Emma estaba nerviosa y aterrada de no saber si seguir con ello o pararla, pero sentía que la primera opción era la que más le gustaba. Sam sabía perfectamente lo que quería; sabía que significaba una primera experiencia y haría lo mejor que pudiera. A las chicas les espera una noche bastante complicada.
Sam, que se encontraba posada encima de la pelinegra se detuvo unos segundos para poder ver a los ojos a Emma. Acción que logró sonrojar a ambas chicas. Sam retomó su rumbo, sorprendida de que la otra le dejara llegar tan lejos. Las manos de la rubia no dejaban de subir la blusa de Emma, y con cada milímetro que subía, a esta la recorrían escalofríos; uno tras otro. Ya había mandado todo a la mierda, estaba con la persona que amaba ¿no? Cómo siempre lo había deseado ¿NO? Y ella también la amaba ¿¡NO!?
Sí. El corazón de las dos estaba a mil por minuto; las manos de Samantha, llegaron hasta el pecho de Emma. Tomó lo que había juntado de su blusa y se la quitó junto con la ayuda de la poseedora. Dejó a la vista su hermoso sostén blanco con puntitos negros, encaje y un moño del mismo color. Muy coqueto. Se mantenían unidas por medio de un beso en el que ambas sentían la cavidad bucal de la otra. Ambas tenían correspondido el mismo beso. Las manos juguetonas de Sam hicieron que Emma se separara para darse cuenta de que no traía puesta la blusa.
-¿Sam..?
-Sólo recuérdalo.
-¿Qué cosa?
-...Parare donde me digas.
Se miraron fugazmente y mantuvieron su vista cruzada una de la otra. Samantha bajó sus manos poco a poco hasta llegar al abdomen plano de Emma, tratando de bajar esa falda short que entonces le estorbaba. Emma, que seguía con su mirada puesta en la de Sam y con las manos en su cintura, tomó esa blusa floja y la fue levantando poco a poco, dejando a la vista, también, su sostén blanco con rosa. A Sam le sorprendía ver a Emma siendo partícipe de la acción, y no solamente pasiva. Y lentamente fue descendiendo la falda de la pelinegra. Su boca se ubicó en el cuella de la misma al mismo tiempo que Emma dibujaba con sus manos en la espalda de Sam, cosa que le excitaba.
Terminó de bajar la falda hasta por debajo de las rodillas de Emma y esta se la terminó de quitar con las piernas, mientras que tenía a la
pelicorto prendida de su cuello. Entonces, le vino a la mente lo que estaba pasando, y separó a Sam de su actividad.
-¿Samantha..? No creo que debamos...
-¿Qué ocurre?
-No, no estoy segura...
La rubia se sentó y Emma la imitó; le dijo que le daría nueva ropa y se subieron al cuarto que Emma amaba, se sentaron en la orilla de su cama. Ambas en ropa interior, Emma intentaba taparse a sí misma; entonces hábil, sabiendo que era lo que le pasaba a Emma, le dijo:
-Recuerdas que hoy detrás de los arbustos, te dije que yo también te amaba Emma.
-S-sí -respondió un poco dudosa.
-Y tu me dijiste que nunca habías dicho que me amabas. Pero, Emma Brooks, yo se que aunque no lo dijiste de esa manera tan directa, así es. -... -Y si te tranquiliza que te lo diga -llamó la atención rápidamente de Emma -nunca pensé que me enamoraría de alguien en tan poco tiempo.
Está frase hizo que la pelinegra se prendiera del cuello de la rubia, besándola apasionadamente y jalandola hacía ella. Ambas calleron en la cama. Sam estaba atónita a las acciones de Emma. Que la atacara así de repente. Cayó encima de ella y le soltó la boca para poder seguir besando todo su cuerpo. Bajó por su cuello y fue descendiendo hasta la zona de sus pechos; posó sus manos en la espalda de Emma y desabrochó su sostén. Lo jaló lentamente y notó cómo un escalofrío recorrió a su presa. Se conmovió y se inclinó para darle un beso en el cachete, muy cerca de sus labios, para poder admirarse con los hermosos pechos que tenía Emma. Se sentó sobre ella asombrada de lo que tenía ante sus ojos. Deprisa Emma se tapó con sus brazos muy enojada.
-¡¡Sam!! ¡Deja de verme de esa forma tan pervertida!
-Perdona, JE, es que tantas veces estuve fantaseando, pensando en cómo eran, desde que te ví en el gimnasio.
-¡¡Sam!! ¡Tu y tus putas fantasíaaa... ¡Aahh! -Fue lo último que dijo pues Sam se había posado rápidamente en sus senos, muy cerca de sus pezones.
El gemido que lanzó Emma, sólo hizo que Sam se excitara más, y finalmente llegó a los pezones de la otra. Estaban erectos y pidiendo a gritos cariño (KB: Sorry for that x'D). Empezó a lamerlos hábilmente, para luego empezar a succionarlos. Los llenó de lenguetazos, y cada uno de ellos, para Emma, era una sensación única. Una vez acabo con el derecho, pasó con el izquierdo; repitiendo la misma táctica.
-¡Ahh..! ¡Hm! -con cada grito, Sam se emocionaba más. Lentamente, fue paseando la punta de su lengua por su abdomen dibujando en este. -Sa-Sam... -la rubia volteó a mirarla a los ojos. Mantuvieron contacto visual por unos segundos. -Hm je... -continuó su viaje y cuando tocó con sus labios el encaje de sus bragas, empezó a bajarlas utilizando sus dientes.
La pelinegra empezó a temblar levemente al sentir como su intimidad quedaba al descubierto. Sam optó por solo reirse. Cada vez se acercaba más y Emma sentía escalofríos cada vez más sensoriales por sentirla tan cerca. Cuando sentía que ya no iba a aguantar más Sam lamió superficialmente la intimidad de Emma.
-¡Hm..! ¡Oh! -la pelicorto lo tomó como luz verde para continuar y con sus dos dedos separó los labios de la otra y siguió lamiendo, cada vez con más intensidad. Acercó sus dedos a su vagina, que cada vez se dilataba más.-N-no S-Sam -entendió que en sí, la virginidad no la quería perder. Por ende, siguió moviendo sus dedos cerca de esa zona tan erógena.
-¡Aahh! ¡Sam! -Emma se aferró a las sábanas. Sam lamía con más intensidad y oleadas de placer iban y venían, hasta que con un último lenguetazo de Sam, Emma llegó al punto más alto de placer. -¡¡Aaahhh!! ¡¡Saaam!!
Narra Emma
-¡¡Oooh!! -Una corriente eléctrica corrió desde mi nuca, hasta donde acabó mi columna vertebral que hizo que arqueara mi espalda totalmente. Un cosquilleo incontralable, pero extremadamente satisfactorio permanecía en mi pubis; se iba haciendo cada vez más leve hasta que desapareció. Mi respiración estaba agitada y tenía pequeñas gotas de sudor recorriendo mi cuerpo. Sentía como un líquido caliente corría por mi intimidad. Sentí un último escalofrío cuando Sam lamió totalmente dicho líquido; ¡¡Que asco!!
-¡¡Arg!! ¡¡Sam!! -inmediatamente me tapé, tratando de dejar ver lo menos posible. Sam se empezó a reír y me hizo sentir SÚPER incómoda. -¡¡Joder!! -Me senté para empezar a tomar mi ropa y buscaba desesperadamente mi uniforme.
-Puedes quedarte con la ropa que te preste el día de hoy.
-Sam... -no había analizado lo severo del asunto -no digas nada de lo que pasó aquí por favor... -temía.
-No lo haré, con una condición.
No me gustaba como pintaba eso. -Hmm... ¿cuál condición?
-Que digas que me amas -puso su típica carita de angelito, se veía bastante tierna.
-Jum, teamo -dije entre dientes, era casi inaudible.
-¿Disculpa? No escuche na...
-"Te amo" Ya, ¿contenta? -mostró una sonrisa satisfactoria -¿sabes que es mentira? ¿no?
-No parecía mentira hace un par de minutos.
-¡Sam!
-Jeje, una pregunta, ¿te gustó?
-¡¡Sam!!
-Jajajajajajaja
-No le veo la grac... ¡Ah! Me tengo que ir, adiós. -salí corriendo de su cuarto, ya cambiada y con mi uniforme en la mochila, la agarré rapido y Samantha me alcanzó en la puerta.
-¡Em! ¡Espera! -giré, me tomó del brazo y me dio un tierno beso en el cachete. Un leve color carmesí se posó en mis mofletes y me sonreí de medio lado. -Ahora si adiós...
Con una sonrisa en mi cara me fui de allí. No era tan tarde, pero no quería que se me pusiera oscuro. Tomé un taxi y llegué a casa. En todo el trayecto no dejaba de pensar en lo que había pasado, nunca pensé que iba a llegar tan lejos con alguien en una edad tan corta (KB: Olé a la niña buena de clase .-.) Cómo estaba metida en mis pensamientos, el trayecto se me hizo más rápido. Cuando menos pensaba, estaba afuera de mi casa. Le pagué al taxi y me dirigí a la entrada. Nunca había temido de los interrogatorios de mis padres, porque nunca hacía nada malo, pero esta vez no era así; mis papas me matarían si supieran que había tenido una relación sexual, y se ponía peor: ¡Con una mujer! Ellos no sabían que era homosexual, por lo tanto sudaba frío y temblaba al pensar en sus preguntas. Aunque técnicamente, la virginidad, no la había perdido. Pero de todas formas...
Caminaba a la puerta y mis piernas temblaban al acercarme a esta. Entre a la sala y allí estaba mi mamá, sentada en el sofá. Volteó a verme y mis piernas temblaban aún más.
-¿Cómo te fue cariño?
-B-bien mamá.
-¿Acabaron el trabajo?
-¿Trabajo? ¡Ah sí! Loooo acabamos, sí.
-¿Comiste?
-Sí mama gracias, em... voy a subir a mi-mi cuarto. Adiós.
-¡Oh! OK, adiós.
Me sentía tan mal. Mi mama confiaba en mí, y yo abusaba de su confianza. Esa noche no iba a dormir tranquila.
Pasó el resto del día. Y tal como lo supuse, no pegué un ojo en toda la noche. Me levanté a las 5:30 de la mañana y me sentía terrible, pero curiosamente, de buen humor. Me preparé todo para ir a la escuela. Me despedí de mis padres y tomé el camio; ahora sabía que ni siquiera podría mirar a Sam a los ojos.
¡Alto! Creo que hay algo que nos saltamos en la historia; retrocedamos en el tiempo, en el momento de clímax de Emma ^·^ . Un chico se acercaba curiosamente a la casa de Sam, pues escuchaba ruidos raros en ésta. Ese chico era Ethan. Iba a la casa de Sam, por una de sus "reuniones ocasionales de amigos." (KB: Recemos porque Emma no se entere que como ella no satisfacía a Sam, la pelicorto se iba a divertir con su amiguillo Bv) pero su lucidez fue interrumpida al escuchar extraños sonidos proviniendo de la habitación de la rubia. La puerta estaba abierta e invitaba a entrar; cuanto más se introducía en la casa, los sonidos eran más intensos. Ethan reconoció que provenía de la habitación de Samantha y subió; al escuchar lo que claramente, eran gemidos, decidió abrir la puerta un poco, para "deleitarse" con las acciones de las chicas. De inmediato, reconoció a Emma y la otra participe era obvio quién era. Enojado y perturbado se preguntó como su chica era capaz de engañarlo con una estúpida nerd. Pero tenía que admitirlo, jamás se imaginó el cuerpo de Emma de una forma tan... sexy. Con sed de venganza y algo excitado, salió de su casa sin hacer mucho ruido; mientras se iba, por el camino pensaba en alguna venganza que le pudiera servir para que Sam regresara a sus juegos con él. Hasta que le llegó una idea perfecta.
¡Ahora sí! Prosigamos con la historia...
Llegué y me encontré con Grace, y lo primero que me dijo, fue que Sam me buscaba en el baño. Temiendo de lo que fuese a pedirle fue añ baño rápidamente. Al estar a punto de entrar, una voza detuvo.
-No te preocupes, Samantha no te busca. -regresó su mirada al pasillo para encontrarse con Ethan.
-Ah, ¿Ethan? Entonces, ¿tú me llamaste?.
-Sí que eres buena para deducir... -en su rostro se veía una sonrisa maligna.
-¿Ocupas algo? ¿Por que me llamaste?
-Nada más para advertirte: Sam nunca se guarda el nombre de las personas que se acuestan con ella.
-¿Q-qué?
-Te recomiendo que actúes antes de que Samantha diga a toda la escuela lo zorra que eres. Así como me lo dijo a mi.
Ethan se fue, y yo me quedé anonadada ante tal revelación. ¡Lo prometió! Ella me prometió que no diría nada. ¡Ella... Ella me amaba, ¿por qué diría tales cosas de mi? ¿Por qué me chantajería de tal forma? No podía permitir que mi reputación cayera tan bajo. Tenía mi mente bloqueada y lo único que me llegaba a la mente era evitar que Sam lo dijera, a la fuerza. Pero lo que yo no sabía, era que la mentira: es la peor amenaza.
Puro, puro chantaje, puro, puro chantajeeee. Lol ¿qué pasará? ¿A Emma se le ocurrirá algo? ¿O tendrá que evitarlo a la fuerza? Lo sabremos en el próximo episodio. Mientras tanto, CONTINUARÁ