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Lesión por Kichi Hikari

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Notas del capitulo:

Nuevo capitulo, perdón por tardar, pero espero actualizar pronto en los siguientes días, todo lo referente a la familia de Kagami es inventada, igual que con Himuro y el resto, solo tomo lo poco que se a dado a conocer tanto de la familia como de sus pasatiempos, en mi pag. de FB subiré la imagen de la foto de Kagami que menciono, igual que a los entrenadores mas jóvenes.

-Himuro-kun, sé que son tus padres, y el de Kagami-kun, pero no entiendo la necesidad de irnos tan calmados de ahí-

El aludido dirigió una mirada a quien era el menor de estatura antes de negar con la cabeza con cierta diversión.

-Entiendo lo que dices, pero créeme que enfrentar a cualquiera de ellos equivale a la derrota total- explico en tono conciliador, odiaba admitirlo, pero uno no podía ir con juegos con sus padres -así que primero tenemos que armar un plan-

-Entiendo eso, pero aun no comprendo que hace esa chica aquí- y señalo a una castaña que miraba a todos con timidez pero curiosidad mezclada en sus ojos.

-Vamos Aominecchi, es de mala educación señalar a las personas-

El moreno solo se cruzó de brazos para seguir vigilando a la otra, mirando con un poco de burla sus raíces oscuras en comparación con su cabello de un color entre morado y castaño y puntas rubias.

-Pareces un payaso- soltó en japonés, esperando desconcertar aún más a la otra.

-Bueno, tu no pareces exactamente japonés-

Aomine gruño ante la obvia burla en su voz antes de mirar a Murasakibara que comía tranquilamente unas papas que había comprado Himuro para que el otro no se quejara demasiado, y en el justo momento que estaban saliendo de la tienda fueron interceptados por la enana, como le había apodado mentalmente Aomine.

-De todas formas, no sería mejor pedirle ayuda a Alex-san?- Kuroko también miraba con un poco de sospecha a la nueva -seguro que nos ayudaría-

Himuro entendía las dudas del resto, además que buscaran ayuda con personas que ellos ya conocieran y a las cuales le tuvieran más confianza, pero aun así negó con la cabeza, dejándose caer a lado del pívot y le robo una papa.

-Aun así, creo que Kurokocchi podría haber pasado a lado de tus padres si los hubiéramos distraído lo suficiente-

-Es cierto, Kurochin sigue siendo bastante ignorado si está con nosotros-

-Creo que no entienden la situación- todos voltearon a ver a la chica con duda en los ojos -digo, si Tatsuya no pidió ayuda a Alexandra es porque ella ya estaba enterada de la situación de Taiga, y también decidió mantener el secreto-

-Entonces si sabes japonés-

-Y también inglés, pero no me gusta hablarlo- se encogió de hombros indiferente -pero creo que aún no comprenden porque necesitan un plan- y se levantó para tomar un álbum de una estantería -miren esto, tal vez encuentren algo interesante- y dejo caer el álbum abierto en una página especifica delante suyo.

-Esto me trae recuerdos, en realidad, creo que lo había olvidado- soltó Himuro en tono sorprendido mirando las fotos.

-Llámenme cuando quieran hacer un plan- termino por decir caminando a la puerta -y por cierto, díganme Akemi o Aburame, me da igual, de todas formas no es mi verdadero nombre- y cerró la puerta del departamento.

-Okey, esto es demasiado raro- Aomine miraba entre la foto y Himuro -por qué nunca dijeron que sus padres y los entrenadores se enfrentaron?-

-No lo recordaba, tenía 10 años ahí, no tengo buena memoria, y Taiga tenía 9, creo- miro de nuevo la foto.

La imagen ahí mostraba a Shiro, Kae y Asuma, junto con dos personas más, una mujer de cabello rojo largo y ojos castaños, unos 20 centímetros más baja que Shiro y otro hombre que media aproximadamente 1.80, solo diez centímetros más bajo que los otros dos hombres por lo que podían ver, de cabello rubio y ojos también rojos como Shiro. Sostenían un trofeo entre todos menos por Asuma y Shiro que cargaban a sus respectivos hijos, y todos sonreían a la cámara.

Mientras que en la página anterior la imagen era diferente, los cinco adultos estaban de tres cuartos y formados en una hilera, mientras que enfrente suyo se podía ver a los ahora entrenadores de sus respectivos equipos más jóvenes, un partido de basketball, uno que por lo visto había sido ganado por los padres de Tatsuya y Taiga.

-Ella es-

-Sí, la madre de Taiga, de hecho ahora se encuentra viviendo en San Francisco- y después señalo al otro desconocido -y él es hermano de Shiro…aunque él se mudó a Francia, o Italia, no lo recuerdo-

-Vaya, tengo que burlarme de mi entrenador por esto- soltó Aomine al aire, riendo sin disimulo.

-Sabes que ellos eran los mejores del país, y aun cuando la diferencia de edad entre ellos no es mucha, ellos jugaron con hombres solamente, mientras que el equipo de mis padres tiene dos mujeres- y cerro el álbum para dejarlo en su lugar -además, estábamos llamando la atención, y aun así Kuroko fue detenido con facilidad-

Kuroko sabía de qué hablaba, intento pasar a Kagami-san cuando la madre de Himuro le había sacado de ahí, pero el hombre fue más rápido y lo detuvo del brazo sin voltear a verlo. Eso había sido frustrante, pero una clara muestra de que no podrían pasar tan fácil.

-Bueno, diciendo que Kurokocchi no puede pasar desapercibido, como entraremos?-

-Por eso llame a Akemi- suspiro ante la cara de todos -no, no es su verdadero nombre, ese solo lo saben mis padres, los de Taiga y Fukutori, su tío- se aclaró la garganta -el punto es que ella es buena para obtener información, podrá averiguar más de la condición de Taiga, y seguro descubre alguna manera de entrar, pero para eso tenemos que trabajar en equipo, no podemos dejarle hacer todo a ella, nosotros somos los que vinimos a investigar-

Murasakibara solo se levantó y tomo otras papas, mirando indiferente a su alrededor, claro que le preocupaba Kagachin, pero si él no les había dicho nada, tenía que ser por algo importante, pero también comprendía la postura de Kurochin y Murochin, el tigre era importante para ellos, y por eso estaba ahí, para ayudar, así que solo puso una mano en la cabeza de su compañero, como prueba de que no le molestaba que pidiera ayuda de la enana.

-Bien, supongo que tendremos que aceptar la ayuda de la niña-

Kise solo sonrió ante lo dicho por Aomine y asintió mostrando estar de acuerdo con eso, en realidad no creía que fuera tan menor, pero medir lo mismo que Kurokocchi-porque si, ella misma había dicho cuanto media al ver que Murasakibara quería compararla con el otro pequeño del grupo-no le ayudaba mucho.

-Y deberías tener más cuidado Aomine, que ella sea indiferente ante ser tratada con respeto, no la hace menor que tu-

-Si, si- pero fue hasta ese momento que reacciono a lo dicho -es mayor que yo?-

-En realidad, mayor que todos, tiene 21-

-Bromeas, cierto?, esa enana no puede tener 21-

-Es cierto Himurocchi, yo creía que era mayor que nosotros por su forma de hablar y actuar- ante esto recibió una mirada burlona por parte del moreno pero Kise le ignoro -pero no creí que fuera tanta la diferencia-

-Si bueno, nadie se lo cree al principio, e incluso es fácil de olvidar, pero eso no es lo importante, le pediré que venga mañana para poder hacer algo-

Y se alejó de la sala donde estaban reunidos para poder hablar por teléfono con calma, para ese momento Kuroko había vuelto a tomar el álbum con la victoria del padre de Taiga, solo en ese momento se dio cuenta lo poco que conocía de su antiguo compañero, y le dolió, hubiera querido saber más de su familia, a que se dedica su padre, hace cuanto que su madre no vive con ellos, si el recuerda ese partido en el cual le ganaron a la antigua selección de Japón.

Tantas cosas de las cuales preguntar y hablar, quería que Taiga hablara sobre ello, y él también quería hablar sobre su familia, sus miedos, sobre sus padres, y que también sabían que le gustaba un chico, que les costó aceptarlo, pero al final lo habían hecho, sobre como su sonrisa fue aquello que le permitió sobrevivir la ley de hielo impuesta por sus familiares durante el tiempo que no le aceptaron.

Tantas cosas que quedaron al aire, pensó con tristeza Tetsuya mirando aun las fotos, para irse a sentar y hojear el resto del álbum, encontró varias fotos de los cinco adultos con los dos niños, pero esas eran las que menos había, al principio estaban muchas fotos de un Kagami recién nacido, otras con juguetes a su alrededor, no pudo evitar reír al ver un pequeño balón de basket, también había otras donde estaba durmiendo o con algún atuendo que le hacía ver tierno, abrió los ojos cuando encontró una foto de Kagami junto a un perro, seguramente antes de su evento traumático con los canes.

Después había fotos de Kagami con Himuro, en diferentes situaciones, o incluso jugando basket, solo ahí noto que era cierto, aun cuando sus padres parecían haber sido jugadores muy buenos, no había fotos antes de Himuro que indicaran que a Taiga le gustara el basket, solo una pelota aparecía al inicio, y era obvio que era de peluche.

Debía agradecerle al del lunar que le mostrara al otro sobre lo bueno del basketball, sino, seguro nunca se hubieran conocido, siguió pasando de página, cada foto le mostraba algo nuevo o algo conocido de su amigo, una cosa nueva era verlo sobre una tabla de surf, además que parecía disfrutarlo, y solo con eso descubría como sus sentimientos crecían a cada momento.

Al final de todas las fotos, sus sentimientos se desbordaron, había una foto de todo el equipo de Seirin cuando ganaron el partido contra Rakuzan, a lado había otra con el equipo de Vorpal Swords, ambas tenían una postal pegada a su lado, por lo poco que pudo entender al leerla, le decía a su padre lo feliz que estaba por ganar, además, le pedía guardar ambas fotos en su álbum, solo cerro los ojos y devolvió el álbum a su lugar, ignorando que los chicos habían visto la escena un poco extrañados, pero decidieron no comentar nada.

-Bien, hable con ella, dijo que mañana llegara a las doce más o menos, así que podemos hacer dos cosas en este momento, investigar algo por nuestra cuenta, o pedir algo para cenar e irnos a dormir-

Himuro señalo el reloj que estaba en la pared, y cuando todos voltearon a verlo se sorprendieron, estaba marcado que eran las 12:01 de la madrugada, no se dieron cuenta de cuando paso tan rápido el tiempo, pero decidieron hacer caso y ordenaron pizza, un poco sorprendidos de que hubiera servicio a esa hora, pero Himuro, ya acostumbrado a cosas así, conocía el lugar perfecto para ordenar su cena.

Comieron apenas la caja fue puesta en la mesa de centro, empezando sin Tatsuya que estaba terminando de pagar al repartidor y sonriéndole agradecido por su servicio, cerrando la puerta cuando el chico se hubo ido, y tomando otra caja que puso en la mesa cercana a la puerta, sin sorprenderse de ver que solo quedaba una rebanada de las 16 que vienen por caja, así que se dejó caer a lado de Kise, quien era el que mejor le caía después de Atsushi y abrió la pizza que traía en mano para empezar a comer.

-Atsushi basta, aquí hay más, así que no debes pelear con Aomine por esa rebanada- como si esa hubiera sido la palabra mágica, el más alto se alejó del moreno para poder sentarse a lado del pelinegro.

-Jejeje, se nota que ya sabes controlar a Murasakibaracchi- Kise miro al gigante antes de desviar su mirada a su propia rebanada y después al jugador fantasma, que en esos momentos parecía exactamente eso, un fantasma.

-Aprendes con el tiempo- Himuro no tuvo que seguir la mirada del rubio para saber su preocupación por la sombra de Seirin, pero ahora mismo no había nada que hacer, tendrían que esperar a mañana para resolver las interrogantes que tenían -por cierto, espero que no tengan problemas en compartir cuarto-

Ante eso todos voltearon a verlo, extrañados por lo que dijo, pero a los pocos segundos comprendieron lo que quiso decir el otro, y hubieran reclamado, pero realmente no tenían derecho a hacer eso, no tenían dinero para gastar en un hotel, y de cualquier forma era mejor dormir ahí que tenían asegurado ya un lugar.

-Con quien debo compartir cuarto?- la voz de Aomine salió resignada, seguramente quien dormiría solo sería Himuro.

-Con Kise- ambos chicos se miraron, aunque su relación era mejor, bueno, aun existía cierta incomodidad entre ellos, pero aun así asintieron -yo compartiré cuarto con Atsushi y Kuroko se quedara en la última habitación libre-

Ahí si fue cuando Daiki quiso protestar, pero se mantuvo en silencio ante una mirada que fue dada por parte de Tatsuya, solo entonces se movieron y descubrieron, después de tirar la basura que sobro de su cena en una bolsa negra, que en ese edificio vivieron Taiga, Tatsuya y Alex, como lo descubrieron, fue fácil, la habitación de Aomine y Kise era de un color más relajado y de tono pastel, además que Aomine descubrió por accidente un brasier en uno de los cajones de la cómoda, no hace falta decir que eso le hizo querer buscar aún más ropa de la exjugadora aun cuando Kise le llamo pervertido varias veces.

Los otros tres pasaron eso por alto y se dirigieron a la segunda puerta que estaba justo enfrente del viejo cuarto de Alex, ese tenía que ser de Kagami, si los posters en las paredes indicaban algo, además de una pequeña canasta pegada a la puerta para tirar por ahí la basura en un cesto que estaba debajo, además del color rojo apagado, al igual que en el otro cuarto, solo había una cama, que no había sido notado por los otros dos, pero eso no era ya su problema, Kuroko solo le deseo las buenas noches a Himuro y Murasakibara que entraron a la habitación a lado suyo y entonces el mismo cerro su puerta, abrió el armario más por curiosidad que otra cosa, y al ver una camisa de Kagami ahí, no pudo evitarlo y la tomo para usarla de pijama, traía la suya propia en la maleta, pero no quiso desperdiciar la oportunidad.

Cuando termino de prepararse, levanto las cobijas de la cama y se metió en ella, pensando en que esa cama había sido usada por Kagami, pero después eso se trasladó a Kagami durmiendo en el hospital. No importaba cuanto tardara o los métodos, pero descubriría que sucedía con su amigo y le ayudaría para que ambos pudieran volver a Japón, o quedarse en Estados Unidos si eso era lo que quería el pelirrojo, pero juntos, le diría sus sentimientos y entonces, no importaba si Taiga no le correspondía, él se quedaría a su lado, después de todo, era su sombra.


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