Jungkook ya había entrado en pánico, Min expresamente le había dado la orden de no dejar pasar a nadie por más que fueran sus propias amistades y ahí estaba él, en menos de un mes ya tenía a un visitante inesperado en la sala.
- D-disculpa… -Se acercó cauteloso luego de haber cerrado la puerta. -Pero, ¿Quién eres y que haces aquí? -Preguntó como quién tantea el terreno antes de actuar.
-Hmmm~ -Fue lo único que salió de los labios del joven por dos minutos, que, ahora que Jeon le prestaba más atención, se había puesto demasiado cómodo en el sofá. -Eso no te incumbe. -Concluyó asintiendo con la cabeza.
- ¡¿Cómo podría no ser de mi incumbencia si prácticamente me pasaste por encima para colarte dentro de propiedad privada?! -Le gritó exasperado, notando rápido la mirada fría e intimidante que le dio quién, antes se había identificado como Taehyung, en respuesta. Lo puso nervioso más no lo demostró, sabía que si se mostraba débil era el final. -Ni siquiera te conozco o he oído a Yoongi hyung hablar de ti, ¿Puedes por favor irte? No quiero problemas…
-No, no puedo~ -Habló ahora en un tono aniñado sonriendo tanto que mostró un eye-smile. Cosa que sólo logró irritar más al oriundo de Busan. -Ahora deja de preguntar, eres molesto. -Sentenció. -No sé cómo Yoongi hyung te deja quedarte, él no tolera los molestos, los odia, es más deberías hacerle el favor e irte de aquí. -Acotó con un puchero, esta vez mirándolo a los ojos.
Jungkook se limitó a pasar saliva, había algo en ese muchacho que lograba crisparle los nervios. Desde su presencia allí hasta su comportamiento le daban cierta desconfianza, sumado al aura misterioso que cargaba el mismo, era demasiado sospechoso. Si bien los dichos habían sido a modo de ofensa daban más bien la sensación de ser las exigencias de un niño pequeño por lo que no le provocaban miedo o algo por el estilo.
- ¿Por qué debería? Él no se ha quejado conmigo.
- Bueno, porque, es que, eso… -Balbuceó para luego acentuar el puchero y fruncir el ceño apartando la mirada. Soltó unos quejidos al aire y tomó un almohadón para azotarlo repetidamente contra el sillón ante la asombrada mirada de Jungkook. Estaba siendo muy infantil. - ¡No es justo, no debes contradecirme! -Infló las mejillas para luego hundir la cara en el almohadón contra el sofá.
Viendo que pasaban los segundos y el contrario no tenía intenciones de despegar la cara de la superficie a pesar de que podía asfixiarse con el pasar de los segundos, se acercó sigiloso hasta estar de pie a un lado. Con miedo, arrimó su mano izquierda cada vez más al hombro ajeno buscando zarandearlo para hacerlo entrar en razón; más, no esperaba que al estar cerca del rango de alcance Taehyung se levantara hasta quedar nuevamente sentado, con la vista perdida al frente por un breve lapso pasando luego a observar la mano alzada.
Tampoco hubiera esperado que este tomara su mano y con fuerza desmedida tirara de ella hasta hacerlo caer en el sofá, y mucho menos que Kim se posicionara sobre él tomando sus muñecas sobre su cabeza.
- ¡No lo repetiré, te tienes que ir! -Ahí estaba de nuevo ese puchero infantil, que ahora sabía, no tenía nada de inocente.
- ¡Ya te dije que no! -Mantuvo su postura firme, intentando resistir los intentos de persuasión ajena. -No me iré, no me has dado una buena razón.
- ¡Mi razón es buena, sí! No puedo vivir aquí con hyung si tú estás ocupando la habitación tontito. -Uno vez pronunció esto, Jeon sintió el agarre de sus muñecas hacerse más fuerte lastimándolo leve, intentó zafarse pero sorpresivamente, el castaño tenía mucha fuerza. -Sabes, no me agradas nadita ahora, Yoongi te dejó vivir aquí a pesar de que no te conoce. Él sabe que siempre quise eso y nunca me dejo ¡Hmm, que injusto! -Suspiro ofendido. -Por eso debes irte, el no tendrá excusa ahora para no dejarme. – Sólo pudo articular un “¿Qué?” ¿Eso era todo? ¿Celos? -Así que anda, dime tu precio, puedo pagar lo que desees. -Finalizó sonriente.
- ¿Estás loco? Vienes aquí e intentas imponerte sin decir nada y-
-Si necesitas un departamento puedo comprarte uno para ti solito, el dinero no es problema, no tendrás que pagarme nada. -Continuó. -Sólo vete, ¿Sí? Por favor~ -El menor, al notar que as palabras no tenían efecto con ese extraño individuo volvió a la lucha por soltarse del agarre de este. -Quédate quieto, te harás marcas en la piel, no quiero eso.
El tono empleado denotaba genuina preocupación, cosa que confundió más a Jeongguk, no lograba entender las intenciones y acciones del llamado Taehyung.
-Si te deja estar aquí es porque eres cercano a él, si te lastimo seguro hyung se enojará conmigo, no quiero eso, siempre se enoja y no me gusta ser una molestia… Te envidio, sabes. Lo conoces hace tan poco y ya te aprecia, ya te deja estar en su espacio, ya te deja acariciar a Holly, te deja cenar con él, te deja cocinarle y a mí no. -Dolía, la piel de las muñecas del menor ardía por la fricción provocada en el fuerte agarre, hizo sus quejas más audibles pero el que ejercía la fuerza hizo caso omiso, hasta que oyó la puerta abrirse dando paso a una voz conocida pero molesta para este.
-Oh~ pero si es TaeTae, que cosas~ -Eso bastó para que soltara a quien se encontraba debajo de él, quien por cierto no perdió tiempo y lo empujo antes de correr a esconderse detrás de Jimin, su nuevo salvador. -¿Qué haces aquí? Creí que Yoongi había dicho que no vinieras entre semana.
-Vine a dejar algo, no te importa. Bufó sacándole la lengua. -Es importante, así que no podía esperar.
-Bueno, déjalo y vete, puedes ver que él no está.
-Es muy valioso, no puedo no entregárselo en persona, además… -Miró a Jungkook completamente, analizando con detalle. -No confío en él. Lo esperaré aquí mismo
-Oh, que justo, yo también vine a esperarlo, ¡Esperémoslo juntos los tres! -Declaró Park, en cuanto notó que el menor iba a objetar lo tomó de la mano murmurando un “Silencio, haz lo que yo”, guiándolo al sofá, sentándose él a un lado del Taehyung y colocando al nuevo inquilino a su lado. -Todos esperaremos en silencio, juntos.
- ¡No! ¡Yo no-!
-Tae, hagamos una apuesta. -Habló de la nada el más bajo de la habitación. -Si tu ganas tú eliges mi castigo y lo mismo a la inversa, ya sabes, lo de siempre. -Se encogió de hombros, -Apuesto a que Yoongi hyung le contesta a Kookie el celular y a ti no.
- ¿Qué? Jimin, yo que tengo que-
-Shhh~ Calla, estoy negociando. -Sentenció Park. Observando cada facción de joven a su lado izquierdo y sonrío con malicia el mayor. Si bien para Jimin, Taehyung era su amigo, adoraba verlo fastidiado y no era un secreto que desde que su pálido amigo había anunciado la llegada del menor este estaba disgustado. Era momento de seguir. -Ya sabes, porque ahora Jeonggukie es su nuevo favorito, tú y yo ya pasamos a segundo plano.
-No es cierto, él no es su favorito, además sabes que hyung no contesta el celular si sale de casa. -Se jactó el castaño. Confiaba en sus conocimientos sobre el otro oriundo de Daegu. No por nada eran amigos de la infancia. Extendió la mano hacia el lado derecho. -Si gano deberás pagarme la de la otra vez, de la misma manera, aquí, frente a él. -Señaló a un perdido Jeon. Realmente no entendía que sucedía a su alrededor, para este era como si de pronto le hubieran borrado todos sus conocimientos de coreano. -Ya que lo defiendes tanto, quiero que te vea humillado. -Finalizó.
-Uf~ ¿Tan temprano y piensas esas cosas? -Rio. -De acuerdo, pero si yo gano, aplicaremos el mismo castigo, aquí. Esta vez hasta te grabaré de recuerdo~ -Concluyó, estrechando la mano de su ahora adversario. -Anda, llámalo.
- ¡Él primero, sino le daré la ventaja de que Yoongi haya sacado su celular cuando él llame! -Comentó cruzándose de brazos.
Jimin rodó los ojos pidiéndole al menor su teléfono a la vez que sacaba el propio. -Bien, bien, yo lo llamaré primero para “Que ninguno tenga ventaja”. -Definió haciendo comillas con los dedos. Marcó a Min y, lo colocó en altavoz, como era de esperarse luego de varios tonos fue recibido por el contestador. -Vas tú, Tae.
Este repitió el proceso, obviamente obteniendo el mismo resultado. Más, no se sentía decepcionado de que no le hubiera contestado, todo lo contrario, estaba feliz pues había demostrado su punto; ganar esa insulsa apuesta parecía fácil ahora que su predicción era acertada, además ganaba la satisfacción de mostrarle a Park con hechos lo mucho que conocía al hyung pálido.
Pero su felicidad no duró mucho, no pudo hacerlo cuando el menor marcó el mismo número y luego de tres tonos este contestó con un “Hola Kookie, ¿Sucede algo?” como si eso fuera lo más normal del mundo. Yoongi contestando un llamado no lo era, menos si se encontraba fuera de su hogar. Taehyung sintió algo en su pecho, era la envidia consumiéndolo.
Abrió la boca para hablar pero nada salió, por lo que Jimin tomó la palabra.
- ¡Hola hyung! -Habló jovial el bajito. -No sucede nada, le pedí al pequeño que te llamara para hacerte saber que estoy aquí, ya que no me contestaste a mí. -Inquirió con malicia mientras miraba directamente a los ojos de Kim. Era eso adiós. -Terminó cortando sin más.
- ¡Hey! Yo quería hablar con él. -Se quejó Jungkook, en realidad él quería comunicarle al otro la presencia del extraño amigo que se había presentado por su cuenta.
- ¿Y que ibas a decir, hyung deje pasar a alguien que no conozco a pesar que me lo prohibió pero no se enoje conmigo? Acabo de salvar tu trasero, se más agradecido. -Rio el azabache. -Ahora, TaeTae~
Jungkook observó claramente como el nombrado se tensaba en su lugar antes de cerrar la boca (Que había permanecido abierta desde que trató de hablar) y tragar saliva, se veía… nervioso.
-Jeongguk, ¿No es cierto? -Habló al fin, clavando sus ojos en él. Había vuelto al tono amable que tenía en primera instancia. -Soy tu invitado y no me has ofrecido nada de beber, ¿Puedes hacernos algo a ChimChim y a mí? -Preguntó entre sospechosas sonrisas.
-Eh, bueno de poder, puedo pero-
-No, Jeon, te quedas aquí.
-No, él irá a traernos algo como el buen anfitrión que es.
- ¡Ay por favor, no intentes escapar! Era parte de la apuesta.
-Saben qué, creo que hay té y café en la repisa de arriba, iré a ver. -Y así de rápido huyó de la habitación cruzando el umbral hasta la cocina, donde se quedó unos minutos haciendo tiempo antes de pensar en que ofrecerles, pues no había preguntado.
No quería volver pronto, del poco tiempo que los había visto interactuar notó lo tenso que era el ambiente entre ellos; decían ser amigos pero desde que se encontraron que estaban discutiendo por tonterías. De lo poco y nada que conocía a Park Jimin, nunca se había comportado así con él o con Yoongi, era como si a cada segundo buscara agobiar al otro, no lo entendía, ¿Qué ganaba con eso?
Sin más que hacer, tomó una silla y se subió sobre esta para alcanzar la parte superior de la repisa de arriba del refrigerador, esa en la cual sabía, estaban las cajas de té en hebras que su hyung guardaba con tanto recelo. Los amigos de Yoongi eran refinados (Eso denotaban su vestir y su actuar) por lo que debía atenderlos como tales, con lo mejor que pudiera ofrecer, aunque no tenía idea cómo. Le doliese o no, debía preguntar.
-Eh… Jimin hyung, ¿Estará bien si-?
Se detuvo en secó, pues el umbral de la cocina daba una vista lateral a la sala, una vista perfecta a los sofás donde eso estaba ocurriendo, frente a sus ojos. Quiso decir algo pero no podía, quiso voltear y no seguir mirando pero tampoco pudo. Los claros sonidos de las acciones ajenas llegaron a sus oídos dándole un escalofrío.
“Oh por Dios”
Fue lo único que pasaba por su mente antes de dejar caer la caja de hebras al suelo.
El estruendo provocado causó que Jimin, quien hasta ahora mantenía los ojos cerrados los abriera y sonriera.
-Oh, ahí está, la apuesta ya tiene validez. -Dijo jugueteando con los castaños cabellos ajenos que se encontraban enredados entre sus dedos. - ¿Qué, no vas a saludarlo? -Bromeó jalando de estos para apartar al dueño de los mismos.
Taehyung, con las mejillas sonrojadas abrió los ojos, mirando fijo hacia arriba, a la mirada burlona del mayor de Busan. Se resistía a separarse, pero lo hizo. Sin más, separó un poco sus labios, liberando así el miembro ajeno de su boca para alejarse unos centímetros y conectar miradas con un inmóvil Jungkook.
- ¿Qué? ¿Nunca viste un oral? -Cuestionó con tanta simpleza que si no fuera por el rojo de su rostro y lo apretado de sus puños no sabría lo vergonzoso que estaba siendo para este la bizarra situación.