Veía como el día pasaba rápidamente. Y en cada minuto se acercaba más a la dichosa cena. Decidió dejar el tema de lado. No se preocuparía más por algo tan sencillo. El Kiba seguro de sí mismo regreso.
Llego a las puertas de aquella residencia. Fue recibido por Kakashi. Kiba miraba aquel enorme jardín principal, con todos aquellos detalles de mármol. Ingreso a la casa, la cual era enorme, con un toque rustico pero eso sí de mucho lujo. Finas pinturas colgaban de las paredes. Costosas esculturas por do quiera y enromes candiles de cristal colgaban de los techos.
Lo que más llamo la atención fue aquella enorme barra de mármol blanco, donde había de los mejores licores.
-Por aquí por favor- Kakashi lo hiso volver en si para guiarlo hasta al comedor principal.
-¿Naruto ya está ahí?-
-Aun no acostumbramos a que primero tomen asiento los invitados-
-¿Ok?-
Llegaron hasta un enorme comedor, el cual para la opinión del moreno era exageradamente grande para una familia tan pequeña.
-Tome asiento por favor-
-Gracias-
Kiba quedo solo en aquella enorme sala. Como cual niño descubriendo cosas. Miraba todos los rincones. Trataba de adivinar de todos los cubiertos que estaban con su plato, cual demonios debía usar. Fue sacado de su exploración.
-Hola Kiba. Ponte de pie- Dijo en su oído al acercársele. Kiba obedeció y se puso de pie.
-Buenas noches joven- Minato saludo ingresando con su esposa.
-Minato-sama Kushina-Sama. Es un gusto- Kiba reverencio.
Kushina miraba un tanto mal a Kiba. Pues si bien todos estaban usando trajes y vestido. Kiba traía puesta su chaqueta y debajo de ella una playera de malla, que dejaba ver parte de su bien trabajado moreno pecho.
-Tome haciendo- Esta vez Kushia hablo, sin siquiera saludar al moreno.
Todos tomaron asiento y poco a poco fueron trayéndoles los primeros platillos. Había un silencio sepulcral en el lugar.
-Muchas gracias por ayudar a nuestro hijo-
-Por nada Minato-sama-
-Cuéntame de ti Kiba- Kushia quería investigar al moreno.
-Bueno, como y saben mi nombre es Kiba. Tengo 19 años, quiero ser veterinario, me gusta el parkour y soy amigo de su hijo- Decidió no decir más.
-¿parkour? Supongo que es normal- Era oficial a Kushina no le agradaba nada Kiba.
-Gracias. Supongo- Kiba jugaba con uno de sus tenedores.
-Por cierto rubio ¿No llegaste tarde anoche? Se nos fue el tiempo con aquella conversación en la heladería- Kiba se burló bajo olvidando a los mayores.
-Este,,- Naruto estaba en shock. Olvido decirle al castaño que no dijera aquello.
-¿Qué? Así que no estuviste haciendo tarea ¿Naruto?- Kushina se exalto inmediatamente.
-Lo que pasa es que antes Sali con Kiba- Naruto trataba de excusarse.
-Sabiendo lo que te paso una noche antes. Es el colmo Naruto- La pelirojo seguía en su escena.
-Kushina será mejor que nos vallamos. Ya hemos terminado la cena. Mucho gusto joven. Sea usted bienvenido esta es su casa-
Minato se fue con Kushina a quien tuvo que sacar casi cargada. Pero no quería que avergonzara a Naruto frente a su amigo.
-¿Qué demonizo fue eso rubio?-
-No podía decirles a donde fui anoche. De hecho me fugue de mis últimas clases- Naruto esperaba que Kiba no lo malinterpretara.
-Baya así que en el fondo tienes espíritu. Me agrada. Bueno después de esto tu madre pensara que soy una mala influenza.-
-Estoy dispuesto a soportar todos los castigos con tal de mirarte Kiba-
Tomaron cada uno su copa y las unieron en un brindis, por lo que parecía seria el inicio de algo más que una amistad.
-Es más sencillo cenar contigo- En el fondo Kiba agradecía que los padres ya no estuvieran.
-Y que lo digas-
-Tienes una mancha en la mejilla déjame limpiarla-
Acerco la servilleta hasta la mejilla derecha, y una vez que limpio. Tomo con su palma el rostro del chico. Y no supo cómo ni cuándo se fue acercando poco a poco, hasta que sus labios casi rosaron. Pero aquel beso nos e concreto, pues Kiba retrocedió.
-Muy bonitos ojos, rubio- Trato de disimular su intento fallido. No quería presionar la situación.
-Kiba-
-No digas nada, dejemos que las cosas se den poco a poco ¿Te parece?-
Luego de terminar su cena, Naruto decidió mostrarle su jardín al moreno.
-Es muy bonita tu casa-
-Gracias. No suelo caminar mucho por aquí- caminaban por los pequeños pasillos de mármol hasta llegar a un columpio donde se sentaron.
-Parece que tu madre me odia-
-No, no. Es solo que ella es un tanto conservadora- Trataba de excusar a su madre.
-¿Conservadora?. Yo creo más bien que me considera poca cosa-
-No digas esos Kiba en tan poco tiempo. Te has convertido en alguien muy importante para mí-
-No me agrada. Es mala influencia para Naruto- La mujer los miraba desde la ventana de su habitación.
-Es su amigo. Recuerda que no tiene muchos. Además parece que Naruto disfruta mucho de su compañía-
-¿A que te refieres?- Acaso Minato noto algo que ella no.
-Son muy buenos amigos. Se mira que lo aprecia mucho y el otro chico también- Minato reía por lo bajo.
-Aun así lo castigare, un mes más-
-No lo presiones mucho. Además el muchacho parece ser buena chico-
-No olvides que Narut nos mintió, anoche-
-Solo fueron por un helado. No es nada malo-
-Si pero- Se quedó sin argumentos. Pero estaba segura de una cosa Kiba no le agradaba.
-¿Cómo te fue en tu brillante cena?- Shikamaru no se imaginaba a su amigo en un lugar así.
-Una tortura. Creí que su madre me mataría con un tenedor o algo así.
-Los ricos son raros-
-Aunque casi bese al rubio en su casa. Pero me dio miedo que alguien nos viera. Si de por si el pobre ya está castigado-
-Dime Kiba ¿Te gusta el chico enserio?- Cuestiono la actitud de su amigo.
-No lo sé bien aún. Pero no es solo una aventura. Creo que cada vez que lo miro me atrae más y más-Kiba rascaba su barbilla.
-Tendrás que soportar esos malos ratos. Pero valdrá la pena-
-Por cierto el rubio tiene un amigo. Que se ve que la hace falta una buena noche para que se relaje JAJAJAJA-
-¿Piensas poder con los dos?- Shikamaru se confundió.
-Yo no. Tu si.-
-¿Y, yo porque?-
-Cuando conozcas a Sai te agradara-
-Ya veremos- Shikamaru cruzo los brazos.