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Deseos por Anul Kazama

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Notas del capitulo:

Naruto es obra de Masashi Kishimoto

Con la colaboración de Yami Nigth

El punto de vista de…

El choque del metal entre si era común todos los días, al igual que los gritos de motivación a seguir luchando sin piedad contra sus enemigos. Padres, hermanos, hijos, amigos luchando unos contra otros evitando lesionarse o compitiendo para pasarse información y herir a la distancia para un ataque sorpresa. A todos y cada uno de los jóvenes y niños Uchiha, se les enseñaba a ser guerreros fríos.

Nadie podía decir no, ya que si lo hacían, sería una vergüenza para la familia y una deshonra, no importaba cuanto lloraban, gritaran o patalearan, un niño o niña Uchiha estaba destinado a convertirse en guerrero, luchar contra su enemigo, matarlo o morir en el intento. Un pequeño sabía que ese destino le esperaba, pero aunque era cotidiano y el al principio estaba de acuerdo, el ver morir a sus hermanos le hizo preguntarse a Izuna, si valía la pena seguir en la lucha contra los Senju.

Nunca había visto uno, gracias a que Madara, su hermano mayor y el único que le quedaba con vida, lograba convencer a su padre de que aún no fuera al campo de batalla, pero aunque Tajima accedía siempre decía que esa sería la última vez.

Mientras su padre y hermano estaban en el campo de batalla, Izuna se quedaba a limpiar las katanas y shurikeny4; por su puesto no se quedaba haciendo nada. En parte, motivado por la muerte de sus hermanos, el pequeño practicaba por sí mismo con buenos resultados y un día

 - Izuna

 - Pa… padre, hermano - sonriendo - bienvenidos

 - Borra esa sonrisa Izuna - hablo Tajima - nuevamente, esos malditos Senju asesinaron a muchos de los nuestros - el pequeño vio los cuerpos

 - Lo siento

 - Está bien, veo que estas practicado, bien hecho

 - Gracias, lo hago para vengar a nuestros hermanos algún día

Tajima sonrió al escuchar a su hijo, mientras Madara solo sonreía, aunque en el fondo deseaba que su hermanito jamás fuera al campo de batalla, por eso

 - Padre, quiero pedirte algo

 - ¿Qué quieres Madara?

 - Que me permitas entrenar a Izuna - Tajima sonrió

 - De acuerdo, confío en que harás de tu hermano un excelente guerrero

Y así fue como inicio el entrenamiento de Izuna por parte de Madara, el menor estaba emocionado ya que tenía un profundo respeto y admiración a hacia su hermano mayor. Además, sabía que bajo su tutela podría aprender mucho y cuando llegara su momento de ir al campo de batalla, vengaría a sus hermanos.

Pero la verdad, era que en mayor parte, Madara tenía miedo de que algo le sucediera a su ya único hermano, así que el mayor se dedicó a enseñarle todo lo que sabía y había aprendido de otros enemigos. Esto duro por un periodo de tiempo, en el cual, ambos hermanos veían a su padre partir a la guerra con el resto de los Uchiha para solo volver un número menor del que había salido, algunos heridos leve o gravemente y otros muertos.

Izuna sentía rabia contra el clan que asesinaba a sus hermanos, aunque desconocía que su propia familia hacia lo mismo o por qué esa guerra había iniciado. Al menor solo le importaba volverse fuerte y obtener su sharingan.

Pero un día, noto que su hermano comenzaba a salir muy seguido y volvía hasta casi el anochecer, pero nunca se animó a preguntarle directamente. Un día

 - Izuna

 - ¿Si, padre?

 - ¿Has notado que tu hermano sale muy seguido del clan? Y no me mientas

 - Si - el menor bajo la cabeza - pero no sé porque lo hace

 - ¿No le has preguntado? - el menor negó y el mayor suspiro

 - Lo siento padre

 - Está bien - sonriendo - de hecho, esta es una oportunidad perfecta para ti

 - No entiendo

 - Quiero que sigas a Madara, pero no quiero que él lo sepa. Esto probara que tan sigiloso eres, así como la disminución de tu chakra cuando se requiere

 - ¿Y si Madara se entera?

 - Yo me encargare de él - cruzando sus brazos - me preocupa que se esté viendo con alguien y debemos averiguar de quien se trata, ¿entiendes?

 - Si

 - Bien, mañana empezaras, finge que no sabes nada y síguelo a una distancia prudente

Al día siguiente, Madara salió del clan excusando que quería vigilar, luego de despedirse de Tajima e Izuna, este comenzó a seguirlo luego de ver la aprobación de su padre sin imaginar que todo cambiaria.

Cuando sintió que su hermano se había detenido, Izuna hizo lo mismo escondiéndose pero entonces sintió un chakra acercarse y pensando que se trataba de un enemigo, lo ataco. Pese a que puso en práctica lo que había aprendido con su hermano

 - ¿Un… un niño? - abriendo sus ojos de sorpresa

Izuna abrió sus ojos lentamente para toparse una mirada de fuego eterno cuando el peli gris recupero la razón

 - ¿Quién eres y que haces aquí?

 - Lo mismo digo - respondió el niño - responde o…

 - ¿O qué?, ¿vas a atacarme? Por si no lo habías notado, no puedes moverte

 - Porque estas encima de mí - respondió el menor - ¡ahora muévete!

 - Dime quien eres

 - Responde tu primero

Tobirama se dio cuenta que sería cuento de nunca acabar, por lo que dio un suspiro

 - Escucha, me moveré para que puedas levantarte pero si intentas algo, no me detendré

 - Suenas como un viejo - respondió el menor

 - Hum… - quitándose - ahora, ¿Quién eres?

El menor se levantó con cuidado al mismo tiempo que sacudía su ropa, el peli gris dio un suspiro al mismo tiempo que cruzaba sus brazos. Nuevamente los ojos de ambos hicieron contacto, al mismo tiempo que el viento movía sus cabellos ninguno dejaba de verse durante ese silencio que parecía eterno

 - ¿Y bien?, ¿Cuál es tu nombre?

 - Izuna - respondió el azabache - ¿Quién eres y que haces aquí?

 - ¿Izuna?

 - ¿Algún problema con mi nombre?

 - Es muy poco común - el menor frunció el ceño

 - ¿Y cómo te llamas tú?

 - Tobirama

Nuevamente el silencio se hizo presente, solo se podía escuchar las ramas y hojas de los arboles mecerse con el viento, cuando ambos cayeron en cuenta de algo

 - Rayos - Tobirama viendo a su lado izquierdo - lo perdí - el menor se extraño

 - ¿Qué perdiste?

 - Eso no te incumbe - el peli gris le devuelve la mirada - vaya, por distraerme con un niño

 - ¿A quién llamas niño?, por tu culpa perdí el objetivo de mi misi… - tapándose la boca

 - ¿Misión? - Tobirama sorprendido - ¿acaso eres

 - Si, un shinobi como tú. Me di cuenta por cómo me atacaste

 - Ya veo - ladeando su mirada a lado derecho - tsk…

 - ¿Qué pasa?

 - Ya perdí mucho tiempo contigo - viéndolo

 - Eso debería decirlo yo - Izuna molesto - como sea, no te vuelvas a cruzar en mi camino

 - ¿Es una amenaza? - Tobirama burlón

Izuna solo frunció el ceño para luego retirarse. De regreso, el menor iba metido en sus pensamientos, no podía sacarse de la mente esos ojos que poseía el que claramente era mayor suyo: eran como si el fuego estuviera reunido en dos orbes pertenecientes a la misma nieve sin derretirla. Sin embargo, regreso a la realidad al recordar que había perdido a su hermano todo por encontrarse con Tobirama, ahora no podía decirle a su padre: "Hola papá, perdí de vista a Madara por quedarme embobado con un desconocido". Seguro lo mataría si le decía eso.

Se detuvo un momento para pensar en una excusa creíble y así lo hizo, ya que mentir era la opción más favorable hasta ahora.

Llego a su hogar finalmente, suspiro y abrió la puerta para entrar y cerrarla detrás suyoy4; llego a la habitación donde seguro lo esperaba su padre con información, agarro aire y pidió permiso para entrar, le fue concedido casi de inmediato. Abrió la puerta y entro siendo recibido por la mirada seria de su padre.

 - ¿Conseguiste lo que te pedí Izuna? - la fuerte voz de Tajima lleno la habitación, el menor solo pedía que no se enojara con él

 - Lo siento padre, Madara era muy rápido y lo perdí entre la maleza y árboles del bosque - bajo la mirada después de hablar, no soportaba verlo a los ojos

 - Debí suponer eso, parece que se previene aún más de lo que pensé... ¿no te encontraste con ningún Senju?

Le extraño por unos momentos la pregunta, pare después contestar.

 - No, parece que no había ninguno en el bosque... - contesto después de procesar la pregunta del mayor, parecía que no se había enojado con el

 - Bien, retírate, mañana lo intentaremos de nuevo, trata de seguirle el paso... - asintió

Izuna fue sintiendo como un peso salía de sus hombros, hizo una reverencia y salió de la habitación, le había ido bien lo cual agradecía.

Los días pasaban, tanto Izuna como Tobirama seguían con la misión de seguir y espiar a sus hermanos, eso hizo que sus encuentros fueran más continuos. Al mismo tiempo, Izuna sentía una emoción que no podía explicar que iba creciendo en su interior, cuando pensaba en el mayor no podía evitar sonreír levemente. Pero de inmediato se corregía, lo único que debía haber en su corazón era odio y venganza, pero esa extraña emoción, estaba cambiando todo.

Notas finales:

Hola:

Bueno, antes que nada, una disculpa por no actualizar Me Quistaste lo que es Mío, pero la verdad y para compartirlo, el día de hoy adquirí un nuevo empleo por lo que me ocupe en reunir los papeles necesarios para la contratación además de que hice otras cosas y al final termine cansada y no pude continuar.

Y como este fic, lo estoy subiendo de nuevo, pues es por eso que actualizo este y mañana actualizo Me Quitaste, por su atención

Gracias 


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