“¿Algo más? -Inquirió curioso, pues el tono en que lo dijo le resultó curioso. - ¿Qué cosa?”
“Bueno, más bien yo diría que son varias cosas más pero que se pueden resumir en una…”
- ¿Y bien, que es esa cosa de la que habla?
-Bueno… no es fácil explicarlo a alguien como… tú. -Habló señalándolo en la totalidad de su cuerpo.
-Hyung, no sé si lo ha notado, pero no soy alguien que entienda mucho las cosas si no me lo explican bien. -Inquirió avergonzado. Odiaba que lo tomaran de estúpido, era más, su orgullo casi nunca lo dejaba pedirle a los demás que le esclarecieran las cosas pero, si iba a vivir allí necesitaba tener todas las cartas sobre la mesa.
Oyó al mayor suspirar, cosa que por alguna razón lo puso intranquilo.
-Pues entonces dejaré de dar vueltas, no quiero que tu cerebro se fría antes de que firmes el contrato de arrendamiento. -Rio con sorna, cosa que no le hizo gracia, pero que dejó pasar. -Como ya, ammm… insinuaste antes, me van los hombres. -Recibió un “Lo sabía, ya dije que no hay problema” en respuesta. -Bueno, esa no es la cosa en sí, lo diré directo pues me gusta así, no soy una persona de fidelidad y parejas, al menos no por ahora.
- ¿Era eso? -Preguntó simple el oriundo de la ciudad costera antes de reír y empujar ligeramente el hombro del mayor. -¡No tendría que haberse preocupado por ello! Ya le había dicho antes que yo tampoco estoy con eso de la monogamia.
-Si me hubieras dejado terminar te hubiera dicho que eso no era el principal problema.
Luego de un “Perdón” continuó su relato, no sin antes acomodar su posición.
-También hago fiestas aquí. - “No habrá problema siempre que pueda unirme” acotó el menor con una sonrisa. -Bien, dicho esto iré a lo serio. Jungkook, traeré mucha gente al departamento, tal vez más de una por noche, no solo espero que no te incomodes por ello, sino que te pediré que no te relaciones con ellos.
-No entiendo hyung, o sea entiendo la parte de que no siempre será la misma gente pero ¿Por qué no puedo-?
-Créeme, es por tu bien. Un niño de provincia recién llegado en una zona de estás es como un aperitivo para muchos. -El rubio observó a Jeon arrugar la nariz y el entrecejo. Sus dichos lo habían ofendido. -No lo digo por ti sino por ellos, no les importará que seas heterosexual, sólo querrán llevarte a su cama sin importa qué.
-Bien. -Finalizó cruzándose de brazos a la vez que hacía un adorable puchero. -Ya aclarado todo firmemos eso que dijo antes~
Sí, bueno, hay algo más. -Jungkook esta vez no puedo evitar soltar el gruñido de frustración que le nació. -Esto si es lo último. Jimin a veces viene a quedarse aquí, muy tarde en la noche, él tiene llave y aunque prometió ya no hacerlo seguramente no lo cumplirá. Él no es mi único amigo molesto, hay más de esas molestias, pero es el único con llaves. Bajo ninguna circunstancia dejes entrar al resto de los idiotas si no estoy yo a menos que esté Jimin contigo. Puedes ser amigo de ellos sólo trata de… no ser muy amistoso, si le das el brazo te morderán. -Escucho una risilla suave, a lo que colocó su mejor expresión de seriedad. -Hablaba en un sentido literal, Jeon.
Una vez que ambos intercambiaron opiniones sobre el inmueble (Y la permisión de uso del mismo; con algunos pucheros compradores de parte del más joven), el alquiler y su forma de pago, las tareas domésticas que acordaron dividirse, ya que Irene, a quién Jungkook identifico como la empleada doméstica por los dichos de Yoongi, estaba en unas largas y merecidas vacaciones hasta mes y medio más; arreglado todo, firmaron el contrato de arrendamiento por dos años y una semana más tarde Jeon Jeongguk, rebautizado por el mismo Yoongi como Jungkook, mudó todas sus pertenencias a su nuevo piso compartido.
La transición había sido difícil, sus padres aun no estaban de acuerdo con el asunto de dejar el nido por lo que ellos creían era un tonto sueño infantil, por lo que para irse de su casa con todas sus maletas tuvo que pedir ayuda a su hermano mayor la madrugada del jueves. Dejó atrás Busan no sin antes visitar a su amada abuela, prometiéndole visitarla seguido, cumplir su sueño volviéndose el mejor de la facultad de artes de Seúl y demostrando nuevamente su eterno agradecimiento con ella por ser su único apoyo económico en esa aventura en la capital.
Luego de dos semanas de convivencia todo parecía andar sobre la marcha, si bien no se habían vuelto realmente cercanos Jungkook podía sentir que él y su hyung entablaron una buena relación; Yoongi trabajaba a todas horas en la última habitación del segundo piso, contigua al cuarto del mismo y dos puertas después que su nueva habitación, pero había momentos donde salía a estar con él en la sala, comiendo juntos o simplemente estando en silencio mientras este jugaba en la consola (Por la que rogó poder usar durante el acuerdo de inmueble).
Algo en lo que el rubio acertó fue el que Park no mantendría su promesa; solo la primera semana se apareció a las 4 de la madrugada apestando a alcohol y llevando sus prendas desarregladas. A Jeon esto no le molestó realmente, pues no escuchó cuando llegó, lo que lo despertó fue nada menos que Min regañando a gritos al mismo por su actitud despreocupada y las molestias que causaría a su nuevo inquilino, irónicamente. AL día siguiente luego de esclarecer que perturbó su sueño fueron los reclamos y no las acciones acordaron que Jimin podía quedarse luego de sus borracheras de fin de semana siempre que durmiera en la planta baja.
Una semana más había pasado rápidamente, pronto, cuando Jungkook menos lo esperara el verano terminaría y las pruebas de los ingresantes comenzarían. Ese día en particular se encontraba reflexionando sobre ello de cabeza en el sofá, con las pierna apoyadas en el respaldar del mismo. Tal vez era hora de solicitarle a su mayor si podía y quería cederle la habitación vacía del segundo piso, era un buen lugar donde practicar y no estaba tan cerca del estudio como las demás por lo que no lo molestaría con la música, más antes de armarse de valor para subir a hablar oyó hablar al contrario.
-Hey, tengo que salir a dejar unas cosas, volveré pronto, creo. ¿Hiciste las compras?
-Sí hyung, esta mañana. -Respondió acomodándose rápido como debe ser.
-Perfecto, ese es mi inquilino favorito. -Agregó alborotando el cabello negro.
-Soy el único aquí. -Rio. - ¿Yoongi hyung, luego podemos hablar? -Oyó un “Claro, luego” antes de oír la puerta cerrándose. Pasados quince minutos volvió a oír la puerta, esta vez un golpeteo leve del lado de afuera, se levantó despacio divisando las llaves con el llavero parecido a Holly, las llaves del mayor, justo arriba de la mesa ratona. - ¡Voy! -Caminó con pereza entre risillas. No era la primera vez que sucedía por lo que habría sin pensarlo mucho.
Pero ante sus ojos no estaba su hyung bajito de siempre, no, de pie frente a él apareció un muchacho joven, de su edad si se le permitía adivinar, aparentemente un poco más bajo que él y por lo que era fácil notar, estaba muy arreglado. Lucia casi tan sorprendido de verlo con él, pues quedó en la misma postura que cuando abrió la puerta por unos segundos, parecía que lo había atrapado sacando el celular del bolsillo trasero tal vez. Su rostro se veía inmutable, los castaños mechones caían sobre sus ojos pero no bloqueaban la vista de los mismo permitiendo ver un perfecto delineado que acentuaba en demasía los oscuros orbes.
Si tuviera que describir el vestuario de ese chico la palabra que mejor encajaría era: caro. Una camisa negra ceñida, que parecía haber sido diseñada a medida para ese cuerpo a juego con un pantalón de vestir del mismo color y un cinturón muy llamativo pero sin ser extravagante.
Luego de verlo más detalladamente (Ya que este no hablaba, se había dedicado a observarlo en un silencio incomodo) noto que cargaba un micrófono en la mano, cosa que realmente llamó su atención.
-Eh… creo que llevamos mucho tiempo mirándonos sin hablar y es incómodo… Hola, soy-
-No eres Yoongi hyung. -Habló al fin, pero definitivamente esa no era la voz que Jeongguk hubiera esperado de él. El tono de enorme sorpresa que dejó salir le causo gracia pues era obvio que no.
-No, creo que eso es obvio. Antes de que preguntes soy-
-Jeon Jeongguk 18 años, de Busan, nuevo inquilino de hyung. Aspirante a bailarín de la escuela de artes. Tu nuevo apodo es Jungkook, ¿no? -Esto dejo boquiabierto al menor. ¿Si ya lo sabía porque lucia sorprendido de que él le hubiera abierto la puerta? -Yo soy Kim Taehyung, amigo de Yoongi, dime V si quieres, algunos lo hacen. -Añadió encogiéndose de hombros. -Ahora dime, ¿Y Yoongi?
-Ah, él no está, salió hace unos minutos. ¿Necesitabas algo?
-Ya veo… ¿Sabes si vuelve pronto? Es urgente.
-Dijo que sí pero no era nada seguro.
-¡Bien, lo esperaré aquí! -Afirmó entusiasta, más su entusiasmo decayó cuando oyó un “Perdón, pero Yoongi hyung me dijo que no dejara pasar a nadie si no estaba él o Jimin” y lo vi arrimar la puerta. En una acción rápida colocó su pie y brazo derecho empujando un poco la puerta, procurando no dañar el micrófono. -Disculpa, ¿él dijo Jimin? -Hizo una pausa y reformulo- ¿No deja pasar amigos? Estoy seguro te ha hablado de mi si habló de Jimin. -Observó calmado como el contrario dudaba. - ¡Vaya, que grosero! Tendré que esperarlo aquí para reclamarle.
Una vez dicho esto empujó más haciéndose paso dentro del lugar, tomando asiento en el sofá que daba panorama directo a la puerta.
A este punto Jungkook ya había entrado en pánico, Min expresamente le había dado la orden de no dejar pasar a nadie por más que fueran sus propias amistades y ahí estaba él, en menos de un mes ya tenía a un visitante inesperado en la sala.