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"Alas Rotas" por CottonOfSugar

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Notas del capitulo:

Hola~ 

Primero que nada quiero agradecer todo el apoyo que me han brindado con esta historia la cual no creí que fuese a tener ningún review por se AyaKane —un verdadero AyaKane por que Ayato es activo—

También me he tomado la molestia de leer algunos fic's que se encuentran por aquí y me di cuenta de algo, ¿por qué el HideKane es tan repudiado?, ojala alguien me pueda responder xdd

En fin, disfruten del capítulo  U n o  de la misma forma que yo disfruto el escribir para ustedes c: <3

 
× ¿Por qué pareces tan inalcanzable? ×
 
 
 
.
.
 
 
 
Ayato frunció el ceño, regalándole una mirada de repudio y desconformidad a la chica de baja estatura frente a él, esa chica —quien no hacía nada más que soltar risas por lo bajo— hizo un raro movimiento con la manos y ensanchó una sonrisa burlona que se remarco tras las vendas que envolvían su rostro.
 
 
— "¿En verdad piensas que es un simple rumor, Kirishima-san?". —pregunto ella con un tono de voz infantil, moviendo de atrás hacía delante sus piernas.
 
 
El nombrado chasqueo la lengua en clara señal de molestia.
 
 
— "¿Un maldito ángel?, ¡diablos Eto!, ¿quién se creería mierda barata como esa?". —respondió de mala gana, enarcando una ceja.
 
 
— "Yo me la creería". —dijo con simpleza ella mientras tomaba una taza de porcelana entre sus manos— "Kirishima-san, si te pregunto esto es porque yo conocí a esa persona, a ese ángel". —dio un suspiro y miro directamente al chico, ladeando la cabeza al ver que él se había levantado de su asiento dispuesto a irse.
 
 
— "Ve al punto Eto, sabes que esta conversación importa más que un jodido humano".
 
 
Ella rió cuán gorrión y dejo la taza en su lugar.
 
 
— "Ese chico es la clase de persona que ya no existe dentro de esta sociedad... Él es tan gentil con todo el mundo, recibiendo tanto a ghoul's como humanos con esa voz bonita y una sonrisa adorable.Alguien así ya estaría muerto y mancillado pero, ¿por qué él aún sigue aquí?" —contuvo una carcajada al notar como el chico se estremecía ligeramente en su lugar, esas palabras hicieron eco en sus oídos.
 
 
Ayato apretó los puños con tanta fuerza que pudo haberse lastimado y la imagen de aquel hombre que fue su padre, le vino a la mente como un balde de agua fría.Arata, ese hombre que había sido bueno con todo el mundo.
 
 

Lastima que gracias a su padre, él tuviese esos pensamientos de odio y rechazo hacía personas débiles, inútiles... Frágiles. 
 
 
— "Es tan ingenuo, tan inocente... Tan puro". —una sonrisa maliciosa se formo en los labios de la chica— "Hace querer corromperlo, ¿no crees, Ayato-kun?". —murmuro al mismo tiempo que uno de sus ojos se pintaba de un extraño color rojizo.
 
 
Es cuestión de tiempo para que el blanco termine manchado.
 
 
— "Un ángel, ¿verdad?". —susurro él para sí mismo formando una leve, casi inexistente sonrisa.
 
 
 
 
[...]
 
 
 
 
Cierto chico de hebras azabaches y ojo cubierto por un parche clínico se encontraba caminando por la gran cafetería de la universidad con un libro en mano y un vaso de café en la otra.
 
 
El viento fresco de la primavera golpeaba contra su rostro y alborotaba su cabello haciéndolo estornudar.
 
 
Ken se encamino a una de las bancas vacías del lugar, para luego sentarse y comenzar a hojear su libro en busca de la página donde se había quedado.
 
 
Silencio sepulcral.
 
 
Y por un momento sólo pudo escuchar el sonido de su respiración mezclado con el aire y se extrañó porque antes de llegar los demás estudiantes conversaban ruidosamente.
 
 
Intrigado por tanto silencio, levantó la vista y tan pronto como lo hizo; la clavó de nuevo en su libro con una notable expresión de abochornada.
 
 
Las miradas y comentarios sobre la reacción del chico no tardaron en hacerse escuchar y se sintió aún más avergonzado porque sabía que hablaban de él.
 
 
Entre la universidad, Kaneki Ken era bastante popular por tantas razones, pero pocos eran los estudiantes que se atrevían a acercarse a él desde que un jodido loco de cabello morado entró a la universidad y amenazó a cada estudiante de no acercarse al chico, soltando comentarios en un fluido francés que intimidaba a todos. —razón que era desconocida para Kaneki—
 
 
Además de eso, Kaneki no era muy conversador que digamos, era bastante tímido con aquellos ajenos a él, pero todo era compensado con su sonrisa.
 
 
Soltó un pesado suspiro.
 
 
Odiaba ser el centro de atención, odiaba no tener con quien conversar.
 
 
Se sentía algo solo sin su mejor amigo.
 
 
— "¿Algo le sucede a la princesa?". —hablo una voz burlona tras su espalda y el giro su cuerpo por mera inercia.
 
 
— "¡No soy una princesa, Nishio-senpai!"
 
 
— "Bueno, actúas como una". —rio un poco al notar como Ken bufaba sin poder contraatacar.
 
 
— "¿Por qué estas aquí?". —pregunto intentando cambiar de tema, eso afectaba su masculinidad más de lo que quisiera admitir.
 
 
— "Vengo por ti, la maldita de Touka me envió un mensaje". —dijo, notando como la mirada del menor se lleno de preocupación— "Antes de que hagas preguntas estúpidas te diré que sí, ellos están bien". — se llevó una mano tras su nuca, comenzando a caminar hacía la salida de las instalaciones.
 
 
— "¿Qué fue lo que paso?, ¿Touka-chan te lo dijo?". —se apresuró a decir, levantándose de su asiento de forma nerviosa y alcanzando al castaño a pasos agigantados.
 
 
— "Al parecer hubo un intento de ataque al café por parte del Aogiri".
 
 
Tras decir eso, Kaneki comenzo a correr sin escuchar los gritos y maldiciones que soltaba Nishio, diciéndole que se detuviera.
 
 
 
 
[...]
 
 
 
 
Su respiración estaba tan agitada como los alocados latidos de su corazón.
 
 
Finalmente; tras haber corrido un sin fin de calles a la máxima velocidad que sus piernas le permitían; él había llegado a la entrada del café.
 
 
Tomó la manija de la puerta con mil ideas de lo que pudo haber pasado en todo ese tiempo y sólo deseo que nada malo hubiese ocurrido.
 
 
Pero en ese momento la otra persona dentro de él se mofó, inclusive podía jurar que pudo sentir la respiración de ella junto a su oído, intenso susurrarle algo.


Ignorándola, Kaneki abrió la puerta con manos temblorosas.
 
 
Y Dios... No estaba preparado para eso.
 
 
Los segundos se convirtieron en una eternidad y sus piernas flaquearon al punto de acabar en el suelo.
 
 
Un color carmín pintaba de manera llamativa las paredes, techo y suelo, estando en todas partes, goteando en un costado de la barra para acabar formando un charco.
 
 
— "¿Qué...?". —soltó sin pensar ante la horrible escena frente a él.
 
 
Cristales rotos, tazas inservibles, mesas y sillas destruidas, el lugar era un caos, una escena sacada de una película de terror bien echa.
 
 
Y un maldito aroma a café recién echo mezclado con muerte, le hizo recobrar los sentidos.
 
 
Estaba apunto de gritar, de romperse ahí, cuando unos pasos golpeando contra el suelo de madera del lugar lo alertaron, más sin embargo su ojo no se torno rojo.
 
 
— "Finalmente has llegado" —dijo un hombre con una extraña mascara parecida a las del hockey sobre hielo saliendo del sanitario de hombres.
 
 
— "¿Quién eres?... ¿¡Qué hiciste!?". —grito y en un ataque de posible histeria se abalanzó contra el sujeto dispuesto a darle un golpe en el rostro.
 
 
Golpe que jamás llegó.
 
 
— "Eres como dicen los rumores; débil". —susurro con un aire tétrico, sujetando con una fuerza descomunal y monstruosa el puño del chico con una mano.
 
 
Sonrió y una patada en el estómago hizo que Kaneki se estampara con el muro, haciéndole toser por la repentina falta de aire.
 
 
— "¿Sabes chico?, eres interesante, una pena que no pueda jugar contigo un rato". —el tipo se le acercó a paso calmado hasta bloquear su campo visual.
 
 
El tipo le asestó otra patada mientras hacía tronar sus dedos.
 
 
Intentar atacar era en vano, sus fuerzas se habían agotado al no comer nada desde hace unas semanas.
 
 
Le hubiese hecho caso a Nishiki y esperarlo.
 
 
— "Pero el estúpido aroma de esa Glotona no se parece al tuyo, me pregunto porqué". —murmuro, tomándolo por el cuello de la camisa— "¿Te molesta si lo averiguó?... K-a-n-e-k-i". —exclamo de tal forma que el azabache sintió su piel erizar.
 
 
Ese sujeto levanto un poco su máscara, dejando expuesta su boca, al mismo tiempo que acercaba aún mas el cuerpo de Kaneki a él.
 
 
— "¡Quiero saber que clase de sabor tendrá un infame ángel!"
 
 
Lo único que pudo hacer fue cerrar sus ojos y esperar a que el tipo se fuera o que Nishiki llegara... O en el peor de los casos; dejarse hacer.
 
 
Y un nuevo silencio sepulcral apareció y nada llego.
 
 
— "Jasson, te advertí que no pusieras tus jodidas manos en él" —una nueva voz inundo sus oídos— "Ese chico es mío, ¿entiendes lo que significa mío?" —siseo como una cobra a punto de lanzar su mortal veneno.
 
 
Los ojos de Kaneki se abrieron de sobremanera al escuchar como un completo desconocido lo reclamaba como suyo.
 
 
Joder... Suficiente tenía con Tsukiyama y ¡no era un objeto como para tener un dueño!.
 
 
Recargado a una pared con aura de tipo malo se encontraba un chico de desaliñados cabellos color azul y ojos de igual tonalidad quien cargaba con una mueca torcida en los labios.
 
 
Y antes de siquiera darse cuenta, sus miradas se habían encontrado.
 
 
— "A buena hora de interrumpir mi diversión, Conejo" —respondió el rubio de mala gana— "Vamos, si corto sus dedos, manos, pies y piernas volverán a crecer" —picó con un aire de ironía.
 
 
"Jasson" tomo uno de los brazos del azabache y Kaneki mordió su labio inferior para no gritar por lo que estaba por venir.
 
 
No quería, no quería, no quería, no quería, no quería, no quería, no quería... 
 
 
— "...Rize-san". —pensó para sí, esperando que su kagune se activara pero nunca lo hizo y sabía que era su fin.
 
 
El sujeto rió como desquiciado y el chico no movió ni un músculo.
 
 
— "¡¿No es excitante, Conejo?!". —bramo en un grito con locura.
 
 
Y lo único que se pudo escuchar fue el sonido de un millón de agujas atravesando y desgarrando la piel de aquel hombre hasta llegar al interior de la carne.
 
 
— "No quiero repetirlo de nuevo, él es mío".
 
 
 

Notas finales:

¿Qué les pareció?, por cierto me disculpo por los fallos en la narración y los errores con la ortografía ggg

¿Pueden decirme si el cap. estuvo bien de largo?, tampoco no quiero que tenga tantas palabras ya que eso se torna aburrido, agradecería mucho si me dan su opinión.

Gracias por leer y hasta pronto beibis~ <3


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