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Russian roulette [BTS +18] por Karirin

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"Taehyung, con las mejillas sonrojadas abrió los ojos, mirando fijo hacia arriba, a la mirada burlona del mayor de Busan. Se resistía a separarse, pero lo hizo. Sin más, separó un poco sus labios, liberando así el miembro ajeno de su boca para alejarse unos centímetros y conectar miradas con un inmóvil Jungkook.

- ¿Qué? ¿Nunca viste un oral? -Cuestionó con tanta simpleza que si no fuera por el rojo de su rostro y lo apretado de sus puños no sabría lo vergonzoso que estaba siendo para este la bizarra situación."

 

Jungkook aún no lograba salir de su asombro, ¿Que diablos había sucedido en tan poco tiempo?

-¡Vete, largo! Te dije que si hacías eso de nuevo en mi casa te echaría inmediatamente. -Exclamaba un furioso rubio mientras empujaba a la puerta de salida al azabache.

-¡Ay por favor, admite que fue divertido! -Risueño, Jimin no podía evitar tropezar por lo empujones, antes de retomar la compostura y seguir hablando. -Más que por mi deberías preocuparte por el mocoso, no quita esa cara de estúpido desde que Tae-

-¡No lo digas! -Gritó un muy sonrojado Taehyung desde detrás del sofá que usaba como escudo contra la amenaza de sacarlo a patadas del dueño de la casa.

Una vez dio el portazo definitivo, dejando al más bajo del otro lado de esta, volvió a la sala y observó el panorama; un Jeon mirando a la nada, sentado en el sofá más pequeño y un Kim apenas asomándose por sobre el sofá más grande, alternando miradas entre él y el más joven.

-Yoongi hyung, sé que se las cosas se ven mal-

-Están mal Taehyung. No se ven, sabes que hiciste mal.

-Yoongi hyung, sé que se las cosas están mal. -Corrigió. -Pero tengo una buena razón para todo esto, lo juro.

-¿Hacer esas estúpidas apuestas de nuevo? ¿No habíamos dicho que no participarías más en apuestas que sabes que perderás? -Lo reclamó el mayor, hastiado de la situación y es que no era la primera vez que sucedía, sus juegos y apuestas siempre terminaban subiendo de tono, llevando a su grupo de amigos a cometer idioteces de distintos niveles.

-Yo... no creí perder... Además, hyung, sabe bien que Jimin siempre me provoca y no puedo dejar que-

-Ese es tu problema, no debes hacerle caso, menos sabiendo que él te lo hace a propósito, tonto. -Yoongi frunció el ceño, no le molestaba tanto la situación en sí, sino el hecho de que este se siguiera dejando llevar a pesar de los avisos que le daba como amigo mayor que era. Al notar como la expresión de Taehyung se entristecía aún más, cedió. -Ya, ya está en el pasado, no importa, sólo no lo vuelvan a hacer en mi casa... piensen en que ahora Kookie está aquí, creo que hasta lo traumatizaron.

Kim bufó, ahí estaba de nuevo, Jungkook robándose la atención de su hyung favorito.

-No lo creo~ Podría haber apartado la vista, incluso irse de la habitación pero el muy pervertido se quedó y hasta me miraba fijamente mientras me llevaba a la boca el-

-¡Suficiente! Hasta allí, no quiero saber.

-Bueno~ -El tono alegre de Tae hizo a Jungkook de su bloqueo mental y reintegrarse a la conversación, aunque prefirió mantenerse callado, pues, aún no sabía que rayos había sucedido.

 

 

Quince minutos antes.

 

 

Un descolocado Jeon intentaba articular una respuesta a lo dicho por el castaño arrodillado frente a la entrepierna de un sonriente Jimin, pero lo único que salió de sus labios fueron balbuceos.

-Ya déjalo TaeTae, no ves que lo has impactado~ -Rio antes de acariciar las hebras de color café y tirarlas hacia atrás para que el dueño de ellas se viera obligado a alzar la vista, no dejándole de otra que verlo a los ojos. -Deéjalo y continua tu trabajo, aún no acabas.

Empujo sin llegar a ser rudo, al muchacho de Daegu hacia abajo de nuevo. Una vez este recuperó su posición inicial acercó su boca al miembro del contrario, dio una última mirada hacia arriba, buscando contacto visual, pues sabía que al pervertido que tenía por amigo le ponía.

-Te juro que me cobraré esta.

-Como digas, solo asegúrate de tragar todo, cariño~

Taehyung obedeció adentrando en su cavidad el miembro para humedecerlo con saliva, para luego liberarlo nuevamente y soplar un poco sobre la punta, provocando un estremecimiento en Jimin. Si iba a verse forzado a continuar, por no lo menos se divertiría jugando con él un poco.
Comenzó su juego dejando muy pequeñas lamidas desde el glande hasta el tronco, pasando por una vena ligeramente marcada para después devolverse hasta el orificio de la punta y dejar un beso de piquito allí, oyendo gemir y jadear al mayor ante sus acciones se sintió gratificado.

Si bien toda la situación de él con Jimin era meramente por la circunstancia, ayudaba a subir su autoestima saber que era capaz de excitarlo. Además, creía, eso hablaba mucho de su desempeño en cuanto a sexualidad se trataba.

Sin esperar demasiado, comenzó a repartir besos sobre la entrepierna y área de la cadera, sonriendo ligeramente cuando el pelinegro comenzó a soltar suaves suspiros. Lamió la punta con lentitud, llevándose en ella las gotas que salían del orificio. Atrapó el glande con los labios y lamió todo lo que se le dio la gana hasta que los gemidos se hicieron presentes nuevamente. Comenzó un suave pero marcado vaiven, ya se había divertido lo suficiente, era hora de terminarlo e intentar recuparar su dignidad.

Abrió los ojos cuando sintió a Jimin jadear fuertemente, pues estaba anunciando el esperado final, de soslayo, notó la fija mirada de un aún inmóvil Jeon. No es que le avergonzara que lo viera, no, había hecho cosas peores ante la mirada de personas, pero el que lo mirara tan fijo y de esa forma que buscaba trasmitir ¿preocupación, tal vez?
Eso, eso sí le molestaba.

Sintió nuevamente una de las manos del mayor acariciar su cabello y gimió en protesta cuando este ejerció la suficiente fuerza sobre su cabeza como para obligarle a engullir todo lo que podía. Sintió arcadas más no se dio por vencido, obedecer la peticiones de Jimin era lo que menos quería en ese momento. Continuó succionando suavemente, alejando las manos del azabache como podía. Su paladar distinguió el sabor amargo, se obligó a sí mismo a volver el movimiento mucho más rápido, sacándole más gemidos al contrario, mientras este intentaba no ahogarse con su propia saliva, o peor, dejar que el mayor le obligara a que lo tragara todo de una vez, como sabía era su intención.

La liberación del mayor llegó junto con un sonoro jadeo que provocó un escalofrío en Jungkook, quién además de haber sido testigo de todo, ahora se encontraba completamente sonrojado, alejándose poco a poco de la escena hasta terminar con la espalda apoyada contra el desayunador que dividía la sala de la cocina. Taehyung continuó ahueco las mejillas procurando limpiar los rastros restantes; continuó dando lamidas en el falo comenzando a su vez a separarse lento, mientras intentaba deshacerse de los fluidos sin hacer un desastre en el inmueble, una vez estuvo a una distancia prudente del sofá, acompañado de su mano derecha debajo de su barbilla, inclinó la cabeza hacia arriba, terminando su trabajo y pasando la lengua por sus labios en busca de algún rastro en ellos.

Una sonrisa de autosuficiencia se hizo presente, junto con una mirada desafiante que fueron dirigidas al menor de la habitación. Se disponía a tomar la palabra cuando oyó el grito de reproche del dueño de casa.

Con gran velocidad se alejó del aún tembloroso cuerpo quieto en el sillón, ubicándose detrás del mueble como medida de seguridad.

Era bien sabido que no le haría nada serio a Jimin, más que un regaño una patada en el trasero para que se fuera del inmueble, pero él era otro asunto, con Taehyung siempre había sido más estricto. En palabras propias de Min, decía hacerlo porque tenía más expectativas en su comportamiento que en las del más bajo de sus amigos.

 

-¡Oh Yoongi!~ Que buena sincronización, has llegado a ver el buen trabajo de Tae ¿A qué sí, verdad?

-Cállate Jimin, sólo cállate. -Habló entre dientes el rubio. Acercándose más hasta la sala, esperando hasta que el nombrado se vistiera nuevamente. -Taehyung, no te escondas y ven aquí también.

-¡No! ¡Si voy allí me darás un sermón que no es mío!

-Tae...

-¡No!

-Bien, ya arreglaré pendientes contigo, por ahora... Jimin, te vas de aquí y no te quiero ver aquí hasta que se me ocurra dejarte venir.

-¡¿Qué?! -Gritó estupefacto el azabache. Era la primera vez que el mayor estaba siendo tan duro en la reprimenda, normalmente sólo le hubiera dicho "Al menos háganlo en la habitación" o "Deja de meter a Taehyung en esas cosas", tal vez hasta un "No hagan sus suciedades en mi sala" pero no pasaría de allí.

-¡Sí! ¡Jajá, ahí tienes Jimin! -Celebró el otro joven de Daegu el regaño.

-Tu cállate Tae, aún no decido que hacer contigo. -Eso basto para que ambos guardaran silencio. Eso, hasta que Park comenzó a reír.

-¿De que te ríes? Te lo había advertido ya, nada de apuestas en mi casa.

-Bien~ pero tendrás que sacarme, aún no he tenido suficiente diversión como para irme~

-Tu lo pediste.

 

 

"Jeon"

 

Si, ya recordaba lo que había sucedido.

 

"Jungkook"

 

Sólo no creía asimilarlo lo suficientemente rápido.

 

-Maldita sea Jeon, me cansa que tengas tus viajecitos mientras intento hablarte. -Dijo el mayor a su lado chasqueando la lengua en señal de molestia.

-A-Ah... si, yo... perdón, es que... wow.

-S-Si... respecto a eso, mira, lo siento, pero yo te lo había advertido... -Carraspeo. -Yo... entendería si tú no quieres- bueno, si quieres irte no habría problema en devolverte el pago del mes. -Detrás de ellos, sin ser notado, Kim sonrió.

-¿Qué? ¡No! ¡No, no, eso jamás! Yo... sólo estaba shockeado, sí, eso, nada más. -Habló rápido y sin modular. Asustando a los otros dos en la habitación por lo alto de su voz tan repentino. -No hay problema con... estás cosas, no es como que fuera un virgo que se asusta con el sexo. -Esta vez empleó un tono más normal, buscando sonar confiado, como se supone, se sentía. -Sólo fue mi primera vez viendo a dos chicos en un oral, eso si me sacó un poco. -Rio llevando su diestra a su nuca. -Fuera de eso no es nada, es más creo que ya nada que suceda aquí podrá sorprenderme.

-De... acuerdo...

Esta vez, Taehyung gruñó molesto por lo bajo.

-Lo que me lleva al último punto, Taehyung. -El mencionado sintió todos los músculos de su cuerpo contraerse. -¿Que diablos viniste a hacer que terminaste cruzándote con Jimin? -El pelinegro llevó sus dedos a su entrecejo masajeando el mismo, en un claro gesto de quien busca paciencia en los lugares más recónditos de su ser. -Expresamente te dije que te alejaras de él hasta que se te pasara el coraje de la última fiesta.

-Lo sé, le juro que lo estaba cumpliendo, de hecho, yo no tenía idea de que me cruzaría con él aquí... -En ese momento su voz se apagó y una expresión de concentración máxima se hizo presente en su faz, para segundos después, soltar un grito. -¡Ah! ¡Sí! ¡El micrófono!

-¿Micrófono? -Yoongi se hizo a un lado cuando vio a Taehyung dispuesto a pasarle por encima de ser necesario, con tal de llegar a la mesa ratona.

-¡El micrófono! -Secundó el grito jungkook. -Por fin sabré porque traía un micrófono en la mano ese rarito, já.

-Mira quién habló, no eres nadie para decirle raro a TaeTae, hasta podrían darse la mano entre ustedes.

-¿Por qué lo dice?

-Yo... Bueno... No es nada, deja allí el tema.

-¡Aquí está, tenga hyung! -Kim le extendió con ambas manos un micrófono inalambrico. Según el menor pudo notar, no era uno nuevo, hasta parecía tener bastantes usos si le preguntaban.

-Eso... es... no puede ser, ¡¿Lo conservas aún?!

-Por supuesto, fue un valioso regalo de mi hyung favorito en el mundo. -Dicho esto, prácticamente se lanzó sobre el mayor a abrazarlo mientras esbozaba una cálida y enorme sonrisa cuadrada muy peculiar a los ojos de cualquiera que la viera, a la vez que este ponía su mejor cara de asco, pidiendo que lo soltara.

A Jeon le parecía divertida pero su curiosidad era más grande.

-Entonces, ¿Qué es eso? -Verbalizó su duda señalando el micrófono.

Taehyung fue el primero el tomar palabra. -Esto. -Alzó el aparato electrónico. -Es la prueba del cariño infinito que Yoongi me tiene. -Finalizó enseñándole la lengua de forma muy madura, por supuesto.

-Taehyung... -Regañó. -Esto en realidad es mi viejo micrófono de la secundaria, un Shure beta 58A, el mejor en sus tiempos, recuerdo haber ahorrado cada maldito centavo por meses para comprarlo.

Aquello le confundió.
¿No se suponía que Min era rico? ¿Por qué tendría que ahorrar cuando simplemente podría haber pedido dinero a sus muy adinerados padres?

- Pero hyung-

-¿Ves? Es muy preciado, y el no dudó un segundo en regalármelo cuando no tenía un micrófono para mi primera presentación importante. No sólo dejó todo para ir a verme sino que cuando mi equipo fue estropeado, él ayudo a que saliera perfecto y me regaló todo una vez que terminó. Eso fue porque soy su dongsaeng favorito de todos los tiempos.

-¿Presentación? ¿De que hablas?

-¡Oh! ¿No te lo dijo? Él suele presumirlo, pensé que ya te lo había dicho. -Interrumpió esta vez Yoongi. -Este chico de aquí, es un excelente cantante, el mejor que haya oído.

-¡¿Qué?! ¿Es un cantante famoso? -Sus ojos prácticamente estallaron en sorpresa. -Diablos, debí ser más amable con él... -Añadió bajo.

-¿Eh? No~ Canta en el espectáculo principal del bar de Jazz más popular y exclusivo en el distrito de Cheongdam.

-¿Cheongdam? Demonios, sólo de oírlo ya suena caro; pero, entonces sólo se viste como rico por su trabajo ¿No? Yo que pensaba que estaba frente a alguien de élite vaya~

-Eh... disculpa pero, Tae es asquerosamente rico, incluso más que yo, hasta podría comprar este edificio en un parpadeo si le diera la gana. -El mencionado lanzó otra de sus sonrisas victoriosas al segundo.

Y así fue que Jungkook sintió el suelo moverse.

-Canto por gusto y por pasión, no malinterpretes. En ese tiempo mi padre se oponía a mi pasatiempo por lo que en mi día importante ordenó romper todo lo relacionado a música, hyung fue el único que siempre me apoyó... -Una expresión cargada de ternura se asomó por el rostro del castaño. -Siguió siendo así hasta que logré que lo aceptara a cambio de heredar la empresa... como sea, creí que esto se había perdido pero lo encontré en la mansión de mi padre esta mañana~

Yoongi tomó el artefacto, analizandolo, estaba en tan perfecto estado casi como lo recordaba, algo raro viniendo de tan torpe persona como era Kim.

-Ha cumplido bien su función supongo...

-Pero... -Esta vez habló Jungkook. -¿Si te lo regaló porque lo devuelves?

-No es una devolución tontis. -Sorna mezclada con sarcasmo invadieron la voz del castaño. -Es una pequeña ofrenda, lo traje para que se una al mueble de trofeos de hyung~

-¿Eso querías? Hubieras esperado a darmelo el sábado en tu presentación.

-Nop~ Traelo personalmente es más significativo.

Minutos más tarde, ambos amigos subieron hasta el segundo piso dejando al menor allí, solo, intentando entender como habían pasado del sexo a los recuerdos de la secundaria.

Pasadas dos semanas más se cumplió el primer mes de la co-habitancia de Jeon y Min. Todo parecía marchar sobre ruedas, hasta Yoongi, en un arrojo de culpa y bondad, sin dudarlo, le cedió la habitación que este pedía con timidez.

Era pasado el medio día cuando Jungkook ingresó al departamento con las compras del mes abarcando sus manos al punto de complicar su visión al caminar; entre tropezones encontró el desayunador dejando todo allí desde el lado de la sala, de espaldas al sofá. Continuó empujando las bolsas sobre la superficie, pues no todas entraban, eso hizo hasta que oyó una de ellas caer del lado de la cocina.

-Vaya que eres imbécil, tal y como Tae dijo.

Ok, esa voz provenía de su espalda, era una voz profunda que le causó escalofríos inmediatos.

Sobre todo por el hecho, de que no la conocía.


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