Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Rain por CarrieLove

[Reviews - 4]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Es algo corto, lo sé pero queria hacer como una pequeña introducción por asi decirlo. Si le dan una oportunidad prometo no desfraudarlos~

Han pasado exactamente 5 años desde que se fue de casa para estudiar en el extranjero, ahora con 20 años le tocaba volver a su hogar luego de saber la noticia devastadora que le dio su hermano menor, su padre estaba muriendo. Jamás fue tan unido a su progenitor pero eso no disminuía la tristeza de su alma al saber que el hombre que le dio todo lo que necesito –Un hogar cálido, amor, bienes- estaba en sus últimas semanas de vida.

Se sentía tan raro ver el aeropuerto donde despidió a su familia y amigos con pesar entre lágrimas, lágrimas de felicidad por poder escapar de su pasado, su pasado con nombre y apellido.

Hace 5 años solo era un adolescente que no le importaba cuidar de su aspecto, que vivía despreocupado por no ser bonito como lo eran los demás, pero una persona con un corazón roto lo podía todo. Una semana después de abandonar  Korea e ir hacia China empezó a preocuparse de lo que antes no, su cabello castaño sin vida se convirtió en uno rubio que muchos envidiaban, su piel con manchas y granos se transformó en una sin imperfecciones, bajo de peso y consiguió una figura que el mundo amaba, ese niño dulce dejo de existir para dar paso libre a un mejor e inalcanzable Lu Han. Un chico que ahora no pensaba con el corazón.

Sus pasos eran firmes y decididos, su mirada transmitía confianza de cada poro de su piel y sus labios formaron una sonrisa al localizar donde estaba su querido y adorable Chanyeol de 18 años de edad con su amigo Kyungsoo. Adoraba a su hermano pero en estos instantes odiaba saber que el menor era más alto que él ¡Se supone que por ser el mayor sea el más alto, maldito poste!

-¡Channie! ¡Kyunnie!-

-¡Luhannie!-

-¡Lu Hyung!

Sí, siempre fue unido a sus menores pero es que ¡Son tan adorables! Y quizás la muerte próxima de su padre no era la única razón de su visita, sus preciados pequeños le habían contado en una de las llamadas semanales que tenían que ambos habían sido rechazados y humillados frente a toda la universidad por unos idiotas que se creían los reyes del mundo. Tal vez, mejor dicho Lu Han tenía un plan, un plan para vengarse de quienes rompieron el corazón de sus niños, y su sonrisa indicaba que no era uno inocente.

-Cambio de imagen- eso había dicho el rubio.

Las caras de los otros dos habían sido de pánico, pero sabían que podían y debían confiar en el mayor.

Chanyeol era alto, lo cual era un punto a su favor, pero su cabello estaba siendo ñoño y la ropa que usaba era muy suelta, ni hablar de la tonta forma en la que caminaba. Kyungsoo por su parte era bajo, era adorable de naturaleza pero debajo de esa ropa grande y negra no se podía apreciar su belleza, sus lentes que no le quedaban para nada bien, y su timidez no era lo mejor.

Lu han ya había planeado sus nuevos estilos pero era una sorpresa, era sábado por la mañana y bien llegaran a casa empezaría la transformación, bueno primero debía charlar con su padre seriamente, era hora de contarle todos sus motivos para huir. No podía seguir mintiéndole, no ahora, debía enfrentar la realidad aunque tuviera que revivir momentos dolorosos en su mente.

-Hannie ¿Me escuchas?- la voz del alto lo saco de sus pensamientos.

-Perdón ¿Qué decías?- se forzó a mostrar una sonrisa, débil pero era una -Estaba viendo algo- mintió.

-¿Estarás bien yendo a esa universidad?- pregunta nuevamente –Él está allí-

-Eso es del pasado de Hyung, yeol- le regaña Kyungsoo –Lu es fuerte- afirma

-Exacto, kyung- susurra el mayor sonriente –Estaré bien ya que es mi pasado-

Mi pasado repitió la mente de Lu Han con tristeza sin embargo su corazón lloraba al saber que no era su presente y que jamás lo seria, obligándose a mirar por la ventana para que no notaran el dolor en sus pupilas con la tonta excusa de que fue un viaje cansador;  Las calles se hacían tan conocidas que su memoria reproducía aquellos días donde ellos caminaban de la mano, a veces comiendo helado y una que otra vez gritando debido a una pelea, ellos habían crecido juntos que cuando lo traiciono no supo que hacer más que huir para no volver a ser herido de tal manera.

Los primeros días después de ser lastimado por el ser que amo tanto, supo controlar su dolor con las pastillas para dormir, cuchillas y cigarros. Faltaba a clases para no verle el rostro, no quería que viera que lo había destrozado, que lo había matado. Sus padres obviamente soportaron unas semanas y después lo enfrentaron, él mintió diciendo que no sentía que aquel sitio fuese su hogar por eso rogo irse a China donde estaba su abuela, dijo que se portaría bien y que volvería cuando sea digno de tener el apellido Park, después de todo su familia era poderosa en toda Asia.

Se despidió de Minseok, un amigo casi como un hermano, aunque siguió en contacto con él.

No sabe cuánto tiempo paso hablando en su mente pero cuando se dio cuenta estaban por fin en casa, y en pocos segundos estaba dentro de aquel lugar. Nada había cambiado, todo era igual, aún tenían las medallas y trofeos que Lu Han había ganado estando allí cuando era feliz, quizás siempre fue el más mimado de los dos pero ¿Qué podía hacer? Antes odiaba llamar la atención y ahora necesitaba tener ojos sobre él para saber que el mundo lo aceptaba. Patético.

-¡Mamá!- grito con una sonrisa amplia, abrazando a la mujer delante de él con emoción.

-¡Mi niño! ¡Has crecido tanto!- musita feliz por ser a su pequeño después de años alejados -¡Estas tan guapo!-

-¿Dónde está, papá?- cuestiona con preocupación –Necesito hablar con él-

-Está en su cuarto cariño, pero déjalo descansar un momento- pide la mujer de 30 años.

-Está bien, ahora iré a desempacar unas cosas- susurra separándose para así caminar hasta su antiguo cuarto –Por favor…- ruega al aire

Su mano temblaba mientras abría la puerta, pero el impacto no fue mucho. Los recuerdos dentro de aquellas cuatro paredes no lo recibieron como si su suplica fuera escuchada anteriormente, y pudo respirar con tranquilidad por primera vez en el día. Definitivamente lo había olvidado pero eso no significa que la herida no latiera por recuerdos de tantos años.

Sus ojos se cerraron por unos segundos antes de abrirlos y llamar a sus dos menores con un grito al mismo tiempo que estaba preparando las tinturas para el cabello de ambos y oh si, esa sonrisa traviesa volvía a su rostro. Nada de pensar en el pasado, era hora de la venganza.

 

Dulce venganza


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).