Au Post Civil War
Todo se había acabado hace un año con tres meses y cinco días -no es como si los hubiese estado contando- sin tener noticias del castaño, es por eso que Steve corrió a la torre Stark cuando recibio la llamada, solo que el no espero ver al castaño "siguiendo con su vida".
Lo habían destrozado, cuando no confiaron en él, cuando más de la mitad de su equipo, de su familia, le dio la espalda, cuando Steve le dejó por el asesino de sus padres, cuando su matrimonio con el gran Capitán América quedó roto. Pero ahora ya no estaba en el vórtice autodestructivo en el que le dejaron, no. ahora tenía algo por lo que luchar, es por eso que hizo esa llamada, es por eso que ahora estaba frente a quienes le destrozaron.
Estaban dolidos el uno con el otro, sí, pero eso ya no importaba, el universo estaba bajo amenaza y se necesitaban.
-¿Confías en mi?- preguntó el castaño con una mueca preocupada.
-Tony, eres mi esposo- dijo el rubio acercándose con cautela -Por supuesto que confío en ti-
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-Steve, por favor- murmurar el millonario -Firma los tratados-
-No lo entiendes, va en contra de lo que hemos luchado, tanto poder a manos de una sola persona, no confío Tony. Lo siento.
-Dijiste que confiabas en mi- susurro inaudible el castaño aguantandose las lágrimas que luchaban por salir.
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-Esto no tiene que ser así-
-Yo soy tu esposo Steve-
-El es mi amigo-
-Yo también lo era- dice el castaño con un nudo en la garganta.
-Lo siento, Tony-
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Las lágrimas corrían por su rostro y la sangre brotaba de su piel, las heridas dolían como los mil demonios pero se sentía vacío, hueco, como un cascaron vacío.
Su mano derecha se sentía más liviana sin el anillo de bodas, pero su corazón pesaba como nunca.
El escudo del gran Capitán América yacía junto a los anillos de su fallido matrimonio y sus esperanzas y su amor propio.
Tony Stark yacía moribundo en el frío piso de aquella base abandonada de Hydra en Siberia.
-Es curioso- murmuró luchando para no caer en la inconsciencia -Por más que lo intenté nunca dejé de ser el "mercader de la muerte"- y rió desganado, una risa falsa que termino en llanto.
Una silueta observaba la triste escena frente a sus ojos. Un hombre rompiendose en las cenizas de su pasado, de los errores que trató de remediar.
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Despertó con un dolor insoportable en todo el cuerpo, su cabeza le martillaba y el solo respirar era un dolor insoportable.
Trato de analizar el lugar ya estaba en Siberia pero no se encontraba en su casa, ni en la torre sino en un hospital, mas no recordaba haber llegado allí. Es más no debería estar allí, su armadura había dejado de funcionar, la energía y los comandos de emergencia fueron destruidos en la batalla, junto a muchas otras cosas.
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Soltó un quejido cuando una figura femenina se envolvió en su cuerpo.
-Dios Tony, me diste un susto de muerte-
-Tranquila Pepp-
-Lo siento tanto, Tony- susurró la casi implacable Pepper Potts con un manto de lágrimas cubriendo su rostro -Debí haber estado ahí contigo-
Y esas palabras fueron suficientes para romper la máscara de indiferencia que el castaño estaba tratando de mantener.