Vegeta miraba fijamente la esfera que sostenía Goten en la mano.
Goten: ¿Qué pasa?
Goku: Esa Bola de Dragón… Es plateada.
Vegeta: Y la estrella que tiene dentro es de diamante, no es roja.
Goku y Vegeta no podían creer lo que estaban viendo. Goku se acercó a Vegeta, que seguía sentado en el suelo tras haber despertado.
Goku: Vegeta, no sé si es muy buena idea seguir con esto. No sabemos qué tipo de objeto es ese, no es una Bola de Dragón normal y corriente. Nunca he oído hablar de esto, ni nadie me ha advertido nunca.
Vegeta: ¡Cállate! Si no fuera una Bola de Dragón, ¿por qué aparece en el Radar?
Goku: Eso es lo que no entiendo…
Al escuchar risas a sus espaldas, Goku y Vegeta miraron hacia atrás, y se encontraron con Goten y Trunks jugando a futbol con la Bola de Dragón.
Goku y Vegeta: ¡Niños!
Vegeta: ¿Se puede saber qué hacéis?
Trunks: Es que… Si esta no es una Bola de Dragón, podemos usarla nosotros, va muy bien para jugar a la pelota.
Goku: ¡No es ningún juguete! No sabemos qué tipo de poder puede tener esto encerrado.
Vegeta se levantó con cara de furia contenida, se acercó a los niños, y les quitó la Bola antes de que se dieran cuenta.
Vegeta: ¡Esto es muy importante! ¡Dejaos de tonterías! Sabía yo que venir con niños aquí no era buena idea. Desde luego que…
Antes de poder acabar la frase, Vegeta se iluminó en un color azul cian, y empezó a flotar en el aire, y un instante después, unas ráfagas de energía salieron de sus manos hacia el cielo.
Mientras tanto, Vegeta oía una voz en su cabeza.
¿?: Sé que alguien va detrás de él. Necesito que me ayudes con esto.
Vegeta: Esa voz…
Vegeta se veía en un espacio infinito, se encontraba de nuevo en la Habitación del Vacío.
Vegeta: ¿La Habitación del Vacío? ¿Qué hago yo aquí otra vez?
En ese momento una figura difuminada de un hombre apareció delante de él pero estaba de espaldas.
Vegeta: ¡Ah! ¿Ése es…?
Otra figura apareció en frente del hombre que ya estaba allí, pero era una figura completamente borrosa, de la que no lograba distinguir nada.
Hombre: Necesito tu ayuda. Tú sabes cómo pararle los pies.
Figura borrosa: ¿Qué puedes ofrecerme a cambio?
Hombre: El gobierno de mi planeta.
Vegeta: ¡Ugh!
Vegeta se vio envuelto en la oscuridad, y tras eso, volvió a estar delante de Goku, Goten y Trunks, que le miraban fijamente.
Vegeta: ¿Habéis visto eso?
Goku: Sí… Ya te digo yo que sí.
Vegeta: Era todo como si estuviera en el universo, la Habitación del Vacío otra vez.
Trunks: Nosotros te vimos a ti flotando, brillando y lanzando energía por las manos. ¿Qué viste, papá?
Vegeta: Vi la figura de un hombre, pero estaba de espaldas. Y otra figura completamente borrosa, no logré ver quién era. El hombre trataba de pedirle ayuda al otro, parecía tener un problema.
Goku: Mmm… Qué extraño es todo esto… ¿Quién sería ese hombre?
Vegeta: Yo sé quién era.
Goku: ¿Ah sí? ¿Cómo puedes saberlo?
Vegeta: Ese hombre ofrecía al otro, a cambio de su ayuda, el gobierno de su planeta. Era mi padre. El Rey Vegeta.
Goten: ¡Ostras!
Trunks: ¿El abuelo?
Goku: ¿Estás seguro de que era él?
Vegeta: Llevaba una capa, una armadura típica Saiyan, y el pelo en punta igual que el mío. Y ofrecía el gobierno de su planeta, mi padre gobernaba sobre el Planeta Vegeta.
Goku: ¿Y qué puede significar eso?
Vegeta: Todo esto… La Bola plateada, mi presentimiento de una presencia en la Tierra, mis desmayos y sueños… No puede ser todo casualidad.
Goku: ¿A qué te refieres?
Vegeta: ¡Usa la cabeza para algo, Kakarot! ¡Piensa un poco!
Goten: Tal vez deberíamos buscar el resto de Bolas de Dragón, si con cada una que cojamos el Sr. Vegeta verá un mensaje, a lo mejor si las encontramos todas, descubriremos lo que está pasando.
Vegeta: ¡Pues venga, en marcha! Tenemos que encontrar todas las Bolas antes de que sea demasiado tarde. Saca el Radar, Kakarot.
Goku sacó el Radar Dragón, y se fijó en dónde estaba la próxima Bola de Dragón.
Goku: La más cercana de aquí está a 54km al norte.
Vegeta: Vamos a por ella.
Trunks: ¿Pero ahora? Yo tengo hambre.
Goten: ¡Yo también!
Vegeta: Mpf… Críos…
Goku: Pues ahora que lo dicen, yo también tengo hambre.
Vegeta: Eres un caso perdido, tu siempre tienes hambre.
Al decir eso, a Vegeta le sonó la barriga.
Vegeta: Eh…
Goku: ¿Qué decías, Vegeta?
Trunks: Algo me dice que tú también tienes hambre.
Vegeta agachó la mirada mientras que el resto se reía, y tras unos momentos reaccionó.
Vegeta: ¡Bueno, está bien, vamos a comer! Siempre cambiando los planes a última hora.
Goten: ¡Yo quiero ir al restaurante de Central City!
Trunks: ¡No, yo quiero ir al de Satan City!
Goku: Bueno, ya iremos pensando por el camino a ver dónde vamos.
Vegeta parecía completamente inmerso en sus pensamientos, no entendía por qué había visto a su padre, ni por qué había visto como si el mismísimo Rey Vegeta pidiera ayuda a alguien a cambio de su planeta. ¿Cuál sería el motivo por el que vio todo eso?
Goku: ¿Dónde quieres ir tú, Vegeta?
Vegeta: Me da igual.
Vegeta empezó a volar, mientras que el resto seguía en el suelo.
Trunks: Hum…
Goku: Bueno, vamos yendo y ahora veremos qué decidimos al final.
Goku, Goten y Trunks empezaron a volar, y se colocaron detrás de Vegeta, que seguía con la cabeza situada en lo que había visto un rato atrás.
El grupo voló hasta East City, donde había un restaurante buffet libre, al que finalmente decidieron ir a comer.
Goten: ¡Voy a comer hasta que explote!
Trunks: ¡Pero no más que yo!
Goku entró primero en el restaurante, y pidió una mesa para 4 personas, el camarero les acompañó hasta su mesa, y todos se sentaron.
Goku: Vegeta, ¿qué piensas tanto?
Vegeta: ¿A ti que te parece? Una Bola de Dragón plateada me ha poseído, ¿y tú me preguntas que qué pienso?
Goku: ¿Prefieres ir a comer a otro sitio?
Vegeta: Eres estúpido.
Todos miraron la carta para ver qué iban a pedir. Era un buen lugar, ya que por 500¥ cada uno, podían comer todo lo que quisieran, con la bebida incluida.
Camarero: ¿Saben ya lo que van a pedir?
Goten: ¡Yo quiero el número 4, 6, 7, 8, 12 y el 14!
Trunks: ¡Yo el 2, 3, 5, 8, 11, 12 y el 15!
Goku: Yo comeré poco, que últimamente me he pasado. Quiero el número 1, 5, 6, 7, 8, 12, 13, y el 17 que lleva ensalada.
Camarero: Eh… Esto… ¿Y usted?
Vegeta: Yo solo el 4, 5, 8, 9 y 10.
Camarero: Vale… Esto… Muy bien… ¿De beber querrán algo?
Goku: Soda, por favor.
Goten y Trunks: ¡Coca-Cola!
Vegeta: Whisky doble, me va a hacer falta.
Camarero: Vale… Ahora les traigo su pedido, aunque puede que tarde un poquito. Y tal vez haga falta una mesa más grande…
Goku: Tranquilo, no tenemos prisa.
Vegeta: Claro, puede ser el fin del mundo pero no tenemos prisa ninguna…
Camarero: Vale.
El camarero recogió las cartas de manos del grupo, con cara de incredulidad, que mantuvo durante toda su conversación con ellos. Se dio media vuelta, y se dirigió hacia la cocina.
Camarero: O me están tomando el pelo, o esta comida nos va a arruinar el negocio…
Pasaron 10 minutos, y el grupo recibió la primera ronda de platos. Cada 10 minutos empezaban a llegar los siguientes platos, aunque el plato anterior ya lo habían acabado antes de que llegara. El camarero cada vez llegaba con una cara de asombro mayor, pensando que jamás había visto a nadie que comiera con semejante prisa, y en tanta cantidad.
Pasaron 1 hora y 30 minutos, y todo el grupo acabó de comer. O eso parecía.
Camarero: Bueno… ¿Querrán la cuenta, los señores?
Goku: No, todavía no, nos falta el postre.
Camarero: …
Tras comer 15 postres por cabeza, ya pagaron la cuenta, que sumaba un total de 2000¥, y salieron del restaurante con una sonrisa de oreja a oreja.
Camarero: Tendríamos que haber montado un lavado de coches…
Goku sacó el Radar, y volvió a echar un vistazo a la ubicación de la Bola más cercana.
Goku: La Bola que está más cerca nos queda a 82 kilómetros.
Vegeta: Mucho más lejos que antes, gracias niños.
Trunks: No te quejes papá, que tú también tenías hambre.
Vegeta: Trunks, cállate.