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Seven Days. [YoonMin] por retrumm

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Notas del capitulo:

BASADO en el manga Seven Days de Venio Tachibana. Aclaro: está basado, no es una adaptación exacta. Por lo que, si bien la idea principal la tomé del manga, es muy probable que las cosas tomen un transcurso diferente. 

Es el primer fanfic de Bangtan que escribo, a quien sea que lo lea quiero decirle que lo aprecio mucho <3. 

Min YoonGi se encontraba con la cabeza y las manos apoyadas sobre el pupitre, con el sueño apoderándose de todo su ser.

—No creo que sea el momento adecuado para dormir, Yoongi. ¡Por dios, estamos en clase, ten un poco de respeto y duerme en tu casa!  –dijo Jin, frunciendo el ceño en una expresión de regaño para después pararse frente a su banco y cruzarse de brazos.

—Hyung. De verdad. ¿Podrías, aunque sea por un segundo, dejar de actuar como si fueras mi jodida madre? –respondió el pálido de mala manera, algo abatido.

—Pero lo que haces es de mala educación, deberías saberlo. Es hora de que te des cuenta de estas cosas y empieces a corregirlas.  A este paso, no me extrañaría que la novia que tienes ahora también acabe rompiendo contigo. 

—Te agradezco tu preocupación, pero resulta que ya me ha dejado –dejó salir un suspiro —Ayer.

 YoonGi no entendía cómo funcionaban los noviazgos. Aquella era la tercera vez que una novia terminaba con él por no cumplir con sus estúpidas expectativas. Ocurrió en la mañana, cuando en la parte de atrás del instituto todo acabó con las palabras "Es que... no me imaginaba que fueras de este modo, YoonGi. Lo siento." 

Eran unas caprichosas. Se le declaraban, y luego iban decepcionadas con el cuento de que era muy diferente a la idea que se habían hecho de él. No se encontraba triste exactamente. Sí, la chica era muy atractiva, pero no le había calado muy hondo. Frustrado era la palabra adecuada, y sólo porque no entendía qué había de malo en él. 

—Lo que sucede es que eres una completa estafa, YoonGi. Es como si hubiera un abismo entre la imagen que proyectas y tu verdadera personalidad. Lo cierto es que con esa carita que tienes, es comprensible que las chicas te imaginen como su príncipe azul. 

YoonGi se limitó a mirarlo algo enfadado y dejó que el silencio reinara entre ellos. Estaba harto de las clases, estaba harto de las mujeres (aunque jamás lograría comprenderlas) y por sobre todo estaba harto de los sermones que su amigo solía darle. Era buena gente, no es que piense lo contrario, pero también era un escandaloso y acostumbraba a armar un gran drama hasta por la cosa más insignificante. Y cuando se ponía así, YoonGi solo quería que lo tragara la tierra.

—Deberíamos ordenar una pizza. Muero de hambre y no podemos perder tiempo yendo a la cafetería. 

—Tú tienes hambre siempre, no fastidies —el pálido agachó nuevamente la cabeza, mostrándose inaccesible a tener una conversación con su amigo.

Al encontrarse a sí mismo sin nada que hacer y dispuesto a ignorar a Jin, oyó sin querer la conversación que tenían dos muchachas sentadas en los pupitres frente a él.

—¿Puedes creerlo? Es lunes y parece que Jimin aún no ha aparecido por la escuela. ¡¿Por qué razón faltaría a clases justo hoy?! —comentó con un semblante de preocupación una muchacha de cabello corto y negro.

—Mmh... quizá sólo se ha agarrado un resfriado o algo parecido. Espero que no sea nada grave –respondió su compañera de banco, tratando de consolar a su amiga. 

Jimin. Aquel nombre le sonaba, aunque no podía recordar de donde. Al no entender de qué hablaban ni porqué era tan preocupante la ausencia de ese tal Jimin, que ni siquiera estaba en su curso, decidió dejar de prestar atención y se acurrucó en su banco poniéndose cómodo para dormir. Estaba a punto de hacerlo, hasta que entró Hoseok.  Ahora sí que comenzó a desear estar muerto. Era su amigo, pero también un idiota que hablaba sin parar y se reía de cosas que no le hacían ni la más mínima gracia. ¿Era necesario ser tan jodidamente hiperactivo? 

Hoseok tomó la silla frente a él y se volteó hacia ellos. Algo en su rostro animado decía que estaba dispuesto a charlar horas y horas, y YoonGi se sentía morir. 

—¡Hyungs! ¿Han oído las nuevas? Al parecer Jimin no ha venido. ¡La leyenda ha llegado a su fin!

—Me importa una mierda—dijo el pelimenta casi de forma automática. Aquella era su frase favorita, y la llevaría escrita en un cartel pegado en la frente si la escuela así lo permitiese. 

— ¿Leyenda? —reflexionó un segundo Jin, quien había dejado de hablar pero le siguió la corriente a Hobi sólo por molestar a su amigo –Ah, ya caigo. Lo dices porque es lunes, ¿cierto?

—¡Exacto! Hoy, a quien se le declare, le dará un sí. Y, en cuanto termine la semana, estoy seguro que dirá lo siguiente: "No he conseguido enamorarme de ti, quiero que cortemos." –respondió, imitando con voz aguda al mencionado para luego reírse. 

"De verdad. Los chistes de este chico son tan divertidos como quedarse mirando una mancha de humedad en la pared por dos horas" pensó YoonGi manteniéndose en silencio. Quien sea que fuese ese tal Jimin, su sola mención estaba comenzando a molestarle.

—Ah, Hoseok, cierto que tú... —habló el mayor de todos, algo incómodo y sin saber cómo continuar la frase.

—¡Así es! En mayo logré que saliera conmigo una semana justa –respondió eufórico, mostrando una amplia sonrisa.

—¿Y esa es razón para que te pongas así de estúpido? –dijo YoonGi, revoleando los ojos.

—Pero qué dices, si es como ganarse la lotería. No es que me haya enamorado de él ni nada, pero tenía su encanto. ¡Fue la semana de mis sueños! 

—Bueno, pues... no lo conozco mucho pero es guapo y, por sobre todo, amable. Deberías intentar ser así, YoonGi. Puede que así las novias comiencen a durarte un poco más, ¿no crees? –rió Jin, divertido.

Observando la expresión de fastidio de su amigo, Hoseok adivinó que había sido dejado otra vez y comenzó a reírse junto a Jin. No quería ser malo, pero era inevitable. Sabía que YoonGi era un buen chico, que se preocupaba por la gente que quería y sólo tenía su propia forma de demostrar cariño. Pero no tenía idea de cómo tratar a una mujer, además de que tenía el mismo temperamento que un niño de cinco años. De repente sintió compasión las chicas que tuvieron de pareja a alguien así.

YoonGi se levantó de su asiento, dispuesto a abandonar esa conversación. Sabía que sus amigos no dejarían de molestarlo durante todo el día, y necesitaba un respiro para prepararse a lo que le venía el resto del día.  

—¿YoonGi? –dijo Jin, aún riendo —Sólo estábamos bromeando.

—Dijiste que querías comer pizza, ¿no? –cambió el tema completamente— Ustedes llamen y yo iré a recogerla en la puerta del instituto. A cambio, tú encárgate de mi tarea —guiñó el ojo a Jin, y salió fugazmente sin ni siquiera escuchar respuesta. 

[...]

Ya afuera del instituto, YoonGi se encontraba sentado con la espalda apoyada en la pared y con las manos sujetando sus rodillas. Habían transcurrido diez minutos y la pizza aún no llegaba. "No vaya a ser que ese par de idiotas hayan olvidado llamar" pensó, frustrándose al tan sólo hacerse la idea.

Un coche bastante ostentoso estacionó frente a él. En un principio pensó que la pizza había llegado al fin, y esperó impacientemente a que el repartidor saliera del coche. Sentía que moriría del aburrimiento si esperaba allí un segundo más. Pero se sorprendió al ver que quien salió del coche no era precisamente el repartidor de pizza.

Quien salió del lado del acompañante era Park Jimin.

Ahora recordaba de dónde le sonaba ese nombre. Lo conocía del club de baile urbano de la escuela, aunque jamás habían tenido más de dos conversaciones decentes y tampoco era como si se muriera de ganas por tenerlas, porque hasta ese momento Jimin le importaba un comino al igual que la mayoría de los idiotas de la escuela.

 Lo que sí sabía era que tenía un talento increíble para el baile, talento que desperdiciaba porque apenas asistía a las clases. No eran obligatorias, pero para ser una actividad extracurricular estaba muy bien organizada. YoonGi asistió un tiempo tras perder una apuesta con Hoseok y, si bien no era ni la mitad de bueno que Jimin, se la pasaba muy bien. 

Teniéndolo en frente, le picaba la curiosidad por saber cómo era realmente. Y, por sobre todo, quería saber la razón por la que hacía lo que hacía. Estar al lado de alguien así le hacía pensar que hasta él era un ser humano decente.

Jimin caminó hacia él y lo saludó con la mano, esbozando una sonrisa. Al principio le pareció extraño, hasta que recordó que ese chico actuaba así con todo el mundo.

"Así que aquí en frente tenemos al rostro de facciones perfectas que revoluciona el instituto todos los lunes" pensó.

—Cuánto tiempo. Veo que llegar temprano a clase no es lo tuyo —dijo el mayor, devolviendo el saludo.

—La verdadera pregunta es, ¿qué hace un alumno de tercer curso plantado aquí? ¿Acaso no estamos en horas de clase? —se paró a su lado, mirándolo desde arriba, aún sonriendo.

A primera impresión, Jimin parecía alguien agradable. Algo idiota, pero agradable al fin y al cabo. De esos tipos simpáticos que pueden llevarse bien y tener una conversación con todo el mundo. Todo lo opuesto a lo que él era. Ignorando lo que le había preguntado, levantó el rostro y lo miró detenidamente con una expresión seria durante unos segundos.

—Uhm... ¿sucede alg—

—Entonces, ¿todavía no se te han declarado? –interrumpió groseramente YoonGi, sin notarlo. 

"Seguro las chicas están esperándolo allí arriba, al borde de un ataque de nervios", pensó.

—¿Eh? –responde el menor, algo nervioso, sorprendido de que hasta a los de cursos mayores les haya llegado el rumor –No, todavía no.

—¿Es cierto que le dices que sí a cualquiera mientras nadie se le haya adelantado antes? –continuó el mayor, arqueando una ceja.

Jimin no conocía mucho al muchacho que tenía al lado, pero había notado enseguida que no sabía cómo medir sus palabras y decía lo primero que le venía en mente, independientemente de si quedaba mal o no. Debía admitir que le intimidaba un poco, ya que no estaba acostumbrado a ser tratado de ese modo, pero no le desagradaba exactamente.

 Antes de que tuviera tiempo de responder, aquel pálido muchacho atacó de nuevo.

—¿Y si no es de tu tipo, eh? ¿Qué haces entonces?

—¿Mi tipo? –el menor frunció el ceño— No puedo saber si alguien es mi tipo sólo viendo su cara. 

—No me refería a eso. Ya sabes, a simple vista. ¿No hay ninguna cualidad física que te resulte más atractiva?

—Me lo pones difícil. Pero, a ver... Me gusta que tengan una bonita sonrisa. Y las chicas como las que bailan en esos videos de k-pop también están bien. 

—Ya veo. —el pálido miró al suelo, perdiendo interés en la conversación. "¿Entonces por qué sale con cualquier persona? No entiendo."

—¡Ah! También me gusta tu cara, hyung –dijo Jimin en un intento de halago, pero lo cierto es que no mentía —Si es que a eso te refieres con tipo.

YoonGi no era la clase de persona que se piensa las cosas dos veces. 

—Pues entonces... —subió la cabeza, mirando seriamente  el rostro del menor— ¿Por qué no sales conmigo, Jimin? 

 

Notas finales:

Espero que les guste, porque van a ser actualizaciones rápidas. También está en Wattpad, mi nombre de usuario es el mismo que tengo acá <3. Cualquier comentario se agradece de todo corazón, porque me re sube la motivación para escribir.

Besosssss. 


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