"—Con esos bigotes pareces un monstruo— se burlaba un pequeño niño de cabellos castaños, mientras con fuerza empujaba a otro niño de cabellos rubio haciendo que cayera al piso, siendo rodeado por cuatro más —Quiere llorar— todos se soltaron en risa. Los puños del rubio se apretaron con fuerza, la última vez que los enfrentó terminó muy lastimado ya que siempre que lo molestaban lo atacaban entre cinco.
—No tienen a nadie más a quien molestar...— la voz de otro chico les alertó.
—No te metas...— las palabras del niño de cabellos castaños se detuvieron al ver el emblema en la camisa del recién llegado —Sasuke Uchiha...— miro a sus compañeros —Vámonos o tendremos problemas con nuestros padres— sin más palabras los cinco se retiraron.
—¿Estas bien?— pregunto acercándose al rubio que no salía de su asombro, con amabilidad estiro su mano.
—Si...— agarro la mano levantándose en el proceso —Gracias— le sonrió aún sin sin soltar la mano —Me llamo Naruto...—
—Namikaze...— termino el azabache, el rubio lo miro fijamente.
—Vi una foto tuya en tu casa, mi padre esta haciendo negocios con el tuyo— se encogió de hombros —El me mandó a buscarte— soltó la mano del ojiazul dándole la espalda —Me llamo Sasuke...—
—Con razón todos huyeron espantados— hablo el rubio sin poder evitar reír —Sus padres trabajan para el tuyo...— con curiosidad el ojinegro estiro su mano y con la punta del dedo acaricio, una de las tres marquitas que tenía el rubio en cada una de sus mejillas —Por ellas me molestan...— hablo Naruto con un pequeño sonrojo en sus mejillas —Me ven como un monstruo...—
—Te hacen diferente de los demás— sus ojos negros miraron fijamente los azules —Te quedan bien...— bajo su mano —Nos esperan en tu casa...— los dos comenzaron a caminar más el rubio tenía una gran sonrisa en sus labios.
~
—Deidara nos pueden ver...— mordió su labio al sentir los candentes besos que aquel joven rubio de cabellos largos daba en su cuello.
—Son pocos los momentos en que estamos solos Itachi...— lo miro fijamente.
Ambos jóvenes se encontraban escondidos tras uno de los árboles del jardín de la casa del rubio.
—Solo quieres meterme mano...— desvío su mirada.
—Y a ti te gusta que lo haga...— capturo los labios del azabache en un beso apasionado, sus lenguas jugaban en una danza tan lujuriosa, al separarse ambos tenían la respiración acelerada, el azabache se recostó en el pecho del rubio.
—Cuando le diremos a nuestros padres?— pregunto ya más calmado.
—Es mejor esperar un poco apenas están empezando la sociedad...— acaricio los cabellos negros.
—Tienes razón... Pero debemos cuidar que nadie nos vea...— lo miro fijamente apartando el mechón rubio que cubría uno de los ojos de su pareja —Esto es raro— le dio la espalda —Hace apenas unas semanas peleábamos por todo...— sonrió al sentir los brazos del rubio rodear su pecho en un abrazo —Y ahora somos pareja—
—La vida te da sorpresas...— beso la mejilla pálida.
Viejos recuerdos de pasados tranquilos donde el odio era algo lejano... Pasados que forjaron el comienzo de nuevas amistades y también fortaleciendo el lazo de amor dos dos jóvenes..."
~
—¡¡¡Dónde están mis hijos!!!— grito lleno de rabia —Quiero los busquen hasta debajo de las piedras si es necesario— golpeó la mesa de su escritorio tirando todo a su alrededor —¡¡¡Los quiero vivos!!!— se dejo caer en la silla, los presentes salieron tan pronto se les dio la orden.
—Disculpe señor Fugaku...— llamo una de las empleadas de servicio.
—¡No quiero que nadie me moleste!— la miro con seriedad sentía estallar su cabeza.
—Es que le llego este sobre y tiene el sello de...— la joven se silencio un momento acercándose aquel hombre de porte tan autoritario —La familia Namikaze...— los ojos del patriarca de la familia Uchiha se abrieron al máximo.
—No puede ser...— apenas si se escucho lo que dijo —Dámelo y déjame solo ¡no quiero que nadie me moleste!— la joven solo asintió y salió de aquella oficina cerrando la puerta.
Por alguna extraña razón un escalofrío le recorrió el cuerpo al ver el sello en el sobre, con rapidez lo abrió sacando de el una nota. Esa letra la reconocería en cualquier lugar.
"El fin de tu imperio está cerca, tus secretos más oscuros serán puestos a la luz. Tus crímenes serán cobrados con lo único que de verdad aprecias, el fin del linaje Uchiha esta llegando a su fin, vidas inocentes están pagando tus culpas."
La nota cayó al piso mientras los recuerdos invadían su mente.
"—Ya tienes... todo lo que.... querías deja a mi familia...— pidió casi al borde de la inconsciencia, un hombre de cabellos rubios, el cual estaba tirado en el piso en medio de un charco de sangre, la herida de su estómago ni dejaba de sangrar.
—Lo siento Minato no puedo dejar testigos...— sonrió mirando como tres personas, trataban por todos los medios de liberarse y gritar —Lo único que lamento es que ya no podré gozar más de esta zorra...— con una sonrisa de total satisfacción, apuntó la frente de una hermosa pelirroja, la cual no paraba de llorar al ver como su familia sufría en manos de un demente. Dos disparos hicieron eco en aquel galpón.
Sus ojos negros se enfocaron en un par de jóvenes rubios, los cuales estaban paralizados al ver como ese hombre había matado a sus padres frente a sus ojos.
—Es una pena que ustedes llegarán en el momento equivocado...— los miro sin un ápice de remordimiento, apuntando el pecho de los jóvenes le dio un tiro a cada uno. Guardo el arma en su pantalón miro a su alrededor y sin más salió de aquel lugar —Desaparezcan los cuerpos no quiero que dejen rastro de ellos...—
—Si señor—
—Descansen en paz familia Namikaze...— murmuró al viento."
—No puede ser...— su respiración se aceleró —Toda esa familia esta muerta...—
~
—Aquí tienes come algo...— coloco sobre la mesita de noche una bandeja, con ramen y agua, el azabache ni lo miro, un suspiro escapo de los labios del rubio el cual comenzó a desatar una de las manos del azabache.
—¡Come!— ordenó, no se dio cuenta cuando el ojinegro preparo su puño y con una gran fuerza lo estrelló en la cabeza del rubio, logrando aturdirlo, con rapidez logro soltar su otra mano.
Era su oportunidad de escapar de aquel lugar y no la perdería. Pero al intentar ponerse de pie un fuerte dolor se apoderó de su parte baja logrando hacerlo caer, aún así trato de arrastrarse, poco le importaba el echo de estar desnudo.
—¡¡¡Grabe error bastardo!!!— grito Naruto con rabia, ya se había recuperado del golpe ahora se encontraba sentado sobre las piernas de su víctima, el cual lo miraba con odio —Te advertí que no trataras de escapar...—
—¡Muérete!— escupió el rostro del rubio.
—¡¡Hijo de puta!!— estrelló con fuerza su puño en la mejilla pálida, sin contemplación ninguna se levanto y con fuerza jalo de los cabellos al azabache haciendo que se pusiera de pie otro puño más fue puesto en el rostro del Sasuke, solo que este lo hizo caer en la cama. A pesar del dolor su mirada llena de odio no desaparecía.
—Tu madre si era una puta...— hablo con total saña el ojinegro limpiando la sangre que bajaba por su barbilla.
Los ojos del rubio se oscurecieron por el odio sin medir consecuencias agarro el cinturón de cuero de sus jeans, su sangre hervía de rabia, comenzó a golpear el cuerpo de menor donde cayera estaba lleno de odio, el solo escuchar como ofendió a su madre lo cegó su mente estaba en blanco, su brazo comenzó a doler aún así no se detenía.
—¡¡¡Mi padre y mi madre solo fueron víctimas de tu maldito padre!!!— grito dejándose caer en el piso. Los malos recuerdos de ese maldito pasado que lo atormentaba se adueñaron de su mente.
Aquellas macabras imágenes, donde Fugaku Uchiha torturaba sin piedad a su madre, negó varias veces tratando de alejar aquellas imágenes, los gritos de dolor ver como los mataba frente a sus ojos, los gritos de auxilios silenciosos, nadie se apiadó de su familia. Su respiración estaba acelerada y su corazón parecía querer salirse de su pecho esas imágenes solo avivaron más el odio que sentía, se levanto abrió las piernas del azabache, estaba tan lleno de ira que no se dio cuenta que su víctima estaba inconsciente, sus manos acariciaban con descaro cada parte del maltratado cuerpo.
—De verdad eres hermoso bastardo...— murmuró sin dejar de observar el lugar que horas atrás le brindo tanto placer, no espero más bajo un poco su pantalón penetrando con fuerza al inconsciente azabache, tan apretado tan cálido, se estaba volviendo adicto a ese cuerpo.
Sus movimientos eran rápidos, una fina capa de sudor cubrió su acanelada piel, como si fuera un muñeco alzó el cuerpo del Sasuke el cual terminó recostado sobre el pecho del rubio, aferrando sus manos en las caderas pálidas dándole el impulso unos cuantos movimientos más y el final llegó, estaba agotado se dejó caer en la cama con el azabache sobre su cuerpo.
—Esto solo es una advertencia Sasuke...— hablo sin dejar de mirar el techo, inconscientemente con su mano derecha comenzó acariciar los negros cabellos —No tendré piedad de ti...— apretó un poco el cabello y una sonrisa apareció en sus labios —Dentro de poco será el final de la familia Uchiha...— aparto el cuerpo del menor dejándolo recostado en la cama, por alguna razón no se atrevía a mirarlo, agarro algo de ropa del armario busco una toalla y salió de aquel cuarto, lo cerró bien con llave, no se dio cuenta que aquel que alguna vez fue su mejor amigo estaba inconsciente lleno de múltiples heridas.