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Dernière Danse por Killary

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No puedes escucharme llorar

Ni ver todos mis sueños morir

Desde donde estás parado

Por tu cuenta

(Ben Cocks – So Cold)

 

 

 

Paso 31: Broken

 

 

 

— ¿Cómo te va con Norman? ¿Se vieron? — Ezio llega con dos botellines de cerveza, me alcanza uno y se sienta frente a mi sobre la alfombra de la sala de su departamento.

 

—Aun no… — Doy un sorbo sin apartarle la vista.

 

— ¿No crees que ya es hora de que lo hagan?

 

—Pues vine para eso, pero está de viaje… Siempre que vengo está de viaje…

 

—Fue con Rodri, así que puedo asegurarte que esta vez no está huyendo de ti como suele hacer… — Me mira divertido y yo chasqueo la lengua con fastidio.

 

—No me parece gracioso… Hace ya un año que jugamos al gato y al ratón… Le he dicho mil veces que es con él que quiero estar pero parece no entenderlo… — Aún recuerdo como si fuera ayer el día en que discutimos y me pidió tomarnos un tiempo…

 

— ¿Y Donato? — Doy un suspiro y cierro los ojos…

 

— Hablamos ayer por teléfono, quiere que nos veamos esta noche…

 

—Allí está tu respuesta. ¿Crees que Norman no sabe que sigues comunicándote con él?...

 

—Doni es sólo un amigo, ya se lo he dejado claro…

 

—Vamos chérie, eso no te lo crees ni tu… — Ezio se arrastra por la alfombra hasta estar quedar sentado a mi lado. — Andar de besuqueos y folladas no es muy de amigos…

 

— Joder, estaba confundido ¡soy humano!... No soy un santo… No soy perfecto…

 

—Lo sé Eti, lo sé… Pero acepta que la cagaste. Soy tu amigo y no voy a mentirte. — No puedo refutarle porque tiene razón… No debí hacerlo… Es que volver a ver a Doni fue… No sé… Me llamó por teléfono y antes de que me fuera nos citamos… Una cosa llevo a la otra… Terminamos enredados en un cuarto de hotel… No debí… A la mañana siguiente me marché sin decirle nada… Porque no sentía nada… Ya no sentía nada… Y sin embargo las veces que regresé, Donato de alguna forma sabía que estaba aquí y me llamaba… La verdad no pensaba volverlo a ver pero al enterarme que Norman estaba de viaje aun sabiendo que iba a venir… Aceptaba… Y entonces… — Rodri me contó que Norman estuvo muy mal, tanto que hasta tuvo que tomarse un par de semanas lejos del trabajo porque no podía ni concentrarse… Y a mi me parece increíble eso porque cada vez que lo veo parece un ser de hielo, no se le mueve ni una pestaña…

 

—Es sólo fachada… — Me siento culpable…

 

—Si, eso me dijo Rodri… Ya sabes que ellos son como hermanos y se conocen bien... así como nosotros... — Pasa un brazo por mis hombros dándome unas palmaditas — Quizá necesita más tiempo…

 

—Estoy cansado cereza… Me conoces, no soy alguien que se humille…

 

—No te estás humillando…

 

—Pues se siente como si lo estuviera… Lo llamo a diario y a veces no me dedica ni dos minutos… Le digo que voy a viajar para verlo, llego y no lo encuentro…

 

—Es por trabajo…

 

—Claro, trabajo… ¿Sabes? Todo esto ha hecho que deje un poco abandonadas mis clases… No puedo darme más el lujo de estar viajando seguido, van 3 veces en un año y ya casi me quedé sin ahorros…

 

—Si necesitas dinero yo puedo…

 

—No, de ninguna manera. No te estoy pidiendo dinero, lo que quiero decir es que necesito concentrarme en mi trabajo… Así que por un tiempo dejaré de venir a visitarte mi querida cerecita — Me recuesto sobre sus piernas y Ezio pasa sus manos por mi cabello en una caricia que me relaja — Si hubiera alguna forma de hacer entender a ese terco… Creo que lo que busca es cansarme y si sigue así lo conseguirá…

 

—Para mi que Norman sigue dolido… Hablaré con Rodrigo, buscaré una forma de que se encuentren…

 

—No chérie, ya has hecho demasiado por mi aguantando mis dramas… — Mi móvil parpadea sobre la mesita de centro mientras Starlight de Muse suena fuerte. Estiro la mano y lo tomo. Ezio enarca una ceja cuando logra leer el nombre.

 

—Hola…

 

—Muñeco, en una hora en el restaurante de la otra vez, ¿te parece?...

 

—Si, claro, no hay problema…

 

—Entonces nos vemos al rato, ando un poco liado aquí así que voy a apresurar las cosas…

 

—Nos vemos… — Corto la llamada y guardo el móvil en los bolsillos de mis pantalones.

 

— ¿En serio te verás con él?...

 

—Sólo voy a despedirme, a dejar en claro las cosas… — Ezio mueve la cabeza de un lado a otro negando — Será una última vez…

 

—La vez pasada dijiste que sería la última vez…

 

—Pues esta vez si lo será… — Dejo el botellín vacío sobre la mesita y me levanto. — Tenme un poco de fe, cereza… — Ezio se levanta y me abraza.

 

—No quiero que te vayas… — Le abrazo de vuelta con fuerza.

 

—Volveré temprano… Recuerda que te prometí una fiesta de pijamas… — Ezio ríe y beso su mejilla con cariño. — Mantén la cama tibia para mi, chérie…

 

—Ya vete y vuelve rápido… — Dice entre risas mientras me empuja. Tomo mi chaqueta y lanzándole un beso abandono el departamento.

 

 

 

+++++++++++++++

 

 

 

La noche está algo fría. El taxi vuela y en 20 minutos estoy frente al restaurant. Me gusta el lugar, es bonito, tranquilo y muy discreto. Además sirven una lasaña que es de infarto.

 

Entro y me siento en la mesa que usamos anteriormente, está al fondo algo escondida, pero desde donde se puede ver perfectamente la entrada. Pido una copa de vino y saco el celular para enviarle un mensaje a Doni de que ya llegué. Aprovecho también para mandarle uno a Ezio y que no se preocupe. Esta vez estoy quedándome con él ya que su novio pijo está de viaje y no quería quedarse solo. Bueno no es que no esté acostumbrado a estar solo, ese rubio viaja mucho, no sé ni cómo Ezio lo aguanta… A veces pienso que el pijo le está poniendo los cuernos, que quizá se juntó con la madre de su hijo… Si, porque aunque no lo crean, el rubio tiene un hijo… Pero cuando los veo juntos, esos pensamientos se borran… Y es que son tan melosos… Rodrigo se desvive por hacer feliz a Ezio y eso se nota a leguas…

 

Qué envidia…

 

Me acabo la copa de vino y pido otra. Un mensaje me dice que Doni estará aquí en 20 minutos… ¿Y si le hago caso a la cereza y me vuelvo al depa? Quizá tenga razón al decir que es mala idea ver a Donato, aunque mi intención sea poner fin a… ¿a nuestros revolcones?... Pfff que idiota…

 

Empiezo a escribir una excusa a mi huida… ¿Un dolor repentino de estómago?... ¿Una llamada de urgencia de los chicos?...  ¿Un…

 

Unas risas fuertes me distraen… Levanto la vista del móvil y me quedo helado… Norman está en la entrada del restaurante con una castaña del brazo… Norman... Están riendo… No puedo apartar la vista… Se sientan en una mesa junto a las ventanas… Conversan con la sonrisa pintada en la cara… Él toma su mano sobre la mesa…

 

¿Qué hace Norman aquí?

 

El chico que atiende mi mesa llega con la segunda copa de vino que pedí… Me pregunta si me encuentro bien… No sé qué cara debo tener en estos momentos para que me pregunte eso… Le pido la cuenta… Se retira y mis ojos vuelven a clavarse en la escena…

 

Norman y la tipa parecen estar en un universo aparte… Hablan, ríen y se miran como si nada más existiera… Sus manos permanecen juntas sobre la mesa… No pensé ver a Norman sonreír de esa forma a otra persona que no fuera yo… Pensé…

 

Bah, que estúpido soy.

 

De pronto todo está claro. He aquí el motivo por el cual ya no le interesaba más verme… ¿No era más fácil decírmelo y ya?... Siempre vi a Norman como alguien directo, que no se iba con rodeos… Quizá… ¿Venganza?... No, que va… Seguro lo más probable es que yo le importe un carajo…

 

Me bebo la copa de vino entera sin respirar. Tengo ganas de llorar por lo patético, idiota, iluso que me siento… Es que no aprendo nada…

 

El amor no existe Etienne… ¿Así o más claro?

 

Muerdo mi labio con fuerza mientras suelto una risa bajita que parece más un lamento. El camarero regresa con la cuenta, la leo, saco el dinero y pago. Antes de que se retire le tomo del brazo.

 

—Por favor, puedo… Necesito salir… ¿Tienes alguna puerta trasera que pueda usar?... — Me mira extrañado — Por favor…

 

Acepta y me pide seguirlo. Doy una última mirada a la pareja para que se me quede bien grabada en la retina y en el corazón,  y sigo al muchacho.

 

 

La puerta da a una callecita. Salgo agradeciendo en un murmullo no sin antes entregarle una generosa propina por la ayuda. Cuando me veo solo doy una gran bocanada de aire como si hubiera permanecido sin respirar todo este tiempo.  La calle está desierta y lo agradezco. Me apoyo en la pared y cierro los ojos…

 

Todo el teatro, toda la escenita que me montó, todas las palabras falsas… ¿Tanto le costaba decirme la verdad?... Lo hubiera entendido… Juro que lo hubiera entendido…

 

Duele…

 

— ¿Muñeco? ¿Estás bien? — Abro los ojos y me encuentro con Donato. Parpadeo varias veces sin entender qué hace él aquí… — Patrick me dijo que te sentiste mal de pronto y pediste salir por la puerta de escape… Sé por qué lo hiciste, los vi al entrar… — Vuelvo a cerrar los ojos y niego con la cabeza…

 

— ¿Quién es Patrick?...

 

—El chico que te atendió, el de ojos bonitos… — ¿Ojos bonitos?...

 

Empiezo a reír… Bajito al comienzo y poco  a poco se convierte en carcajadas estridentes… Me tomo el estómago doblándome un poco mientras mi cuerpo se sacude…

 

Mi vida es una total broma…

 

La risa se vuelve bizarra y pronto estoy llorando… No quiero hacerlo pero no puedo evitarlo… Siento la mano de Donato sobre mi hombro y me enderezo de un salto apartándome de él.

 

— ¡No me toques!

 

—Vamos muñeco, tranquilízate. Está con otra persona, ¿y qué?... No me digas que te habías enamorado de él… — Me limpio las lágrimas con fuerza mientras lo miro con rabia

 

—No, cómo crees…

 

—Pensé que habíamos retomado lo nuestro…

 

— ¿Lo nuestro?

 

—Claro, cada que vienes nos vemos y la pasamos bien… Pensé que estabas bien con eso…

 

— ¿Bien?... — Sacudo la cabeza — Es que no me puedo creer lo estúpido que puedo ser… ¡Me llevo el premio mayor al idiota más grande! — Grito levantando las manos. Donato intenta tomarme del brazo pero retrocedo dos pasos — No me toques…

 

—Calma muñeco… Vamos a un lugar más tranquilo a conversar…

 

— ¿Contigo? No gracias… Tú, Norman y todos se pueden ir a la misma mierda…

 

—Muñeco…

 

— ¡Deja de decirme muñeco que no soy un maldito muñeco! — Doni se queda de una pieza mirándome con la boca entreabierta… Suspiro limpiando nuevamente las lágrimas que se empeñan en seguir mojando mi rostro. — Me largo. — Giro y empiezo a caminar, alejándome

 

—Etienne… — Me detengo en seco… No me giro… Simplemente espero… ¿Qué? No lo sé… Pero no escucho nada…

 

—Adiós Donato… — Digo aun dándole la espalda y empiezo a caminar nuevamente.

 

No vuelvo a escuchar mi nombre.

 

 

 

+++++++++++++++

 

 

 

—Vuelve a intentar…

 

—Lo he llamado más de 30 veces…

 

—Una más, por favor… — Suspiro y vuelvo a marcar… Me da al buzón… — Nada… — Norman deja de dar vueltas por la sala del departamento y se sienta en el sofá. Tiene una expresión cansada y es extraño ver algo en su cara de póker…

 

—Déjame ponerte esto en el ojo… — Astrid sale de la cocina con un paño con hielos y se sienta junto a Norman quien retira el rostro hacia un lado. — Vamos, deja el berrinche, ese ojo se pondrá feo si no hacemos algo.

 

—No me importa…

 

—Sigues siendo tan terco… — Vuelve a intentarlo, Norman empuja su mano suavemente pero ella le da un manotazo — ¡Suelta! Compórtate como adulto.  — Él suelta un chasquido y tira la cabeza hacia atrás.  Astrid sonríe victoriosa y le coloca la compresa fría sobre el ojo.

 

¿Qué pasó?

 

Pues simple, Norman estaba cenando junto a Astrid, su prima que había venido a visitarlo desde Italia, cuando se apareció Donato y sin decir palabra le metió un puñetazo directo al ojo. Claro que Norman intentó devolverle el golpe, pero entre la chica, el mozo y un comensal lograron detenerlo y echar a Donato del lugar.  Norman jura que escuchó decir a Donato “esto es por jugar con Etienne”, pero Astrid dice que está loco…

 

Cuando tocaron a la puerta y los vi, lo primero que pregunté fue “¿Qué haces aquí?”, porque se supone que debería estar en Sudamérica con Rodri… Me explicó que regresó cuando recibió una llamada de Astrid diciéndole que estaba en la puerta de su casa… Tomó un vuelo y se vino inmediatamente… 

 

¿Así que se viene volando cuando llega su prima y se va volando cuando llega Etienne?...

 

Bien merecido el golpe…

 

—Intenta llamarlo una vez más… — Lo hago con el mismo resultado… Estoy súper preocupado aunque intento no demostrarlo. Eti no me ha llamado, dijo que volvería temprano y no llega… Y por lo que veo no está con Donato… ¿Qué pasó?...  Hasta llamé a los chicos para ver si estaba con ellos, pero nada. — Dónde se habrá metido…

 

—Deja de preocuparte, Etienne es un hombre adulto capaz de cuidarse. — Digo tratando de calmarlo… y calmarme…

 

—Ezio tiene razón, vamos a casa que Sarah nos debe estar esperando. — Astrid vuelve a calzarse sus tacones, se pone el abrigo y toma su bolso. — Vamos Norman, Ezio nos avisará si hay alguna novedad, ¿verdad?

 

—Si, claro… — Norman se para no muy convencido pero igual sigue a la castaña. Los acompaño a la puerta y ni bien los despido, vuelvo a marcar… Buzón… Buzón… Buzón… Marco un número diferente…

 

—Amor, cómo estás…

 

—Rodri no encuentro a Etienne, no sé dónde está, lo llamo y llamo y me salta el buzón, he llamado a los chicos y nada, ni siquiera está con el idiota de Donato, voy a llamar a la policía y…

 

—Amor, Ezio, cálmate bebé, calma…

 

—No sé qué hacer…

 

—Amor, escúchame, Etienne no es un niño, seguro se encontró con amigos de la danza y no puede llamar porque se le descargó el móvil… Tranquilízate…

 

— ¿Crees eso?...

 

—Verás que se comunicará contigo en cuanto pueda. Vamos amor, ya duérmete que mañana llego temprano y te quiero ver descansado…

 

— ¡Mañana!

 

—Sí, terminamos antes de lo previsto… Así que ve a descansar y deja de preocuparte…

 

—Si, si…

 

—Hasta mañana amor.

 

—Hasta mañana Rodri…

 

 

 

+++++++++++++++

 

 

 

Abro los ojos con pesadez. El sabor amargo de boca hace que haga una mueca de asco. Intento moverme y las ´punzadas en la cabeza me lo impiden…

 

Que resaca…

 

Observo el cuarto de hotel en donde me encuentro… Los recuerdos de la noche llegan… Giro el rostro y lo veo… Un hombre rubio de rasgos fuertes duerme a mi lado. Su pecho algo velludo sube y baja suavemente. Sus labios están entre abiertos, enmarcados por una barba poco tupida. Más allá, sobre la mesita de noche, descansan sus anteojos, el celular, una cajetilla de cigarros y su billetera… ¿Cómo me dijo que se llamaba?...

 

Bah, que importa…

 

Me levanto con cuidad, lo menos que quiero es despertar a… a como se llame y verme envuelto en una incómoda conversación... Voy recogiendo mi ropa que anda desperdigada por la habitación, a diferencia de la de él que está toda sobre la silla junto a la ventana. Que meticuloso… Un par de condones usados en la papelera son prueba de que fuimos cuidadosos... ¿Y eso?.. Una tarjetita en el suelo… La recojo…

 

Jason White, MD… Psychiatrisc…

 

Joder ¡me acosté con un doctor!  ¡Y encima psiquiatra!... Ahora que recuerdo… Me prestaba tanta atención mientras le hablaba… Me hizo las preguntas exactas… La forma en que miraba… Creo que el maldito me estaba psicoanalizando…

 

Entro al baño, me lavo y visto rápidamente. La urgencia de largarme de aquí me quema.  Al terminar salgo como un rayo y sin mirar a Jason, por lo menos ya tenía nombre, abandono aquel cuarto y el hotel.

 

 

Tomo un  taxi. Saco mi móvil para ver la hora y de paso volver a fijarme en las múltiples llamadas perdidas, muchas de Ezio algunas de Norman, pocas de Donato…  Suspiro y cierro los ojos… Se supone que debería sentirme mejor… Ya he tomado mi decisión… Decidí dejar de ser el tonto de la historia… Basta de enamoramientos que solo me rompen el corazón… Voy a olvidarme de todo… Voy a ser una persona nueva…

 

Adiós estúpido y crédulo Etienne…

 

No pienso volver a caer.  Suficiente. Voy a vivir el hoy y ahora. Nada de soñar con finales felices de cuentos de hadas. Se acabó el sueño de una vida feliz junto a “el amor de mi vida”.  Voy a vivir, si, y espero que feliz; pero no voy a hacerme ilusiones nuevamente.  Y menos depender de alguien para sentirme bien. Además tampoco he sido un santo... He metido la pata muchas veces así que dejaré el drama...

 

Tengo 24 años, debo  dejarme de niñerías…

 

 

Por fin llego a mi destino. Pago y bajo del taxi. Entro al departamento. Todo está en silencio. Camina hacia  la cocina y veo sobre la mesa un papel. Es una nota

 

“Eti, estuve llamándote casi toda la noche muerto de la preocupación… Pero sé que estás bien, lo siento en el pecho; por eso estoy seguro que leerás esta nota. Salí a recoger a Rodri al aeropuerto, llega hoy. Espérame por favor, tengo mucho que contarte (sobre Norman). Te quiero.”

 

Sonrío.  Veo el lapicero sobre la mesa. Giro la nota y escribo.

 

 “Mi cerecita te pido disculpas por no haberte esperado. Mi vuelo sale en un par de horas. Sé que era para esta noche pero tuve que adelantarlo, felizmente hubo cupo y accedieron. Es mejor así. Necesito tiempo para pensar, para fijar rumbo. Tiempo para mi. Prometo que te llamaré pronto. Y tienes razón, estoy bien. Y te juro que estaré mejor. Te quiero más cherry pie.”

 

Deja la nota sobre la mesa. Voy a la habitación, hago mi maleta y salgo rápidamente.  Voy a un restaurante cerca al aeropuerto. Tengo que hacer hora porque es mentira que adelante el viaje… Tuve la intención, pero me cobraban penalidad alta y la verdad ya no quiero gastar más. En fin, no tienen por qué saberlo.  Necesito espacio y tranquilidad. No quiero hablar, aunque sea con Ezio a quien adoro y considero casi un hermano. No podría hacerlo sin echarme a llorar. Y no voy a mostrarme vulnerable nunca más. Ni siquiera ante él.

 

 

 

+++++++++++++++

 

 

 

— ¡Eti! — Entro corriendo al departamento, dejando a Rodri atrás. Voy directo a la habitación que ocupaba Etienne y me doy con la sorpresa que está vacía… Su maleta y su ropa han desaparecido… Se fue…

 

— ¡Ezio, ven aquí! — Rodrigo me llama. Camino sin ganas hasta la cocina, donde se encuentra sentado en la mesa. Tiene un papel entre sus manos, la nota que dejé para Eti… — Esto es para ti — Me alcanza la nota y la tomo sin entender… Hasta que veo la letra de Eti al reverso… Empiezo a leer con avidez… — Debe estar camino a Italia…

 

—No, debe estar en el aeropuerto, vamos, si podemos alcanzarlo… — Murmuro leyendo la última frase. Tengo que ir a buscarlo. Tengo que verlo. Guardo la nota en el bolsillo de mis vaqueros y camino hacia la puerta… O lo intento porque al pasar al lado de Rodrigo, este me toma del brazo deteniéndome.

 

—Ezio, déjalo, él ya se fue…

 

—Pero… — Intento separarme sin éxito…

 

—Oh cariño, tranquilo… — Rodri me abraza con fuerza. Apoyo mi frente en su hombro suspirando. — Etienne está bien, te llamará ya lo verás… Y si no pues lo llamas tú y listo… — Sigo sin moverme… Rodri no entiende, Eti es como un hermano para mí, que se vaya de esta forma me preocupa y… — Y si quieres podemos viajar en un par de semanas, igual tengo que ir a ver la sucursal de la empresa, no creo que tengas problemas en la universidad porque…

 

— ¿Podemos? ¿Hablas en serio? — Lo interrumpo tomándolo de los hombros separándome unos centímetros para poder verlo a los ojos. Rodri sonríe de medio lado y se le forma ese hoyuelito tan sexy que me encanta.

 

—Claro que podemos… Sólo sería por un par de días pero… — No necesito escuchar más… Me lanzó a besarlo como si no hubiera mañana.

 

—Gracias… gracias… te amo… — Susurro entre besos — Eres el mejor… — Mi boca baja por su cuello, succionando suavemente… Lo siento suspirar y pegarse aún más si es posible… La preocupación, la ansiedad, la tristeza… Todo desaparece en el momento en que siento su cuerpo estremecerse con mi toque…

 

El deseo se enciende como una llama. Mis manos inquietas se deshacen de su ropa y las suyas hacen lo propio con la mía. Las palabras no son necesarias. Nos conocemos tan bien que con sólo una mirada nos decimos todo.  Sigo mi camino de besos y mordidas por la suave piel de su espalda… Tener bajo de mi a Rodri es la gloria… Su cálido interior me recibe… Nos movemos en total sincronía, como en un baile… Hace ya un buen tiempo que soy el “activo” en el sexo… Y aunque me gusta sentirlo sumiso y entregado, también extraño sentir a Rodrigo dentro de mi… Sentirme completamente lleno de él… Sentirlo inundarme  con su tibieza… Rodri maldice y se que está a punto de alcanzar el orgasmo… Apresuro los movimientos y me libero dentro… Casi al mismo tiempo Rodrigo se viene manchando el piso de la cocina con su esencia… Suelto sus caderas y busco sus manos… Me tiendo sobre él, que tiene el pecho apoyado sobre la mesa. Enlazo nuestros dedos y beso su hombro… No quiero salir de este paraíso…

 

— ¿Vamos a ducharnos?... — Palabras mágicas. Me separo con cuidado y salgo de él. Lo ayudo a erguirse. Nos sonreímos. Ver sus ojos verdes brillantes, su cabello rubio alborotado, esas pocas pecas sobre su nariz, ese hoyuelo… Joder, me enamoró más de este hombre…  

 

—Te amo… — Vuelvo a besarlo sin dejar de sonreír.  — Vamos…

 

 

Mientras jugamos lanzándonos agua dentro de la ducha, riendo como niños, mostrando una faceta que nadie conoce, que es sólo mía, sólo nuestra… me siento bendecido.  Muy lejano está el recuerdo de mi vida junto a mi padre abusivo y alcohólico y a unos hermanos  que me dejaron atrás en cuanto pudieron… Todos echándome la culpa de la muerte de mi madre… Una madre que no conocí… El recuerdo de ganarme la vida en los semáforos haciendo piruetas… De comer una vez al día, a veces con suerte dos… De las burlas en la escuela por mis ropas descoloridas y parchadas y mis libros viejos… De esconderme en casa de un amigo, huyendo de los golpes… Y entonces lo conocí… La primera vez que lo vi, en  ese pedazo de auto, todo pijo con su uniforme de colegio caro, con el cabello bien peinadito, el rostro serio y ese acento tan formal… Mi príncipe… A quien le di mi primer beso… A quien le di mi primera vez… A quien le di mi corazón… Quien me sacó de mi patética vida y me recibió en la suya con los brazos abiertos… Hoy mi padre está muerto… Mis hermanos como si lo estuvieran… Hoy me levanto junto a este hombre que me hace inmensamente feliz… Que hace cada día especial… Pensar que cuando me contó que tenía un hijo estuve dispuesto a dejarlo… Sufrimos tanto ese tiempo separados… ¿Cómo no me di cuenta esa vez que no puedo vivir sin él?... Porque ahora estoy completamente seguro de eso… Una vida sin él no sería vida…

 

Y es que él es el amor de mi vida… Mi vida entera… Mi todo…

 

 

Notas finales:

Sorry por la super mega demora... No tengo excusa...

Del cap... no se... cuando estoy mas sad q de costumbre me gusta escribir melosidades... Sobre todo de Rodri y Ezio porq es una pareja q quiero mucho...

En fin, reitero la promesa... esta historia la termino si o si

 

XOXO


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