Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Azul profundo. por Ashtad

[Reviews - 87]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola bebéchones <3 :D

 

Y bum! llego el momento del encuentro carnal xD jajaja Ok, esta es la segunda vez que escribo lemon, así que no esperemos que sea muy bueno, pero se hace la luchita. xD

 

En fin... BE- SOS. 

 

-¿Qué es este lugar?

 

-Es lo que queda de mi planeta natal.

 

-¿De kripton?

 

-Si- le encantaba como sonaba el nombre de su planeta de los labios de Bruce- es mi fortaleza de la soledad. Aquí vengo cuando deseo estar solo, un poco alejado de todo. ¿Tú no tienes un lugar así Bruce?

 

-Supongo que si- mi cueva pensó distraído.

 

-Nadie más que yo ha esta aquí- le sonrió- y ahora tú también conoces mi secreto.

 

En silencio comenzó a caminar, Bruce luchaba por controlar su pulso cardiaco mientras lo seguía, estaba aterrado para que negarlo, se encontraba en medio de un montón de hielo con el hombre más peligroso que conocía sin ningún arma para defenderse o escapar, por fortuna antes de salir de su oficina había llamada a la cueva. Pocas veces en su vida se había sentido de igual forma.

A donde fuera que volteara la mirada lo unico que veia era una blancura que lo consumía todo.

Atravesaron otro sector de la fortaleza donde enormes esculturas de un hombre y una mujer parecían sostener un mundo -son mis padres- le pareció escuchar, no lo sabía, su mente comenzaba a trabajar a marcha forzada intentando separar los datos que le eran útiles y los que no. Ahora llegaban delante de algo que parecía una puerta, al abrirse no pudo más y sus corazón bombeo apresurado.

 

-Una vez me preguntaste si necesitaba dormir- volvió a hablarle preocupado por el tamboritero que sus finos oídos escuchaban provenir del pecho ajeno.

 

Vio a Bruce entrar con paso lento contemplado lo que se le mostraba. Una habitación. Era una habitación tan normal que costaba creer que un dios como Superman viviera ahí. La cama era amplia y estaba tendida correctamente con sábanas grises, los muebles eran pocos pero básicos, una mesa de noche, un armario, una lámpara, un sillón que lucía bastante cómodo y una alfombra platinada. Superman se acercó después de dejarlo ver todo con parsimonia.

 

-Creí que esto te gustaria- lo volteo gentilmente sujetándolo del antebrazo cuidando su fuerza, no quería lastimarlo- Mi nombre kryptoniano es Kal- El, pero en realidad soy tan humano como se puede- hizo una pausa esperando hacer contacto con las pupilas de su invitado- Mi verdadero nombre es Clark, Clark Kent, mis padres son granjeros en un pueblo pequeño de Kansas llamado Villachica.

La cabeza le pesaba, jamás imaginó que fuera asi de facil conseguir ese tipo de información, tal vez una mentira, necesitaba confirmar lo que ahora -Clark- le confesaba.

 

-Ahora vivo en Metrópolis y trabajó como reportero en El Planeta.

 

-¿Por qué me lo cuentas?

 

-Porque me gustas Bruce- le sujeto de la cadera cuando sintió que el otro pretendía retirarse- me gustas mucho- unió sus frente mientras susurraba de nuevo su nombre.

 

Podía sonar como algo apresurado o absurdo, ¿como alguien podría decir eso con tan poco tiempo de conocerse? pero así era Clark, siempre había tenido la gran capacidad de juzgar bien los corazones por medio de los ojos, y cada vez que sus irises impactaban con los de Bruce podía ver una gran alma, sentimientos tan intensos que le volvían irresistible. No todo era miel sobre hojuelas, también podía ver dolor, como si alguna gran carga reposará sobre sus hombros a pesar de que el millonario se esforzaba por aparentar Clark era capaz de notarlo, tan claro como el azul del cielo o la luna llena de Kansas. Se preguntaba qué era ese dolor que notaba y que sin duda atormentaba al hombre que se removía inseguro entre sus brazos. ¿Como alguien tan bello, tan perfecto podía sufrir? por eso el último hijo de Krypton se había comenzado a obsesionar con el playboy, deseaba ser él quien apaciguara su interior, después de todo, eso era lo que hacían los héroes y él era el más grande de todos.

 

Bruce colocó ambas manos en los fuertes brazos que lo tomaban.

Kal le ponía las cosas demasiado fácil, tenía que tomar la oportunidad que le ofrecía en bandeja de plata, aun así su corazón sintió una extraña opresión y su conciencia le susurro algo que prefirió ignorar. Estaba jugando con fuego, pero si con eso conseguía la forma de destruirlo por si en algún futuro era necesario tenía que entrar en el incendio.

 

Como pocas veces fue Clark quien tomó la iniciativa. Le planto un beso en los labios de manera desesperada, Bruce ladeo la cabeza para permitir que el beso tomara fuerza. Poco a poco aquel contacto se intensifico, las lenguas de ambos se agitaban en la cavidad ajena. Las manos de Clark masajeaban la espalda baja, Bruce se separó unos instantes en los que llenó sus pulmones de oxígeno, pero como si una fuerza magnética los atrajera sus labios se volvieron a juntar. Muchas veces se había arrojado en picada de los altos rascacielos en su ciudad oscura pero en aquel instante su estómago dio un vuelco por la tremenda sensación que se apoderaba de sus células.

Con algo de brusquedad terminaron tumbados sobre la cama. En el camino el playboy había perdido el saco y la corbata. No quería preliminares, ya había perdido mucho tiempo, así que de un solo movimiento despojo de la capa y parte superior del traje a su ¿amante?.

 

-Apaga la luz- el susurro fue una orden que de inmediato se acató- mirame a la cara cuando lo hagas.

 

Clark explotó como si fuera magma escapando del cráter de un volcán. Esa era la intencion, tenia que concentrar su atención en la cara, su cuerpo tenía varias marcas de guerras antiguas, sería un fastidio explicar cómo las había ganado.

Entre caricias rudas, ambos terminaron desnudos, las manos del reportero buscaban tocar en toda su extensión el cuerpo que se le ofrecía, pero sus intentos fueron frustrados al sentir las contrarias sujetarle del dorso y ponerlas en sus caderas.

 

-Mantenlas aquí- comentó jadeante-  te darán más estabilidad al entrar.

 

Lo que realmente quería era que no notara la diferencia entre su piel original y la que se había obligado a regenerar como cicatriz.

Clark no le presto mayor importancia y se colocó entre las piernas del dueño de Wayne Inc. restregando su miembro duro contra el muslo interno del otro. Bruce daba pequeños quejidos, Clark le besaba el cuello con ansia mientras sus dedos jugaban en la entrada palpitante, lentamente introdujo uno, cuando lo considero apropiado metió otro para estimular el área. Durante todo el acto se había mantenido a raya pero cuando lo penetro su autocontrol se fue al caño.

El interior era cálido, como una revolución destellante y feroz. Lo embistió una y otra vez, cada vez más fuerte que la anterior. Los gemidos se escapaban de la boca de ambos. Bruce clavaba las uñas sin causar daño a la piel de la fuerte espalda, sus piernas se enredaban en las caderas y el vaivén de las propias sólo aseguraba mas y mas placer.            

Clark le sujetaba por la cintura con fuerza, sin darle descanso alguno golpeaba su interior, los gemidos resonaban por toda la fortaleza, mantenía el mismo ritmo casi furioso y centrado en conseguir llegar a su éxtasis, pero no demasiado rápido tenía que gozar su primer encuentro.

Lo enloquecía de sobremanera verlo retorcerse de placer bajo suyo. Le mostraba una escena tan erótica que sus ojos no se apartaban. El sonido que hacía su miembro al entrar y salir de aquel cuerpo era música para sus oídos que lo calentaban incluso más que el sol. Bruce se dobló cuando el hombre de acero tocó su punto dulce, justo en la próstata, tres golpes más en ese mismo sitio y bastaron para que llegara al clímax del orgasmo liberando una gran cantidad de líquido blanco sobre su abdomen. Unos cuantos golpes más y Clark lo acompañó llenando el interior con su tibia semilla. Lo volvió a besar, ahora de forma lenta, con un brazo lo atrajo hacia sí y lo rodeo para después ambos sumergirse en el sueño.

 

***

 

Era difícil adivinar la hora exacta, en un lugar tan apartado del astro rey y tan albino como ese, la luz no permitía ninguna deducción. El cuerpo le dolía, no era su primera vez con un hombre, pero si con un superhombre. Se removió incómodo al sentir como alguien le besaba desde el hombro hasta el cuello.  

 

-¿Que te paso aquí?- acarició una cicatriz que Catwoman le había dejado a nivel de la línea subclavicular en un robo frustrado.

 

-Una visita al zoológico- se giró para quedar de frente- un felino grande.

 

El reportero pretendía seguir tocando el cuerpo que disfruto la noche pasada, pero un beso ardiente le frenó nuevamente.

 

-Muero de hambre- susurro el millonario finalizando el contacto- ¿podemos volver a Gótica?- estaba más tranquilo que cuando llego, aun así no deseaba estar tan expuesto, ahora además de no tener armas y forma de escapar no tenía ropa. “Genial” se mentalizo con ironía cuando el superhombre lo abrazó con fuerza.

 

-Tengo cocina aquí, porque no te la muestro- la sonrisa pícara que le lanzó se entendía con un doble significado, Bruce por supuesto captó el mensaje pero haciéndose el desentendido le pidió adelantarse mientras él se arreglaba. Superman sin embargo no había captado el mensaje y volvió a devorar los labios finos que le sonreían ausentes.



***



-Señor- la voz pulcra del mayordomo sono a su costado izquierdo- sé que usted es el detective, pero estuvo tres días con Superman en lo que es su base, y lo único que recolectó de información fue esto?



“Bitácora de Batman -investigación sobre Superman- día 33:

 

Superman llegó a nuestro mundo cerca de veintiocho años atrás, es el único superviviente de un planeta destruido conocido como Krypton.  Adoptado por los Kent y criado bajo el nombre de Clark en la pequeña localidad de Villachica, Kansas, el extraterrestre creció con varias costumbres referentes al lugar.

 

Tipo de caso: Abierto”



-Si.

 

-Me atrevo a preguntar, qué fue lo que hicieron en medio del Ártico durante tres días, los dos solos- el mayordomo se cruzó de brazos como si fuera un padre esperando una excusa realmente buena a lo que la deducción coherente obligaba a pensar.

 

-Nada.

 

-¿Nada?- preguntó mientras alzaba la mirada a una de las cámaras de seguridad del frente de la guarida- pues espero que no hagan ese “nada” ahora mismo- presiono unos botones ampliando la imagen que mostraba a un hombre vestido de traje, usando unos espantosos lentes de pasta dura y cargando un portafolio gastado.

 

-Mierda- soltó Bruce poniéndose de pie de un salto- Alfred desconecta todas las fuentes de energía que puedan generar sonidos de alta o baja intensidad y que la calefacción descienda a la temperatura de una caverna normal- camino de forma poco grácil hacia la salida- que no descubra la cueva.

 

El corazón del Batman estaba acelerado, su investigación dependía totalmente de que el superhombre no descubriera su identidad como héroe de la ciudad maldita; tenerlo en su mansión era peligroso, con cualquier movimiento en falso su gran teatro que se había montado se podía derrumbar, quedando dolorosos escombros.

 

Fue el mismo dueño quien le recibió en el umbral, Clark le beso como si fuera lo más normal o una rutina, Bruce se molesto internamente por el atrevimiento pero no expresó nada, le dejo pasar a la estancia que consistia en una mesa mediana y dos sillones grandes de color café que armonizaban con los muebles y el piso de madera. Cuando Bruce le cuestionó la razón de su inesperada visita el reportero frunció diligente una ceja y lo contempló detenidamente, despues sonrio sujetando sus manos.

 

-Somos pareja Bruce- contestó alegre de decirlo en voz alta- y ya que siempre era Superman el que te visitaba pense que seria buena idea que también Clark Kent se presente.

 

-Me hubieras avisado con anticipación Clark, habría preparado algo especial- discretamente se separó del agarre. No le desagradaba pero lo hacia sentir incomodo, no estaba acostumbrado al contacto cálido que le brindaba el último hijo de Krypton.

 

-Estar contigo es más que especial.

 

-¿Quieres que te muestre mi habitación?- sonrió ladino, con astucia y disimulo para conseguir lo que se proponia, despues de todo, tres días en su fortaleza le habían enseñado lo apasionado que podía llegar a ser el no tan boy scout.

 

-Bueno… en realidad cuando iba entrando note un lindo jardin afuera- lo contemplo con emoción- tal vez podamos salir un rato.

 

“¿Salir, pero de qué está hablando?” pensó mientras observaba a Clark ponerse de pie para extenderle la mano y que lo siguiera “bueno, entre mas lejos mejor” acepto el contacto.

Los árboles altos estaban perfectamente cortados al igual que el césped verde que se extendía frondoso ante sus pies, en el centro de sies pinos que se agrupan formando una media luna se hallaba una mesa redonda con dos sillas, ambos muebles tenían adornos ornamentales de color plateado. El aire que se respiraba era fresco, una combinación agradable entre tierra y pasto impregnaba sus narices. La luna resplandecía alta y orgullosa sin iluminar del todo bien pero si lo necesario; antes de que se sentaran, Clark colocó galantemente su saco sobre los hombros de Bruce con la intención de resguardarlo de la temperatura. De nuevo esa sensación de calidez que lo abrumaba.

 

Hablaron un poco sobre el clima mientras Kal le relataba historias de sus pasado en la granja de vez en cuando le robaba un beso o le acariciaba la mano. Le gustaba hablar de su vida normal y junto a Bruce tenía la reconfortante sensación que podía ser sincero, sabía que podía confiar en él, que no le revelaría a la prensa su verdadero ser. Un verdadero soñador, aún no conocía la crueldad del mundo, el dolor que trae consigo la vida. Anhelaba descubrir los demonios de esos ojos azules opacados por el dolor, si tan solo supiera.

 

-Bruce, ¿te gustaría conocer mi hogar? en Kansas.


No era necesario comprobarlo en persona, lo primero que hizo al regresar de su visita fue investigar la veracidad de la confesión, pensando que lo más apropiado sería negarse busco un buen pretexto, pero antes de tener tiempo para contestar Superman frunció el ceño, enfocó su oído para poner atención a lo que escuchaba, casi imperceptible. Los ojos de su acompañante se abrieron pocos milímetros ¿Lo habría descubierto?

Notas finales:

Poe' si, he estado haciendo capitulos muy corticos... Jajaja intentare hacerlos mas largos.  ;)

 

Muchas gracias por leer, I love you! 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).