Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

DISFORIA por Gursh-uh

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

 

 

Bienvenidos, es mi primera historia, espero que les guste.
Gracias por leerla, muchas gracias de verdad, acepto toda clase de opiniones c: 

 

Saludos :3 

Notas del capitulo:

DISFORIA: se caracteriza generalmente como una emoción desagradable o molesta, como la tristeza, ansiedad, irritabilidad o inquietud. Es el opuesto etimológico de la euforia.

DISFORIA

Mi nombre es Lina Valetti, actualmente tengo 16 años, estoy a pocos días de cumplir 17 años. Toda mi vida he trabajado, desde los 10 años, pero también voy a la escuela, en ella, no tengo amigos, la mayoría de los compañeros de mi salón me consideran como “rara”, realmente no me interesa como me llamen o lo que piensen de mí. La razón por la que voy a la escuela es porque prefiero estar fuera de casa, es algo que realmente me gusta mucho. Al salir de clases, me voy directo al trabajo, se trata de una cafetería pequeña, pero la gente es amable conmigo, me siento tan segura en ese lugar. Cuando salgo del trabajo suelo ir a un parque que rodea la colonia donde vivo, me encanta recostarme cerca de un árbol y mirar el cielo, me gusta pensar en que algún día mi vida por fin, tomará otro rumbo.


Hoy llegue a casa un poco tarde, mi padre esta recostado en el sofá viendo fútbol con una cerveza en la mano, cuando se da cuenta de mi presencia suele mirarme de una manera que me causa nauseas, así que me retiro rápidamente sin molestar. Subo a mi cuarto y me dispongo a terminar la tarea para mañana. Más tarde, esa misma noche, escuché a mi padre hablando por celular, parece algo desconcertado y molesto, lo escucho decir varias cosas como - Necesito solo 20 días ¿Tú puedes ayudarme? - Supongo que de nuevo perdió dinero apostando y ahora le debe pagar a una persona antes de tiempo.


Al siguiente día, me levanto con muchas ganas de ir a la escuela, pronto tendremos una obra de teatro navideña y estoy muy emocionada. Me ducho rápidamente, me cambio y desayuno. Al salir de casa, veo una enorme pero elegante camioneta negra estacionada del otro lado de la calle, tiene los vidrios polarizados así que no logro ver a nadie dentro de ella, me preocupa un poco puesto que jamás la había visto por estos rumbos.


Regreso a casa antes de las 10:00 p.m. Hoy salí más temprano del trabajo, pero estoy muy agotada. Una cuadra antes de llegar a mi casa, me doy cuenta que la misma camioneta de esta mañana sigue estacionada fuera. Al principio pensé que era alguien esperando a otra persona, pero con esto lo único que pienso es que tal vez nos están vigilando. Al paso de diez días, vuelvo a escuchar a mi padre hablar por celular, ésta vez se escucha preocupado, el tono de su voz cada vez disminuye más, tanto así, que casi no logro escucharlo, parece como si estuviera asustado…
Hoy es viernes, es una mañana fría pero me siento con muchas ganas de ir a la escuela. Hago mi rutina en casa y me dispongo para ir a la escuela, estoy tan entusiasmada porque hoy presentamos la obra de navidad. Al bajar las escaleras, observo que mi padre se encuentra en la sala algo nervioso y lo escucho decir – Idiota, ven - me aproximo hacia él lentamente y logro darme cuenta que tiene una caja con una hermosa envoltura de colores. Lo miro fijamente sin decir nada y él se aproxima a mí con la caja – Esto es para ti, póntelo…hoy iremos a un lugar especial - por un momento olvidé por completo la obra navideña en la preparatoria, mi padre me estaba obsequiando algo por primera vez en la vida, casi no podía creerlo, era difícil contener la felicidad. Se trataba de un hermoso vestido blanco, tan elegante y fino. Yo no sabía que decir, lo miraba una y otra vez para asegurarme que no estuviera soñando -¿Qué estas esperando? ¡Ve a cambiarte chamaca!- levantó la voz, así que rápidamente subí a mi cuarto a cambiarme.


Cuando baje, mi padre también se había puesto un traje elegante, nos subimos al carro y lo notaba bastante nervioso, supongo que era porque definitivamente esto era algo nuevo para ambos. Después de un trascurso de quince minutos, me di cuenta que la elegante camioneta estacionada fuera de nuestra casa venia justo detrás de nosotros. Mi piel se tensó pero no dije nada. Llegamos a una hermosa colonia con enormes casas (¿Casas?, quise decir…Mansiones) Esto era realmente increíble, repetía varias veces en mis pensamientos (-Un desayuno en un lugar lujoso o tal vez al cine por primera vez-) no podía contener tantos sentimientos que se desbordaban de mí. Por primera vez en mi vida había algo nuevo, creo que haberlo desearlo una y otra vez, por fin estaba funcionando.
Llegamos a unas grandes puertas negras, un vigilante elegante se acercó a nosotros
–Buenos días- mi padre respondió muy nervioso..
– Buen..buenos di…días- el guardia lo miró de una manera extraña.
- ¿Es usted el Señor Roald Valetti?-
- Ahh..Así es- respondió mi padre.


El guardia se apartó de nosotros he hizo una señal para que abrieran las grandes puertas. Al entrar al lugar, había un hermoso camino de piedras y plantas, era todo tan perfectamente ordenado, limpio y elegante. Al seguir avanzando, me percaté que detrás de una enorme fuente había una gigantesca mansión, jamás había visto una tan grande (-¿Cuántas personas vivirán ahí?)- pensé. Al bajarnos del auto, nos interceptó otro guardia.
– Buenos días- dijo en un tono muy seguro para luego guiarnos hasta la puerta.
Entramos a la lujosa mansión, y nos sentamos. El segundo uniformado nos dijo en un tono amable:
-Pueden esperar aquí, enseguida los atenderán- a lo que ambos respondimos
– Gracias-


Estaba bastante confundida (-¿Qué hacíamos exactamente aquí? -¿Por qué mi padre temblaba tanto-) No tuve el tiempo suficiente de pensar, ya que una señora ya de la tercera edad, que parecía ser sirvienta de la casa, se acercó a nosotros con una sonrisa para luego preguntar:
-¿Les apetece algo de beber? - A lo que yo respondí rápidamente
– Sí, por favor- ella me sonrió gentileza.
-¿Chocolate, café, jugo? –
-Café, por favor- ella volvió a sonreír y respondió en tono dulce-
– Claro que si mi niña- Y sin decir más, se desplazó hacia la cocina.


Habían pasado diez minutos y mi padre no dejaba de morder sus uñas, movía tanto las piernas que me contagiaba su nerviosismo. Por fin, escuchamos una voz bastante masculina aproximarse a nosotros, era un hombre bastante joven y apuesto. Tenía la piel tan clara que era difícil no notar sus hermosos ojos azules, tenía una mirada tan profunda que apenas y podía concentrarme en otra cosa. Se acomodó el cabello, lo tenía lacio y oscuro. Pude darme cuenta que tenía varios tatuajes, tanto en las manos como en el cuello, el joven hombre terminó su llamada por celular y nos miró fijamente en silencio. Mi padre rápidamente se levantó del lugar.
-Buenos días Bastián, muchas gracias por recibirnos en su elegante casa-
El joven hombre lo miró sin decir ni una palabra
–Estoy aquí, porque quiero proponerle algo- dijo mi padre en un tono bastante tímido. El hombre continuaba mirándolo
–Señor Roald, creo que ya hablamos de esto muchas veces, su tiempo se agota- Mientras los escuchaba hablar, yo no lograba comprender que estaba pasando.
–Joven Bastián, solo vengo a pedirle por favor, que me dé un poco más de tiempo para pagarle lo que le debo- El joven hombre sonrió -
-¿Tiempo? Necesita aún más tiempo…es por eso que viene en compañía de su hija, para causarme algún tipo de compasión ¿No es así? Creo que usted y todos los que están presentes aquí, sabemos que no soy esa clase de persona…- Mi padre lo miraba nervioso, bajó la cabeza y dijo en un tono apenas audible:
–No Bastián, se equivoca…vine con ella, porque….porque quiero proponerle algo a cambio- El joven hombre lo miro desconcertado.
- ¿Y qué es?- mi padre volvió a mirarlo.
–Yo…le entrego a mi hija a cambio de un plazo de 40 días para pagarle lo que le debo, puede usted hacer lo que quiera con ella- (¿Qué?) Tengo que estar soñando, mi padre…mi propio padre me está vendiendo…-


Bastían se quedó en silencio varios minutos, mis lágrimas comenzaron a brotar. Dirigí la mirada a mi padre, con la esperanza de que cambiara de opinión. El hombre más joven respondió
-¿Está usted consciente de que su hija trabajará en alguno de mis prostíbulos? y ¿que usted jamás la volverá a ver?- Mi padre responde de forma tan segura
–Así es, y no me preocupo. Esta niña ha sido un estorbo toda mi vida, creo que por primera vez me va a servir de algo- El hombre menor, cambio rápidamente la expresión de su rostro
– Pues como usted quiera, tiene entonces un plazo de 40 días para pagarme, no habrá segundas oportunidades Señor Roald- Su tono fue más frio que antes. Mi padre se levantó del sillón y sin mirarme, salió de la mansión. Yo continuaba llorando y repetía una y otra vez en mi mente (-¿Tenía que ser así? ¿Tenías que abandonarme tú también? ¿Después de tanto…después de tanto desearlo…así va a terminar todo para mí?-) Bastian se incorpora y habla en alto

-¿Kelvin?- a su llamado, se acercó un hombre de la tercera edad – Si joven Bastián
- Ya sabes a donde llevarla, la quiero allá antes de las ocho de la noche- Se desplazó hacia las escaleras. Comencé a intentar contenerme, me sentía tan mal conmigo misma, cuando creí que no lo iba a lograr sentí una cálida mano sobre mi espalda, era aquella señora que nos había atendido minutos antes.
–Tranquila- me abrazó tan fuerte que por primera vez en la vida, me sentía protegida.
Transcurridas dos horas, la sirvienta se aproximó a mí con galletas y chocolate
-¿Quieres un poco?- Sonreí y tomé una
–Gracias- ella se levantó y se alejó. En ese momento, empecé a escuchar que discutía con el joven hombre.
-Bastián, no puedes enviarla ahí…ese lugar es horrible ¿Sabes que es solo una niña?-
A lo que él respondió en tono molesto
–Nana, ¿Sabes cuantas niñas de su edad hay ahí? Por favor… - (-¿Nana?, ¿Dijo Nana?-)
-Lo sé Bastián…pero no te das cuenta que esa niña toda su vida ha vivido un infierno, ¿Acaso no ves los moretones en sus brazos y piernas? ¿No te das cuenta que su propio padre la acaba de abandonar con un completo desconocido para salvarse el pellejo?- La voz masculina responde aún mayor molestia
– Todos hemos vivido o pasado por un infierno, es parte de la vida- Escucho a la mayor suspirar y enseguida responde en un tono tranquilo
-¿Por qué no puedes ponerte aunque sea un minuto en sus zapatos? ¿Quieres ser como él?- No hubo respuesta alguna a tal pregunta.

Minutos más tarde, escuché unos pasos aproximarse a mí. El corazón se me aceleró, estaba tan nerviosa y asustada, cuando de pronto la vi, venia aquella señora con una sonrisa de oreja a oreja, y yo no entendía porque…



CONTINUARÁ...

Notas finales:

Espero que les hayas gustado, no olviden cometarme c: 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).