Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Gracias por Howl-chan

[Reviews - 5]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Los personajes pertenencen a Kishimoto, mas la hitoria me pertenece a mí. 

Notas del capitulo:

Los personajes pertenencen a Kishimoto, mas la hitoria me pertenece a mí. 

Un doncel de veinticinco años yace en su cama y la de su marido con una mirada ausente, típico en él.


Desde pequeño había convivido con Naruto, su marido, y la revoltosa personalidad de este. Su rivalidad fue lo primero en nacer entre ellos y con un poco más de acercamiento se volvieron amigos, aunque no lo admitieron. Los flechazos llegaron con la pubertad, claro que ellos ya habían sentido ciertas cosas, pero fue en esta etapa donde lo admitieron verdaderamente.


A los dieciséis confesaron cada sentimiento que albergaban por el otro, con una relación y un beso terminaron ese día. Se casaron hace dos años cuando ambos habían culminado sus carreras. 


Sasuke estaba apático. ¿Por qué? La noticia de que estar embarazado no era tan simple  de asimilar. Él no tiene alguna duda sobre si Naruto aceptará a su futuro bebé, pero había deseado viajar unos cuantos años más y luego podría tener los hijos que quisiera. No ahora, no cuando él quería conocer tantos lugares. ¡Qué triste por el doncel! 


Por otra parte, Naruto había terminado una firma de libros. El anuncio que dio al final fue un gran balde de agua fría sobre sus admiradores: no publicaría otro libro hasta dentro de unos cuantos años. Esa decisión no fue algo reciente, pensó en todo lo que podía ocurrir esos años sin publicar algo, no obstante él quería eso. Y su esposo también. Salió del local por la puerta trasera y corrió por un estrecho callejón, inspiró el aire fuertemente y caminó por un gran tiempo. 


En casa, Naruto jugó un rato con su perro Kurama. Ambos subieron al segundo piso para ir a la habitación principal. La puerta entreabierta, música clásica y un par de gemidos lastimeros alertaron a Naruto sobre el estado de ánimo de Sasuke. 


—¿Sasuke? 


El azabache miró a su esposo con tristeza. 


—Dobe, hay algo que necesito hablar contigo.


Naruto, de pronto, se puso nervioso. ¿Sería algo terrible? Sasuke no se ponía así por cualquier razón.


—Claro, Sasuke, dattebayo —intentó actuar normal y falló estrepitosamente.


—Sabrás, ayer fui a hacerme una prueba de embarazo. Sabía que no podía ausentarme por mucho tiempo ya que fue en la hora de almuerzo. No tuve tiempo hasta hoy; estoy embarazado. Tengo casi dos meses. 


—¿Es eso? Yo te amo, Teme. Estoy tan feliz de escuchar tales palabras. 


—En realidad, sé que estás feliz. Y yo también, solo que no podremos viajar cuanto queramos.


—¿Tu embarazo es arriesgado? 


—No.


—No debes preocuparte, Sasuke, viajaremos, pero podemos volver aquí para que nazca nuestro bebé. 


—Seré un estorbo...


Naruto suspiró, preso del sentir de su amado, y tomó las manos del Uchiha.


—No, no tienes la idea de lo mucho que anhelaba tener un bebé contigo y ahora que podemos no te privaré de lo que hemos planeado. Sé que tú quieres viajar y lo vamos a hacer, los tres viajaremos. Discutiremos como siempre, solo tendrás que soportar que te proteja.


—Dobe... Eso suena bien.


Sasuke sintió la mano de Naruto tantear sobre su vientre. Se sonrojó y sonrió el susodicho. 


—Teme, ¿solo sé esto yo?


—Sí, ¿por qué la pregunta?


—Mis padres estarán felices por la noticia. Deberías llamar a tus padres, yo llamaré a los míos.


—Prefiero no decírselos. Mi mamá podría seguirnos, incluso Itachi y mi papá. 


—Es cierto, mis padres no son tan distintos a los que tienes. Será un secreto. Solo nuestro.


Doncel y varón se besaron de una manera fogosa. El rubio llevó sus manos a la parte trasera de su esposo, tocó los lugares que quiso con la finalidad de que el pelinegro gozara más; sin embargo, Sasuke no se quedó atrás y besó, lamió, arañó cuanto estuviera a su alcance.


—Naruto, ¿por qué Kurama sigue en la habitación? 


—Eh, llevaré a Kurama al jardín. Sí, llevaré a... Ven, Kurama. 


El de ojos oscuros sonrió por el nerviosismo de su esposo. Nada cambiaba... 


—Como digas, Dobe.


Y oyó un gruñido de parte de su rubio amor. Estaba tan agradecido con ese escritor, por su amor incondicional y por todo lo que le soportaba. 


—Gracias.


¿Quién lo dijo? ¿Sasuke? ¿Tal vez Naruto? Solo sabemos que ambos estaban agradecidos, no importa si lo decían en voz alta porque lo demostraban con sus acciones para con ellos. 

Notas finales:

Espero les haya gustado c:


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).