Mientras tanto, el grupo de Goku estaba llegando al Palacio de Kamisama.
Goku: Bien, ya hemos llegado. Goten, Gohan, venid conmigo.
Milk: ¡Eh! ¿Y nosotras qué?
Goku: Vosotras… Quedaos aquí, y vigilad. Bulma, dale uno de tus rifles a Milk. Si veis a cualquier sospechoso, avisadnos enseguida.
Goku se dirigía con sus hijos hacia la entrada al Palacio, cuando se percató del silencio y sosiego que se respiraba en el ambiente.
Goku: Hum… ¿Dónde están Dende y Mr. Popo?
Goten: Tal vez estén dentro, por aquí fuera no parece que estén.
Goku: Es lo que me extraña, Mr. Popo cuida mucho sus flores, se me hace raro ver que no las está regando.
Gohan: Siento un Ki… Que viene de ahí dentro.
Goku: Yo también. Debe de ser Dende. Aunque…
Goten: No puede ser, parece el Ki de una persona mala…
Goku: Este Ki… No es la primera vez que lo siento.
Una mano asomaba en la puerta del Palacio, agarrando el marco de la puerta. Tras eso unos pies asomaban en la oscuridad, los cuales dieron paso a un terrible presagio para Goku y su familia.
Goku: No es posible…
Finalmente, la figura que asomaba por la puerta, se dejó ver completamente. Dio un paso al frente, saliendo al exterior.
Goku: ¡Piccolo Daimaku! ¡No puede ser!
Piccolo Daimaku: Vaya, vaya. ¿Quién tenemos aquí? Ni más ni menos que al maldito mocoso que hace décadas me dejó al borde de la muerte.
Goku: ¿Cómo diablos has sobrevivido?
Piccolo Daimaku: ¿Te sorprende? El Gran Rey Demonio, Piccolo Daimaku… Humillado por un crío como eras tú… ¡Me hierve la sangre solo de recordarlo!
Gohan: Papá… ¿Ese es…?
Goku: Piccolo Daimaku, la parte malvada de la cual Kamisama se deshizo para llegar a gobernar sobre la Tierra. El que dio vida al Piccolo que conocemos.
Piccolo Daimaku: Supongo que habéis venido a por esto.
Piccolo Daimaku sacó una bolsa, la lanzó al suelo, y tras eso las 5 Bolas de Dragón de Vegeta salieron rodando hasta los pies de Goku.
Goku: ¡Las Bolas de Dragón!
Goten: ¿Cómo puede ser?
Piccolo Daimaku: Tengo que darle las gracias a vuestro amiguito Vegeta, ha sido muy gentil reuniendo las Bolas de Dragón para mí.
Goku: ¿¡Qué le has hecho a Vegeta!? ¡Responde!
Piccolo Daimaku: Goku, Goku… ¿Aun no te das cuenta de qué está pasando aquí? ¿Por qué tu Radar Dragón estaba en otro lugar? ¿Por qué las Bolas de Dragón no son normales?
Goku: Tú… Es cosa tuya…
Piccolo Daimaku: Yo controlé la mente de Vegeta, hice que fuera a tu casa, modificase el Radar Dragón, para que solo detecte las Bolas de Dragón que yo he creado.
Goku: ¿Tú has creado estas Bolas? ¿Para qué?
Piccolo Daimaku: Necesitaba un modo de que Vegeta desbloquease su mente, y abrirme paso entre sus sistemas nerviosos, hasta poder ser libre al fin.
Goku: ¿Has estado todo este tiempo encerrado dentro de Vegeta?
Piccolo Daimaku: Sí, llevo décadas peleándome dentro de Vegeta con ese estúpido Saiyan entrometido…
Goku: ¿Saiyan?
Gohan: ¡Papá, te está haciendo perder el tiempo! Seguro que está tramando algo…
Piccolo Daimaku: Supongo que ese chiquillo entrometido debe de ser tu hijo.
Goku: ¿Qué estás tramando? ¡Dímelo! ¿Por qué nos das las Bolas de Dragón?
Piccolo Daimaku: No os servirán de nada si no las tenéis todas. Cosa que no ocurrirá, ya que os mataré aquí, ahora mismo.
Bulma: ¡Goku, Goten, Gohan, agachaos!
Goku: ¿Eh?
Bulma y Milk sostenían un lanzacohetes y una ametralladora, y tras advertir al grupo de Goku, éstos se agacharon, y la pareja empezó a disparar misiles y cargadores enteros contra Piccolo Daimaku.
Piccolo Daimaku: ¡Maldición!