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Mi mejor amigo y mi peor traición por Cielo20

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Notas del capitulo:

Leamos que me muero de sueño...

   -¡No toques! – chilló Luhan cuando vio a Baekhyun con intenciones de abrir la puerta de la habitación que de por sí él ya había elegido.

 

El ahora rubio cenizo le dedicó una sonrisa burlona y con un “no fastidies” ingresó triunfante al dormitorio más espacioso del departamento, ingresando con él, sus maletas y un furioso rubio pisándole los talones.

 

   -¿Se te perdió algo querido Lu? –preguntó Baekhyun sentándose sobre la mullida cama, cruzándose de piernas, todo mientras revisaba los nuevos mensajes en su celular.

 

   -Lo odio. –refunfuñó Luhan parado frente suyo. Primero Sehun y sus tonterías, luego Kyungsoo que volvió a fallarle y ahora el complejo de superioridad que Baekhyun sudaba por los poros. ¿Era mucho pedir un día tranquilo, sin mortificarse por nada?

 

   -Fue una opción tan simple y aceptable, pero tenías que hacerlo difícil...- dijo Baekhyun chasqueando la lengua – Ahora tendremos que soportar esta forzosa convivencia, eso sí Luhan, aquí habrá reglas y la primera será que no quiero que entres a MI habitación sin antes llamar a la puerta. – expuso con una sonrisa que se desvaneció cuando vio la grosería que le hizo el rubio al sacarle el dedo medio y largarse dando un fuerte azote a la puerta,

 

Bueno, Byun Baekhyun no tenía porque lidiar con las niñerías de Luhan. Su cabeza martillaba una y otra vez luego de que su madre le dijo que en la noche conocería al desastre de prometido que habían elegido para él.  Demás estaba señalar que él estaba en total desacuerdo con semejante barbaridad, no tanto por tener de novio a Kris, sino por el hecho de que le molestaba seguir las órdenes de sus padres, especialmente la de su mamá.

 

Cuando su teléfono tocó el timbre de Réquiem sintió por primera vez un escalofrío impertinente en la columna vertebral. El maldito compromiso ya lo tenía alterado.

 

-¿Diga?

“Salgamos hoy”-propuso Kris al otro lado de la línea  “No tengo prácticas hoy en la tarde y por lo que sé tu tampoco, así que…

-Hoy no –respondió Baekhyun cortando inmediatamente la llamada

 

Suspiró pesadamente antes de rodar por su cama, ignorando las llamadas del que supuso sería un Kris furioso por haberlo rechazado. La idea de una cita sonaba pésimo y más desde que se enteró que el maldito se atrevió a jugarle una mala pasada, pero ya se enteraría quien era Byun Baekhyun y de lo que es capaz de hacer cuando traicionan su confianza.

 

Se disponía a tomar una ducha rápida antes de partir para la cena en casa de sus padres, cuando escuchó unos gritos leves, pero de todas maneras gritos. Salió de su habitación y caminó de puntillas hasta el pasadizo y ocultándose tras la pared se dispuso a disfrutar de unos buenos insultos típicos de Luhan, que podía ser el mismísimo satanás si le provocaban.

 

Creyó posible que su futuro esposo podría esperarlo horas y horas, tampoco le interesaba quedar bien con su nueva familia política, ya habría tiempo para despistar el camino hacia un matrimonio que destruiría su vida por completo. 

 

 

 ***

 

¿Debería buscar ayuda profesional para deshacerse de su pésima suerte? Pues no lo sabía pero empezó a considerarlo de un día para otro. 

 

   -¡¿Estás siguiéndome?! – estalló Luhan ya sin poder contener todo el enfado acumulado que traía ya desde hace dos días. –Entiende esto Oh Sehun, yo jamás volveré a tener algo contigo, ¡así que déjame en paz y lárgate con tu zorra!

 

El pelinegro le miró sin emoción, bueno no negaba que la sorpresa que se llevó al tenerlo frente a su apartamento lo descolocó y lo llenó de una extraña alegría en un principio, claro que todo se fue al diablo por horrible carácter con el que ahora cargaba Luhan. Una ligera punzada de culpabilidad atravesó su pecho con la mención de lo último, se sintió ofendido pero entendía las razones del rubio para acusarlo así.

 

   -No tengo porque seguirte – respondió con la calma del mismísimo Buda

 

   -¿Entonces por qué demonios sigues aquí? –exigió saber Luhan a punto de cerrarle la puerta en la cara, lo cual fue frustrado porque el pelinegro se lo impidió recostándose en el marco de esta.

 

   -¿Y por qué no? Es un mundo libre.- medio contestó encogiéndose de hombros

 

Luhan no rehuyó a la mirada inquebrantable que Sehun le dedicaba y que le generaban unas confusas sensaciones que lejos de agradarle, le martirizaban.

 

   -¿Qué deseas Sehun? – volvió a preguntar, esta vez manteniendo la compostura –Demuestra que tienes dignidad y no vuelvas a buscarme.

 

   -¿De la misma forma en que utilizaste tu dignidad para rogarle a Yifan?

 

   -Por lo menos él no jugó a ser el bueno del cuento cuando sabía de sobra que solo era un maldito imbécil.

 

Obviando su respuesta, el pelinegro le extendió unas llaves plateadas. Él no hacía favores, pero la dueña del lugar era una buena y anciana mujer, que debido a su desconfianza había despedido a la mayoría de empleados que allí trabajaban, incluyendo al de seguridad. Y además, era la abuela de un buen amigo y no podía ser indiferente.

 

Luhan miró el llavero sin ánimos antes de cogerlo y sonreírle a quien lo miraba entre ofendido y enojado.

 

   -Ya veo, tú eres el de los recados – se burló torciendo su sonrisa – Pensé que no tendrías que trabajar nuevamente, ya sabes, teniéndola a ella…

 

   -No sabes de lo que hablas 

 

   -¿En serio?

 

Dos pares de ojos que parecían destilar fuego para dirigirlo hacia el otro. Luhan logró divisar otro juego de llaves en la mano izquierda de Sehun y una chispita de intuición apareció de la nada.

 

   -Pues a mi me parece que si… o tal vez… -Luhan frunció los labios pensando si su intuición llegaría a ser acertada. –Vives aquí.

 

No obtuvo respuesta. Sehun se dio media vuelta dejándolo con la palabra en la boca y una duda no resuelta. Todo iría bien, le daría tiempo a Luhan, todo el tiempo que fuera necesario mientras él ideaba algo para acabar con ese sufrimiento de una buena vez.

 

¿Qué si dolía la indiferencia y el odio en los ojos del rubio?

 

Una sonrisa triste despertó en sus labios luego de cerrar la puerta de su propio espacio. Se recargó en la puerta y deslizó su cuerpo por la pared hasta quedar sentado el piso y dejar que sus lágrimas salieran no por primera vez, pero si después de mucho tiempo guardándolas y conteniéndolas lo más que podía.

 

   -¿Qué carajos te pasó? – preguntó Jongdae, su compañero de estudios que salía de la cocina con las manos llenas de harina.

 

   -Nada –respondió Sehun apenas, hundiendo su rostro entre sus rodillas

 

   -Me imagino hombre – bufó Jongdae limpiándose sus manos con una servilleta.- Joder, ese chico empieza a colmarme la paciencia. Debería ir y ponerlo en su lugar.

 

   -No. Déjalo tranquilo, solo esta confundido

 

   -Engañado querrás decir, además no es una excusa válida para tratarte como a la mierda cada que te lo encuentras.

 

   -Solo cállate ¿quieres?

 

Jongdae frunció el entrecejo pensando en algo que pudiera hacer en ese momento, pero hablábamos de Sehun, el chico sin expresión en su rostro que en esos instantes lloraba con desconsuelo, tanto así que logró enternecer su orgulloso corazón.

 

   -Traeré dos tazas de chocolate y una rebanada de pastel…

 

   -¿De vainilla?

 

   -Veré que puedo hacer

 

Sehun levantó su rostro demostrando con su mirada que no estaba contento con esa respuesta.

 

   -Si no es de vainilla, mejor trágatelo tú solo o bótalo a la basura.

 

Una carcajada escapó de los labios del chico de playeras hippies y con las manos levantadas en señal de rendición, aceptó cumplir los caprichos del niño frío ese día. iempre habría una excepción.

 

 

 

Notas finales:

Bueno... veo que hay varios lectores que leen esto, así que gracias y nos leemos pronto....


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