Capítulo 13: Malos resultados.
Albus estaba maldiciendo a quien existiera y porque lo que había dejado todo completamente calculado, había pensado todo desde año cuando ese maldito de Henry logro destrozar todo lo que tenía planeado con su amor fallecido, luego de la muerte de los Potter pensaba usar al mocoso para que se sacrificada por el bien mayor, por eso había decidido en dejarlos en esos muggles con algo de dinero-que por supuesto era del menor-les pedía que fueran más "disciplinarios" quería un autoestima bajo y nada de cariño, sería más fácil para él manipularlo y darle migajas de amor, pero desde el principio todo iba bien....hasta que los gemelos Weasley caían en la casa de las serpientes, había rabiado cuando vio como la gente que necesitaba no estaba donde debía, le había exigido al sombrero seleccionador por su osadía. Grande su sorpresa saber que el heredero del castillo volvía, había buscado con todos sus contactos sobre el tema, pero nadie sabía quién era esa persona, eso de cierta manera le molestaba mucho mas, estaba perdiendo mucho de las cosas que tenía ya planeadas, aunque seguía depositándose dinero del mocoso a su cuenta como también a la familia Weasley, que harían creer al joven Harry que lo querían, les prometía fama y dinero, oh como le agradaba lo ambiciosos que era la madre y los hijos menores, Percy dudaba pero prefirió quedarse callado, desde que sus hermanos habían caído en Slytherin pensó que sus padres los apoyaría, grande su sorpresa notándolos tan molestos e insultante de que eran la vergüenza de la familia, cuando Billy los miro con desaprobación solo pudo consolarlos al estar solo los cuatros, avisarían a Charlie de esto, aunque a su vez están decepcionados de su hermana y hermano menor.
El director no sabía dónde comenzó a fallar todo, cuando el mocoso Potter llego a Hogwarts había perdido la entrada a la bodega, molesto dijo que él era el tutor legal del menor, pero los duendes se negaron diciendo que eso no importaba siempre que el niño quisiera un representante por su fortuna, había perdidos uno de sus placeres, quiso hablar con el chico pero al tenerlo en la casa de las serpientes sería complicado, ¿Donde estaba su arma? La persona que había visto era confiada, cuidadosa y tenía un porte elegante como su aura, eso no tenía que haber pasado, había tratado de persuadirlo cuando lo encontraba por "casualidad" por los pasillos pero este ni le interesaba hablar con él, la persona más importante, quiso hechizarlo pero había mucha gente, jamás lo encontraba solo, quiso cambiar los horarios para así tratar de cambiar la decisión del azabache y se fuera a la casa de los leones, pero como últimamente todo le salía mal, los profesores se habían negado diciendo que ya estaban cansándose sobre las peleas Slytherin y Gryffindor como los Ravenclaw y Hufflepuff.
Designado solo había sonreído y dijo que no había problema con ello, aunque internamente quería hechizarlos por completo, ya había pasado un mes desde que el colegio había empezado, trato de todo para que el menor le hablada pero estaba haciéndose imposible, contando que siempre estaba con su grupo. Había decidido llamarlo a su oficina, disfrutaba de su dulce de limón cuando lo vio llegar, le sonrió como un abuelo.
-Oh mi muchacho siéntate.-dijo con amabilidad.-¿Un caramelo de limón?.
-No, muchas gracias director, ¿Para qué me llamaba?.-le había preguntado con leve molestia, el viejo noto como miraba el lugar.
-Sí, mejor ir directo al punto, mi muchacho te he llamado para que firmes aquí y puedas cambiarte de casa, deberías haber ido donde estuvieron tus padres, en Gryffindor.-le hablaba sin mirarle a la vez que sacaba un pergamino.-Así que hoy mismo vuelves donde deberías estar.
Harry frunció el ceño ante tal arrebato.-Creo que señor director usted se está confundiendo, quizás ¿la edad le esté afectando? Yo estoy bien donde estoy, si el sombrero seleccionador me puso allí fue por algo, además es magia muy antigua quien juzga, si viera bien yo estoy muy cómodo donde Slytherin, además creo que mis padres estarían orgullosos de donde haya quedado sin importar la casa.-se levantó de su asiento ocultando su molestia.-Así que con su permiso me retiro.
Al irse el azabache dejando con las palabras en la boca a Albus, el amante de los caramelos de limón estaba más que sorprendido por tales formas del muchacho, siguió pensado en que había fallado.
Por otro lado, Tom, también conocido como un señor oscuro estaba leyendo algunos informes de sus seguidores, había sido difícil para él acostumbrarse a la falta de su Harry no luego de estar algunos años a su lado, fue bastante molesto y frustrante no volver a verlo a su lado aunque fuera un niño, era su Henry, solo suyo, pero ahora luego de largos años sin verlo debía volver a no tenerlo a su lado sabiendo que estaba más cerca que nunca pero a su vez tan lejos, odiaba como terminaba las cosas de esa manera y lo único que podía hacer era ser paciente cosa que algunas veces no tenía , suspiro sus días pasaban tan lentos, el menor le mandaba algunas cartas informándole de lo que hacía, cuando supo que estaba en su casa sonrió y al ver la memoria no pudo evitar reír por unos días recordando la reacción del vejete era muy buena, ese día en particular había llegado Stella a dejarle una carta como cada tres días, le acarició dejándola ir donde estaba su lechuza que le ayudaba a acomodar sus plumas y dejarle beber, comenzó a leer hasta que sus ojos brillaron con intensidad, sin darse cuenta de que sus amigos habían abierto la puerta, ya que estaban de visita lo vieron romper algunas cosas y maldecir.
-¿Cómo se le ocurre a ese idiota? ¿Con 11 años ya? Maldito Harry, maldito Evans, como quisiera estrangularte ahora mismo, cómo pudiste...-dijo enojado y frustrado.-Esto golpea mi orgullo directamente, maldito Harry.
Siguió rompiendo cosas accidentalmente con su magia y otras no tan accidentalmente, abraxas y Orión sonrieron divertidos, Walburga solo bufo, a veces su amigo y señor era tan infantil.
-Ejem.-el rubio oculto su risita al ver a su señor tan....desarreglado.
Tom los miro al escuchar el ruido, se sonrojo levemente y miro a su alrededor, no había dejado nada que se salvara de su furia, pero ¿quién lo culpaba? La noticia le molestaba y a la vez le orgullecía, tenía sentimientos encontrados.
-Tom, puedes decirme el ¿Por qué de tu berrinche?.-hablo la única mujer presente.
-Un si.-acomodo su cabello, habiendo volar la carta de su amado que estaba algo arrugada.
Los tres presentes la leyeron y rieron un poco, comprendiendo de mejor manera el arrebató de su amigo.
-Vaya, no pensé que Henry hiciera de señor oscuro tan menor....-hablo Orión con seriedad aunque en sus ojos estaban brillando de diversión.
-Bueno esto supera tu récord.-hablo Abraxar.-Y pensar que mi nieto ya eligió un bando, bueno sabía que en algún momento esto pasaría después de todo Harry no es una persona en común, quizás los chicos de allí les avise a sus padres, por lo menos los menores de primer y segundo año de forma discreta o preferían guardar el secreto, pero creo que no dirán nada.
-Y imaginar que obtuvo la impresión de todos los chicos de su casa en un mes.-hablo Orión pensativo.-Su magia es muy cautivadora y atrayente.
-Además sin contar lo inteligente y astuto que es.-continuo Walburga, miraron al de ojos rojizos.
-Si lo ven mejor, el ya tendrá aliados fuera más de lo que ya tiene, va a agrandar su red de información, quizás algunos vayan a ir al ministerio u otras profesiones que le podrían servir, sin embargo, si logra tener más aliados en las demás casas tendrá un gran ejército a su disposición, Hogwarts después de todo es suyo, esto sí que es una sorpresa, hizo mucho más de lo que yo haya hecho en mis días de alumno.
-Sí, bueno, él dice que lo habían atacado y tuvo que hacer lo necesario para tranquilizar las cosas pero no esperaba que su magia los marcada a todos, ya que es algo mutuo.-dijo el rubio sintiendo que estaba viendo algo muy grande para el futuro del mundo mágico.
Los cuatros estaban en sus pensamientos, sabían que Harry haría algo grande más grande que Tom, aunque el de cabellos castaños pensó que al tener seguidores al menor se le adelantaba sus planes, luego de un rato, el de ojos rojos prefirió ordenar su oficina, no queriendo llamar a Wendy sabiendo que la elfina lo regañaría, ya había pasado mucha vergüenza por un día.
Con algunos hechizos de reparación con la ayuda de sus amigos ya todo estaba en su lugar, fueron a comer y hablar de los cambios que estaban dándose en el ministerio, conversaron de varias cosas hasta que fue muy tarde, al estar nuevamente solo Tom decidió escribirle una respuesta. Lo felicito y a su vez le dijo cuáles serían sus planes ahora, sabiendo que algunas cosas cambiaron, prefirió mandarla el día siguiente para no volver a hacer una estupidez; además debía seguir con lo suyo si no deseaba volver a tener un berrinche como lo llamaba Walburga, miro la ventana de su oficina.
-Wendy.-murmuró, escuchó el suave pop de la pequeña elfina.-Prepara algunos postres para Harry, mañana se los mandare.
La pequeña criatura sonrió emocionada.-A la orden amo Tom.
Al desaparecer el mayor suspiro, miro su mano antes de levantar su camisa viendo así una marca de una rosa negra, recordando el momento que obtuvo la inmortalidad, hizo una mueca recordando también el dolor que le fue causado. Se sentía raro teniendo una marca pero de igual manera prefería estar atorado a esa edad, cuando supo que no podría tener nada del poder de la muerte le enojaba y le envidiaba al menor porque había sido uno de sus objetivos desde muchos años pero debía conformarse con la inmortalidad, termino con frustración unos papeles de ordenes discretas de sus subordinados. Cuando despertó el día siguiente le fue inevitable tener nuevamente los eventos del día anterior invadir su mente de forma repentina se levantó para bañarse y cambiarse, le escribió otras cosas a la carta del mocoso antes de pedirle a Wendy los dulces, se los paso a Stella que le picoteo cariñosamente los dedos antes de partir hacia su destino, suspiro internamente.
-Bueno, Harry tu sí que sabes sorprender.-rio entre dientes.
-'¿Tom?.-Siseo Nagini viendo a su compañero e ir hacia el mayor.-¿Qué hiciste mientras no estuve?.'
-'Te alegrará saber que Harry marco a los chicos de Slytherin.-le comunico sonriéndole levemente.
-'El amo Henry es alguien sorprendente, muy hábil.-se enrollo en el mayor.-¿Crees que algo le pase?'
-'Nagini, creo que subestimas a nuestro pequeño Harry, además debes recordar que donde más estará seguro será en ese castillo, es suyo y las pinturas, fantasmas y criaturas lo salvarían de cualquier cosa´.-acarició a su familia mientras tomaba el libro que hace días quería leer, fue a la biblioteca y se acomodó, pidió a Wendy su desayuno, y en ese relajante ambiente disfruto de su lectura.
Albus había tenido días horribles, Minerva estaba indignada con él por tal atrevimiento de mover a un alumno que aunque ella expreso que le hubiera gustado tenerlo en su casa no iba a aceptar que lo cambiaran por algo tan banal como la excusa de los padres, los profesores supieron eso y también mostraban su indignación mostrando que perdiera su confianza algo que no podía pasar, estaba perdiendo muchos de sus hilos, hablo con la señora Weasley sobre el asunto de que tratada de convencerlo de que el azabache fuera a la madriguera en las vacaciones y mostrarle el amor de una familia, lamentablemente sabían que era difícil ya que la única interacción que podrían tener era con los gemelos pero estos nunca hablaban con sus padres desde que fueron sorteados en la casa de las serpientes y sus padres mostraron sus disgusto, habían perdido su confianza y respeto, Molly prometió hablar con su esposo del asunto y con sus otros hijos. Cuando fue hacia el gran salón para ir a comer su desayuno, estaba disfrutando de unos de sus placeres de dulces de limón cuando llego la hora de que las lechuzas trajeran paquetes o cartas como era habitual, cuando reconoció una dirigiéndose hacia donde su juguete, comenzó a preguntarse quién le habría mandado algo a su sacrificio, ya que por lo que había previste, este jamás pudo interactuar con alguien mágico a parte de Hagrid, puso más atención al ver como el de ojos esmeralda sonreía un poco sonrojado, notando como el joven Malfoy le hablaba como el joven Nott. Desearía saber de qué hablaban pero todos los jóvenes del lugar hablaban logrando lo imposible. A su vez cada vez se daba cuenta de que el castillo ya no aceptaba mucho de sus peticiones molestándole eso, mucho de su espionaje era reducido y no podía chantajear a algunos alumnos menos a sus leones que creían todo lo que dijera, unos seguidos ingenuos pero notaba a algunos que no caían mucho en ello pero jamás lo contradecían para su placer, le gustaba así
Debía ingeniarse las cosas para tener la piezas en su lugar, aun cuando quisiera hechizarlo le era difícil con el hecho de que el castillo estaba actuando extraño y sabía muy bien que Hogwarts tenia maldiciones hacia la gente que dañaba dentro de su guardia, no quería que eso le pasara, pero debía ser rápido y quitar a Harry Potter de la casa de Slytherin y dejarlo a manos de los muggles o donde los Weasley, recordando a los primeros, debía ser una visita a ellos y darles una “agradable” conversación, debía destruir todo lo que tenía el azabache, Severus se veía reacio a escucharlo, quizás le había ganado cariño al mocoso y eso era peor para él, pero buscaría una solución para ello, siempre dejaba pistas sobre el objeto que tenía guardado, necesitaba que el menor completada su trampa y enfrentara a Voldemort que poseía a Quirell, costara lo que costara.