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Secret Love por Haru Nishimura

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Notas del fanfic:

El primer fic que escribo, espero que haya quedado bien y que les agrade.

Notas del capitulo:

Como vi hace unos días que A9 anunció un nuevo single, termine por cambiar el look de Nao, así que imaginenlo como luce en MEMENTO, o como lucirá, mas bien.

Se ve muy tierno.

Por cierto, deben imaginarlos de unos 23 años xD... Creo ;)


Entro a su edificio prácticamente arrastrando los pies, en ocasiones su trabajo lo agotaba mas de la cuenta. Se dirigió al elevador para llegar hasta el piso en el cual se encontraba su apartamento y... lo que le faltaba, el bendito elevador se encontraba fuera de servicio, lo único que le quedaba era subir por las escaleras.
Subía lentamente y mientras se acercaba mas a su destino su mente comenzó a divagar pensando de repente en esa persona especial para él, esa persona que con el simple hecho de regalarle una sonrisa era capaz de alegrarle el día entero. ¿Y como no? Si poseía una de las sonrisas mas lindas e inocentes que jamas hubiera visto, esa persona que había comenzado a amar un par de meses después de conocerse hace aproximadamente un año.
 
Dio la vuelta en el pasillo y se detuvo de golpe, pues justo frente a su puerta se encontraba su persona favorita y por desgracia no estaba solo, estaba acompañado de su pareja, quien era su persona menos favorita. Si, Naoyuki o como a él le gustaba llamarle, Nao, ya tenía pareja.
Takashi retrocedió y se "oculto" a la vuelta del pasillo, pues la pareja de su compañero no había logrado caerle bien desde hace no mas de un mes que se conocían.
 
Pasaron un par de minutos hasta que una voz conocida y algo odiosa para él, llamó su atención.
 
—¡Hey, Takashi! —saludo aquél hombre.
—Amano —respondio solo con un movimiento de cabeza en señal de saludo.
—Nos vemos —se despidió con una sonrisa un tanto sínica.
—Hasta luego.
 
Al girar nuevamente en el pasillo visualizó a su compañero de apartamento aún parado frente a la puerta.
 
—¡Takashi! —saludo muy alegremente Nao— ¡Te vi! —fingió un reclamó.
—¿Ah? Lo siento, no quería molestar —se justificó mientras entraban en el apartamento.
—Te ves cansado.
—Lo se, fue un largo día.
—Me imagino, pidamos algo para cenar ¿Te parece? —propuso Nao con una de sus amables sonrisas.
—Claro —respondió tranquilamente, al igual que siempre, fingiendo no sentir nada después de esa encantadora sonrisa que le dedicó. Así era su vida junto a Nao, sin dar ningún tipo de señal, mas que la de la mera amistad.
 
Así, mientras cenaban, se contaban mutuamente el como había transcurrido su día, hasta que la hora de dormir llego y cada uno se dirigió a su respectiva habitación.
 
«Nao... ¿Por que te portas de esa manera conmigo? A veces pienso que seria mas fácil si me odiaras. Pero, si tan solo yo hubiera sido mas valiente, si tan solo te hubiera dicho hace tiempo lo que siento por ti, probablemente estaríamos juntos, estarías conmigo y no con ese idiota de Shinji»
 
Esos eran los pensamiento de Takashi mientras se preparaba para dormir. No solo debía ocultar sus sentimientos hacia Nao, sino que ahora también tenia que soportar el verlos juntos. Pero su amor por Nao era tan sincero que si para Nao eso estaba bien, entonces él también estaría bien -o al menos eso trataba-.
 
 
 
 
A la mañana siguiente cuando despertó, notó un delicioso aroma proveniente de la cocina, se levanto y se dirigió allá. Tallandose los ojos entro al lugar, donde se encontraba Nao preparando un rico desayuno.
 
—Saga, despertaste. —si, Nao también tenía un sobrenombre para Takashi.
—Si, ¡Buenos días Nao! —saludó alegre después de espabilarse un poco.
—Sientate, casi termino —indico Nao, a lo que Saga hizo caso tomando asiento.
 
En no mas de dos minutos comenzó a servir el desayuno para que ambos comieran, entonces Nao aprovechó para hablar nuevamente.
 
—Oye, ¿Nos vamos juntos?
—Claro, aunque creí que Shinji pasaría por ti.
—No —contestó sin mucha importancia—, él tenia que estar mas temprano en la oficina.
—Ya veo, pero yo conduzco —contestó como condicionando aquello. Nao solo rió aceptando la propuesta
 
Una vez que salieron del edificio, subieron al auto de Saga y se dirigieron al lugar donde trabajaba Nao; cuando lo dejará, él seguiría su camino a su oficina.
Durante el camino ambos reían por los temas tontos y triviales de los que hablaban, hasta que llegaron al lugar de trabajo de Nao.
 
—Muchas gracias, Saga —agradeció Nao mientras se disponía a bajar del auto, no sin antes regalarle un cálido abrazo a su amigo.
—Por nada, nos vemos al rato.
 
Nao bajo del auto mientras Saga se quedaba embobado con ese abrazo que había recibido, pronto volvió a la realidad y siguió su camino.
 
Cuando Nao ya estaba muy cerca de entrar al lugar, se encontró con que su pareja estaba esperándolo en la entrada del edificio, pero también notó que no se veía muy feliz.
 
—¡Shinji! —Nao se abalanzó sobre él, pero se separo pronto al notar que no le correspondía—. ¿Ocurre algo?
—¿Por que te trajo Takashi? —cuestionó algo serio, pues había visto aquel abrazo.
—¿Eh? —preguntó algo descolocado, pues la actitud del mas alto le estaba pareciendo como de celos y un tanto posesiva—. Pues salíamos a la misma hora, ademas no tenía ganas de conducir —dijo tratando de no darle mas importancia al asunto, para dirigirse a su puesto.
 
 
 
 
Ya llegada la tarde-noche, Saga agradecía que tenía la oportunidad de retirarse un poco mas temprano a casa, así que feliz por eso, salio de su oficina y se dirigió a su auto para poder irse de ahí.
 
Una vez que Saga se encontraba ya en su apartamento, se disponía a relajarse y comer un aperitivo, cuando por desgracia sonó su móvil. Lo contestó con esa sensación de que su descanso no sería tan placentero como él lo pensaba, puesto que la llamada entrante era de su oficina.
 
—¿Si? —contestó esperando que no fuera ningún inconveniente.
—Takashi, lo siento, pero el jefe necesita la presentación para mañana —hablaba la persona al otro lado del teléfono.
—¡Ahg! —bufo molesto—. ¿Es enserio, Hiroto?
—Me acaban de avisar, también llame a Kohara y viene para acá.
—De acuerdo —dijo rendido—, ya salgo.
 
Justo cuando iba a abrir la puerta para salir de nuevo, ésta se abrió repentinamente, mostrando a Nao, acompañado por Shinji... Típico.
 
—Saga, ¿Saldrás de nuevo? —pregunto Nao confundido, pues se supone que si estaba ahí, era por que había salido temprano de su trabajo, pero, ¿a donde se dirigía?
—Si, Nao. Necesitamos terminar el proyecto para mañana —sonaba fastidiado—. No se si me lleve toda la noche.
—¡Ouhm que mal! —le regaló una mirada comprensiva—. Supongo que mañana descansarás, ¿cierto?
—No lo se —se encogió de hombros—. Ya veremos, Descansa, nos vemos.
—Cuidate, Saga.
 
Saga lo miro con una sonrisa en el rostro antes de salir y posteriormente cerrando la puerta detrás de él sin siquiera despedirse de Shinji, y claro, el tampoco le hablaría después del abrazo de la mañana, aun seguía algo molesto.
 
«Estúpido Amano, estúpido proyecto, estúpido trabajo» 
 
Pensaba mientras salía del edificio.
 
 
 
 
—¿Significa que estaremos solos? —preguntó Shinji en un tono provocativo.
—Eso creo —Nao no estaba muy convencido de como sonaba aquello—. ¿Quieres comer algo?
—Está bien —dijo tranquilo, ya tendrían el resto de la noche para ellos.
 
Nao se dedico a preparar algo para cenar mientras hablaba con Shinji sobre cualquier cosa que le viniera a la mente.
 
 
 
 
Mientras tanto en la oficina, aquellos tres se encontraban preparando la presentación para el nuevo proyecto de la empresa, al parecer no faltaba mucho por terminar y realmente no les llevaría toda la noche como lo había pensado en un principio.
 
 
 
 
Después de comer, Nao propuso ver una película, pues no sabía si Shinji planeaba pasar la entera noche con él.
A mitad de la película Nao comenzaba a sentirse invadido por el sueño, cosa que fue notada por el mas alto, quien abrazó a Nao para hacercarlo a su cuerpo y hacer que se recostara sobre su pecho.
 
 
 
 
Una vez que el reloj marco la una de la madrugada, los tres presentes en la oficina se sintieron aliviados ya que su presentación por fin estaba terminada y lista para mañana, así que después de despedirse, salieron del lugar para regresar a sus hogares.
 
 
 
 
En el apartamento, Nao estaba prácticamente dormido entre los brazos de Shinji, este al verlo tan dormido decidió besarlo levemente, provocando que el mas pequeño despertara un poco sorprendido por el acto, pero igual correspondió el beso. Poco a poco el mayor fue cambiando de posición hasta hacer que Nao quedara recostado en el sofá y él sobre el cuerpo de este.
Shinji comenzaba a profundizar el beso cada vez mas, explorando la cavidad del rubio, acariciandole las mejillas y lentamente bajando a sus costados.
 
Nao disfrutaba del beso, hasta que el mayor metió sus manos por debajo de la camiseta que llevaba, acariciando su vientre, su plecho e incluso sus pezones, cosa que lo hizo sentir un poco incómodo, pues no sabia hasta donde quería llegar su pareja y creía que un mes era muy pronto como para comportarse así.
 
Shinji escuchaba los muy leves gemidos que soltaba Nao y eso le gustaba, así que dirigió sus manos hacia el pantalón de éste pero de pronto se vio interrumpido por Nao, provocando que cortara el beso.
 
—Shinji, espera —pidio el rubio.
—¿Que pasa?
—Creo que... Es muy pronto —se sentía un poco tonto diciendo eso, pero él así lo creía.
—¿Que? —preguntó en un tono que apenas se notaba molesto.
—Que no creo que sea correcto, no me siento cómodo —confesó—. Además, Saga podría regresar en cualquier momento —comento desviando la mirada.
 
Escuchar el nombre de Saga le provoco molestia, pues el tampoco tragaba al compañero de su pareja, sin mencionar lo que había visto en la mañana, que aunque era un simple abrazo de amistad, a sus ojos no era tan amistoso.
 
—¡Saga, Saga, siempre él! —grito molesto mientras se levantaba del sofá dándole la espalda a Nao.
—¿Que? —Nao estaba muy confundido con esa declaración, poniéndose en pie—. ¿Pero que dices?
 
Shinji se volvió hacia él provocando que cayera nuevamente sobre el sofá y colocándose sobre él.
 
—Saga... ¿Que se supone que hay entre ustedes? —reclamo el mayor mientras sujetaba las manos de Nao sobre su cabeza—. ¿Es por él que no quieres hacerlo conmigo?
 
Nao comenzaba a sentir temor, se encontraba aprisionado bajo el cuerpo de Shinji, sin mencionar que el otro no solo era mas alto, sino que poseía una fuerza mayor que la suya.
 
—No es eso, Shinji —Nao trataba de hablar lo mas relajado que podía, aunque por dentro estuviera muy asustado—. Solo deja que me levante y hablemos, ¿Si?
—"No es eso" ¿eh? —repitió con una sonrisa algo macabra en sus labios—. Entonces demuestramelo.
 
En cuanto terminó de pronunciar aquellas palabras volvió a besar salvajemente los labios de Nao, mientras que con una mano intentaba desabrochar el pantalón del rubio. Nao al tener una mano libre luchaba contra la fuerza de Shinji; trataba de alejarlo de él pero recibió un golpe en la cara a puño cerrado por parte del mas alto, con lo cual no le quedaron muchas ganas de seguir intentando, pues había logrado aturdirlo un poco.
 
—Shinji, por favor espera —rogaba el mas pequeño, pero solo era ignorado—. ¡Detente!
 
 
 
 
Saga caminaba algo cansado por el pasillo, pero sin duda un poco mas feliz porque practicamente estaba en casa y no trabajando en su oficina. Estando a unos cuantos pasos de su puerta escucho unos raros sonidos apenas audibles provenientes del interior del apartamento. Se quedo algo congelado al escuchar la voz de Nao, pero decidió no esperaras mas y entrar.
 
—Shi-Shinji... ¡Ya... dejame! —pedía Nao como podía debido a que sus labios estaban siendo atacados por los del pelinegro, pero no tuvo que rogar mas, cuando de la nada sintió como el cuerpo del mayor era bruscamente separado de encima del suyo.
 
Saga había tomado a Shinji desde atrás y lo había arrojado al suelo, sin preocuparse en donde iba a dar éste, ya que lo único que a él le importaba era alejarlo de Nao y fue así como el mas alto fue a caer con la cabeza sobre el borde de la mesita de centro, dejándolo bastante aturdido.
 
—¿Que creés que haces, imbécil? —gritó furioso Saga.
—¿Saga? —Nao se encontraba aliviado por que en el momento que mas necesitaba a Saga, éste se encontraba ahí con él.
 
Shinji solo rió, dejando algo impresionados a los otros dos presentes, porque ¿como era que podía estar riendo en una situación como esa?
 
—Ya... Ya entiendo —decía el mas alto entre risas—, ustedes dos se aman y, Nao, tu solo le correspondes a él, ¿No es así? Ahora entiendo todo.
—Shinji... —no pudo seguir cuando fue interrumpido por su compañero.
—Piensa lo que quieras, pero si vuelves a tocar a Nao contra su voluntad, entonces realmente tendrás problemas —sentenció Saga, sin recibir una sola queja por parte de Nao—. Ahora largate de aquí.
 
Shinji, al igual que un niño regañado, se levantó y salió del lugar. No era que realmente le tuviera miedo a Saga, pero el anterior golpe lo había dejado un poco mal, sin contar que cuando Saga lo hecho de ahí, Nao no había dicho ni una sola palabra para salir en su defensa, como si apoyara la decisión de su compañero. Claro que contradecirlo hubiera sido un poco tonto de su parte, supuso que con eso, daban por terminada la relación.
 
—¿Te encuentras bien, Nao? —preguntó Saga tomando asiento al lado de él en cuanto el pelinegro había dejado el lugar—. ¿Que pasó?
—Si, muchas gracias Takashi —agradeció manteniendo la cabeza agachada—. No se lo que le pasó, pero de verdad, gracias por volver.
 
Saga lo encontró raro, era de esperarse, pero aun así lo tomo por el mentón haciendo que lo mirara, viendo así un pequeño rastro de sangre en la comisura de sus labios.
 
—¡Ese maldito! —dijo observando la zona—. Dime, ¿te duele?
—¿Que? ¡Oh! Ya no.
 
Saga se levantó y se dirigió al baño, para regresar con un pequeño botiquín y así poder curar esa pequeña herida de Nao.
 
—Listo —anunció Saga una vez que terminó.
—Gracias por esto —señaló su labio—, y por... protegerme.
—No agradezcas, yo siempre voy a protegerte.
 
Esas palabras hicieron que Nao se sintiera tan seguro como nunca antes, le daban una calidez que nunca había sentido pero, ¿Por que? Esa era la pregunta; su mente empezó a divagar, ¿sería que de repente estaba enamorándose de Saga? o quizá enamorado ya estaba y había tenido que pasar por eso ¿solo para darse cuenta? 
 
Sacudió la cabeza, llamando la atención de Saga.
 
—¿Pasa algo?
—Nada —respondió dándole un cálido abrazo a Saga y para sorpresa de éste, también le regaló un dulce beso en la mejilla—. Deberías dormir, es tarde.
 
Dicho esto se retiró, dejando bastante confundido y hasta embobado a Saga por ese beso, pero él no era el único, aún Nao seguía dándole vueltas al asunto.
 
«Quien sabe... Quizá sea el inicio de algo nuevo»
 
Pensó en el instante en que se metía a la cama dispuesto a dormir.

 

Notas finales:

Bueno, esperando que alguien lo lea, Feliz año!!

Se aceptan criticas constructivas y yo así mejoro.

Bye!


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