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No creo en el destino por CosmosLycoris

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Notas del capitulo:

"Quieres tranquilidad en la vida pero aparece alguien que no te deja estarlo pero al mismo tiempo es el que tambien te trae serenidad a la vida. Porque si están mucho tiempo solo. piensas demasiado y ese es tu fin."

Disfurten del capítulo y gracias por darle una oportunidad a esta historia.

Me encuentro mirando el techo de mi cama de nuevo, tengo los ojos cansados pero por más que intento dormir no puedo. Me han llegado de golpe recuerdos que ahora no me dejan descansar. Es una perdición para la gente como yo, retener tantas memorias. Me siento tan sucio al recordar tantos besos, tantas caricias, tanto amor que le di. Cierro fuertemente mis ojos pero aun sentía todo lo que estaba a mi alrededor. ¿Por qué debe ser tan difícil? Y solo para mí, porque al final de unas semanas al terminar conmigo Yamaguchi y Yachi se volvieron pareja. Llegaba a hacer escenitas románticas frente de mí. Maldita sea, odiar es algo tan superficial e inútil pero al final no pude evitarlo ya que prácticamente, me arruinó la vida. Había momentos que quería golpearlo al tenerlo cerca, cada vez que me dirigía la palabra usaba un tono de voz tan dulce e inocente, que desgraciado, pero nunca le contestaba y me limitaba a alzarle el dedo del medio cuando se me daba la gana. Si me llegué a tornar el villano de la historia, no me importaba para nada. Daichi un día me dijo:

-No debe importarte cómo la gente te vea por esta situación. Ellos no saben nada, pero por ejemplo nosotros siempre estamos aquí para apoyarte. Llegué a pensar que debía de escoger uno de los dos para quedármelo en el equipo porque me imaginé que alguien se saldría. Y a decir verdad, me hubiera inclinado por ti, eres muy valioso. Déjame decirte que estoy orgulloso de que logres mantener la postura a pesar de todo. 

También estoy orgulloso de no dejarme llevar por la ira pero es tan complicado. Quisiera que me hubiera entregado la fórmula para superarlo así de rápido, como él lo hizo… Quiero que esto termine.

Logré dormir muy poco ya que mi despertador sonó a las seis en punto. No tardaba nada en cambiarme y comía una manzana camino a la escuela. Esa mañana me sentía fatal, entre enojado, deprimido y hasta adolorido por alguna razón. Ojalá no pudiera sentir nada, ojalá pudiera aparecer algo que me hiciera olvidar lo más pronto posible. Al ponerse en aleatorio mi música sonó “I'm not the only one” de Sam Smith. Demonios, ¿porqué tengo música así y porqué justo en ese momento debía ponerse? Tomé mis cosas y salí de la casa.

Me la pasé con la cabeza llena de porquerías de: “odiar es malo pero se lo merece”. Entré a mi aula y casi no conseguía poner atención a las clases por el sueño y me sentía muy tenso. Por suerte logré anotar lo más importante de las primeras cuatro clases. A la hora del almuerzo puse en mis orejas mis audífonos y hundí mi cabeza entre mis brazos apoyándola en la banca. No me di cuenta que me quedé dormido hasta que mi compañero de al lado me dio un empujoncito para avisarme de que la clase había iniciado.

De la ventana entró una plácida brisa, fue lo único tranquilo que pasó en mi día. Sobre todo al momento de que se acabara mi horario de clases, porque se asomó en la puerta el chico molesto que ayer me había boicoteado de manera injusta con la promesa de llevarme a ver Jurrasic World:

-Rayos, se me había olvidado que habíamos quedado.

Cuando pensé que se iban a calmar las cosas, aparece este tipo saludando de forma exagerada y llamándome alocadamente para intentar captar mi atención. Fue aun más molesto cuando mis compañeros que aun seguían allí se voltearon a verme de forma extrañada.

-¿Por qué debes ser tan escandaloso?

-Es que no me hacías caso.

Decía mientras hacía un puchero, tal como un niño, uno enorme y muy torpe. De pronto se pasa la mano por el cabello para acomodárselo hacía atrás. ¿Cómo le hace para ser tan infantil y tan… engreído? Me acerqué a él y lo jalé de su saco para alejarlo de mi salón, bajamos las escaleras y hasta salir de la escuela se detuvo.

-Hey, ya sé que estás ansioso de tener una cita conmigo, pero tranquilízate.

-¡¿Qué?! ¡¿Cita?!

Su sonrisa picara era tan frustrante. Yo me sentía del asco y este sujeto llegó para fastidiarme.

-Ok, no es una cita. Eso podrá esperar.

Me adelanté caminando más de prisa, mi cara ardía. ¿Qué tanto dice esta persona molesta que me está haciendo salirme de mis casillas? Por un rato caminamos en silencio y al fin entramos a un centro comercial para ir hacía el cine. Al momento de comprar los boletos en versión 3D, estuve a punto de pagar mi boleto pero sin darme cuenta Kuroo ya había pagado todo. Lo miré con desprecio:

-Te dije que lo quería hacer para que me perdonaras.

Me dijo suavemente. Siempre que hablaba conmigo me mira directo a los ojos, como si quisiera saber todo de mí a través de la mirada. Que frustrante, me acomodé los lentes, para que no se fijara que estaba incómodo al sostenerle la mirada. Una mirada de acero, esa que solo puede tener un buen capitán de uno de los mejores equipos de Tokio. La función aun no iniciaba, falta un poco de tiempo así que nos acomodamos en una banca. Él se veía feliz, pero a decir verdad esa es su actitud de siempre, se porta seguro de sí mismo emanando un aura de superioridad pero al mismo tiempo… puedo sentir, humildad o algo parecido al compromiso. Me animé a iniciar la plática:

-¿Y tu mascota?

-¿Quién?

-Aquel muchacho con la cabeza de flan.

-Hablas de Kenma. ¿Qué hay de él?

-Según son amigos de la infancia, es raro no verlos juntos.

-Decidimos tomar caminos diferentes, es una larga historia.

Se pasó la mano por el cabello y se lo acomodó hacía atrás, estoy iniciando a creer que es un tic nervioso. No le pongo mucha atención y entonces decido cambiar la plática, sé qué se siente querer evitar un tema:

-¿Porqué decidiste entrar a microbiología?

-Quise ir tras el inicio de todo. Ver lo que demás no pueden y resolver las cosas desde la raíz. ¿En serio es tan raro?

-Es inesperado.

-La verdad he pasado por un largo proceso para poder decidir a qué carrera debía inclinarme. Pero ya estoy aquí y me gusta bastante lo que hago.

-Bien por ti.

-En cambio a mi no me sorprende para nada tu elección. Más bien me sorprende que un amante y sobre todo, friki de los dinosaurios que está a punto de ver la secuela de uno de los mejores clásicos del cine, claramente de dinosaurios y para concluir, en 3D; no esté para nada animado.

No me había puesto a reflexionar sobre ese hecho. Es verdad, desde que supe de su lanzamiento estuve súper emocionado con la idea de revivir mi infancia con lo que sería una película moderna de Jurrasic Park. Pero estaba tan deprimido que incluso logró opacar mi amor por esta película. Todo es culpa de ese sujeto, aunque pensándolo bien, Yamaguchi nunca compartió mi gusto por los antiguos reptiles y eso me animó aun más. Por lo menos algo que no me recordaba a él. Hice una media sonrisa:

-He estado ocupado y distraído, pero obviamente estoy ansioso de ver la película, no tienes idea de cuánto esperé por verla.

Kuroo alzó una ceja, como satisfecho o victorioso de lograr subirme los ánimos, que presuntuoso.

-Ya me estabas preocupando, pensé que realmente me odiabas.

-No te hagas malas ideas, te aborrezco.

Se río muy fuerte:

-No dijiste que me odias y eso es más que suficiente para mí.

Sin querer igual me reí, claramente no sabe que “aborrecer” es un sinónimo. Recordé que no me había reído desde el día en que mi hermano se resbaló cuando me estaba ayudando a empacar mis cosas. Tal vez la brisa en mi salón no iba a ser lo único que me tranquilizara, pero Kuroo, en vez de una suave brisa era como un aire muy fuerte, de ese que hace que el polvo entre a tus ojos. Raro, pero me sentía más tranquilo, seguro era por la emoción de ver la película. Sin darme cuenta bostecé y pasé mi mano sobre mis ojos y por la sien dando pequeños círculos.

-¿Tienes sueño mocoso?

-¿Me acabas de decir mocoso? ¿Sabes que eres demasiado adulto para usar esas palabras y que soy lo suficiente mayor para que no me llames así?

Él siguió riéndose, ni siquiera nos conocíamos bien y aun así me trataba de esa manera.

-Hey, tranquilo. ¿Prefieres que te llame señor?

-Si ese es el caso, entonces tú serías un anciano.

Parecía muy divertido con la plática y a pesar de que me irritaba con sus malas bromas me sentía cada vez más calmado.

-Entonces sí estas cansado. Parece que no duermes bien ¿verdad?

-Miré hacia otro lado intentando eludir la pregunta. Pero mis ojeras no mentían.

-Eres suficientemente adulto para saber que si no duermes y si no comes te estas autodestruyendo.

-Yo estoy perfectamente bien. Aun no me acostumbro al ritmo de vida que lleva Tokio, eso es todo.

-Te estaré supervisando, es más, desde hoy iniciarás a comer bien.

Nos dirigimos a la dulcería del cine y el loco pidió dos combos que comprendían: palomitas grandes, refresco grande, chocolate y unos dulces Wonkas.

-¿Porqué no mejor compartir un combo entre los dos?

-Calla, estás obligado a comer y a aceptar esto.

Me mostró un llavero de un velociraptor, lo acercó a mi mano y lo posó en mi palma.

A pesar de que estaba súper extasiado con el llavero no quise demostrarlo, solo me salió decirle:

-Está bien capitán.

-Suena muy sexy viniendo de ti.

Mi cerebro tardó en procesar las palabras que acababa de pronunciar y pareciera que cuando lo entendí hice corto circuito porque mi corazón empezó a bombear sangre tan rápido que la cara y cabeza ardían y se pusieron rojas como nunca antes. Tomé el llavero y le mostré el dedo del medio, me volteé y me fui solo hasta la sala donde iba a estar la función. Kuroo solo me siguió mientras lo escuche reírse. Que descarado, está jugando conmigo. Realmente no sé cómo lidiar con sus estupideces. La sala ya estaba a oscuras así que no me preocupé porque él me viera en este lamentable estado y no le dirigí la palabra hasta que me sentí completamente calmado.

-Tienes que comerte todo eso o te quitaré el llavero.

-Como digas capi…

Me detuve antes de terminar la frase, que ridículo me siento. Quito mis lentes y me pongo los de 3D. Despejo mi mente, vine con la intención de estar tranquilo y disfrutar la película. Al fin inició y empezó lo mejor del momento.

124 minutos después estaba extasiado, no podía creer lo increíble de los efectos especiales, no podría decir que es mejor que las clásicas pero sin duda es espectacular. Kuroo también parecía muy satisfecho y no paraba de mencionar todo tipo de detalle que le causó gracia:

-¿Viste a esa tipa? Realmente estaba corriendo con tacones, es un don de las mujeres. O como cuando Star Lord se aburre del espacio y se dedica a cuidar dinosaurios.

-Olvidé que eres un nerd de las películas de superhéroes.

Le dije mientras ponía los ojos en blanco por sus observaciones totalmente fuera de lugar.

-Y ¿En serio estás haciendo ese tipo de comentarios sobre esta obra maestra?

-No me malinterpretes me encantó. Quiero una segunda, seguramente habrá.

-Eso espero, no me haría nada mal regresar a la época en la que me sabía todos los nombres de dinosaurios, aunque sea totalmente inútil.

-Hey, la forma en que demuestras tu alegría es tan rara. Vamos, anímate. Tienes a tu alfa aquí cerca.

Me miraba con sus ojos incitadores dignos de un sinvergüenza como él. Sí estaba muy feliz pero al mismo tiempo demasiado cansado para demostrar algún tipo de expresión.

-Lo bueno que te comiste todo.

Asentí con la cabeza sin decirle que en realidad el chocolate y los dulces los había guardado en mi mochila, luego le dije:

-Ahora estoy mal conmigo mismo porque siento que te debo.

-No es nada, insistí para que vinieras y dije que yo iba a invitar.

-Si tú lo dices.

-Hey, pero sí me gustaría que no dejaras de hablarme.

Me sorprendí de mí mismo con las siguientes palabras:

-No lo haré.

El muchacho se pasó la mano por el cabello y seguidamente, al escucharme hizo un ademán de victoria con el brazo. Tal como un niño, ¿qué soy, un premio? Aunque sí estaba agradecido con él.

-Vamos, te acompaño a tu casa.

-No es necesario, no está lejos de aquí.

-Bueno, yo debo tomar un autobús que tarda dos horas así que no insistiré con esto.

Odio a la gente insistente, me recuerda a “aquel que no debe ser nombrado” y obvio no me refiero a Lord Voldemort.

-Vives muy lejos.

-Sí, pero no importa. La pasé muy bien contigo, estoy contento de que nos reencontráramos después de todo este tiempo.

-También la pasé bien.

Kuroo no paraba de sonreírme, y cada vez que pensaba que no podría hacer una cara más feliz, lograba hacer una que demostraba total emoción. Que persona tan sencilla. Salimos del centro comercial y el muchacho miró hacía la parada de autobuses:

-Iré de ese lado. Cuídate mucho al ir a casa.

-Lo haré.

-Tsukki, realmente cuídate. Debes comer y dormir bien.

Mientras pronunciaba esas palabras, en un abrir y cerrar de ojos, se acercó demasiado, se veía totalmente serio pero no a tal punto de que fuera un regaño, se sentía como si quisiera protegerme. Tomó mi brazo suavemente pero algo me molestó, un molestia fulminó mi extremidad, hice una mueca de dolor y noté su cara de preocupación de Kuroo, él miró la zona donde me estaba sosteniendo y descubrimos un moretón de color verde oscuro.

-Rayos, realmente te lastimé aquella vez.

Confirmé lo del tic nervioso, no dejaba de disculparse y al mismo tiempo no paraba de revolverse el cabello.

-Deja de disculparte, fue inevitable. Se pasará.

Se notaba enojado, pero consigo mismo. Escuché que se maldecía entre balbuceos. Acomodé mis lentes y le agarré el hombro.

-Cálmate inútil, preocuparte no mejorará nada. Los moretones desaparecen, deberías saberlo, no seas tan dramático.

Nunca creí verlo de esa manera pero estaba tan aliviado que hasta sus ojos se humedecieron. Q ue drástico cambio de humor solo por un moretón. Se acercó lentamente y de igual manera tomó mi brazo, lo miró por un rato y como si nada lo acercó a sus labios, los cuales posó ligeramente sobre el hematoma.

-Discúlpame Tsukki, nunca quise hacerte daño.

Quedé paralizado, el contacto de sus labios hizo que se me erizara la piel y mi corazón dio un brinco tan brusco que pensé que me iba a dar un ataque cardíaco. Volteó bruscamente:

-Mi autobús llego, debo irme. Créeme que no vas a poder deshacerte de mí. ¡Nos vemos mañana!

Y desapareció dentro del vehículo, dejándome allí en medio de todo. Perdí mi habilidad para moverme o para hablar, mi cabeza iba a estallar por las miles de preguntas sin respuestas que se estaba haciendo. Estaba abobado. ¿Qué acababa de hacer ese idiota? ¿Qué me estaba pasando a mí, por la reacción que estoy teniendo? Al fin logré caminar y todo el trayecto a mi casa tuve la cara roja, tanto como la piel de Hell Boy. Al entrar quedé con la mente en blanco, sentía que mi cuerpo se movía solo, quité mis lentes y me tiré a la cama. En mi bolsillo sentí algo que me molestaba, era el llavero que Kuroo me había comprado, me quedé viéndolo varios minutos,

-Maldito Kuroo.

 Sonreí y me dormí.

Notas finales:

Gracias por los reviews, son poquitos pero en realidad me animan mucho a seguir adelante con el fic, ya que hay partes que son algo duras de escribir. ¡AUTOSUPERACIÓN!

Estoy muy emocionada tambien porque es la primera vez que escribo sobre esta pareja que me encanta.

Espero que les haya gustado el capítulo y muchas gracias por leer.


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