El siguiente día apareció con un hermoso amanecer que despertó a Tao, Kris no estaba y Tao creía que no podía confiar en alguien que lo abandonara siempre pero luego considero que eso era algo tonto puesto a que el mismo había sido abandonado cuando era un infante en ese lugar con solo una nota de papel donde estaba su nombre.
-Vaya, ya despertaste, yo estuve buscando ropa de tu tamaño en el pueblo, tenemos que coger el tren de las 10- dijo Kris acabando con todos los pensamientos que rondaban en la cabeza del niño con ojeras.
-¿A donde vamos? ¿Ya te lo dije antes? No te conozco y no se que podrías hacerme si te sigo-
-Para ser un niño eres demasiado desconfiado, no te haré nada malo, supongo que te educare y te dejare vivir en mi casa ¿Como se le dice a eso?- pregunto esperando a que la respuesta apareciera en su mente- Ya, ya lo recordé, seré tu tutor-
-¿Tutor? ¿Me vas a adoptar? ¿Por que me adoptarías?- pregunto el pequeño puesto a que cada respuesta le generaban mas dudas.
-Los mutantes se ayudan- Respondió como si eso fuera lo único que necesitara saber el chico -Hace no mucho caí en crisis y un hombre muy rico me ayudo, cuando le pregunte por que lo hizo el me dijo ''Los mutantes se ayudan'' Era un mutante, como tu y como yo-.
-¿También se volvía en Lobo?- No importaba el tema, Tao siempre iba demostrar su curiosidad preguntando.
-No, pero controlaba el agua, podía respirar bajo ella y nadar con gran rapidez-
-¿Era como una sirena?- Esa pregunta le saco una risa grande a Kris.
-No lo se, Probablemente -Se rió y a Tao le gusto esa pequeña sonrisa que se formo en sus labios -¿Ya estas listo? El tren parte en media hora y tenemos que ir hasta el pueblo.- Tao estaba listo así que partieron de inmediato.
El camino a el pueblo fue rápido, pese a que Kris había dicho que no sabia nada de historias lo que le contaba a Tao era entretenido, la mayoría eran anécdotas que hacían preguntarse a Tao como es que alguien tan joven había vivido tantas cosas y algunos otros eran cuentos sobre batallas entre hombres poderosos.
Cuando llegaron al pueblo, decidieron entrar a una cafetería para comprar un desayuno, comieron en paz hasta que una mujer reconoció a Tao y empezó a gritar.
-¡ES EL NIÑO LOBO! ¡ES UN DEMONIO! ¡LLAMEN AL CURA ZHANG!- Los gritos de la mujer no paraban y atraían a las personas que los miraban con temor o eso pensó Kris hasta que vio los ojos de un hombre de unos 50 años sacaba un rifle y les apuntaba mientras gritaba ''ATRAPENLOS''.
Kris no espero a que esas personas los persiguieran y salio corriendo del lugar con Tao, se dirigieron a la estación de trenes y compro boletos del primer tren que según el horario que estaba en la pared, salia primero de ese lugar. No le importaba a donde los llevara, cualquier cosa era mejor que seguir en ese pueblo.
-¿A donde vamos, Kris?- pregunto Tao, él no respondió y solo espero a que llegara el tren para escapar de ese maldito pueblo.
El tren llego y los dos mutantes entraron en el, estaba casi vació sino fuera por ellos y tres mujeres mas que parecían abuela, madre y nieta. Tao se aburría, el chico esperaba mas acción en ese viaje de tren pero lo único emocionante es que no sabían a donde se dirigían, al menos estaba feliz de no ser un demonio como le habían dicho cuando todo eso empezó, la vida de mutante si que iba a ser difícil.