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Destiny (ChanBaek/BaekYeol) por LadyAkari

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Capitulo 1°- "Casualidad".


Miró por milésima vez la brillante pantalla que se encontraba delante de él, observando que finalmente había llegado el momento de ir al camellón de abordaje. Sujetó su equipaje y se puso en marcha. Giró su cabeza hasta dar con el fastidioso sonido de su móvil que insistente resonaba dentro del bolsillo de su pantalón, dibujándose sobre sus labios una sonrisa cínica al ver el nombre que se plasmaba sobre el cristal. No tomó la llamada, el solo pensar en escuchar esa melosa voz pidiéndole una segunda oportunidad mandaban al demonio el buen humor con el que había despertado esa mañana.


-¡Oye, discúlpame!-


Escuchó decir en la lejanía a esa personita que presurosa corría por los pasillos del aeropuerto mientras se terminaba de colocar unos vistosos auriculares de color morado. La misma que accidentalmente había tropezado con él, desperdigando sus pertenencias por los alrededores.


-Idiota...- Susurró por lo bajo al tiempo en que se inclinaba a tomar del suelo el colgante en forma de nota de Sol que en el percance entre ambos, ese torpe chico había dejado caer. Lo vislumbró en la distancia tararear alegremente la canción que llegada hasta sus oídos, decidiendo por una extraña razón conservar la cadena que casualmente había dado a parar a sus manos.


 


 


-Un té helado, por favor.- Pidió al joven detrás del mostrador de la cafetería del aeropuerto, justo antes de tomar asiento en uno de los tantos sillones mientras disfrutaba de su fría bebida y aguardaba a que su hermano hiciera acto de presencia para llevarlo a casa después de tres largos años de estudiar fuera del país. Suspiró con nostalgia, sin duda había sido demasiado duro estar alejado de su hogar, de sus amigos y de su querida familia, pero ahora que su preparación había concluido, era momento de echar raíces.- ¡Perfecto!- Sonrió emocionado al leer el mensaje de texto de Jong Dae, avisándole que había llegado por él. Tomó su equipaje y estuche de guitarra y después de pagar la cuenta se retiró del lugar. Avanzó entre los demás pasajeros que transitaban por los corredores, ignorando olímpicamente las quejas de las personas que tras su urgencia habían recibido uno que otro empujón de su parte. Estaba por virar en el último de los pasillos que lo aproximarían directo hasta la salida, cuando un gran cuerpo golpeó directo contra el suyo, haciéndolo caer con pesadez con su vaso de té adornando su cabeza.


-Eso te pasa por no fijarte, torpe.-


Escuchó decir en tono fastidioso desde el otro lado. Subió la mirada hasta encontrarse de frente con ese par de agudos ojos azabaches que en ese segundo lo analizaban despectivamente. Su sangre circuló furiosa, viéndose en la necesidad de contraer sus puños para no darle su merecido a ese gigante narcisista que parecía disfrutar burlarse a sus costillas.


-Agradece que no te cobre recargó por estropear mi traje.- Soltó irritado sacudiendo las pequeñas gotas que apenas y habían alcanzado a tocar su ropas de diseñador.


-¡Eres un...!- Ni siquiera terminó de maldecir a ese sujeto cuando ya se estaba retirando, dejándolo a su completa suerte y cubierto de la pegajosa bebida de jazmín de los pies a la cabeza.


-¿Baek?- Preguntó un alto joven que con curiosidad se había acercado hasta el castaño, retirando el vaso que descansaba sobre su cabeza. El poco contenido del recipiente terminó de mojar su cabello, viéndose forzado a tragarse las pesadas carcajadas al ver la expresión de ofuscación que mostraba.- No fue mi intención, lo juro.-


-Olvídalo, ¿quieres ayudarme?- Pidió entre dientes.


-Oh, claro.- Ofreció su mano y le ayudo a ponerse de pie.- ¿Qué sucedió?, ¿Por qué estas así?- Le cuestionó a su hermano mientras avanzaban con la atenta mirada de las otras personas sobre sus espaldas, algo que era realmente inevitable estando BaekHyun cubierto de té helado, con la ropa húmeda y el cabello hecho un reverendo desastre.


-Al demonio, Jong Dae, ¿crees que me pondré a darte explicaciones?- Finiquitó decidido a ya no hablar más sobre el asunto.


-Está bien, como quieras.- Soltó divertido.- Que humor el tuyo, pequeño Baek.- El sonido de su móvil detuvo los pasos de ambos, siendo Jong Dae quien cogiera su aparato para contestar la señal de llamada.- ¿¡En serio!?, perfecto en quince minutos nos encontraremos en la oficina.- Cortó la comunicación y se giró a ver a un furioso BaekHyun, quien al ver esa mirada suplicante supo al instante lo que este iba a solicitarle.


-¿Sabes que te odio, cierto?- Alzó el cuello para darse algo más de altura, perforando con la profundidad de sus pupilas cobrizas esa cabeza repleta de aire caliente que tenía su hermano.


-Me adoras, BaekHyun.- Le dijo con su sonrisa gatuna tatuando sus labios rosados.


-¡Muérete, Jong Dae!- Respondió con su maleta camino al baño más cercano para vestirse.


 


 


 


El edificio era enorme, lleno de personas que entraban y salían de puertas diversas. Recorrió con la vista el lugar, sin duda los dueños eran gente de dinero. El lujo desmedido era demasiado evidente como para pensar algo que fuese lo contrario.


-Apaga tus auriculares, a mi amigo le molesta todo lo referente a la música.- Le aconsejó Jong Dae al tiempo que caminaban rumbo a los elevadores.


-¿Qué ser odia la música?, seguramente tu amigo es un amargado.- Manifestó BaekHyun de mala gana, retirándose el vistoso aparato de los oídos.


Esperaron a que la secretaria les indicara el poder acceder a la oficina, viendo como las grandes puertas de cristal se abrían de par en par permitiéndoles entrar.


-¡No puedo creer que estés finalmente aquí!-


Oyó decir a Jong Dae sin darle mayor relevancia al asunto. Lo observó abrazar a ese tipo que se ocultaba bajo su regazo, impidiéndole ver de quien se trataba.


-Para mí también fue una sorpresa regresar a Corea.- Confesó.- Y ¿quién es él?- Preguntó a Jong Dae al ver la curiosa silueta escondida tras su espalda.


-Cierto, no te lo he presentado ya que nuestros padres contrajeron matrimonio durante el tiempo que estuviste en los Ángeles. ChanYeol... él es mi hermanastro, Byun BaekHyun.- Presentó al castaño, tomándolo de los delicados hombros y haciéndolo girar hasta posicionarle frente al dueño de todas esas prestigiosas oficinas, analizando detalladamente esos indiferentes ojos.- Él es uno de mis mejores amigos, Park ChanYeol.- Su vista permaneció quieta sobre los audífonos que colgaban de su cuello, pareciéndole cada vez más y más familiares.


El instante en que el frío té mojaba cada rincón de su cuerpo mientras era el blanco de las miradas curiosas e indiscretas llegaron hasta BaekHyun. El segundo en que ese chico de auriculares moradas colisionó con él haciendo que sus pertenencias recorrieran los pisos del aeropuerto flasho su mente.


-¡Eres tú!-


Gritaron ambos al unisonó señalándose con el dedo índice, llamando así la atención de Jong Dae que no entendía absolutamente nada de lo que estaba ocurriendo.


-¡Eres ese chico idiota!- Le dijo ChanYeol.


-¡Eres ese gigante narcisista!- Contestó molesto BaekHyun.


No había sido una, ni dos, sino tres veces las que en menos de veinticuatro horas se había encontrado con ese arrogante y soberbio tipo. Resopló cada vez con más ira. Ahora no le cabía la menor duda, su encuentro con aquel hombre del tamaño de un poste telefónico era toda una terrible... terrible casualidad.


Continuara...


 


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