Sintió algo sobre su labio inferior haciendo que frunciera su entrecejo y terminara por abrir los ojos.
-Sayonara hitori~- entonó Minho volviendo a tocar el labio de Taemin para empujarlo hacia abajo y soltarlo, haciendo que emitiera un divertido “plop”. –¿Estás cansado?- el menor se limitó a asentir contrayendo sus labios.
-Tus manos huelen a jabón.-
-Acabo de tomar una ducha.- volvió a tocar el labio de Taemin. –¿Sabes por qué te llaman “hada”?-
-No.- susurró sonriendo. –¿Por qué?-
-No tienes philtrum.- Minho volvió a tocar el labios superior ajeno y deslizó su yema hasta dónde debería de marcarse el surco naso labial. –Eso te hace ver más bonito.- siguió bajando su dedo hasta separar nuevamente sus labios y hacerlos sonar.
-Todavía usas ese anillo en tu pulgar.- susurró Taemin estirando su brazo derecho para tocar la mano de Minho antes de que se retirara de él. –¿Siempre lo llevas?-
-Así es.- tomó el anillo con delicadeza y comenzó a retirarlo.
-Deberías de dejar que tu piel respire.- observó la marca del anillo en su piel, que lucía un poco inflamada por la falta de oxigenación.
-Le prometí a alguien que amo mucho que siempre llevaría ese anillo conmigo.- giró su muñeca para abrir su mano esperándolo de regreso.
-¿Y si ese “alguien que amas mucho” ya no lo lleva?-
-Comprenderé que no lo porte.-
-Bien.- susurró girándose en su cama para mirar el anillo contra la luz que emitía la lámpara sobre él. –Tengo miedo de perderlo.-
-¿Mi anillo?- Minho se giró también para mirar el techo, sólo que agitó su cabello un poco para secar el resto del agua que la toalla no había absorbido, luego tomó la almohada más cercana para acomodarse. –¿Con quién compartes habitación?-
-He trabajado muy duro para quitar mi imagen del debut. Ustedes ya son considerados como hombres adultos con atractivo maduro, pero yo aún no.- entrecerró su ojo derecho para enfocarse en la silueta del anillo y que por la lámpara, diera la visión que era el anillo lo que desprendía la luz. –Todo va absolutamente bien con mi imagen hasta que apareces tú.- en su visión, la mano de Minho se llevó parte de la luz emitida por el anillo hasta retirárselo. –Porque de nuevo vuelvo a ser el chico del dos mil ocho.- suspiró dejando caer su brazo hacia la cama.
-Esas son ilusiones tuyas.- contestó colocándose su anillo. –Los encabezados de las revistas hablaron muy bien de ti en Danger y en Press your number, también de Sayonara hitori~-
-Mis encabezados no fueron tan buenos como “De TwoMen a Hwarang.”-
-Cuando compramos los anillos lo hicimos con la promesa de estar siempre para el otro y apoyarnos. Los anillos son un símbolo de amor que no acaba. Que no portes el tuyo no me molesta. Incluso me habías pedido perdón porque pensabas que lo habías extraviado, sé por qué casi no lo usas y lo repito, no me molesta.-
Taemin se giró sobre su hombro para poder mirar el perfil de Minho.
-De verdad quería estar en “48 horas” pero mi agenda…-
-Yo lo sé.- susurró girando su rostro para mirarlo, haciendo que las cejas de Taemin se alzaran levemente, igual que sus comisuras. –Sabía que tenías agenda y lo agradecí porque si hubieras estado, no sé qué clase de sentimientos me provocaría pensar “estas son mis últimas 9 horas, sincérate, dile a Taemin todo lo que sientes” con Jinki fue muy emotivo que no quiero pensar en cómo hubiera sido contigo.-
-No te odio.-
Minho no pudo contener su risilla nasal.
-No, no, espera, déjame terminar de hablar.- se sentó en la cama para colocar sus manos sobre los hombros de Minho y así pudiera dejar de reír. –No te odio, pero a veces no sé cómo reaccionar ante ti. ¿Me río? ¿No me río? ¿Digo algo? ¿Me quedo callado? “Sólo sonríele”. No es que te odie o me molestes, es que no sé qué debería de hacer.-
-Tienes exactamente la misma reacción de hace diez años.- contestó Minho poniendo sus manos sobre las de Taemin para retirarlas de sus hombros. –Mi corazón siempre ha estado sonriendo desde el segundo que vi tu cara.- sonrió.
-Comparto habitación con Jonghyun, pero está cuidando su cara junto con Jinki y Key.-
-Me tocó con Jinki.-
-¿Pero sabes…?- Taemin dejó que Minho se sentara también. –Me gusta que me veas y me pase eso. Pero odio que sea en público.-
-No importa dónde sea, siempre serás Taemin y yo siempre te cuidaré.- sonrió pasando su mano por su frente para descubrirla y lograr que los mechones rebeldes quedaran sólo por un segundo tras su oído.
-Ya voy a usar nuestro anillo.- afirmó.
-Probablemente, soy el único lo suficientemente bueno para estar a tu lado.-
Taemin asintió sonriendo.
-Duérmete conmigo.-