La pareja estaba sentada nerviosamente, esperando a que llegara el médico. Cuando la puerta se abrió, ambos miraron su dirección. El médico tiró de su silla y se sentó.
—Supongo que han venido a visitar a su hijo
—No, primero queríamos oír los resultados—El padre de Donghae respondió
El doctor frunció el ceño.
—Bien. Me temo que tendremos que detener el tratamiento
—¿Está curado?—La mamá de Hae preguntó, esperanza llenó su voz
—No estoy seguro, pero ahora mismo, está a punto de caer en coma
—¿Qué?—Su padre gritó
—Parece que está reaccionando muy fuertemente al electroshock—el doctor murmuró
—¿Por qué no nos contactó?
El médico sintió que la ira se hacía cargo también de el.
—¿Por qué no visitó a su propio hijo?
—¡Porque mientras sea gay, no es mi hijo!—El padre de Hae gritó
—Quiero verlo—Su esposa dijo suavemente
—Tengo que advertirle, no es una bonita vista—El doctor suspiró
Donghae seguía moviéndose dentro y fuera de la inconciencia. No se dio cuenta de los visitantes. Ni siquiera escuchó el grito de su madre y el escarnio de su padre, amenazando al médico con un pleito legal. Su cuerpo se sentía pesado, su mente muy, muy ligera.
—Hyuk, tienes que comer—dijo Jin, intentando meter una cucharada de arroz en la boca del surfista
Top le había informado de la situación y sentía que todo lo que podía hacer por Hae era cuidar de Hyuk. Hyuk ni siquiera reaccionó. Habían pasado nueve días. Se estaban acercando a los padres de Hae, quienes dejaron un rastro de visitas de médicos por todo el país. Hyuk estudiaba actualmente el mapa que señalaba cada visita. De repente, hubo fuertes golpes en la puerta de su casa. Kangin fue a abrirla y fue casi pisoteada por alterado Heechul, seguido por un seriamente preocupado Siwon.
—¿Qué le hiciste a mi Hae?—Heechul gritó en la cara de Hyuk
—Heechul, hyung, espera un segundo—Wook intentó intervenir.
—Como sea. Hae no vino a recoger su último pago el día antes de ayer. Sé cuánto necesita el dinero y no está cogiendo su teléfono, así que ¿qué demonios está pasando?—Gritó Heechul
—Sus padres lo llevaron—Hyuk murmuró—No sé dónde está. Ha estado desaparecido durante nueve días. Y sé que está en peligro. Estamos tratando de encontrarlo, pero parece que lo han ocultado bastante bien. Sólo puedo esperar que no estén administrando esa terapia de choque de la que estaban hablando—La voz de Hyuk se desplomó
Heechul palideció y Siwon tuvo que intervenir para sostenerlo.
—¿Mi Hae? ¿Terapia de choque?—Susurró, aferrándose a Siwon.
Tragó saliva y se obligó a levantarse. Rápidamente agarró su celular y marcó un número rápidamente.
—Hey Soy yo. No, cállate y escucha. Un amigo mío está en peligro. Mueve a tu equipo. Dejaré que alguien te contacte dentro de media hora. Será mejor que hagas esto por mí—Terminó la llamada y se volvió hacia Hyuk
—¿Quién está a cargo de la operación?
—Minho, amigo mío, es un oficial de policía de alto rango
—Bueno. Dame sus detalles. Tengo amigos que me ayudarán—Ordenó Heechul
Hyuk se lamentó.
—No me mires así, maldito mono. Sé que Hae está colgando con todo lo que tiene, ¡mejor que hagas lo mismo!—Heechul gritó contradiciendo con un fuerte abrazo.
Minho se sintió un poco intimidado por las cuatro sombras negras en su oficina.
—Hola, soy Hangeng, líder de este equipo, este es Henry, Kyuhyun y Taemin—el mayor los presentó
Minho frunció el ceño mientras miraba el último, todos parecían tan jóvenes.
—No dejes que tus ojos te engañen, podría matarte en un abrir y cerrar de ojos—Hangeng se jactó, haciendo que Taemin sonríera Minho parpadeó y asintió. Sus ojos volvieron a Kyuhyun.
—¿No te he visto antes?
—Sí en la playa. Estuve de vacaciones forzadas—Kyu bufó, dándole a su líder una mirada asesina—Ahora haste a un lado para poder instalar una estación de trabajo adecuada—Mostró su disgusto por las anticuadas computadoras de la policía y sacó su computadora portátil
Rápidamente rompió su código y accedió a la información que habían reunido. Su ceño se profundizó cuando reconoció al salvavidas como su objetivo.
—¿Qué pasa?—preguntó Hangeng
—Conozco al tipo—Kyu contestó brevemente
—Bien, entonces no tengo que motivarte con más gadgets—Hangeng sonrió.
—Estamos listos para la misión—Kyu ladró, tecleando freneticamente
—¿Como están sus vitales?—el doctor preguntó
—Todavía inestable—la enfermera susurró. Miró a su superior—estoy asustada de perderlo
—No, el es más fuerte de lo que se mira. Con unos padres como esos...—el doctor sacudió su cabello—Ellos lo forzaron a esto y acepte, por dinero. Si esto es lo ultimo que haga, voy a salvar a este chico—su voz tuvo determinación
El niño se agitó en su sueño. Una sonrisa débil entrelazaba sus labios secos.
—Este es, Donghae. Espero que tengas un buen sueño. Espero que puedas regresar, lo siento—el doctor dijo antes de dejar la habitación, dejando a una emocional enfermera atrás
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