Ese era su día. Era el día donde se uniría con la persona que más amaba. Se miró por quizás sexta vez en el espejo de la habitación, su traje blanco se veía tan hermoso, según su abuela lo hacía ver tan puro. Sonrió como siempre lo caracterizaba, en cualquier momento vendrían a buscarlo para ir. Miro el reloj: 13:36, faltaba tan poco.
— ¡Por fin seré Naruto Uchiha dattebayo!—exclamo entusiasmado ¡Deseaba irse ya a la iglesia! Suspiro, no era bueno emocionarse aún, pero es que no lo podía evitar—. Llevo meses esperando este día, debería estar nervioso.
Escucho unos pasos aproximándose y la puerta se abrió dejando ver una bella mujer de cabello rojo largo, Kushina Uzumaki. Observo a su hijo con una sonrisa, le recordó un poco cuando se casó con Minato. Sonrió ante eso.
—Naruto es hora de irnos dattebane.
— ¡Estoy tan emocionado kaa-chan!
—Se nota hijo, pero vamos que se nos hará tarde—dijo para ver como su pequeño salía prácticamente corriendo, jamás cambiaria.
Llevaba ya tres años de relación con Sasuke Uchiha y recientemente hace un dos meses le había matrimonio, no podía ser más feliz, tenía una vida perfecta y eso iba a mejor al unirse con su verdadero amor.
Entro al auto y espero que sus padres también entraran, los dos estaban en la parte de adelante. Empezó a tararear algo intentando esconder el nerviosismo. Suspiro y se tocó el pecho, específicamente donde estaba su corazón, sentía algo raro, puesto que este se aceleró. Seguro no era nada así que decidió restarle importancia.
La iglesia estaba ante él. Era tan hermosa y enorme, miro a todos sus amigos como familiares dentro ¡Todo estaba yendo tan bien!
—No me gustaría entregarte, pero sé que Sasuke te cuidare muy bien—su padre se paró a su lado sonriendo para agarrar su brazo. Iba a llevarlo al altar.
Y comenzó la marcha nupcial. Las puertas se abrieron, ahí frente estaba el azabache con un hermoso traje negro sonriendo. Trago saliva, cada paso lo hacía sentir muy nervioso, pero no se iba a retractar ¡No señor!
—Te entrego a mi hijo, Sasuke.
—Lo sé, señor Minato—dijo el novio sonriendo cogiendo la mano de su rubio.
El sacerdote dio comenzaba la ceremonia. Miro de reojo a su chico, lo sintió un poco inquieto, más seguro estaba como él, el nerviosismo atacaba cuando menos querías.
—Uzumaki Naruto ¿Aceptas a Uchiha Sasuke para amarlo, respetarlo, en lo bueno, en lo malo, en la riqueza, en la pobreza hasta que la muerte los separe?
— ¡Acepto dattebayo!—se sonrojo levemente por ser un poco impulsivo.
—Uchiha Sasuke ¿Aceptas a Uzumaki Naruto para amarlo, respetarlo, en lo bueno, en lo malo, en la riqueza, en la pobreza hasta que la muerte los separe?
—…—miro al rubio quien alzo la ceja confundido y suspiro—. Lo siento Naruto, pero no puedo más…
Y se fue corriendo. Naruto grito su nombre, pero no se detuvo, salió de la iglesia ante la vista de todo el mundo y el rubio cayó de rodillas mirando como el amor de su vida junto con su corazón se iba.