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Azul profundo. por Ashtad

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Notas del capitulo:

Nueva actualización más rápida que una bala en el viejo oeste (?) xD  JAJAJA mal chiste lo sé pero tenía que hacerlo. 

Lo primero que hizo al bajar de la nave fue correr directo a la mansión, tocó fuertemente la puerta y cuando se le abrió siguió corriendo pero ahora hacia la cueva, ni siquiera se frenó ante la mirada sorprendida de su mayordomo, bajo los escalones tan rápido como pudo y una vez ahí abrió la bóveda sacando una buena cantidad de kriptonita, después prendiendo la computadora posicionó a sus tres satélites en dirección a su morada. No lo volverían a arrastrar a eso que no sabía cómo nombrar.


 


Una vez con las cámaras de seguridad vigilando su espacio aéreo y con el sistema de seguridad mejorado (en su ausencia y por cortesía de Pennyworth) fue capaz de relajarse por primera vez en mucho tiempo. Noto a su amigo entrar a la cueva y cuando lo vio no pudo ni quiso reprimir el gusto que le daba el poder volver estar frente a frente.


Por su parte Alfred no terminaba de creer lo que sus cansados ojos le enseñaban y no se conformó hasta que la mano de su protegido le tomó por el hombro, después de eso ambos se abrazaron con una fraternidad que lo remontó a su niñez a los primeros días de la pérdida de sus padres. Entre palabras muertas y sonrisas sinceras ambos agradecieron el reencuentro.


A pesar de la tranquilidad que había ganado Bruce estaba lejos de sentirse cómodo. Volvió rápidamente a la computadora y analizo todo lo que había sucedido en su ausencia, Alfred le narraba los hechos más relevantes mientras le servía un filete acompañado de ensalada, el estado de Wayne se notaba gastado.


 


-Superman se mantuvo bastante activo en Gótica. Al inicio no se mostraba pero conforme el tiempo paso fue ganando confianza.


 


-Esto de cuándo es?


 


-Mes y medio de su desaparición señor.


 


En la pantalla se leía la noticia sensacionalista “GÓTICA PIERDE A SU MURCIÉLAGO PERO GANA AL KRYPTONIANO”. Conforme el tiempo avanzaba, los títulos también lo hacías, Bruce noto la evolución que había sufrido constantemente el hijo de Krypton, coda vez la prensa amarilla parecía más feliz por tener tanto material del cual escribir, los títulos iban desde “EL PESO DE UN DIOS SOBRE LOS CRIMINALES DE GÓTICA” hasta “SUPERMAN NO TEME AL VOLVERSE JUEZ Y VERDUGO: TRES EN ESTADO CRÍTICO”.


Le inquietaba todo lo que leía, si bien en ninguno reporte se mencionaba la baja de algún criminal los métodos empleados se catalogaban sencillamente como brutales. Batman también era despiadado con la escoria de su ciudad pero eran cosas diferentes o al menos eso le gustaba creer al millonario que se removía incómodo en la silla. Le asustaba la persona en la que Clark se había transformado y se recriminaba al aceptar con pesar que el detonante para metamorfizarlo a lo que era ahora había sido él mismo. Bruce Wayne había sido el responsable en prender la mecha, eso no significaba que lo estuviera justificando, si eso había sucedido ahora era de esperarse que tarde o temprano hubiese pasado.


 


Alejando su propia falta se enfrasco en lo que de verdad importaba. Ahora se tenía que concentrar en detenerlo, frenarlo antes de aumentar su sed de venganza alimentada por ira, una dosis que bien conocía por experiencia. Permaneció en ese mismo lugar toda la noche, ni las quejas o consejos de su fiel amigo lograron disuadirlo de su labor. Estudiando todos los casos donde Superman había sido partícipe llegó hasta el último que le robó el aliento.


 


“ADIÓS AL JOKER, UN NUEVO VILLANO HA LLEGADO: SUPERMAN”


 


Bruce golpeó con furia el teclado. Ese maldito payaso había roto algo que jamás se lograría reponer. Entendiendo lo que había sucedido el estremecimiento lo recorrió sin voluntad a detenerlo. Lo peor estaba por venir, Bruce casi lo podía oler en la calma que impregnaba la máscara de la muerte. Más decidido que nunca se dio cuenta que debía poner en una balanza las dos promesas más importantes de su existencia: la que le juró una vez a las tumbas de sus padres y la que le quemó en el corazón a la señora Kent.


No tenía nada que pensar, estaba claro cuál era su mayor prioridad pero si era así ¿entonces por qué ambos lados de la balanza se encontraban casi igualados en peso? ¿Qué le importaba más, el mundo ingrato que se negaba a cambiar o el hombre  que creyó querer que se había visto obligado a cambiar?


 


-Maldición!- se gritó en silencio con las manos enterradas en sus oscuras hebras.


Tal vez podría hacer ambas cosas pero eso significaba...


 


-:-        -:-        -:-       


 


Un día había pasado de la trágica explosión en Gótica. Perry apenas pudo quedarse en pie sin caer al suelo por la impresión, estaba acostumbrado a noticias como esa y no era la primera vez que un desconocido le llamaba para informarle.


Una vez se recompuso lo mejor que pudo agradeció a los oficiales y colgó, después camino al pequeño bar que tenía su oficina y de una de las gavetas sacó una botella con un líquido color ámbar para servirlo en un vaso. Llevaba años sin probar una sola gota de licor sin embargo siempre mantenía su bar lleno por si algún invitado especial lo visitaba.


Permaneció con el vaso en mano largo rato pensando en cómo afrontarían a partir de ahora los días. De un solo trago vació el contenido y luego con pesar le informó a la que creyó sería la más afectada.


 


 


El elevador abrió sus dos puertas dejando que algunos cuantos bajaran de el para dispersarse por los pasillos con rumbo a sus espacios de trabajo. Clark fue el último en descender de la caja metálica y mirando a su alrededor noto que las plantas que decoraban el lugar necesitaban agua.


Al llegar a su escritorio vio algo inusual, el puesto de enfrente estaba ocupado por su amiga quien parecía mirar sus zapatos como si fueran lo más interesante del mundo, frunciendo el ceño se le aproximo, sinceramente no quería hacerlo (bastante tenía con sus propios problemas como para sumarle los de su amiga). Antes de llamar su atención la mujer se enderezó.


 


-Fue mi culpa Clark- se lamentaba sin parar de llorar- yo lo envié, yo envié a...


 


-Lois…-Kent ya estaba empezando a cansarse de los cambios de emociones que sufría, y el llanto de la voz en su amiga le indicaba que se tenía que preparar para una nueva vuelta en el carrusel de sus sentimientos fuera de control.


 


-A pesar de que todo el mundo me dijo que parara de investigar el ataque de Metallo, yo no podía dejarlo pasar y ahora por mi culpa él ya no…


 


-Explícate Lois- la dureza de la mirada le helo la sangre y le detuvo el corazón. La reportera estaba destruida, completamente devastada y ahora lo único que le quedaba era enfrentar sus hechos.


 


-Estaba aún investigando, retrocedí algunos pasos para iniciar nuevamente... cuando estaba por salir escuche rumores de que estaba pasando un robo en el Centro de Convenciones de Metrópolis, ya había sido controlada la situación sin embargo Perry me envió a cubrir la nota... obviamente yo estaba más interesada por viajar a Gótica, Jimmy lo sabía así que se ofreció para ir... - se detuvo en seco, no quería decirlo en voz alta porque de hacerlo sería aceptarlo. En la mente de Lois estaba la idea de que si no lo decía en voz alta entonces no sucedía nada, pero lo cierto era que el tiempo no se frenaba o cambiada solo por el hecho de no decirlo- él estaba en el otro edificio Clark... Jimmy está muerto.


 


El temblor en su cuerpo se detuvo, su mirada se perdió en la ventana y posiblemente su mente se enfriaba como mecanismo de supervivencia. Jimmy había sido su mejor amigo por muchos años, su compañero en abatibles batallas, su mano amiga que le sostenía con bromas y también había sido la risa casi infantil que le hacía recordar que el mundo aún podía ser salvado.


 


-Era un niño aun Clark- susurro Lane sin moverse apenas- un niño intentando impresionar a adultos podridos… adultos como yo.


 


Entonces sí. Se rompió al igual que esa mujer frente suyo. Lentamente Clark se fijaba más detenidamente en las personas, no importaba de qué país fueran todos eran igual. Tan sedientos de poder, fama, dinero, siendo tan mentirosos e interesados; sin importar cómo alcanzar lo que buscaban la naturaleza humana siempre había sido así y por más que lo intentara jamás la lograría cambiar.


Fue así como poco a poco Kal perdiendo la fe en la humanidad, y determinado a protegerla perdió también su sentido de la moral.


 


-Límpiate el rostro- Clark estaba harto, incluso la reportera era culpable ante sus ojos y poco le interesaba el dolor que la abrumaba- siempre has deseado una premisa Lane… te la daré.


 


La mujer lo había escuchado a la perfección. Sin parpadear se obligó a retener las lágrimas traicioneras que no la abandonaba; poniéndose de pie se alisó con las manos su elegante falda café y después salió de la redacción.


Poco le importaba lo que la gente le decía y entre ellos estaba Kent. Un carajo le valía la opinión de otros; si era o no su culpa, si debía o no llorar, o cualquier otra mierda que le decían con la voz llena de lástima; jamás en todos sus años de vida necesito de la compasión.


Eso pensaba mientras sus piernas la conducían a un parque cercano donde feliz y sonriente la estatua de Superman vigilaba los árboles y a las ardillas. De pie frente a él lo observó a sus fríos ojos de piedra que complemplaban el horizonte dejándose llenar por un nuevo sentimiento desde los pies hasta la cabeza. Lois Lane buscaba sustituir su dolor por otra cosa, y qué mejor que el rencor para hacerlo.


 


-Todo es tu culpa- susurró entre hipidos que levemente se calmaban- todo es tu maldita culpa… sino fuera por mi maldita obsesión por ti él… Jimmy estaría aquí- las uñas francesas se le clavaban con dolor sobre sus suaves palmas dejando marcas- eres un fraude Superman al igual que yo.


 


Sin decir nada más abandonó el recinto con el mentón en alto. Las células se vigorizaban con potencia gracias a que nuevamente había llenado con algo su corazón.


 


 


-:-    -:-    -:-


 


 


Había pasado tanto en tan poco tiempo y Clark era incapaz de olvidar lo que había hecho. Lo que le obligaron hacer.


 


Progresivamente se fue apartando de sus compañeros de trabajo, la actitud indiferente y casi fría que tenía solo era equiparable con la de Lane quien poco charlaba se mostraba más desafiante en la mirada, como si fuera un cazador esperando a su presa aguardaba el momento indicado para saltar.


El inconveniente recaía en que la presa también estaba cambiando a depredador.


 


Pasaron semanas y Superman no se había vuelto a presentar, ni un vistazo a la capa o el escudo de esa legendaria casa Kryptoniana. Los motores que lo motivaban seguían siendo los mismos; en primer lugar su madre con la que ahora hablaba menos y luego estaba Bruce quien rápidamente se incorporó a la sociedad e enfundándose el traje del murciélago volvió a reclamar la noche como suya.


No lo tenía bajo vigilancia y ni siquiera había tenido intenciones de acercarse a su mansión la cual estaba seguro ya estaba rodeada por la piedra verde que tanto se esmeró en conseguir.


 


Su parsimonia externa no se debía al luto en el cual vivía el diario por la pérdida de un miembro de trabajo, se debía a las barreras morales que empezaba a derribar cada vez con más ahínco. Dejó pasar un poco de más tiempo y justamente en la fecha que cumpliría dos años como reportero del Planeta decidió actuar.


Esa noche salió primero que todos sin despedirse, nuevamente se vistió con su añorado traje azul y salió sin prisa a donde juró nunca volver. Recordando la peste del lugar sobrevoló la bóveda celeste y una vez posicionado bajo su objetivo se dejó caer como si fuera una moneda lanzada desde un balcón.


 


Las sirenas se seguridad sonaron casi al instante pero él estaba calmado. Después de todo, ya no era más Clark Kent, ahora y a partir de esa noche solo sería Kal- El el último hijo de krypton, el salvador de la Tierra y de los en verdad merecían ser salvados.


El ejemplo más claro era la cabellera rubia que se asomaba aturdida por entre las blancas sabanas de ese tétrico manicomio.


 


 


-Superman!- grito emocionada quitando de un tirón las mantas, cruzando sus piernas lo miró expectante mientras le sonreía como si esperara un regalo.


 


-¿Cómo sabían de él?


 


-Eh?- respondió confundida, ella había creído que Superman venía a decirle como estaba su amado, durante su arresto muchos policías mentirosos le había dicho que su pudin había desaparecido, que el bobalicón de cuerpo escultural lo había matado, por supuesto no creía esas aberraciones.


 


-¿Por qué Jimmy?


 


Tardo un poco pero enseguida las neuronas hicieron sinapsis permitiéndole comprende la pregunta. Entonces lo miro mejor, estaba cambiado. Su experiencia en temas psicológicos aún era envidiable, podía ser la secuaz número uno del Joker pero aún seguía siendo una psiquiatra de primera. Y muy por las malas Harley cometió el primer error de la noche.


 


-Oh! estás hablando del chico pecoso de cabellos naranjas no?- sonrió mientras pequeñas risas subían por su pulmones- no estaba planeado, simplemente vimos al chico caminar todo confundido por la ciudad- segundo error- y el señor J y yo decidimos hacer nuestra acción buena del día y lo guiamos.


 


A Clark le disgustaba tener que escuchar ese nombre, sin importarle quien fuera, el escuchar el sobrenombre lo hacía sentir con la sangre hirviendo, pero cuando lo escuchó de su mano derecha fue mucho peor. Controlando como lo hacía desde que era niño le permitió continuar con el monólogo.


 


-¿Y como esta? yo me perdí de toda la diversión- se quejó haciendo un puchero al tiempo que descruzaba las piernas y brazos para parase y ponerse más cerca- me hubiera gustado ver los fuegos pirotécnicos pero ¡ñiaaa! lo arruinaste todo, en fin- con una mano se tallo los ojos y con la otra tapo levemente la boca al tiempo que bostezaba- me iré a dormir, cierra la puerta de la celda cuando te vayas, los guardias pueden enojarse si me da la locura de intentar escapar.


 


La villana estaba por irse pero el agarre fiero sobre su hombro la paró en el acto. Cometiendo el tercer y último error de la noche y de su vida consciente.


 


-¡Escucha Supertonto!- le grito decidida a terminar con el horario de visitas- de nada te sirve saber por qué fue el cabeza de zanahoria o la reportera desabrida o cualquier otro! Está muerto! y nada de lo que yo diga o lo que tu hagas lo va a traer- la mano de Superman aun la sujetaba- de nada te sirven todos esos poderes, ni siquiera puedes salvar a tus amigos…


 


-No- el kryptoniano dio un paso mientras ella trataba de retroceder dos- a él ya no lo puedo ayudar, pero puedo rescatar a más personas.


 


-Así, y como lo piensas hacer grandote?


 


-Evitando que personas como tú los lastimen en un futuro.


 


Los ojos de la ex psiquiatra se abrieron al entender lo que decía. No imaginó que fuera a dar una vuelta tan radical a su comportamiento ahora ya le creía a los policías sobre todo lo que le dijeron de su pudin, en realidad Superman había cruzado la línea. A diferencia del Joker ella si sintió miedo por lo que pudiera pasar ahora, rápidamente su sonrisa socarrona se esfumó.


 


-N-no, no lo harías. Tú eres el bueno, los buenos no hacen esto- creyó que el mundo se empequeñeció cuando su espalda chocó con la pared, jamás antes se percató de lo pequeñas que eran las celdas, si salía de esta estaba claro que lucharía contra el sistema hasta conseguir espacios más grandes tal vez organizaría huelgas- fue idea del  señor J  yo... yo no sabía que… No! No puedes matarme! eso te hace igual que él!


 


Pensó que apelando a la razón lo haría cambiar de idea, un sudor frío la recorrió y no supo si era por el alivio de verlo retroceder dándole espacio de mirar más allá de esa característica “S” o porque el aire se colaba por el hoyo por donde había entrado.


 


-¿Quien dijo algo de matarte?


 


Lo último que vio la reina fue una curvatura mínima en los labios de ese Dios aterrador, quién diría que esa casi insignificante sonrisa le horrorizo más que la su jefe. 

Notas finales:

Ya para el próximo capítulo habrá más interacción entre Bruce y Clark.

7u7

 

 

Pero antes de irme me gustaría preguntar: ¿Quine creen que tenga más culpa, el murciélago o el kriptoniano? :/
Yo aún me debato por alguno de los dos.

 

En fin… muchas gracias por leer, los jamo con intensidad, besotes!

 


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