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Diez veces estúpido por Kurara Whisper

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Notas del fanfic:

Título del fanfic: Diez veces estúpido

Parejas: WonKyu

Tipo: Yaoi.

Género: Romántico ¿tal vez?

Advertencias: Ninguna

Notas del capitulo:


Comentario del Autor/a: Bueno, estuve algún tiempo dudando en si mandar esta historia o no para el WKFest ya que no fue escrita para ello en un principio, pero como ando medio escasa de inspiración y no sabía si iba a poder escribir algo decente para el evento, decidí aprovechar este coso que aún no había publicado. Espero que os guste ^^

Diez veces estúpido

 

¿Conocéis esa leyenda que dice que si una pareja cierra un candado en uno de los barrotes de un puente y tiran la llave al agua su amor será eterno?

 

Pues bien, esa leyenda es mentira. Y os lo digo yo. Choi Siwon. El tipo que ha cerrado ya diez candados diferentes, en diez puentes diferentes y con diez personas diferentes. Diez personas casadas ya con otras diez. He ahí la razón por la cual puedo atestiguar que esa leyenda de los candados es mentira. Porque sí, sigo soltero.

 

Según dice mi hermana (y ella se cree la más experimentada en el amor de los dos cuando ha tenido un único novio en toda su vida), el amor no se puede apresurar. Dice que debo esperar a la persona adecuada, que aparecerá en mi vida en el momento adecuado. Y yo sólo me pregunto: ¿Cuándo sabré que es el momento adecuado? ¿Y si ese momento ya ha pasado y yo simplemente no me di cuenta? ¿Y si he dejado escapar al amor de mi vida sin siquiera enterarme?

 

ㅡ¿En serio pretendes maltratar a un pobre árbol solo para grabar en él las iniciales de tu novio y las tuyas cuando lo más probable es que rompáis la semana que viene? ¿Te gustaría a ti que un árbol fuese dejándote cicatrices con su nombre y el de su novia en el brazo?

 

Esas palabras tenían tan poco sentido que no pude evitar girarme a ver quién había pronunciado semejante estupidez. ¿Es que existía alguien que defendía los derechos de los árboles?

 

Un chico alto, de cabellos castaños y gafas de pasta negra, sermoneaba a una chica bajita que sujetaba un juego de llaves pegado al tronco de un árbol con la clara intención de tallar alguna cosa en su corteza. Las iniciales de ella y su novio si es que el chico de aspecto intelectual estaba en lo cierto.

 

ㅡ¿Te gustaría un tatuaje que pusiera Cedrus deodara ama a Juglans regia en tu frente?

 

La chica se veía perdida por sus palabras y bastante avergonzada por la situación, ya que el chico no hacía el menor esfuerzo por mantener la voz baja y todo el parque en el que nos encontrábamos se había girado a verlos tras escuchar aquellas palabras.

 

ㅡSeguro que eres también de esas que va dejando candados atados en los puentes, ¿verdad? ¿Es ahí adónde irás después de malherir a este pobre árbol?

 

Y la chica salió huyendo.

 

El castaño se giró y sus ojos se encontraron inesperadamente con los míos. Unos profundos ojos oscuros que hicieron que algo cosquilleara en mi pecho.

 

ㅡ¿Qué miras? ㅡpreguntó molesto.

 

Su voz sonaba distinta a como se había dirigido a la chica antes, aunque su tono impertinente y fastidioso era exactamente el mismo. Sin saber cómo, terminé por responderle lo primero que se me vino a la mente:

 

ㅡNo sabía que los cedros podían amar a los nogales…

 

El chico juntó sus cejas y ladeó su cabeza de forma tan adorable que no pude evitar reír.

 

ㅡ¿Te estás burlando de mí? ㅡpreguntó ofendido.

 

ㅡLos candados en los puentes no funcionan, ¿sabes?

 

Una comisura levantada en una sarcástica sonrisa desfrunció el ceño del castaño.

 

ㅡEsos candados sólo sirven para dañar las estructuras de los puentes ㅡhablóㅡ. ¿Sabes que alrededor del mundo ya han tenido que desanclar millones de esos candados por temor a que los puentes se hundieran?

 

ㅡMillones de amores rotos…

 

ㅡMillones de personas estúpidas si basan sus esperanzas y futuro en un candado anclado a un puente.

 

ㅡSoy un estúpido entonces ㅡrió Siwonㅡ. Diez veces estúpido.

 

El chico curvó ambas comisuras y una divertida sonrisa apareció en su rostro. Una musical carcajada invadió mis oídos y una sonrisa decoró mis labios.

 

Y entonces lo supe.

 

El lugar adecuado: el parque de enfrente de casa.

 

El momento adecuado: a media tarde tras salir del trabajo.

 

La persona adecuada: un protector de los derechos arbóreos que andaba asustando niñas.

 

Su nombre: Cho Kyuhyun.

 

 

 


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