—Voy a ir a la escuela.
La reacción de los adultos fue diferente. En el rostro de Peter se veía furia, en el de su padre preocupación y Melissa se encontraba en shock.
——¿Cómo que vas a ir a la escuela?-Preguntó Peter con cierto enojo y preocupación a la vez.
—Sí. -respondió Stiles, pero al ver los rostros de los tres agregó —Es que… bueno… yo… no quiero ser una molestia.
—¿Molestia? Tú no eres una molestia, cariño. ¿Porqué dices eso?-dijo Melissa rápidamente.
—Tienen ojeras por no dormir y sé que se les dificulta estarme cuidando todo el día. -dijo tímido.
—¿Estás seguro?-preguntó el Sheriff después de un rato de silencio.
Stiles miró a su padre, se veía la preocupación en sus ojos pero mantenía su gesto serio.
—Sí. -respondió.
—Entonces yo te llevaré y hablaré con el director para justificar tus faltas. -dijo.
Peter y Melissa no estaban de acuerdo con eso pero tenían en cuenta cómo se debería estar sintiendo Stiles y no dijeron nada.
—Entonces si quieren llegar temprano es mejor que se vayan. -hablo Peter.
—Me gustaría que buenorras con nosotros Peter, por si acaso. -dijo John apretando la mandíbula por lo último dicho.
Peter solo asintió seriamente y se levantaron.
—Bueno, yo también me voy que si no se me hace tarde. -dijo Melissa cortando el ambiente pesado que se había creado —Adiós cariño, que tengas un buen día de escuela. -se despidió de Stiles con un beso en la frente y salió corriendo de la casa a su auto.
Peter, John y Stiles subieron al coche patrulla y tomaron rumbo a la escuela del menor.
Cuando llegaron, todas las miradas se posaron en él, y cómo no hacerlo si del auto donde solían salir sólo dos personas esta vez salían tres, además del hecho de que faltó a la escuela por casi una semana.
Cuando bajaron del auto empezaron a caminar hacia la entrada del instituto a la oficina del director, poniendo a Stiles atrás para protegerlo de cualquiera que se acercara.
La manada -que estaban reunidos frente al camaro de Derek cerca de la entrada- estaba sorprendida por ver a su amigo, pero lo que los sorprendía no era eso sino que se encontraba acompañado de Peter y el Sheriff se encontraba más serio de lo que era normal en él. Cuando pasaron cerca de ellos notaron las miradas amenazantes de los dos adultos y el olor a miedo e incomodidad que emanaba el humano por cada poro de su piel.
Ya en la oficina del director, esperaron a que este se desocupara ya que no habían pedido una cita, cuando lo hizo John entró primero a la oficina y Peter le revolvió los cabellos a Stiles mientras susurraba un “Tendré un oído puesto en tí” sacándole una pequeña sonrisa al castaño.
###
Cuando vieron pasar a Stiles junto con Peter y su padre supieron que algo andaba mal. Toda la manada sintió y olió el enojo de su alfa, pero para Erika, Isaac y Boyd era mayor ya que eran sus betas. Jackson ignoro al de lunares, no dándole importancia al igual que el aura amenazante del lobo nacido. Scott se sintió dolido al recordar la reacción de su mejor amigo hace dos días en el loft de Derek. Y Lydia y Allison se encontraban perdidas por las reacciones de sus amigos pero no era necesario ser lobo ni la persona más inteligente del mundo para saber que entre Stiles, Derek y Scott había sucedido algo más que la discusión del otro día.
Sin que se dieran cuenta, Derek siguió el mismo camino que las anteriores tres persona hacia el director con el pensamiento de poder conseguir respuesta.
Cuando la manda se dió cuenta de su ausencia, salieron a perseguirlo, deseando no llegar demasiado tarde para evitar una masacre.
La sorpresa fue encontrar al moreno en el pasillo que daba a la oficina del directivo, parado de espaldas a ellos.
Scott caminó sigilosamente parándose a su lado y viendo lo que pensó jamás vería en su vida,un Derek con los ojos abiertos a todo lo que podía y su boca medio abierta. Siguió con la mirada hacía donde el mayor veía y encontró a su castaño amigo sentado en una silla.
Sin saber lo que sucedía, el de rasgos latinos agudizó su oído para tratar de escuchar lo que decían en la oficina, pero antes de poder hacerlo, la puerta fue abierta mostrando a los mismos que habían escoltado a Stiles desde el carro.
Peter sintió la mirada de su sobrino y, molesto por su presencia, le gruñó.
Derek no respondió, no se enojó, no se intimido, no sabía qué decir, así que soltó lo primero que se le vino a la mente.
—Lo siento.