-Tu… ¿Qué piensas de los gays?
- ¿Eh?
Decir que la pregunta no lo había tomado desprevenido sería mentir.
-Eh… Yo, bueno, eso. ¿Cuál es tu opinión sobre los gays?
- ¿Es eso importante ahora? -Cuestionó neutro el menor fijando su vista en la pequeña pantalla que indicaba el piso cuatro. Escuchó un simple “Oh sí, lo es” que lo dejó a la expectativa. ¿Sería acaso que el arrendador de su departamento era homosexual y su hyung quería prevenirlo?
¿No podía ser, o sí? De lo poco que había visto de la personalidad de Min Yoongi, no parecía ser alguien de prejuicios; o en todo caso, ¿Pensaba su hyung que él era alguien de prejuicios?
Ahora se sentía algo ofendido, pues Jeon Jungkook, como ya iba aceptando ser nombrado, era alguien que odiaba juzgar y ser juzgado.
-Bien. -Dijo simple buscando desvanecer la molestia de su timbre de voz. -No veo porque deba opinar o pensar algo sobre los homosexuales, es decir, ¿Por qué debería? Solo son gente que ama gente, nada más. Estoy muy en contra de que sean señalados o que estén en boca de otros solo por su elección a la hora de amar. -Concluyó, observando a Yoongi abrir la boca levemente para luego cerrarla anonadado. Luego algo extraño. Una sonrisa, una sincera y bonita sonrisa.
-Entonces perfecto. -Y no habló más hasta que la puerta se abrió en el piso de ambos. -Ahora dime… En una escala de uno a diez, ¿qué tan tolerante te crees? ¡Oh! ¿Qué tan aseado eres, tienes hábitos? ¿Eres inhibido o cohibido? Y tu alimentación, ¿Balanceada o chatarra, sabes cocinar?
Tantas preguntas de repente lo marearon un poco, sobre todo al no entender el propósito de las mismas, pero, si Yoongi las hacía estaba seguro que por algo eran, tal vez y hasta conocía bien al dueño y lo estaba preparando para conocer al mismo.
Ambos jóvenes comenzaron a recorrer el pasillo, uno buscando el departamento y el otro aparentemente guiándolo.
-Pues, en ese orden, veamos… Me creo muy tolerante, si no me incumbe no opinaré a menos que me pregunten, no soy de lo más ordenado del mundo, pero tampoco vivo en la suciedad, ¿Hábitos como horarios de duchas y eso? No. Me calificaría inhibido pero tampoco soy un exhibicionista supongo. No se cocinar mucho pero no moriré de hambre, realmente no me fijo mucho en lo que como mientras sea sabroso.
Observó al de menor estatura detenerse frente a una puerta con el número “69” grabado en una placa de madera en ella. En momentos como este se sentía particularmente infantil pues su mente sucia le jugó una mala pasada dejando que se formara una mueca en su faz, una mueca que intentó ser una sonrisa nada disimulada pero por suerte pudo retenerla.
-Aquí es. -Señaló el mayor. -Jungkook… -Habló muy bajo. Provocando que el contrario no lo oyera.
-Muchas gracias por todo hyung. Al principio de sus preguntas me hizo dudar de si usted era o no una buena persona. -Admitió rápido. -Pero creo que sólo se preocupó por mí, ya sabe, porque le dije que ésta es mi única oportunidad de cumplir mi sueño. -Suspiró para continuar, descolocando al mayor, quien no encontraba espacio para hablar. -Gracias por todo, a partir de ahora no importa cómo o quien sea el dueño, yo permaneceré fuerte y conseguiré vivir aquí.
Dicho esto se acercó más a la puerta, siguiendo de largo a un pasmado Yoongi, no sin antes hacer un último comentario al pasar junto al mismo.
-Además, los gays son de lo mejor, dejan más mujeres libres para nosotros, ¿No?
Y con esa tan breve oración cargada de ironía, toda la mente de Min Yoongi colapso.
“Dios, si estás ahí, debes saber que eres un cabrón”
Se encontraba tan ensimismado en su charla con Dios que no notó cuando fue que el menor se había acercado al botón del timbre del departamento y amenazaba con presionarlo.
- ¡No, espera, no hagas eso!
Más fue muy tarde. Ya estaba hecho.
Jeongguk se limitó a mirarlo incrédulo, el rostro del contario se veía nervioso casi perturbado podía decir y no tenía una idea clara del porqué, él sólo todo el timbre.
-¡YA VOY! -Se oyó desde el otro lado de la puerta. -¡Mira nada más que idiota, olvidaste la llave de nue- vo- Hoolaa~ -Frente a él, pronunció en un tono seductor un joven de cabello azabache totalmente despeinado, más bajo que él, tal vez de la estatura de su hyung. Lo más llamativo era que estaba completamente desnudo a excepción de unos boxers rojos con detalles de fuego viniendo desde la parte trasera hacia el frente, y una camisa blanca casi transparente totalmente abierta, pues le faltaban según lo que podía notar, la mayoría de los botones, como si hubieran sido arrancados de allí.
Quedó de piedra al sentir la mirada ajena sobre sí, analizando cada detalle, cada facción, sin dejar escapar nada.
-Yo… Ho-Hola. -No pudo mantener un tono firme como el que hubiera deseado para la primera impresión. No cuando le prestó más atención al cuerpo frente a él, no cuando estaba lleno de marcas semejables a hematomas, mordiscos y rasguños a lo largo y ancho del torso, piernas, sin dejar de lado los hombros también. Se abofeteó a sí mismo, mentalmente claro. -Yo, emmm, vine por el anunció del departamento. Estoy MUY interesado, sé que llego tarde pero espero me comprenda…
Notó como el de cabellos negros se recostaba en el marco de la puerta cómodamente. -¿Busan? Que coincidencia, parece que era nuestro destino encontrarnos, mira nada más. -Sintió un escalofrío en su columna al ver cómo se mordía uno de sus carnosos labios. Un momento, ¿Eso que oyó fue dialecto de Busan?
-¡Ah, tú eres de-!
-Wow, que rápido saliste~ -Le aplaudió y rio con sorna. -E fin, no hay problema con que llegaras tarde, ¿No es así, Yoongi hyung? -Desvió su mirada hacia el más pálido detrás de Jungkook, quien tenía una cara nada amistosa.
-¿Qué? ¿Por qué hyung debería-?
- ¡Jimin! ¡Creí haberte dicho que te fueras en cuanto sacara a pasear a Holly o mínimo que te vistieras, deja de atender a la gente medio desnudo! -Habló denotando su molestia. -Ya hablamos de esto, asustas a los vecinos, mira al pobre chico, ya no querrá saber nada con el departamento.
Jeon estaba en shock, alternaba la vista entre ambos chicos sin entender nada. Se detuvo cuando vio al semidesnudo chico formar un puchero.
- ¡Qué dice, si se nota que le gusta lo que ve! -Y antes de que pudiera objetar, su hyung le hizo a un lado para acercarse y golpear en la cabeza al insolente. -¡Ya, bueno! Es que me dormí en el sofá y no me vestí.
Algo de todo lo mencionado en la discusión hizo que las neuronas de Jeon Jeongguk se pusieran a trabajar, y, como él era un joven adulto promedio, no pudo contener su descubrimiento.
-¡Dijiste que se fuera! ¡Eso quiere decir que él no es el dueño, wuju~!
Ambos mayores se quedaron incrédulos, uno por lo divertido de la situación y otro ofendido porque el menor se alegrara de no tener que tratar con él por el arrendamiento.
- ¡Que grosero! Y yo que pensé que eras lindo… No, no soy el dueño, tonto. Ese, vendría siendo él. -Señaló a su costado donde ahora estaba Yoongi; dejando pasmado ahora a Jungkook. Eso solo podía significar una cosa, si sus neuronas no le fallaban claro, solo había que trazar la información.
Yoongi le preguntó sobre su forma de ser y hábitos. Yoongi le había preguntado su opinión sobre la gente homosexual. Yoongi lo llevo hasta allí. Yoongi no quería que Jimin estuviera allí cuando él llegara. Jimin estaba sin vestir y prácticamente todo él gritaba “Sesión de sexo salvaje recientemente”. Ni Yoongi ni Jimin parecían inmutarse ante el hecho de que aún estuvieran en el pasillo del edificio hablando mientras el azabache lucía aquellas fachas.
Todo estaba dicho, y, recordando que Jungkook es un joven promedio, una vez más no se lo guardó.
- ¡Yoongi hyung eres el dueño! ¡Oh por Dios! ¡¿Yoongi hyung eres gay?! ¡Ay no! ¡¡Y yo dije eso de las chicas!! ¡Perdóname Jimin, no sabía que él tenía a alguien y bueno… eso!
-¡YOONGI Y YO PAREJA! ¡No me hagas reír!
-¡Deja de hacer tanto ruido, molestas a los vecinos! -Pronunció nuevamente golpeando en la cabeza a su aparentemente, amigo.
Jimin no pudo evitar estallar en carcajadas al ver la cara consternada del menor. Dejando al nombrado más perdido de lo que estaba antes de su momento de claridad.