nombre de una canción de Destiny´s Child 

A Pamela la nombramos en el cap 25 y 26

Cuando me imaginaba a Eti vestido de mujer se me venía a la cabeza Hana (de Baozi & Hana, los conocen?) Tiene unas fotos donde sale precioso de niña

 

Y por ultimo... Yuzu consiguio el oro nuevamente!!!! (Lo amo)

 

 

 

XOXO

 


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