Todos se quedaron mudos cuando entró en la pista, algunos incapaces de apartar la mirada de la delgada figura que se deslizaba con gracia hacia el centro de la zona de patinaje.
Durante varios minutos el único sonido existente fue el de las cuchillas en contacto con el hielo recién pulido. Vino el Lutz doble, seguido por una pequeña vuelta de vals. Cada uno efectuados con elegancia y una precisión que solo la práctica diaria puede lograr.
Toe loop, un largo giro layback y terminó. Se tomó unos segundos para regularizar su respiración y ritmo cardiaco. De a poco, se dejó caer hasta que su frente tocó el hielo frio. Una vez más, estaba exhausto.
Permaneció así hasta que escuchó a su entrenador dando por terminado el entrenamiento. Con cuidado se puso de pie mientras varias personas aplaudieron y elogiaron su duro esfuerzo.
-¡Tal vez este año llegue a las nacionales!
-¡Seguro las gana!l
Él respondió a los cumplidos con una sonrisa tímida que de golpe se transformó en una mueca de verdadera felicidad cuando divisó a un chico alto y de pelo negro entre los espectadores.
Se movió con maestría y rapidez en su dirección, esquivando a varios de los chicos del equipo de Hockey que comenzaban a entrar al hielo.
- ¡Chanyeol! - gritó alegre mientras llegaba justo al final de la pista. - Hace tanto que no te veía.
El mayor le volteó a ver y arrugó el entrecejo con molestia. Por varios segundos, y sin quitarle la vista de encima, lo dejó esperando una respuesta que jamás llegó.
El menor insistió, dando unos pasos más cerca del contrario.
-¿Vienes a entrenar? ¿Les han cambiado los horarios?
Sin respuesta de nuevo.
Chanyeol solo se limitaba a mirarle fijamente, con una expresión en el rostro que el más pequeño conocía muy bien. Rechazo.
Su sonrisa tembló un poco antes de decaer, bajó la mirada, visiblemente incómodo. Las cosas no estaban saliendo como él pensó, pero no quería rendirse.
- Me gusta mucho tu uniforme. - murmuró, acercando la mano hacia el chico para tocar la playera roja del equipo de hockey local.- Siempre usas el número 61.
- Baekhyun- El nombrado retiró la mano. Levantó la vista y encontró amenaza en los ojos contrarios.
Una vez más no lo aceptó.
Se sacudió las dudas y le sonrió de nuevo. Acortó la distancia que había entre ellos y jaló al más alto por el brazo para que entrara con él a la pista, tomándolo por sorpresa.
- Patina conmigo.
En cuanto sus aspas pisaron el hielo Chanyeol se removió incómodo del agarre, intentando poner distancia entre ambos, pero el menor lo tenía bien agarrado y se negaba a dejarlo ir.
-Suéltame- fue apenas un susurro ronco que logró hacer que la sonrisa Baekhyun desapareciera.
-Chanyeol, que es lo que...
-¡Dije que me sueltes, marica!
Un empujón.
Fue lo suficientemente duro como para hacer que Baek callera sobre su costado junto con un golpe seco.
Chanyeol lo vio levantar la vista y dirigirle una mirada confundida, seguida de un sollozo que se ahogó en lágrimas, muchas lágrimas.