Los días de Naruto regresaban a la rutina diaria. Tan pronto despertaba y termina su almuerzo Sasuke ya lo esperaba. Lo mismo en la salida de clases, Sasuke muy puntual ya estaría esperándolo en el pasillo a las afuera de su aula.
En contra de su voluntad pasaba literalmente todo el día con Sasuke, pues este aparte de ser su chofer, era su mentor en muchas disciplinas Sasuke era un genio, sabia un poco de todas las materias.
-Buen día Naruto- Sasuke abrió la perta del auto para que lo abordara el rubio.
-¿Qué tiene de buenos?- Molesto se emparejo al azabache.
-Bueno debo decir que hoy te miras particularmente bien. Si no fuera porque no puedo hacerlo, te invitaría a una cita esta noche-
-¿De qué hablas?-
-De nada. Ahora vámonos se hace tarde- Sasuke abordo el asiento del piloto.
Llegado a la escuela como siempre, sasuke descendió primero del auto, y llevo al rubio hasta su aula. Regreso al auto y comenzó a leer un libro.
-Es horrible Sai. Hace casi una semana que no miro a Kiba- Tapaba sus ojos con ambas manos.
-Sí, Shikamaru me ha contado que Kiba también la está pasando mal-
-¿A si?-
-Sí, Kiba ha querido enfrentarse a Sasuke. Pero se detiene por ti-
-No funcionara Sasuke no es el problema, el solo hace su trabajo.-
-Mira el lado bueno. Tienes un sexy guardaespaldas. Muchos de este instituto lo acosan en el estacionamiento-
-Sai. Esto es crítico. Extraño a Kiba y mis padres cada día son más estrictos conmigo-
-Si, ya ni siquiera puedo visitarte, sin que Sasuke esté presente- incluso Sai estaba pagando caro haber ayudado a su amigo.
-Solo espero que Kiba no mal interprete esto- Aquello era lo que mas le preocupaba.
-Has pensado en ir a visitarlo?-
-Si, lo hice, lo he intentado muchas veces. Pero los guardias no me dejan pasar- Kiba había intentado visitar al rubio son suerte.
-¿Le has marcado?-
-Me contesta ese niño extraño, ese tal Sasuke- Kiba sentía nauseas solo de pensarlo.
-Baya Naruto sí que está protegido-
-Creo que iré a buscarlo esta tarde cuando salga de su escuela-
-No te servirá de nada si está ahí ese tipo no podrás y si pelas con el solo empeoraras las cosas, les darás una pero impresión a sus padres-Trataba de evitar que su migo peleara.
-Tienes razón. Pero maldita sea- Golpeo lo primero que tenía enfrente.
¿Lo extrañas?-
-Claro, MUCHO. Quisiera tener a mi rubio entre mis brazos- La tristeza y desesperación de Kiba podía sentirse.
-Vámonos- Abordo el auto que ya le esperaba.
-Claro- Sasuke sintió que alguien los observaba, luego de dar un vistazo arranco al auto.
No muy lejos de ahí ligeramente oculto. Kiba miraba como el rubio había salido de su escuela, abordaba el auto y se marchaba. Habían sido unos pocos segundos de mirarlo, pero aquello vasto para reconfortar al moreno.
-Rubio, estas tan lindo como siempre- Kiba esbozo una sonrisa, la cual más que de alegría estaba llena de tristeza.
Los días pasaban y pasaban y con ellos la distancia entre Naruto y Kiba se hacía más grande para el pesar de los dos. Naruto cayó en una profunda depresión, lejos de que sus notas subieran. Estas cayeron aún más.
Naruto, trato de regresar a su vida cotidiana, pero simplemente no pudo, pues ahora estaba de por medio el recuerdo de Kiba. Ni siquiera podía llamarlo pues su celular estaba confiscado.
-Hace mucho que no lo miro ¿Cómo estará?- Se cuestionaba tirado en aquel enorme jardín, sin percatarse de que alguien lo estaba escuchando.
-¿En verdad lo amas?-
-Mucho y ahora que no lo miro aquella magia que viví en días pasados se esfumo-
-Quizá fuiste muy lejos. Más de lo que debías-
-Tú que vas a saber. Tu eres solo una niñera-
-Tienes razón- Sasuke se inclinó sobre el césped, y extendió su mano para entregarle algo al rubio.
-¿Me lo regresas?- Tomo el que era su celular confiscado.
-Solo por esta noche. Si tu madre se entera estoy muerto- Revolvió el cabello rubio del chico y se marchó con una ligera sonrisa, mientras acomodaba su corbata. Dejando a un atónito Naruto.
La noche llego y Naruto seguía en el jardín, Sasuke no había venido a buscarlo para sus “clases de matemáticas”. Tomo su celular y textio un mensaje.
Kiba se percató de la llegada de un mensaje a su celular. Tan pronto miro quien lo había mandado su corazón latió fuertemente, sentía con su sistema se desequilibraba y una sincera sonrisa salía de su boca.
-Hola Kiba. Sabes estos días han sido muy difíciles sin ti. Te extraño. No olvides que te quiero mucho. -Naruto-. –
Sin pensarlo dos veces aprovecho que el rubio debía tener su celular y marco, esperando que este le contestara. Lo cual sucedió.
-Hola-
-¿Solo me quieres? ¿Eso es todo?- Fingía estar ofendido atreves del celular.
-Sabes que es más que eso- Bajo su triste mirada.
-¿Por qué no me lo dices?- La ronca voz de Kiba entraba por el oído del rubio.
-¿Crees que es el momento ideal?-
-Siempre lo es, viniendo de ti, siempre lo será- Kiba sonreía.
-Kiba y te amo- Una lagrima corrió del ojo derecho del rubio.
-Y yo a ti. Y escúchame Naruto. Buscaremos la manera de solucionar esto. Nada ni nadie me va a separar de ti ¿Me escuchaste?- El moreno se alteró.
-Gracias Kiba- Se quebró totalmente y comenzó a llorar lo cual Kiba percibió.
-Sera mejor que duermas Naru-
-Si, cuídate y por favor no cometas locuras-
-Lo are- Escucho como el teléfono era colgado.
-No puede ser- ahí sentado en el borde su cama vistiendo solamente sus bóxer, en medio de la oscuridad, las lágrimas recorrieron las marcas de Kiba. El lobo estaba herido.
-¿Cres que sea lo mejor?- Minato seguía pensado que algo no andaba bien.
-Por supuesto. Ahí estudiamos nosotros y ahí podrá estudiar Naruto- Guardaron silencio al ver como su hijo llegaba.
-¿Qué se les ofrece?- Sin ánimos se sentó en un asiento. Con Sasuke a sus espaldas.
-Naruto- Minato no tuvo valor de decir nada.
-Hijo, nos preocupas, hemos pensado que quizá debes cambiar de ambiente- Kushina trataba reunir fuerzas, no era fácil para ella tampoco.
-¿Me dejaran ver a Kiba?- Pregunto sin ánimos, pues ya sabía cuál era la respuesta.
-No, mañana Sasuke te llevara a tu nueva escuela. Es un internado donde tu padre y yo estudiamos. Ahí podrás demostrar el excelente alumno que eres-
-¿QUE? NO- Grito desesperado, sabia de ese internado y aunque estaba a las afueras de la ciudad. Entrar ahí significaría que tendría menos posibilidades de mirar a Kiba.
-Lo siento hijo la decisión esta tomada-