Una semana había transcurrido de ese extraño incidente y para Sicheng todo era extrañamente nuevo, en primer lugar, casi todo el mundo le saludaba en el pasillo, ¡Personas que él jamás había hablado!, ya no se sentía invisible como su escuela en china, pero tampoco quería esa clase de atención, no.
En esa misma semana Donghyuck no se había aparecido por ahí, al menos estaba seguro que volvería a clases porque hablaban por mensajes y este le había dicho que estaba enfermo (cosa que poco creía)
"¡Sicheng, Sicheng!" Exclamó de pronto una chica desconocida, muy animada, este se quedó parado en su lugar, desentendido. "Somos del periódico escolar, queremos hacerte unas preguntas."
Casi había llegado a su salón, ¡Sólo faltaban un par de pasos! Ahora estaba parado ahí, intimidado por la chica periodista y la otra chica detrás de ella con una cámara demasiado pesada para su pequeño cuerpo, Sicheng retrocedió.
"Yo bueno.." ¿Cómo podía negarse y escapar?
"Primera pregunta." Dijo ella. "¿Qué relación tienes con Nakamoto Yuta?" El chino palideció.
"¿Q-Qué?"
"¿Amigo? ¿Mejor o amigo?" Negó a ambas, quería decir a todo, no eran nada, pero esta siguió. "Tal vez...¡¿Es tu novio?!"
"¡Con permiso!, me llevo a mi estrella de cine, no lo acosen que se frustra." Y Momo le salvó la vida, lo arrastro sin dejar que este respondiera o siquiera explicara, sólo notó que ya estaba en su aula, sentado. "¿Por qué estás tan rojo?"
"¿Ah? No, no es por nada..."
Efectivamente su rostro estaba demasiado rojo, se sentía avergonzado y la vez un poco frustrado, no quería que esas cosas siguieran, Donghyuck le dijo que eso pasaría y que sería momentáneo, que pronto encontrarían a alguien más a quien molestar y esa tortura ya no sería sólo suya.
Y la verdad eso era lo que deseaba, cuando ayudó a Yuta no quería nada a cambio, pero tampoco pensó meterse en un embrollo así sólo porque él grito a los cuatro vientos que no le tocaran un cabello o algo así se informó por internet. ¿De verdad Yuta era tan popular e imponente?
"Si tan mal te sientes, deberías hablarle a Nakamoto.."Sicheng miró a Momo sin entender. "Yuta inició esto, el puede terminarlo también si le dices como te sientes."
"Yo.. no creo que..."
"¡Ay, por favor! ¿Qué no ves cómo te mira cuando andas por los pasillos?" Sicheng enrojeció nuevamente.
"¿M-Me ...mira?" Momo bufó.
"Si que eres lento mi querido chino."
Efectivamente Momo tenía razón, si quería arreglar algo, tenía que hablar con Yuta, tal vez este podría decir que era... Un amigo solamente o que era su primo, si, su primo. ¡Ya no sabía nada! sólo que estaba parado fuera del aula de Yuta con el corazón en la mano, todos los que pasaban se le quedaban viendo.
Se sentía tan... Asustado.
"¿Disculpa?" De pronto una voz desconocida (como todas) le hizo pegar un salto. "Tranquilo, no te haré daño." Era un chico, se le hacía un poco... ¿Familiar?
"Lo siento.." Suspiró Sicheng, el chico parecía ser del aula de Yuta.
"¿Buscas a Nakamoto verdad?" Sicheng asintió. "Lo llamaré por ti, por cierto..." Este extendió su mano. "Soy Qian Kun, es un gusto conocer al famoso Dong SiCheng."
El mencionado sólo tomo su mano con una tímida sonrisa, era agradable que alguien no le hiciera las típicas preguntas cada vez que se le cruzaban, ese chico parecía agradable y lindo a la vez, más por ayudarle, se había ido a llamar a Yuta y el mencionado no tardó en aparecer cuando escuchó que su adorado ángel estaba fuera.
Asomó la la cabeza por la puerta y al verle casi pegado contra la pared, sonrió como idiota, acercando su cuerpo al inpropio.
"¿A que debo el honor?" Yuta parecía muy tranquilo. Sicheng se encogió en su lugar. "Me ignoraste una semana completa, que cruel eres, Sicheng."
"Yo.." Eso era cierto, se dedicó a tener el menor contacto posible con Yuta. "Lo siento.."
"Es normal." Exclamó el otro. "¿Qué quieres?"
"Sobre eso..." Sicheng había levantado su rostro, pero lo bajó inmediatamente al notar la mirada penetrante de Yuta y de los demás a su alrededor.
"No dejes que te intimiden tan fácil." Suspiró Yuta.
Sin pedir permiso al chino, agarró su mano y lo arrastro lejos de ahí, sería mejor hablar en 'privado' o al menos lejos de las miradas curiosas de las escorias escolares, Yuta podría partirle la cara a cualquiera que se atreviera a hacer sentir menos a Sicheng.
"Parece que Yuta encontró el amor." Tarareó JaeHyun asomándose a la puerta junto a Kun, este último tenía el ceño fruncido.
"¿El amor?, como si Yuta supiera de eso."
JaeHyun se sorprendió por el comentario tan arisco de Kun y además que se fuera de manera tan grosera a caminar por el pasillo, parecían un trío romántico, pero era lo que menos le interesaba al rubio.
Ya estaban afuera, en el patio y Yuta avanzó con Sicheng a una zona techada por la cantidad de nieve que había caído durante la mañana, estaba helado y el japonés al verle temblar creyó que fue una mala idea traerlo ahí, pero Sicheng quería aclarar eso cuanto antes, así que apretando su mano evitó que este volviese a entrar.
"¿Y bien?" Inició Yuta.
"Yo quería decirte... Que me siento muy incomodo." El ceño fruncido de su contrario le garantizo que no entendía. "Desde que tú dijiste aquello... En la cafetería..."
"¿Aquello?" Le cortó abruptamente, pero luego recordó."¡Ah!, cuando salvaste al gordito, si, lo recuerdo."
"No me gusta que le digas así, su nombre es Donghyuck y es mi amigo.." Yuta asintió en silencio, Sicheng era muy sensible a las burlas.
"Entendido, Donghyuck."
"Gracias y bueno..." Siguió el chino, abrazando su propio cuerpo por el frió. "Quisiera que me ayudaras a aclarar todo, me viven haciendo preguntas... Me cansa, me llegan mensajes a mi sitio web, no me gusta eso..." Yuta frunció el ceño, enojado, pero no con Sicheng.
"¿Alguien te a amenazado?"
"¡No! no... Sólo me preguntan mucho por ti, no sé que buscan en realidad." Exclamó Sicheng con un suspiro."No saben si soy tu amigo, tu mejor amigo, tu primo..."Yuta rió por esa incoherencia, pero pronto se puso serio."Tu novio...Yo no soy nada de eso."
"No lo eres." Apoyó el otro. "Pero puedes serlo, bueno.. Mi primo no, tal vez en otra vida."
"¿Puedo?" Sicheng estaba muy sorprendido.
"Puedes, mi amigo... Mi mejor amigo... Mi novio." Con cada palabra que decía se acercaba un poco más al chino.
Este retrocedía con algo de sorpresa y susto, Yuta se acercaba a su rostro y se sentía muy nervioso por ello , estaba muy cerca e instintivamente...Cerró sus ojos, le estaba dando permiso inconscientemente para que siguiera y justo cuando sus labios se iban a tocar...
"CLICK"
Se escuchó una cámara. Era justamente lo que el chino quería evitar y ahora los rumores se harían más fuertes, Yuta vio una sombra asomarse por la puerta de donde habían salido y llevado por el diablo corrió para atraparte, no iba a permitir más daño a la imagen de Sicheng.
Y este se quedó parado ahí, estático... Lo que menos le importaba ahora era la foto y el responsable, sólo podía pensar en Yuta y en su casi beso, ¿de verdad iba a besarse con aquél japonés bonito, peligroso y popular? Sicheng estaba confundido. Yuta parecía ser alguien muy deseado, entonces... ¿Por qué él?
"Se me escapó." Volvió el japonés con las manos en los bolsillos, como si nada, a este chico no le afectaba el frío. "Entonces... ¿Donde estábamos?" Se volvió a acercar.
"E-Espera..." Sicheng puso sus manos en su pecho." Ahora no.."
Yuta creyó comprender su incomodidad, no era agradable besar a alguien y que te estuvieran haciendo fotos, ¿verdad? claro que no. Simplemente le sonrió, como nunca le había sonreído a nadie y tomó su mano, la del chino era cálida, la propia era fría, como el hielo, como su corazón que ahora palpitaba por el pequeño frente a él.
"Ahora no, ¿entonces cuando?" La pregunta le tomó por sorpresa, el contacto también. "¿Tienes algo que hacer este sábado?"
"¿Yo? No...Nada..."
"Te invito a salir."
...
"¡¿Qué te invitó a salir?!" Gritó Momo cuando salieron del salón de clases, este le puso una mano en la boca.
"¡Sí!, pero calla.."
Momo asintió, se quedó callada, muy callada, tenía que procesar la información de algún modo antes de maldecir a todo aquél que se le cruzara. Eso era peligroso para Sicheng, Momo conocía más a Yuta, no en profundidad, pero los rumores que llegaban a sus oídos no eran nada bonitos ni agradables.
"Dime que no aceptaste." Imploró Momo.
"Bueno yo..." Se mordió el labio inferior. "¡No pude negarme!, él me..."
"No lo conoces." Sicheng se calló. "Yuta tiene fama de llevarse a la cama a todas esas personas con las que sale ¿No quieres ser uno más en la lista de Nakamoto Yuta verdad?"
"No y no me asustes..."
"¡Pues cancela!"
Estaba claro que Sicheng no iba a cancelar, el si quería salir con Yuta, quería comprobar que no todo sería tan terrible con respecto al japonés y que tal vez esos rumores podrían parar ahí, Momo ya no le criticó nada, pero ahí iba a estar ella para romperle la cara a Nakamoto si le tocaba un solo pelo a su adorado Sicheng.
El chino se fue por un lado y Momo por el otro, esa parte del día Sicheng la odiaba, cuando debía volver a casa en aquél transporte público infestado de gente, lamentablemente era su único método, no sabía usar el tren eléctrico, cuando subió al bus iban todos muy apretados, pero logró avanzar hasta el final y sujetarse de una de las barras.
"Que milagro volverte a encontrar." Le dijo una voz ahora ya conocida desde su espalda, Sicheng se volteó y vio ahí también agarrado al chico de antes.
"¿Kun?" El otro asintió.
Sicheng se sentía repentinamente más tranquilo al ir en bus, descubrió que Kun vivía cerca de él, entonces podrían irse y venirse juntos siempre, eso era más que gratificante para él, también supo que el tal Kun era chino, como el, entonces podían hablar en su lenguaje natal sin problemas.
"Me siento feliz de haberte conocido." Expresó sin vergüenza Sicheng, tomando por sorpresa al otro chino. "Digo... Eres el primero que conozco que es de mi país y... "
"¿Y?"
"¿Quieres...Ser mi amigo?"
La pregunta quedó suspendida en el aire, porque de pronto el bus pegó una frenada tan fuerte que todos los que iban dentro chocaron entre ellos, Sicheng no fue la excepción, que presa de su torpeza por poco y se cae por la escalera de la parte de atrás, sino hubiese sido Kun tan rápido de tomar su cintura e impactar su cuerpo contra el propio para detener su caída.
Estaban demasiado cerca para el gusto de Sicheng, incluso tragó con dificultad cuando el otro respondió su pregunta, casi acariciando sus labios con su aliento.
"Si quiero ser tu amigo."
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