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Las cosas cambian por kurolovers

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Notas del capitulo:

espero que les guste

Capítulo 15: Yendo por la piedra filosofal

Desde que todo había mejorado con sus compañeros de casa y ayudado a los superiores, Harry jamás les decía que no, muchas veces su máscara variaba dentro de la sala común, cosa que sorprendía a los chicos ya que era un joven de 11 años, hasta sus amigos les complicaba, pero también les orgullecía, una mañana estaba el azabache sentado en su habitual sillón cuando tres chicos mayores de séptimo año se arrodillaron en frente de él, curioso pero sin demostrarlo dejo de leer su libreta de investigaciones.

-¿Desean algo?.-les preguntó con leve indiferencia alzando una de sus cejas elegantemente.

-Mi rey, como sabrá nosotros estaremos un semestre más antes de graduarnos.-hablo un chico.-Venimos a preguntarle si necesita algo desde afuera.

-Si desea que nos unamos a carreras en específicas.-dijo una prefecta.-Para su plan.

El de ojos esmeraldas miro a los chicos y viendo que muchos estaban expectantes sonrió de lado, de forma cariñosa para sus pequeñas serpientes, se acomodó en su lugar.-Bueno, ahora que lo dicen.-cerro sus ojos un tanto pensativo.-Por ahora no les pediré nada, ustedes pueden elegir que harán, que carreras tomaran, pero cuando llegue el momento ustedes deben venir a mi.-hablaba con seriedad a la vez que sus ojos brillaban de emoción.-Quiero comenzar de a poco los cambios, muchos piensas que soy un señor oscuro fuera de estas puertas, quiero bajar esas posibilidades por ahora, más para tener acceso a muchas cosas más adelante.-les hablaba mirándole a los ojos.-Por eso ahora sólo seguiré siendo la persona que quiero mostrar en este castillo, porque cuando no se den cuenta ya estarán en mis redes y harán lo que yo quiero, pero entiendo su preocupación mis queridas serpientes. Somos astutos una cualidad digna de Salazar Slytherin, pero si desean seguir algo como medimagos, ir por un puesto en el ministerio o seguir los negocios de sus padres estaré bien con eso, porque tú me eres fiel a mí y tú siempre iras hacia mi sin importar nada.-les regalo una pequeña sonrisa.-No importa donde estés solo cuando te llames vendrás dejando todo atrás ¿Esta claro?.

-Si mi rey.-dijeron a unísono todos los presentes.

-Bien, me alegra que nos entendamos, esta semana robaremos la piedra filosofal.-aviso levantándose para ir a desayunar al ver bajar a sus amigos.-Quiero todo preparado para el jueves en la noche.-comunico al tener la atención de todos sus compañeros de casa.

-Si mi rey.-volvieron asistir.

Todos iban al gran comedor, muchas serpientes hablaban entre susurros, Harry miro hacia los profesores y vio como el viejo come limones lo observaba con enojo, oculto una risita y solo fue a su lugar para desayunar un tranquilo lunes. Las clases con los  Hufflepuff en Herbologia era muy divertida, conversaba con Neville un poco y el bisnieto de su viejo amigo, juego tenían Transformaciones con los Gryffindor, allí casi todo su humor se iba con los molestos comentarios de Ronald pero no le decía nada al estar escuchando a su profesora regañarle y quitarle puntos a su propia casa, muchos leones no parecían felices por eso y a él le encantaban, dejaba que el mismo pelirrojo se humillaba solo. Así la semana pasaba tan rápida o tan lento para Potter, aunque ya se sabía los horarios de rutina por donde salían los prefectos, que profesor pasaba por pasillo, ayudaba que Snape supiera de su plan y de igual forma sus seguidores que lo escoltaban hacia el tercer piso con mucha discreción y sigilo para no mostrar sospechas, tenía que ir solo, cosa que no muchos les gusto, pero seguían ordenes sin chistar, al estar en el tercer piso los dos prefectos que lo acompañaban siguieron su camino.

-Hola cachorro.-dijo feliz al ver al can de tres cabeza  que al reconocerlo ladro animado.-Si, también los extrañe.-invoco tres pedazos de carnes para cada cabeza.-Déjame entrar.-le pidió y la gran criatura se alejó dejando ver el pasadizo.-Gracias, si vez a alguien puedes atacar, no dejes entrar a nadie.-le ordeno, con su varita hechizo los oídos del can, sabiendo que en algún momento o día Ron y Hermione irían pensando que Quirell era su Tom, cosa que disfrutaría al arruinarles los planes a esos dos y a Albus.

Al bajar se encontró con los mismo trucos que antes en su línea del tiempo, ya sabiendo de antemano todo lo que debía hacer y afrontar, solo se quedó tranquilo y la planta le dejo libre, acomodando su ropa camino con un lumos, allí comprendía mucho más que había sido manipulado, todas las trampas jamás acabarían con un señor oscuro, era muy ingenuo antes, cada una fue fácilmente pasada, hasta que llegó al acertijo de su profesor de pociones, leyó un poco y al ver que era el mismo, solo tomo el frasco correcto. Al pasar las llamas vio el espejo, desde que está en el castillo había notado las insinuaciones del directo cosa que él prefería ignorar, sabía que el mismo vejete dejaría el espejo en las vacaciones de navidad, por ello quería adelantarse, él no estaría aquí cuando fuera "robada" la piedra, se miró más que por curiosidad que por otra cosa.

Allí mismo estaba él en la época de Tom, sin lentes y sin cicatriz, regalo de su Tom en su última navidad juntos, había dolido bastante pero valió la pena, ya que ahora con su edad tan pequeña no usaba lentes como su padre y la cicatriz que tuvo de niño había empezado a desaparecer, algo que le alegraba, pero quitando eso de lado, al lado de él estaba Tom, su bello Tom abrazándole y detrás de los dos sus amigos, todos felices pero al fondo de todo se podía apreciar a Dumbledore encerrado en su propia agonía, parecía más viejo, mas muerto que vivo.

-Bueno, pronto todo eso pasada.-se dijo a si mismo con convicción, noto como su reflejo le sonreía y como anteriormente había pasado, le mostraba la piedra que se guardaba en su bolsillo, sin sorprenderse Harry saco de su bolsillo la piedra filosofal.-Gracias.

Se dio la vuelta para irse no sin antes dejar nada de la poción y cambiándola a otra, comenzó a cambiar cada una de los juegos hechos por sus profesores, aunque parecieran estar como antes tenían uno que otro hechizo agregado, al subir nuevamente por el pasadizo vio a la criatura estar en guardia.

-Gracias pequeños.-les mimo por un rato antes de salir del tercer piso, convoco un tempus y al ver la hora solo faltaban 5 minutos para que apareciera una tercera ronda de los prefectos de su casa y quizás se encuentre con Snape, cosa que tampoco era mala.

Divagando en sus pensamientos había hecho que el tiempo pasará y sus serpientes llegaran, con cuidado de no encontrarse con nadie llegaron a la sala común, sonriendo les agradeció a los chicos antes de irse a dormir, necesitaba un descanso, pero no sin antes escribirle una nota a Tom, miro hacia arriba viendo a su querida Stella.

-Preciosa, ve y quédate con Tom esta noche.-le ordeno, sintiendo como su lechuza picoteaba sus dedos con cariño para luego irse por una ventana que el azabache había invocado gracias al castillo, con ello listo, cayó dormido.

Al día siguiente ese día sus clases de pociones estaban canceladas ya que había reunión de profesores, un día completamente libre, tomo a su querido Hades que ronroneaba en sus brazos, al bajar vio a muchos en la sala común, miro a sus amigos y sabiendo que aun temprano para estar servido el desayuno le daba cierto punto curiosidad.

-¿Qué pasa?.-pregunto después de sentarse en su lugar favorito.

-¿Harry para qué quieres la piedra?.-pregunto Pansy mirando a su amigo.

-Bueno merecen saber uno de mis secretos.-les respondió suspirando, acomodándose al tener a su felino familiar en sus piernas, miro a sus seguidores.-La piedra filosofal era un cebo como ustedes hayan pensado al saber el contenido del tercer piso, quiero hacer que el vejete piense que Voldemort haya estado en el castillo, haría que no me observada tanto y fuera distraído por perder una piedra tan valiosa, para mi es algo inútil.-dijo indiferente, después de todo era el amo de la muerte, la inmortalidad no le era interesante.-Por ahora, solo la tendré guardada, además él va a creer que me quedare en el castillo, no le daré el gusto.-hizo una mueca, les miro y luego miro a su familiar.-También les diré que mi mascota.-apunto al felino que al captar las intenciones de su amo se bajó de sus piernas.-No es un gato.

-¿No?.-pregunto Draco de forma inocente aun procesando las palabras del azabache.

Allí todos vieron como Harry le apunto al animal que para su sorpresa comenzó a cambiar a una impotente león blanco, algunos se estremecieron al reconocer la raza, un animal extinto y poderoso, miraron a su señor.

-Les presento formalmente a mi querido familiar Hades, también como recordaran hablo parsel. Tengo una serpiente pero por ahora ella está cazando.

-¡Tienes familiares! Eso es maravilloso Harry.-dijo Theo.

-Y dos, es una gran hazaña.-dijo Daphne viendo a la criatura recostarse en frente del ojos esmeraldas.

Ríe un poco.-Soy un mago muy poderoso ¿Que esperabas?.-sé burlo un poco, miro a los demás alumnos.-Espero que jamás hablan del tema fuera de estas paredes.

Todos se negaron, diciendo que jamás traicionarían su confianza y lealtad. Con esa nueva información adquirida Harry sabía que era hora de ir a comer, todos al ir por el camino conversaban de diversas cosas, en el camino se encontró con Hermione, hizo una mueca de disgusto al verla tan cerca suyo.

-¿Algo se te perdió Granger?.-pregunto alzando una de sus cejas con elegancia.

-Harry ayúdame.-pidió desesperada, tomando del brazo del azabache alejándolo de las serpientes.-Harry ¿Supiste que hay un perro de tres cabeza en el tercer piso?.-le dijo al estar más lejos.

El de ojos esmeraldas frunció el ceño deteniendo el caminar de la chica.-¿Por qué me dices esto Granger? Y no me llames como si fuéramos amigos.

La chica hizo una mueca.-Oh vamos Potter no te da curiosidad que oculta.

-¿Puedes decirme como sabes que hay en el tercer piso?.

-Pues fuimos a investigar con Ron la otra vez, pero escuchamos pasos y nos fuimos.

Harry la observó para luego irse ignorando los gritos de la chica, al llegar al comedor fue donde estaban sus amigos, que suspiraron aliviados.

-¿Que quería esa bruja de tercera?.-pregunto el rubio.

-Estupideces.-le respondió frunciendo el ceño.-Necesito hablar con el profesor Snape.

-Puedes ir en la noche Harry.-hablo Nicolás.

-Uh si, tienen razón chicos.-asistió mientras se servía un poco de té y sus amigos le entregaban sus dulces favoritos, sonrió mentalmente sabiendo que los elfos domésticos sabían quién era y lo consentían. Ignorando la mirada irritante de su director, que al parecer no lo dejaría en paz por ese día.

Con renuncia el azabache fue con sus amigos hacia la laguna, él día era agradable y tranquilo, además todos habían hecho sus tareas así que un día de relajación no le haría nada mal a nadie. Harry miraba el calamar que por lo que sabría se acercaría un poco desde su lugar, no podría acercarse y meterse al agua sin asustar a los alumnos y lograr sospechas hacia él, el día paso tan rápido como se podía entre los Slytherin, al estar en la cena Harry volvió a mirar hacia la mesa de profesores, miro a su profesor de pociones que al sentir una mirada en él, buscó al causante. Al notar que era Potter entendió que algo había sucedido, no sabía si era bueno o malo, ya que lo único que sabía del menor era que iba en busca de la piedra, cosa que no comprendía por completo ya que Harry era el amo de la muerte y la inmortalidad no le era algo relevante con su título, prefirió esperar hasta que el menor fuera a su despacho para descubrir lo que pasaba por la mente del viaje del tiempo, a veces volvía a recordar esos recuerdos de su vida pasada, esa donde había un chico Gryffindor, el niño dorado y estúpido que se tiraba a la muerte en cualquier momento, sus aventuras que un niño no debería hacer, agradecía profundamente que su vida hubiese cambiado por otro rumbo, no sufría por amor y la gente que alguna vez lo maltrato e hizo que su vida en general fuera un martirio, ahora esas mismas personas eran sus mejores amigos y tenía una pareja, alguien que había depositado su corazón, y este le era correspondido, su vida era maravillosa, Snape no podía quejarse por ello, al terminar la cena fue a su oficina esperando que llegada su visita, luego de una hora alguien toco su puerta.

-¿Ha sucedido algo Harry?.-le pregunto al ver al azabache.

-Más o menos.-suspiro cansado, saco de su bolsillo la piedra filosofal.-Ya la obtuve Severus, fue tan fácil.-sonrió divertido escuchando como el mayor bufaba.-ya le informe a Tom de lo sucedido, no todo pero lo necesario, como sabes me iré de vacaciones para ir a la mansión Malfoy ya que hace unos días Draco me ha invitado a pasarlo en su casa, claro, mis queridas serpientes desean siempre estar cerca mío así que ellos de igual forma van a ir unos días.-desordena su cabello azabache.-Aun no es momento de decirles algo tan serio.

-Ya entiendo, el que no le va a gustar mucho esto será a Tom.-ríe un poco.

Hizo una mueca.-Lizzi.-murmuro y rápidamente apareció una pequeña elfina mirándole.

-Amo Henry, señor desea algo de Lizzi.

-Por favor solo llámame Harry, ese es mi nombre ahora y trae una bandeja de té con algunos bocadillos por favor.-pidió sonriéndole, la criatura asistió antes de desaparecer y cumplir las órdenes de su señor.

-Me sorprende que no hicieran un alboroto cuando sintieron tu magia.-le dijo irónico viendo como aparecía lo pedido por el menor.

-Oh lo iban a hacer, pero el castillos les detuvo, sintiendo mis deseos no hicieron nada pero en el banquete habían deliciosos dulces que disfrutaba antiguamente, es agradable romper muchos del poder que tiene Dumbledore en mi castillo.-sonrió malicioso.-Ya quiero ver como reaccionara cuando note que ya no está la piedra, su querido amigo estará tan furioso.-decía arrastrando las palabras.

-Eres muy malicioso.-le dijo con cautela el mayor viendo a Harry un tanto sorprendido.

-Muchas gracias profesor Snape.-ríe un poco divertido.-Pero cambiando de tema ¿Te veré en la mansión Malfoy?

Asistió lentamente antes de tomar un poco su taza.-Unos días, después de todo Draco sigue siendo mi ahijado, además Lucius me pidió ayuda para las pociones de Remus.

-¿Por?.-ladeó un poco su cabeza, no hablaba mucho con sus amigos ni a Remus, mayormente siempre mandaba cartas a Tom, excepciones de pedidos de sus pequeñas criaturas.

-La matalobos Harry.-le dijo con ironía mientras rodeaba los ojos.

El menor frunció el ceño pensativo.-Creo, haberle dicho a Remus que fuera a las tierras de mis adorables hijos, Ferir estaría encantado de tenerlo en la manada en la noche de luna llena.-le decía mientras tomaba un trozo de pastel de calabaza.

-Sí, pero no se siente aun con tanta confianza, siempre estuvo al solitario, pero estará bien en unas cuantas lunas llenas, Lucius lo ayuda y las visitas a la manada ha calmada a su lobo interior.-le explico.-Deberías escribirle con más frecuencia.

-Sabes que el tiempo me es limitado, aun cuando parezco un prodigio en la magia, estar rodeados de los chicos no tengo tanta privacidad como deseara pero tampoco me es disgustoso.-se encogió de hombros.-He pensado en sacar a Sirius en el segundo semestre o en el próximo año ¿Que dices tú?

Harry vio como los profundos ojos negros de su profesor volvían a tener un brillo esperanzado, que le fue inevitable no sonreír.

-¿De verdad lo sacaras antes de tiempo?.

-Claro, aunque ahora tiene mejor cordura y ya está en mejor condición, siempre lo quise, no fue el padrino perfecto pero me ayudaba como podía, me contó historias de mis padres y fue el único que jamás me mintió, ya tengo un plan, solo dile que no haga algo estúpido y que unos días antes del juicio se le mandara una poción que le hará verse tan masacrado por los años encarcelado, y que actúe como un loco inocente, sé que es un buen actor o por lo menos que siga siéndolo.

Bufo un poco divertido.-Claro, le avisare que pronto lograremos sacarlo, gracias Harry.

-Aun no agradezcas Severus, aún falta muchas cosas que hacer, en primera sacar a los gemelos Weasley de la garra de la familia.

-¿Algo en mente?.

-Oh, eso ya está resuelto solo falta estar de vacaciones y eso será resultó con mucha facilidad solo necesito mandar una carta a la pareja seleccionada.

-¿Que tienes entre manos?.-miraba al chico con sutil impresión, por lo rápido que manejaba las cosas.

-Digamos que serán adoptados por una buena y agradable familia.-algo allí puso de puntas al profesor, algo que no sabía interpretar.

-¿Quiénes?.-murmuro desconcertado y dudoso, siento más ese mal agüero.

-Oh nada menos que los Lestrange.

Severus escupió su té de nada elegante al escuchar el apellido, de todas las personas había elegido a esos dos, Harry estaba loco o eso pensaba ya el azabache, soltó una tos por la pequeña asfixia, ignorando la risa melodiosa del menor por su acción.

-¡¿Ellos de verdad?!

-Nunca te había visto perder los estribos, ni en mi época o en esta, es un nuevo logro.-le respondió divertido.

Potter se levantó de su lugar para despedirse y dejar tranquilo al mayor para que pudiera pensar en los nuevos sucesos que llegaban a cambiar el rumbo de la historia, Harry iba por las mazmorras con toda tranquilidad, saludo al barón sangriento que le devolvía el saludo antes de desaparecer por una de las paredes. Escuchaba los murmullos de los cuadros avisándole de gente cerca, igualmente la magia del castillo lo envolvía de forma protectora.

-Mi lady.-susurro mirando a la mujer que era nada menos que Hogwarts.-¿Que sucede?.

-Mi heredero, Dumbledore está planeando quitarle la llave de su bodega.-le aviso.

-Ya veo.-dijo pensativo, miro a la mujer y con gentileza tomo su mano.-Gracias, ¿Deseas acompañarme a un paseo mi lady?

La mujer de cabellos rubios y ojos negros rió encantada mientras asistía.-Seria un placer mi heredero.

Iban por los pasillos con tranquilidad, escuchando como la rubia contaba historia de los fundadores, Harry la escucha atento y encantado, no muchas veces podía escuchar la antigua vida de los fundadores dentro del castillo.

Paso una noche agradable, al estar en la entrada a la sala común vio a la pintura, que le sonreía encantada.

-'Mi rey.-siseaba maravillada.-'¿Que hace a estarás horas?'.

-'Paseaba querida, un relajante paseo nunca hace mal para planear ¿no lo crees?'.-rió un poco.-'¿Me dejas entrar?'.-pidió amablemente.

-'Usted jamás necesita esas contraseñas mi rey'.-dijo divertida antes de dejarlo pasar.-'Que descanse mi rey'.

-'Gracias'.-al pasar pensaba en que hacer.-Tempus.-murmuro moviendo suavemente su varita apareciendo rápidamente la hora.-Son las 3:00.-murmuro para sí mismo, no tenía sueño, a veces le pasaba aunque sabía aprovechar ese tiempo así que con tranquilidad iba hacia las ventanas donde el calamar nadaba cerca, convocó un sofá para más comodidad y una manta, en el proceso de su caminaba había prendido el fuego con magia sin varita, ya cómodo miro las agua a través de la ventana, viendo las sirenas pasar y una que otra criatura o animal acuático nadar cerca, murmuro un nombre de un elfo domestico para pedirle un poco de chocolate caliente y dulces para acompañar, sabía que esa noche no dormiría nada.

Sus familiares aparecieron y se acomodaron cerca suyo para hacerle compañía, invocó su libreta antes de leer sus avances.

-Uh creo que solo le falta un toque y lo lograre.-se dijo concentrado mientras recordaba todos los ingredientes que pudiera juntar con la poción.-Escribió una palabra antes de cerrarlo.-Listo creo tener por completo algo, después lo hablare con Tom.

Relajado y con un Accio obtuvo un libro de alquimia que se había comprado. Al pasar una hora leyendo sintió la presencia bastante conocida para el.-¿Damián que sucede?.-miro la forma de la muerte. El esqueleto cubierto por una manta y oz estaba enfrente de él.

-Mi señor ya traje lo que me pidió hace unos meses.-dijo a la vez que aparecía una caja y flotaba hacia el menor.

-Muchas gracias Damián, puedes quedarte si quieres o seguir tu trabajo.

-Le haré compañía mi señor.-rápidamente un humo negro lo rodeo apareciendo un hombre rubio y ojos avellanas.

Harry asistió abriendo la caja, mostrando así frascos de sangre, sonrió malicioso.-Muy bien trabajo, solo me falta conseguir la planta y tendré todo listo, no hubo negativas ¿cierto?.-miro al rubio con sus ojos esmeraldas brillando de magia y emoción.

-Ninguna, todas fueron tomadas a voluntad mi señor.

Asistió convencido antes de encoger la caja y guardarla en su bolsillo, siguió leyendo mientras hablaba con la muerte y en momento disfrutaba de su refrigerio.

Sin darse cuenta oyó pasos, miro a muerte que entendiendo lo pedido se hizo invisible para todos, Harry vio a compañeros de quinto y otros de tercero bajar, los saludos sintiéndoles un poco, se levantó y se estiro un poco.

-¿Mi rey no durmió?.-preguntó uno.

-No, pero no se preocupes estoy bien, si me siento cansado le pediré a nuestro jefe de casa una poción y ya está.

No demoro mucho a que todos bajaran y fueran al gran comedor para tomar su desayuno, estaban en días de exámenes, cosa fácil para Harry, ayudaba a sus amigos en el estudio o uno que otro estudiante cuando en uno de sus recesos, su jefe de casa se acercó a donde estaban, la biblioteca en esa época estaba muy repleta pero todos se alejaban del profesor de pociones.

-Harry Potter lo manda a llamar el directo.-le decía al menor, su voz se notaba un tanto tensa y furiosa, el nombrado asistió mirando curioso al profesor, dejando sus cosas sabiendo que serían muy bien cuidadas, fue con Snape hacia la dirección, sin poder hablar nada del tema al tener tanta gente cerca que solo les quedaba caminar en un silencio tenso.

Al llegar a la gárgola esta solo se movió al deseo de su heredero, Snape lo dejo solo, eso le daba mala sensación, con todo sus sentidos activos subió las escaleras y toco la puerta, suspiro un poco luego de escuchar un pase del otro lado, al abrir se encontró solo al directo, cosa buena, miro un poco el lugar notando como los anteriores directores lo miraban divertidos y otros con disimulo, dirigió sus ojos verde esmeralda hacia la persona que más detestaba en el mundo.

-Oh mi muchacho me alegra que hayas llegado, ven siéntate.-le decía con voz de abuelo, le ofreció unos caramelos de limón que Harry sabía que no eran simples dulces.

-¿Para qué me mando a llamar director?.-preguntó directo al punto mientras se sentaba de forma elegante y ignoraba por el momento el estúpido acto que hacia el contrario.

Dumbledore frunció un poco el ceño ante la hostilidad del muchacho, cosa que borro rápidamente de su rostro, con cierta ira guardada hablo de la mejor forma posible.-Claro, claro, te entiendo Harry debes estar estresado por los exámenes y es entendible, pero venía a hablarte de algo muy importante.-acariciaba su barba.-Como sabes soy tu guardián y necesito tu llave de tu bodega.

Levanto una de sus cejas con elegancia, mirando al viejo al parecer creía que era estúpido, hizo una pequeña mueca ocultando su malestar.

-¿Desde cuándo usted es mi guardián?.-pregunto con voz un tanto molesta, a la vez que su magia era liberada, sorprendiendo al director.-Hablare con los goblin de mis finanzas y pedide el testamento de mis padres, soy huérfano e hijo de una respetada familia, podre sacar mi independencia rápidamente, y si sé que hay fallos, espero director que sepa las consecuencias, hasta luego.

Sin querer escuchar algo más se despidió saliendo de la oficina con furia, quizás adelantaría mucho sus planes pero jugar un poco con la reputación del vejete será muy divertido, necesitaría ayuda de Lucius. Cualquier alumno noto la furia del héroe mágico así que se alejaban no queriendo ser atacados, Blaise miro a su amigo y señor así que con cautela se le acerco, muchos pensaron que era un suicida.

-¿Harry?.-murmuro despacio y con gentileza mirándolo preocupado.

El moreno se estremeció un poco por la corriente de magia del azabache, pero de a poco comenzó a reducirse.-No pasa nada Blaise, pero gracias, estaba hundido en mis pensamientos.-le sonrió un poco más tranquilo, miro a su alrededor.-Ya será hora del almuerzo y luego tenemos clases de Transformación ¿no?.

Asistió aun mirándole preocupado.-Si, ¿Seguro que estas bien?.

-Muy bien.

Los demás se le acercaron con todas sus cosas recogidas, iban a dejar sus cosas en la sala común, suspiro tratando de tranquilizarse, con el mal sabor de boca por la descarada idea de Dumbledore.

-Harry ¿Que paso con el director?.-pregunto pansy al estar en un lugar seguro.

-Quería mi llave, necesito ver el testamento de mis padres, tu padre podría ayudarme con eso.-pregunto mirando a Draco que asistió.

-Le escribiré esta noche.-prometió.

Al ver a un tenso a su rey desviaron sus pensamientos en cosas de las materias, cuando llegaron los gemelos hicieron una que otra travesura a los Gryffindor, cosa que aliviaba a Harry al verlos preocupados, ya faltaba poco para la navidad, pensó en que regalarle a Tom para ese día, lamentablemente aún no era tiempo de decirles algunas cosas a sus amigos como que era una reencarnación, no podía decirles de que era un viaje del tiempo, no podía alterar más las cosas por cómo iban.


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