Después de permanecer un buen rato abrazados disfrutando de la presencia del otro, un sonido extraño se escuchó por toda la habitación haciendo reír al mayor y sonrojar al pequeño.
—Ven cachorro, vamos a comer. -dijo Peter riendo mientras se separaba del castaño.
Stiles solo asintió y se levantó de la cama, tan solo ponerse de pie un inmenso dolor le recorrió todo el cuerpo y, si no fuera por los reflejos de hombre lobo de Peter, estaría besado el suelo.
—Tranquilo cachorro, estás débil, yo te llevo. -dijo el mayor para después poner un brazo en su espalda y el otro debajo de sus piernas.
—Peter, no es necesario que lo hagas… - susurró sonrojado el humano escondiendo su rostro en el pecho del lobo —Pero gracias.
El de ojos azules tan solo sonrió, había algo en ese humano que le gustaba tanto a él como a su lobo, tal vez era ese olor tan familiar que le había brindado cuando nadie más lo había hecho, tal vez era su inteligencia que había sacado de muchos problemas a la que ahora es su antigua manada, o tal vez su forma de cuidar de todo el mundo, no lo sabía lo único que tenía seguro era que cuidaría y amaría a ese humano entre sus brazos.
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Era una medida desesperada, lo sabía, pero era la única opción.Después de que corrió a Stiles de esa manera de su loft, Scott había enloquecido pero aún así se quedó para poder investigar a aquel wendigo que rondaba por las calles de Beacon Hills.
Habían pasado dos días desde la reunión del loft, dos días donde no pararon de investigar y aún así no encontraban nada, la frustración llegó a él razón suficiente para estar donde estaba ahora, frente a la cama donde un Stiles dormido se encontraba. Esto era un gran golpe en su orgullo pero no tenía más opciones y el tiempo se agotaba.
El movimiento por parte del castaño lo sacó de sus pensamientos, se removía en su cama y susurraba cosas que no entendía.
—Ni dormido te mantienes callado. -pensó Derek mientras rodaba los ojos.
De repente los susurros empezaron a ser más entendibles, sus movimientos más bruscos, sus latidos eran desenfrenados y el olor a miedo inundaba la habitación. Parecía que estuviera en una horrible pesadilla.
Sin saber qué hacer permaneció callado, sin moverse, sólo observando el dolor del menor.
Ya dispuesto a despertarlo de una vez se acercó a la cama, pero el menor se incorporó y gritó el nombre de quien menos pensó.
—¡Peter!
El mayor de los Hale rápidamente subió las escaleras para dirigirse a la habitación de su castaño encontrándose sorpresivamente con su sobrino pero lo dejó en segundo plano para enfocarse en lo importante para él, Stiles.
—Shh, tranquilo, todo está bien, yo estoy aquí. -decía mientras consolaba al que se aferraba a él.
—Peter… él… yo no quería… -sollozaba.
—Él no está aquí, yo estoy y no dejaré que se te acerque, tranquilo, shh…
Mientras Peter tranquiliza a Stiles, el sheriff llegó a la habitación y se sorprendió de ver a Derek pero rápidamente se fue convirtiendo en enojo. ¡Pero claro que estaba enojado! Cómo no estarlo sí fue uno de los culpables de que su hijo estuviera así.
—¿Qué haces aquí?-pregunto furioso John, captando la atención de los tres presentes para luego fijar su mirada en Derek, hecho que sorprendió Stiles por no haberse dado cuenta de su presencia —Te lo repito Derek, ¿Qué haces aquí?-el miedo que antes inundaba la sala ahora era cubierto por la furia del sheriff que aumentaba a cada segundo por la falta de reacción del alfa.
—Yo… venía por información acerca de wendigo. -respondió Derek.
—Oh bueno, eso bien puedes preguntarlo a Lydia. -dijo con sarcasmo —¿O qué? ¿No fuiste tú el que echó a Stiles diciendo que no servía para nada? ¿Eh, Derek?
Tanto Peter como Stiles miraban la escena en silencio, el mayor con enojo hacia su sobrino que se dignaba a venir después de todo lo que provocó -aun que no lo supiera a ciencia cierta-, y el menor con confusión y miedo, confusión por la presencia del alfa y miedo porque nunca antes había visto a su papá tan enojado. Se acercó más al cuerpo de Peter tratando de buscar protección cosa que el otro hiciera darse cuenta del miedo que emanaba su cachorro y decidió poner fin al asunto.
—Ustedes, malditos hombres lobo, maldita manada que no sirve sirve para nada, maldi…
—¡John, basta!-grito Peter —Estás asustando a Stiles. -dijo mientras abrazaba al nombrado.
—Lo siento. -dijo el sheriff bajando la voz y relajando el rostro rápidamente antes de acercarse a su hijo y abrazarlo fuertemente.
—Derek, vete de aquí… Por favor. -la voz de su tío era fría, cortante, nunca antes le había hablado así ni siquiera cuando trato de matarlo.
Lentamente y sin salir aún de su shock se fue acercando a la ventana y salió dando un último vistazo a la escena. No sabía qué era lo que estaba sucediendo y eso aumentaba su frustración, no descansará hasta saber lo que ocurría alrededor de ese humano hiperactivo, pero primero necesitaba deshacerse del wendigo.