La tormenta (Parte 1)
Me estaba despidiendo de Sam en la puerta de mi casa, asegurándome de que no se vaya tensa ni preocupada; entonces, a gran velocidad, un automóvil frenó a gran velocidad ante el portal, Se estacionó casi en medio de la calle, y de allí salió uh hombre que era la representación de los 7 pecados en persona, era David. Samantha se quedó petrificada al verlo y el corrió hacia ella. Yo estaba igual que Sam, tan impactada que se me hacía imposible moverme. Cuando estuvo frente a frente de la rubia, descubrí que alguien puede ser odiado hasta el punto de su muerte: tomó a Samantha por la cara y la besó desenfrenadamente.
Rabia, cólera, odio, repugnancia, impotencia. Esos eran los sentimientos que me rodeaban y apisionaban, al ser espectante de esa horrible escena. Hubiera llorado, si pudiera; lo hubiera golpeado, si pudiera; lo hubiera apartado de un golpe, si pud... Eso si podía. No lo pensé dos veces y de un golpe lo arrojé al suelo. Pude escuchar como su fina vestimenta se rasgaba al deslizarse por el pavimento; David estaba furioso, se levantó de golpe y se acercó a mí. No me lo veía venir, pero el me golpeó brutalmente en la pierna; me dolía tanto, que me agaché para sentarme en el piso. Sam... Estaba indefensa, Sam...
Narra Samantha
- ¡¡ESTÚPIDO!! ¡¡IDIOTA!! ¡Deja en paz a Emma! ¡Aléjate! -le grité mientras lo empujaba hacia el césped. Los padres de Emma no tardaron en salir al escuchar los gritos. Su madre se acercó a ella para ver que estuviese bien, y su padre estaba a punto de darle la paliza de su vida a David, pero yo lo interrumpí. Ríos de lágrimas caían por mi rostro, él era, probablemente, la causa de todos mis problemas, y lo quiero fuera de mi vida, para siempre. - ¡Señor Brooks! ¡Llame a la policía por favor! -no tardó en hacerme caso y corrió por un teléfono mientras aquel hombre seguía tirado en el césped.
- Mamá... Acom-paña a papá por fa-vor... -Emma estaba lastimada y en el suelo. No resistí más ver a mi adorada sufriendo de esa manera y por culpa del mismo idiota, así que me abalancé encima de él en cuento la mamá de Em regresaba a la casa.
- ¡¡MIRA LO QUE LE HAS HECHO!!
- ¡¡LUCY!!
- ¡¡CÁLLATE NO QUIERO ESCUCHARTE!! -Golpes, gritos, rasguños, insultos y algo de sangre reinaban esa pelea. Desataba toda mi ira contenida en ese momento.
El tiempo y el sonido de la tormenta, que estaba en ese lapso de segundos, y de todo, fueron aunados al momento en que Emma corrió hacia mí para tomarme de la cintura para que le dejara en paz. El silencio personal, tomó el control y me hizo recapitular todo lo que estaba pasando. Sentía una paz interior asombrosa, por el simple hecho de saber que tenía a Em, tomándome de la cintura. Le voltee a ver, y noté la cara de preocupación que se dibujaba en el rostro de ella, entonces regresé mi mirada a David, y ví cómo se levantaba. Siniestro. Podrán decirme loca, pero el silencio que en mí sentía, la potentes gotas de agua que caían sobre su ropa rasgada, parte del cabello cubriéndole el rostro y la mirada fija en mí, creaban una escena siniestra.
Emma me tenía sujeta del mismo sitio, y eso me hacía sentir protegida; no le quitaba la mirada y mi corazón demostraba un flujo sanguíneo terriblemente rápido. Se seguía acercando, y se detuvo cuando quedó a la par de mi oído.
- Yo que tú, cuidaría a tu noviecita. No querrás que muera asesinada como lo intenté contigo. -No... No. N-n-no. Era él, ¡Era él! ¡¡ERA ÉL!! Iba a tirarlo para evitar que escapase, pero fue en vano, salió corriendo y subió a su auto, para luego acelerar y dejar como último recuerdo, la marca de un derrape en el suelo. Segundos después llegó la Policía. No hablaría en serio, ¿no? ¿Asesinar a Emma? ¿A ella? No... No sería capaz. Pero...
...lo intentó conmigo, que no la intente matar a ella. No quería pero una última lágrima de impotencia corrió fuera de mi ojo para llegar a caer en mi sucia ropa. No podía alejar a Emma de mí, simplemente no podía. No lo aguantaría ni un minuto; siempre existe alguien, o algo, que demuestra que vale la pena vivir, hasta en los momentos más sombríos por los que estés pasando.
Al día siguiente...
- ¡¡Samy!! -Ese grito me hizo regresar al mundo real, donde estaba en la escuela sentada con mis amigos. - Estabas perdida... ¿estás bien?
- ¿Eh? -era Adam quien estaba hablando, si mal no recuerdo. O al menos eso creo, estaba tan centrada en lo que pensaba que fui aislada de lo que ocurría a mi alrededor.
- Sam, estás un poco en: TUUU MUUUNDOOO -lo dijo como si yo fuese una retrasada - y has estado así todo el día. -Como si me importara, ni siquiera recuerdo cuando llegué a la escuela (KB: yo, de lunes a viernes xD), así que lo que Adam decía, me entraba por un oído y me salía por le otro.
- Ejem... - esa había sido Isabella, la voltee a ver, y con la mirada me indicó que Emma venía, no con nosotros, si no que se acercaba al patio mayor.
- Gracias -alcancé a mencionar, abandonando la mesa y dejando a todos con mal sabor de boca.
Corrí hacia Emma y la llamé. Había optado por decirle lo que David me había advertido, pues no quería perderla, ni que sufriera por la misma persona que me hizo sufrir a mí.
- ¡¡Em!! -Grité para llamarle.
- ¿Eh? -Volteó algo confundida, buscando la fuente del grito - Oh, ¡Sam! -Alzó la mano para llamar mi atención.
Cuando me terminé de acercar, sabía que lo que estaba a punto de decirle, le iba a asustar. - Emma, cr-creo que... necesito ha-hablar contigo.
- ¿O-k?
Nos alejamos a un sitio, donde pudiéramos hablar tranquilamente. - E-Emma, Dav-id... -Ya, sin rodeos, pensé - ...te amenazó.
- ¿Qué?
- Fue él, quien me atacó en aquél callejón. La vez que escape de casa.
- ¿Fu-fu-fue él? -tartamudeaba ante tal revelación.
- ...Sí
Se quedó callada, mirándome, sus pupilas dilatadas reflejaban miedo. Fueron señales corporales que indicaban que necesiba afecto. Suspiró - No, necesitamos llamar a la policía. Esto no se puede quedar así.
- Emma, ¿qué crees que hice cuando salí de tu casa ayer?
- Hum... -empezaba a manifestarse la desesperación. -Pues no nos quedará más que esperar que lo atrapen. -Finalizó con un tono de resignación.
- Em yo...
- Tranquila -me quedé muda - Sé que me vas a decir que tenga cuidado. Y no te preocupes, lo tendré. -Parecía capaz de leer mis pensamientos, y eso era algo único que existía en nuestra relación.
No nos dijimos nada más, y yo le dí un beso, no con dobles fines, si no uno lleno de sentimiento, cariño y afecto. Cuando nos separamos vimos en los ojos de la otra un cuidado mutuo. Hay Emma... No sé como pude vivir todo este tiempo sin alguien así. No me sentía así desde... Desde la muerte de mi padre.
Fue un hecho, que le dio una vuelta a mi vida de una manera: súper drástica. Era una de las dos personas más importantes de toda mi vida, junto con mi madre. Su relación desprendía amor verdadero, y un gusto de ambos, más allá de un simple enamoramiento. Fue uno de mis dos pilares de apoyo para mi vida, y el día que se fue, el pila se destruyó.
Lo superé pronto, pero no volví a ser la misma; lo extrañaba, sí, pero yo comprendí que la muerte es algo que le llega tarde o temprano a todos. Mi vida encaminó por otro rumbo, y después de lo de David, cayó por un precipicio. Emma, fue una salvación en lo que en mí concierne, y estoy segura de que yo puedo tener casi la misma importancia en ella. Se que nuestro amor es correspondiente, y que será duradero.
Ya nos habíamos separado, y me encontraba de regreso en esa mesa, Isabella me encontró y me pidió que nos fuéramos adelantando al salón de clases.
- Sam, tengo que preguntarte algo.
- De acuerdo, ¿qué ocurre? -Por el tono en que me empezó a hablar, pude deducir de que se iba a tratar esa conversación.
- De casualidad... - (KB: ¿Qué será Breadies? (:P) ) - ¿...David regresó?
Me paré en seco, y quede callada unos cuantos segundos. - Sí. Ayer irrumpió mi paz cuando estaba con Emma.
- ¡¿Te encontró?!
- Sí -mantenía mi mirada baja. Por más que lo contuve, no podía retenerlas más y el llanto surgió de nuevo... - Ame-ame-amenazó a E-E-Emma -era difícil hablar entre sollozos.
- ¿Qué? No puede ser posible. -Mi incontrolable llanto parecía no cesar. - Shh, shh -me susurraba mientras me daba un fuerte y cálido abrazo, una amistad verdadera.
Terminamos cambiando de tema. Caminábamos hasta llegar al salón, donde Emma ya estaba plantada. Le sonreí al llegar y me devolvió la sonrisa. Se le notaba preocupada, y con justa razón; seguía caminando hacia mi pupitre y sentía una culpa terrible. De no ser por mi, Emma no estaría sufriendo esto, nadie merecía sufrir por mi culpa...
...entonces pasó algo. Años de acoso, de indiferencia, abuso y menospreciación, salieron a flote por mi mente. Y-yo-yo... Yo era como mi ex-novio. Las personas sufrían por mi culpa. Personas cercanas a mi... Emma, Emma sufría. Tal vez en silencio, pero lo hacía. Jugaba con todos, chicos o chicas, mi reputación no conocía límites. (KB: En este momento el profesor llega, y empieza a dar clase)
Ser abusadora me hizo sentir la peor mierda en el planeta, pero no estaba tarde para remediarlo. Me gustaría ir al pasado, para decirle a lo que en un día fui yo, que la mujer a la que tanto odiaba y molestaba, se convertiría en, lo que parece ser, el amor de mi vida.
¡Eso es! Nunca lo había aceptado, amo a Emma; la amo, estoy enamorada... Nu-nunca había sentido a-algo así... La amo, la amo... - ...¡La amo! ... -Todos voltearon a verme fijamente al elevar mi voz de esa forma tan drástica mientras el profesor explicaba. Pero esa vez, era diferente, no estaba marcando mi territorio, estaba afirmando que las personas pueden cambiar, sin importar que tan difícil sea. Que Samantha Steel, es un ser humano como todos, y que se arrepiente de lo mal que ha hecho pasar a otras personas. Que existe gente que cree en ti, a pesar de todo lo que pase entre ustedes, y es lo suficientemente valiente, para que comprendas tu vida y acompañarte en el camino. Esa persona, para mí, es Emma Brooks. - ...Emma -salté de mi mesabanco, y corrí hasta quedar frente a frente con ella, le dí un beso lleno de todo lo que pensaba, y cuando nos separamos, pegué mi frente a la suya.
- Yo también te amo Samantha...
Le sonreí graciosamente. Salí corriendo del salón dejando con la palabra en la boca al profesor y me dirigía a la puerta. Hábilmente salté el mural que nos separaba de el exterior, y tomé mi auto para ir a casa.
De la forma más rápida posible, partía rumbo a casa. Sabía que me esperaría ver a David allí, porque el día anterior había dicho que me encontraría ahí, cuando regresara de la escuela. Estaba a punto de llegar a casa, cuando recibí una llamada. Era de mamá, que me iba a preguntar ¿por qué escapé de la escuela? Lo deduje fácilmente, pues lo más seguro, es que el colegio le hubiese llamado. No contesté para fijarme en el camino, hasta que llegué.
No metí mi auto a la cochera, solamente lo deje aparcado afuera de mi casa. Entré rápidamente y por tanta adrenalida, no dejaba de jadear. - ¡¡David!! -Escuchaba ruidos, pero nadie contestaba. - ¡¡DAVID!! Seguía escuchando esos raros sonidos, pero no lograba identificar de donde provenían. Sin que pudiera reaccionar, alguien me tomó presa; con un brazo me rodeó y con la otra mano puso una pañoleta en mi boca y nariz, haciéndome respirar un químico que me puso a dormir. Lo último que vi fue... - ...Emma.
Realmente necesito que lean las notas del capítulo. Allí explico muchas cosas. ¿Qué pasará? Bueno... Tampoco es que tengamos muchas opciones JE. Pero ¡hey! Al menos encontramos a David... Lo que sea que vaya a pasar, lo sabremos en el próximo episodio. Mientras tanto, CONTINUARÁ...
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