Body Language por CherryShawol

La segunda vez dolió, la tercera dolió, la cuarta se sintió mejor pero aún estaba lejos de sentir placer, pero a la quinta…

“Ah… ah… ahhh…” Jimin no podía parar de gemir....

Yoongi había cambiado de posición haciendo que ahora Jimin le dé la espalda, lo penetraba desde atrás y sus manos jugaban con sus pezones.

“Oh… si… más… ngh…”

Yoongi lo embestía profundamente desde atrás y el trataba de imitar sus movimientos para mantener un ritmo constante. No había podido limpiarse después de las veces anteriores por lo que el semen salía de su orificio creando ese sonido de líquidos chocando, un sonido muy sucio pero excitante que dejo de importarle lo antihigiénico que seguramente seria.

No sabía si alguno de los chicos había llegado al departamento y si habían escuchado los gritos o gemidos que estaban lanzando, esperaba que no, quizás ahora estuviera disfrutando y nada le importaba además de sentir a Yoongi entrando en él, pero mañana no tendría cara para ver a sus amigos.

“Ngh… mierda… ohh…”

Yoongi sonrió satisfecho por los sonidos.

“Al fin lo estoy haciendo bien” siguió moviéndose dentro, sintiendo como las paredes de Jimin se contraían “estoy tocando los lugares correctos al parecer, y esto solo se pone mejor” el aliento de Yoongi daba directo a la nuca de Jimin provocándole escalofríos.

Por primera vez Jimin se corrió antes que Yoongi lanzando un grito que lastimó su garganta.

Eso solo provocó más al mayor que embistió fuertemente para terminar a los pocos minutos.

Se abrazaron en cuanto Yoongi salió del interior de Jimin, aun jadeantes, tratando de que su respiración se normalizara.

“Solo teníamos que acostumbrarnos” mencionó Yoongi orgulloso por su logro.

Jimin aún estaba experimentando el resultado de su orgasmo, se sentía híper sensible y algo cansado, ahora entendía lo placentero que podía ser el sexo, aunque seguía maldiciendo las primeras veces. Le dolía el trasero y sentía que no podría caminar bien un par de días al menos.

A los pocos minutos Yoongi se colocó encima de él, nuevamente, mirándolo como si se lo fuera a comer. Jimin no comprendía cómo podía seguir viéndolo así, estaba pegajoso, seguro no olía bien, tenía el cabello despeinado y pegado a la cara por el sudor, pero lo que menos entendía era como Yoongi podía seguir endureciéndose después de tantas veces.

“¿Esta vez me dejarás ver tu rostro?”

Jimin asintió, ya no dolía, ahora podría darle un rostro que no estuviera a punto de llorar, incluso podría mostrarle que se sentía feliz.

Las manos de Yoongi empezaron a tocarlo haciéndolo endurecerse de nuevo, ese nombre hablaba en serio cuando dijo que sabía dónde tocar…

Esa noche lo hicieron siete veces. Jimin empezaba a sospechar que Yoongi no era humano pero después de la séptima le dijo que no podía más, aunque lo quisiera.

Ahora ambos estaban abrazados, aún era raro, tantos años de amistad y casi hermandad y ahora eran amantes y novios.

“¿Alguna vez hablaste con tus amigos de cuantas veces podías tener sexo en un día?” preguntó Yoongi de la nada.

¿Cómo ese hombre podía hablar de sexo tan libremente?

“Nunca”

“¿Ni en el colegio?”

“Mis amigos del colegio no hablaban de sexo” tampoco es que los viera mucho, después de clases iba con maestros particulares, si bajaba la nota promedio sus padres no lo dejarían seguir de traineer.

“Con mis amigos siempre hablábamos de cuantas veces podíamos hacerlo en una noche” mencionó algo emocionado “Una vez hicimos una apuesta, un amigo y yo llevamos a nuestras novias, teníamos sexo con ellas por turnos, ya sabes, entraba uno con su novia y salía, entraba el otro con su novia, hasta que uno no pudiera más, los condones eran las pruebas, exigirnos hasta quedarnos completamente secos, esa vez lo hice ocho veces, es mi record”

¿Ocho veces? ¿Yoongi era siquiera humano?

“Claro que era joven, un adolescente, supongo que tenía más energía que ahora, pero creo que si me esfuerzo puedo romper mi propio record, sí, creo que quiero hacerlo nueve veces”

“¿Qué?” Jimin no salía de su asombro ¿hablaba en serio? “¿Con quién?”

“¿Cómo que con quién? Pues contigo tontito, eres mi novio”

“¿Conmigo? ¿Ahora?” a Yoongi tanto no dormir al fin le había afectado el cerebro.

El mayor rio ante la cara de pánico de Jimin.

“Ahora no, aunque quisiera estoy agotado, pero en otra ocasión, después de todo tenemos tiempo para poder hacerlo las veces que queramos”

Jimin sonrió ante la frase, Yoongi no recordaba que sus novias no le duraban más de tres semanas a lo mucho, y él no se dejaría engañar, a la primera señal de infidelidad lo dejaría, lo amaba pero no quería compartirlo. Al menos tenía la ventaja de vivir con él y saber su horario.

“¿Nos bañamos?” preguntó Yoongi abrazando a Jimin y apegándolo más a su cuerpo.

“Estamos sudados y llenos de semen por todos lados, tenemos que bañarnos” respondió como si fuera la cosa más obvia del mundo, y así lo creía.

“Pero estoy cansado… y es nuestra primera noche, durmamos así y mañana nos bañamos” uso su mejor arma de persuasión, aquellos oscuros ojos de gatito, intentando ser lo más tierno que pudiera.

“Pero…”

“Por favor”

Vio a Jimin asentir y sonrió acomodándolo mejor para dormir. Le dio un último beso de buenas noches y cerró los ojos, su cuerpo le exigía el descanso.

“El concurso con tu amigo ¿Quién ganó?” Jimin quería dormir pero la duda no abandonaba su mente.

“¿Crees que yo perdería?”

Yoongi era un idiota egocéntrico… pero eso era parte del encanto que tenía a Jimin enamorado de él.
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Jimin se despertó temprano, normalmente era el primero en levantarse en la casa junto a Jin, aunque la misión de despertar a los demás miembros, era por tradición del maknae, a él le gustaba ayudar  hacer el desayuno junto a Jin y despertar a Jungkook para que despierte a los demás, en un principio cuando Jungkook casi no hablaba, no se llevaba muy bien con Yoongi y eso ayudaba a que su relación mejorara, Jungkook había aprendido a levantar con buen humor al rapero.

Pero esa noche había compartido habitación, estaba acostado en su pequeña cama con Yoongi aun abrazándolo, como pudo, sin despertarlo salió de la cama, tomó su toalla y algo de ropa y se fue hacia una de las duchas.

Las piernas habían perdido un poco la sensibilidad, como si estuvieran adormiladas pero no dolía tanto como creía dolería después de hacerlo seis veces en su primera noche, asumió que eso era debido a lo mucho que le gustaba Yoongi, cuando las cosas se hacen con amor es diferente.

Se bañó pegado a la pared para mayor seguridad, se vistió rápidamente y empezó a preparar el desayuno junto a Jin, dejó haciendo arroz en la arrocera y tenían todo listo para servir. Miró la hora, no tenían mucho tiempo para descansar, aun habían muchas actividades para hacer.

Caminó hasta la habitación de Jungkook, pudo ver el cuerpo de Taehyung descansar en una cama que no era suya, se acercó mirándolos dormir plácidamente, parecían unos niños pequeños acurrucados, tomó el celular de Taehyung y revisó si había algún mensaje.

Ningún mensaje nuevo.

Jimin soltó un bufido, Taehyung era el más sociable, por lo cual desarrollo una extraña costumbre que debería dejar, le encantaba despertar y ver un mensaje en su celular, cuando no lo hacía pasaba la mañana amargado, mínimo hasta medio día, tomó su celular que había dejado en su habitación desde la noche anterior, ignoro los mensajes recibidos y envió algo a Taehyung.

El celular del vocalista sonó haciéndolo removerse en la cama, abrió un ojo y vio a Jimin mirándolo divertido. Jungkook al sentir movimiento simplemente se giro y se volvió a dormir.

“Cinco minutos más”

¿Cuánto tiempo llevaban con esa rutina? No lo sabía pero ya se le hacía natural.

“Hoy es un día pesado, levántate”

En un movimiento rápido Taehyung jaló a Jimin a la cama y lo apretó contra el haciendo caer las sabanas. “Cinco minutos más Chimchim” pidió nuevamente haciendo aegyo.

“Agradece que tenemos horas para dormir, la próxima semana apenas y sabremos lo que es cerrar los ojos” bufó intentando parecer molesto.

“¿interrumpo?”

Jimin brincó cuando reconoció la voz de Yoongi, alzó la vista para encontrarlo en el marco de la puerta con los brazos cruzados y una evidente cara de enojo.

¡Oh santa mierda!