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Luz por aiakafuri

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Notas del fanfic:

Aclaraciones: 

Personalidad difiere del manga/anime.

OCC y OC.

Esta vez no leí sobre el tema. Normalmente lo hago pero esta vez me dió flojera xD 

Mpreg Y etc....xD

Los personajes no me  pertenecen

—Kira-san ¿La anestesia?

—El cirujano llegará tarde. Lo iremos preparado y cuando llegue le aplicaremos la anestesia.

—Ya veo...

—Todo estará bien.

—¿Mis padres?

—Esperando.

—Bien— soltó una risa nerviosa. Era su 5ta cirugía.

—Iremos al quirófano.

Le ayudaron a cambiarse, y llegaron al quirófano.

—¿Quiénes son?

—Las enfermeras.

—Mucho gusto Takao-san.

—Cuiden de mi— Sonrió —Les puedo contar mi historia.

—Claro— respondió Kira. Una mujer pelinegra de ojos azul gris.

— Me enamoré a los 16 años de un guapísimo varón. Shin-chan. Así le dije siempre. Es muy guapo y tiene unos hermosos ojos. Cada que cierro los ojos lo recuerdo. Tan vivos.

—Takao-san...

—Pero lo defraude. Nunca le dije que lo quería ni de mi enfermedad. El día que me enteré de mi enfermedad, llore tanto. Me dolía saber que no lo volvería a verlo— se secó las lágrimas —. Me tuve que salir de la escuela para ir a Los Ángeles. Ese día, mi shin-chan me dijo que no quería volver a verme. Y que si lo veía que hiciera que no lo he visto ¿Algo irónico, no?

—¿No lo...? Lo siento

—No se preocupe, Kira-san. Es obvio que no volví a verlo— rió, y las enfermeras lo miraron con lástima —No me miren así.

—...

—No es culpa de nadie que no pueda ver bien.

A los 17 le detectaron un enfermedad que había comenzado a afectar su vista. Tuvo que irse a los Ángeles por su tratamiento y primer cirugía. Aquella vez todo salió bien, pero al año comenzó a afectarle otra vez. 
Actualmente había perdido el 70t53; de la visión en ambos ojos. Lograba ver algunas cosas pero no era lo mismo. Había chocado cientos de veces contra personas, paredes, cristales... Tantas veces que ya había perdido la cuenta.

—¿Ama a ese shin-chan?

—Lo sigo amando cómo el primer día.

—¿No ha pensado en buscarlo?

—Sí... Pero se va casar. Escuché que es una mujer muy bonita y risueña. Aunque es imposible, ya que shin-chan era un amargado.

—¿En serio? Kira-san también se va a casar.

—¿De verdad? Muchas felicidades. Espero tenga unos lindos bebés. Me hubiese gustado tener bebés de mi shin-chan.

—Pero...

—Me gustaría poder verlos. Por eso no me he casado. Además amo a shin-chan y... ¿Quién quiere estar con un ciego?

—Takao-san...

—El doctor llego. El anestesiólogo aplicará la anestesia.

A los pocos minutos sintió el piquete y pronto su mente comenzó a dormitar.

—Kira-san— estiró su mano y pronto sintió una cálida mano — ¿Podría buscar a mi shin-chan y decirle que lo amo y siempre lo amaré?

—Sí ¿Cuál es su nombre?

—Dígale que siempre lo he amado y que quiero que sea muy feliz con su futura esposa. Que tenga muchos bebés. Que no les enseñe amar a oha-san. Tampoco que les heredé lo tsundere. — Soltó unas lágrimas — Mi—Midorima Shintarō. Es mi shin-chan.

Eso fue lo último que escucharon las enfermeras. El cirujano entró con el doctor encargado de Takao.

—Condición del paciente.

—Comenzó a perder la vista a los 17. Viajo a los Ángeles y comenzó el tratamiento. Funcionó la primera cirugía pero comenzó a fallar al año. Se ha sometido a otras 3. Esta es su 5ta y última. Sino funciona no volverá a operarse. Tak...

—Comencemos.

Cabello y de nariz a mentón estaba cubierto impidiendo reconocer al paciente. Unos ojos azul gris miraban fijamente al techo del quirófano.

—————————————

Escuchaba el sonido del monitor de su corazón. 
Rápidamente llevó su mano a la cara, una venda cubría su rostro.

—¿Qué hora será? ¿Funcionaría?

Escucho los pasados y gritos de otra habitación. Esperó por un hora hasta que una enfermera llegara.

—¿Kira-san?

—Se fue. Renuncio a su trabajo hace dos días.

—¿Qué? ¿Dos días? Yo quería conocerla...

—Sí. Durmió dos días por la anestesiar03;. No sabemos porque renuncio, y pues ya no pudo conocerla. Por cierto, soy Hana.

—Es una lástima. Era muy linda. Me agradaba su voz. Supongo que renuncio por su boda. Mucho gusto Hana-san. Por favor cuide de mi.

—Será un placer— sonrió al pelinegro. Había escuchado de las otras enfermeras que era muy carismático y divertido—Le hablaré al médico.

—¿Mis padres?

—Nada más lo autorice el doctor, podrán venir.

—esta bien.

A los pocos minutos llego el doctor y le dijo que la cirugía fue sin problemas. Ahora tenía que esperar para ver los resultados.

Después recibió la visita de sus padres. Su padre doncel se abrazó a él no lo soltó, al igual que su padre.

Los amaba.

Ellos fueron su motor para no rendirse en esa oscuridad que iba consumiendo su vida.

————————————

—¿Quién está allí?— preguntó enfadado —Esto no es divertido. Nada divertido.

Tenía 5 días desde que se había llevado a cabo la cirugía. Desde entonces sentía que alguien estaba con él en la habitación, mirándolo, lo podía sentir y aquello no era divertido.

—¡ENFERMERA! ¡ENFERMERA!

—Takao-san tranquilícese— entró hana.

—Esta alguien aquí ¿Quién está aquí?

—Nadie... No hay nadie.

—¿Esta segura?— preguntó por tercera vez ese día.

—Si...

—Esto no es divertido— sollozó —No me gusta que se burlen así de mí.

—Takao-san...

——————————————

Estaba nervioso.

Al fin iban a quitarle las vendas. Su madre y padre estaba a su lado apoyándolo.

15 días desde la cirugía y 15 días desde que sentía a alguien observándolo. Ya se había acostumbrado a que no hubiese nadie, confiaba Hana-san pero sentía un aroma a cítricos muy familiar pero a la vez tan lejano, cómo un recuerdo, algo nostálgico.

—Buen día.

—Yuu—sensei. Buen día.

—¿Cómo se siente, Takao-san?

—Nervioso.

—El cirujano no tarda en llegar.

—¿Va a venir?

—Sí. Quiere asegurarse de que la cirugía fue un éxito.

Eso espero.

Varios minutos después alguien entró y percibió a su madre exclamar algo —¿Qué pasa?

—...

—El cirujano le retirara las vendas.

—Está bien.

Sintió unas cálidas manos tocar su mejilla, luego deslizarse hasta los broches y comenzar a desprender la venda. Sintió libre su rostro y el aire refrescar su piel, y luego la cinta que se despegaban de su piel.

—Abra los ojos lentamente.

Aquella voz le provocó un escalofrío. Se parecía mucho a la había estado escuchando últimamente en sus sueños.

Cómo le habían indicado, abrió los ojos lentamente.

Primero vio borroso, cosas indefinidas.

Pestañearr03; varias veces, y vio un rostro blanquecino y uno ojos verdes —...

—Hola Bakao.

—Shin-chan...

La voz que le había hablado, que le decía que lo amaba ¿Era de shin-chan?

Imposible. Él se va a casar.

Los takao miraban preocupados a su hijo.

—¿Cómo aprecia las cosas Takao-san?

Miró a Yuu y respondió bien —Aun cosas borrosas.

—Realizaremos los estudios pertinentes... Tenemos que esperar unos días más para que se adapte.

Asintió sin apartar la mirada de Midorima Shintarō; su único amor.

———

—¿Por qué no me dijiste?

—No quería que shin-chan me tuviera lástima.

—Me dejaste gritarte, reclamarte y tú...

—Era mejor que me odiaras a que me vieras con lástima, shin-c... Midorima-san— recordó el último pedido del pelo verde —Ya no hablemos del pasado. Seguiré todas las indicaciones, sensei.

—Takao.

—¿Podría dejarme solo? Tengo sueño— pidió mientras se giraba en la cama y se cubría con las sábanas. No quería que Midorima lo viera llorar.

—Claro... Descansa

Liberó todas y cada una de las lágrimas.

Se supone que no se volverían a ver. Él ya no lo vería más. Ya no seguiría teniendo esperanzas. En cambio, en cuanto identifico a Midorima Shintarō, la esperanza renació. Pero no podía tenerla. En unas semanas Midorima se casaría.

—Shin-chan...

——————————————————

Apoyó su frente en la puerta.

Escucharlo llorar le partía el corazón , y más al recordar cómo lo había tratado aquella vez.

—Perdóname, mi amor.

Después de que Takao se había marchado del gimnasio, llorando, se arrepintió pero no lo siguió.

Tardo unos días para ir a su casa, y solo fue a descubrir que se habían marchado del país, y no sabía a dónde.

Después de aquel día, su vida se volvió una rutina. Ni oha-san quería escuchar.
Sí Takao no estaba nada importaba. Se había enamorado de ese loco doncel desde que lo escucho reír y vio aquella hermosa sonrisa.

Su deseo fue ser doctor para ayudar a los pacientes.

“Neee shin-chan, sí tú quieres ser doctor. Yo seré enfermero. Te ayudaré en todo. Siempre estaré a tu lado, Shin-chan.”

Anhelando que Takao cumpliera su palabra, se inscribió en esa carrera, con la esperanza de volver a encontrarlo... Pero nada paso.
Jamás volvió a verlo.

Cansado de esperar, decidió obedecer a su padres y casarse con una hija de uno de sus amigos.

Megumi era tan parecida físicamente y emocionalmente a Takao que miro a sus padres con rencor. Era dulce y carismática, de todo se reía. Sinceramente, ella fue ganándose su corazón y a los meses acordaron casarse al año.

Pero había algo que le había prohibido a Megumi. Jamás llamarlo shin-chan.

—No me vuelvas a llamar así. Solo una persona puede hacerlo y él no está conmigo.

Recuerda los regaños de sus padres ese día.

—Amo a Kazunari y jamás de dejaré de hacerlo.

Pero jamás imaginó que Megumi estuviese escuchándolos. La tuvo que enfrentar y decir la verdad:— No te amo, Megumi. Te quiero, te ganaste a mi corazón y si quieres seguir con la boda, lo haremos.

Y sí, los planes de la boda continuaron... Hasta ese día:

——— flash back———

—Terminado.

—¿Cree que recuperé la vista?

70t53; de probabilidad— notó que las enfermeras lo miraban y que Megumi miraba al paciente fijamente —¿Qué sucede Megumi?

—Yo...

—Lleven a Takao-san a su habitación le..

—¿Takao?— miro a Megumi y ella esquivo su mirada. Aquello hizo que le quitará la tela que lo cubría —Ka—Kazunari.

Grandes lágrimas surcaron sus mejillas.

"Comenzó a perder la vista a los 17. Lleva 4 cirugías".

¿Por qué no le había dicho nada? ¿Por qué no se defendió cuando le dijo todas esas cosas?

—Kazunari— sollozó abrazado al cuerpo de su amado.

———

En el momento que Megumi le regreso el anillo, se confundió.

— "Dile a mi shin-chan que lo amo y siempre lo amaré. Que sea feliz con su futura esposa. Que tenga muchos hijos y no les enseñe amar a oha-san, y que no les enseñe ser tsundere"— sollozó y se cubrió la boca —Yo nunca conocí esa parte de tí. Jamás la ví... Se feliz Shintarō-san.

—Megumi...— la vio marcharse.

Guardo el anillo en la bolsa del pantalón y entró a la habitación. El pelinegro dormía plácidamente, a causa de la anestesia. Se sentó a su lado y lo observó detenidamente; físicamente había crecido unos centímetros , y facciones eran  finas y delicadas aunque tuviera marcas de cortadas en la cara, mano y brazos. Aquellas eran marcas de las veces que de seguro había chocado contra cristales.

—Kazunari. Te amo— sujetó la mano del pelinegro y la besó —Jamás me apartaré de tu lado.

Aquello lo cumplió, no se separaba del pelinegro a menos que tuviera una cirugía. Se le hacía cruel verlo llorar desesperado... Pero no sabía cómo podía afectar su recuperación.

Lo miro en silencio por quince días, todo a  espaldas de los Takao... Eso hasta que le quito la venda. Quería ser el primero en ver esos hermosos ojos que tanto amaba.

Ese shin-chan y la forma en que lo miró confirmo lo que Megumi le dijo. Kazunari lo amaba... Ahora lucharía por él, por conquistarlo.

—————————

¿Por qué seguía buscándolo?

—Bakao. Vamos.

Sujeto su bastón. Aún veía algo borroso algunas cosas pero definía los siluetas y colores.

Cuando se vio en el espejo, lloró (Tenía 3 años con su vista al 70%). Su cabello estaba largo y hermoso de tanto que su padre lo cuidaba. Tenía algunas marcas de las cortadas que se había hecho con las puertas de cristal. Pero eso no le importaba. Físicamente se miraba más delgado y curvilíneo, indicando que era doncel.

—¿Takao?

—Voy— comenzó a caminar. Siempre apoyando su mano en la pared.

—Toma mi mano.

—Puedo solo— sabía que si la tomaba, tendría más esperanzas.

—...— no dijo nada. Estuvo pendiente del pelinegro durante todo el trayecto.

—Hermoso...

—Sí. Eso me gusta de este hospital.

—Shi... ¿Midorima-san pasa mucho tiempo aquí?

—Lo hacia— respondió. A veces venía a recoger a Megumi —Vengo por alguna cirugía que me soliciten.

—Ya veo.

—Normalmente estoy en el hospital Akashi.

—¿Sigue igual de enano?

—Crecio, y está...

—Casado con el chihuahua de seirin.

—Sí ¿Cómo lo sabes?

—Puedo escuchar.

—...

—En cuanto llegue a Japón escuche muchas cosas interesantes. No puedo creer que Aomine se casara con Sakurai. De Kagami y Kuroko eran muy obvios. Se les notaban cuanto se amaban. Hasta murasakibara se casó.

—Si... ¿Qué hiciste todo este tiempo?

Olfateo una de las flores —Rosas. Mis favoritas— rió divertido —Aparte de perder la vista y las operaciones, termine la preparatoria y aprendí Braille. Leo a niños en los parques. Los libros son muy interesantes.

—oh...

—Sh... Midorima-san cumplió su sueño, eh. Doctor. Tendrá muchas enfermeras y enfermeros a su disposición— dijo aquello en doble sentido.

—Solo me interesa uno.

—Ya veo— de seguro se estaba refiriendo a su novia.

—Esperaré hasta que cumpla su palabra.

—¿Eh?

—Prometió estar conmigo siempre.

—...

—Dijo que si yo era doctor, él sería enfermero para estar siempre conmigo. Siempre lo he estado esperando.

—Eres muy cruel Shin-chan.

—Takao— su amado estaba llorando.

—Eres cruel— sollozó limpiándose las lágrimas — Me dices eso cuando estoy tratando de rendirme contigo. No me hagas esto Shin-chan. Tú vas a casarte. No me hagas esto. No seas cruel conmigo.

—Kazunari.

Su corazón latió de forma incontrolada al ser llamado así. Era la primera vez que lo llamaba por su nombre —¿...?

Lo abrazó y no lo soltó —Te amo. Te amo. Te amo.

—¿Qué?— ¿Lo amaba?

—No sabes cuánto me arrepentí después de haber tratado de aquella forma, y cuando te busque fue demasiado tarde, ya te habías marchado. Por años estuve esperando y...

—Por eso te vas a casar.

—Ya no. Cancelamos todo.

—¿Por qué?

—Megumi sabía que siempre te he amado. Ella siempre lo había sabido. Me regreso el anillo hace unas semanas.

Megumi.

— Hasta la llamas por su nombre— murmuró mientras hacia un puchero.

Rió— Sigues igual de celoso que  siempre. Recuerdo lo celoso que te ponían de Akashi.

—...

—Comencemos de cero, Kazunari ¿Qué dices?

—¿Quién eres y que hiciste con mi shin-chan? Él es todo un tsundere obsesionado con oha-san.

—Yo no soy tsundere— acarició la mejilla del pelinegro y lo besó.

Sintió su corazón acelerarse y respondió al beso mientras se aferra a d ella bata del pelo verde.

—Este es mi cucky ítems.

—Ahora sí eres mi shin-chan— susurró abrazando al pelo verde —Te amo, Midorima Shintarō.

—No te dejare ir, Bakao.

———————————————

Todo era felicidad para Kazunari. Había recuperado la vista y estaba en un noviazgo, de un año, con Midorima Shintarō; de hecho comprometidos, se casaban en unos días.

—Eso te parece bien.

—Sí, shin-chan— besó a su novio.

—Ustedes dos dejen de besarse y vean el pastel — Atsushi murasakibara interrumpió el dulce momento.

—Queremos este.

—Excelente elección. Para el sábado estará listo.

—Gracias, Mura.

—Takao.

—Tat-chan— sonrió a cargar al pequeño peli morado.

—¿Te dieron los resultados?

—Sí, Yuu—sensei dice que estoy muy bien. Dentro de un mes me toca el siguiente.

—Me alegro. Y, ¿la escuela?

—Bien. Se me dificultan algunas cosas pero me tienen paciencia. Además, cómo se leer braille... me solicitan para leerle a los niños del hospital.  

—Te ves feliz.

—¡Soy feliz!

Shintarō sonrió al ver lo animado que estaba su novio.

——————————————

Era el gran día.

Al fin era su boda.

Al fin uniría su vida a la del varón que amaba.

—Te miras precioso.

—Papá...

—¿Qué sucede cariño?

—Yo... ¿Y si mi hijo nace con mi enfermedad?

—Estaremos para apoyarlo.

—...

—No seas inseguro. Shintarō-san ya te hablo de las probabilidades.

—Bien...— tenía miedo de que si llegase a quedar embarazado su hijo o hijos heredarán su condición.

—Por ahora no te preocupes. ¿Van a esperar a que salgas de la universidad, no?

—Sí...

—Anímate. Es hora. Shintarō-san espera.

Asintió y se miró al espejo una vez más. Realmente se miraba bien.

Shintarō-san acomodo por quinta... Sexta.. bueno, ya no sabía cuantas veces había acomodado su corbata.

—Ya shintarō — Seijūrō se desespero de ver a su mejor amigo acomodándose la corbata por décima vez en menos de 20 minutos— Es normal que tarden.

—Esta tardando.

—Apenas lleva 5 minutos de retraso...

—...

—Aquí viene el novio— anunció Kōki Akashi mientras entraba al salón.

Seijūrō sonrió y alcanzo a su esposo, para ayudarlo a sentarse.

—Estoy bien— un puchero se formó en sus labios mientras tocaba su abultado vientre.

—Lo sé.

Shintarō observó entrar a los invitados y a los pocos minutos a su prometido. Al verlo sintió su corazón acelerarse —...

Se miraba perfecto.

Su amado Kazunari vestía un pulcro trae blanco, chaleco plata y bronce una corbata verde.

Sintió que el aire le faltaba. Estaba agradecido de ir sostenido por los brazos de sus padres. Shin-chan se miraba muy guapo y sexy. Vestía un traje negro y una corbata verde con gris; idéntica a la suya.

Estiró su mano y espero a que Kazunari la sujete. Una vez que lo hizo, besó la mano de su prometido —Te ves hermoso.

Un lindo sonrojo se instaló en sus mejillas. Aún no se acostumbra a los cambios de Shintarō.

La ceremonia comenzó sin ningún percance.

—Midorima Shintarō. Acepta por esposo a Takao Kazunari.

—Acepto— apretó la mano de Kazunari.

—Takao Kazunari. Acepta por esposo a Midorima Shintarō.

—Acepto— respondió al borde de lágrimas.

Después de firmar las actas y el intercambio de anillos —Los declaro, varón y doncel, puede besar a su esposo.

Shintarō le acarició la mejilla a su esposo y lo besó. 
Kazunari cerró los ojos y respondió al beso.

—Te amo— susurraron y luego se sonrieron.

La fiesta fue muy íntima. Familiares y amigos más cercanos, y socios de los Midorima fueron los invitados; quienes notaban que ambos estaban muy felices.

—Era hora, no.

—Akashi, tú tuviste la culpa.

—Lo sé. Pero aquella vez que encontré a Kazunari, en Alemania, no quiso que Shintarō se enterara de su enfermedad, y más al saber que estaba en un noviazgo. Quería que fuese feliz con su novia.

—Ahora están juntos y casados...

—Espero Kira-san encuentre un varón que la ame. Es una gran mujer.

Todos asistieron y siguieron viendo a los Midorima bailar.

———

No podía dejar de morder su labio, a causa de los nervios por su noche de boda.

—Llegamos, señores Midorima.

Observó maravillado el lugar cuando atravesaron el portón eléctrico —Es hermosa.

—La adquirí hace unos 5 años— respondió mientras se bajaba del auto. Esperó a su esposo y lo cargo...

—Shin-chan...— se aferró a su esposo.

A pasos lentos, Shintarō entró a la casa y subió la escaleras hasta llegar a la habitación.

—Oh...— flores, pétalos de rosas rojas y veladoras ambientaban la habitación matrimonial. Kazunari sintió sus mejillas ruborizarse.

Shintarō depósito a su esposo a media cama y subió sobre él, colocándose entre sus piernas.

—Shin— los labios de su esposo no le dejaron hablar. Respondió al beso mientras se aferraba al traje negro.

Se sentía nervioso. Era su primera vez.

—Tranquilo— susurró besándole el cuello y acariciándole su cintura hasta subir al torso para comenzar a desprenderle el traje blanco.

Gimió al sentir los dedos rozar sus tetillas —Shin-chan~

Escuchar ese nombre junto con la respiración agitada sólo le provocaba que se excitara más. Sin cuidado alguno, comenzó a deshacerse de la ropa

—N—No me veas— se cubrió, con las manos, su miembro semi erecto.

—Eres hermoso. No te avergüences— dijo mientras apartaba las manos. Observó el cuerpo curvilíneo de su esposo y comenzó besarlo, desde el cuello hasta sus tetillas.

—aghh~

Sentir las caricias lo estaba volviendo loco y excitando.

Sonrió al sentir el miembro erecto. Se ocupó de una tetilla con la boca y la mano, ahora disponible, atendió a su esposo.

—No~ aghhh~ — ¿Así debería de sentirse? Estaba tan abrumado por las caricias proporcionadas —Shin~tarō~

No respondió nada. Siguió masturbando a su esposo, hasta que éste se corrió en su mano. Se acomodó entre las piernas de su esposo, y comenzó a prepararlo.

Se removió por el intruso en su canal. Se sentía raro e incómodo —Noghhh

Retiró los dedos, del interior de su esposo, cuando comenzó a mover sus caderas y pedía por más. Se acomodó en la entrada y lo penetro de una estocada.

—Agggghhhhhh sácalo

—Tranquilo— besó a su esposo para entretenerlo.

A los pocos minutos Kazunari comenzó a mover sus caderas, y Shintarō lo secundo.

Cada embestida hacia que viniera de forma incontrolada y enterrará sus uñas en la espalda ancha — más Shintarō.... Ahhhhh siii.

— te amo— fue lo último que escuchó al correrse.

———————————

Tenía miedo…   Estaba embarazado…  Por la urgencia de hacer el amor olvidaron los condones, y ahora tenía 6 meses de gestación.

Su embarazo era tranquilo... Solo que él tenía miedo de que su hijo o hija heredará su condición.  Shintarō le decía que no se preocupara. Que ambos lo cuidarían y protegerían si se me desarrollaba la enfermedad.

—Yo quiero crepas.

—Adelantarte y espérame sentado. Iré a dejar esto al auto.

—Sí— besó a su esposo y se dirigió a las crepas. Andaban comprando la cuna y cosas para su bebé. 

—Me da una de fresas con chocolate y sardinas.

—¿Qué?

—Una crepas de fresas con chocolate y sardina.

—... Bien— notó que el doncel estaba embarazado.

Sonrió cuando recibió la crepa. Estaba por moderla cuando escucho una voz familiar.

—Me da dos crepas de chocolate.

—¿Kira-san?— cuestiono viendo a la mujer.

—Takao-san...

—Kira-san al fin la conozco— sonrió maravillado. Era hermosa. Justo cómo lo era su voz. Era pelinegra y de ojos parecidos a los suyos —Cuando desperté me dijeron que renuncio al trabajo. Quería conocerla y agradecerle lo amable que fue conmigo durante mi estadía con yuu—sensei.

—F—Fue un placer.

—¿Cómo le fue en su boda? — Preguntó feliz — No va a creerlo, pero el cirujano que me opero era mi Shin-chan.

—Sí. Lo supimos en ese momento ¿S-Se casaron?

—Sí— mostró su anillo — En un principio no le acepte casarme. Tenía miedo de que me dejara. Shin-chan me dijo que su ex le había regresado el anillo... Yo aun así tenía miedo de que ella regresara por Shin-chan. Pero no lo hizo. Y estoy muy agradecido con ella. Espero encuentre un varón que la ame tanto. Rezo a Dios para que ella sea feliz.

—Ya veo...

—¿Y Kira-san?

—No me casé.

—Lo siento.

Negó —Ahora estoy con novio. Es de mis compañeros de universidad. Lo amo.

—Me alegro por Kira-san— sonrió y vió al hombre castaño que los saludo —Ya viene Shin-chan.

—Bueno. Yo me tengo que ir. Nos vemos.

—Hey es...

 

—Kazunari ¿Con quién hablabas?

—con Kira-san.

—¿Qué?

— me ha dicho que no se ha casado hace dos años. Pero ahora tiene un novio y que lo ama. Se miraba feliz. Oh mira— señaló a dónde estaba la pelinegra besándose con su novio —. Allí esta.

—...— suspiró aliviado, realmente se miraba feliz.

—Shin-chan. Vamos a casa.

—Vamos— le robó un beso a su esposo—Te amo.

—Te amo, Shin-chan.

Entrelazaron sus dedos y se dirigieron a su hogar.

 

Notas finales:

Espero les haya gustado. 

Tengo más de 6 meses con este fanfic, pero nunca lo había terminado xD

 

 


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