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A través del cristal por Miss Black Raven

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Notas del capitulo:

Hola, ¿Cómo están? Mi nombre es Raven y quiero agradecer a todos los que leyeron el capítulo anterior. La verdad me encantaría que me dejaran sus comentarios para saber si les gusta y en qué puedo mejorar.

En el capítulo anterior, Jasper y Rory tuvieron una dura discusión que los llevó a gritarse muchas verdades ¿Se arreglarán o decidirán tomar caminos separados?

Espero que les guste el capítulo dos.

Un Abrazo, Rven.-

Desde la habitación se podían escuchar los pasos pesados subiendo la escalera, con ritmo lento y perezoso pero decidido. Se distinguió también el momento exacto en que los pasos alcanzaron el pasillo del segundo piso y los pies comenzaron a arrastrarse suavemente conforme avanzaban. Luego de una pequeña pausa se dejó oír un golpeteo en la puerta. –Jasper, Kaoru ¿están ahí? –solo el silencio respondió al llamado.

La voz de mujer ya entrada en años repitió la pregunta –Jasper, Kaoru, abran la puerta, sé que están ahí. –los golpes en la madera volvieron a sonar, esta vez con mayor intensidad, tanta que la puerta terminó cediendo y se abrió lentamente. La luz del mediodía que iluminaba el pasillo cortó la densidad del ambiente.

La mujer que entraba con el rostro serio y las arrugas del ceño fruncido marcadas, era la dueña de la pensión. Tenía más de sesenta años pero no los acusaba en su forma de ser aunque su cuerpo ya le estaba reclamando los años de maltratos.

Dentro del cuarto la luz de los veladores estaban encendidas y tanto Jasper como Kaoru estaban dormidos. El primero sentado a la mesa, desmayado sobre su carpeta y el segundo en el piso, con la carpeta sobre el rostro. – ¿Pero qué están haciendo? –dijo la casera con su característica voz estridente.

-Trabajos… finales. –respondió Jasper entre sueños

-¡Pero esto parece un chiquero, no pueden vivir así!

-No… podemos

-Rosa ¿Por qué viene gritando a la madrugada? –dijo Kaoru con la voz amortiguada por todo lo que cubría su rostro. – ¿Madrugada? ¡Madrugada! ¿Es en serio? –Rosa fue incrementando el tono de su voz con cada palabra a medida que se dirigía a la ventana y comenzaba a elevar la persiana. – ¡ah! ¡Mucha luz! –dijo Jasper mientras intentaba taparse los ojos con una cartuchera. –Bien, en fin, a lo que venía. Tienen correo sin abrir, y tienen cuentas que pagar, espero el dinero del alquiler hoy mismo.

-Si Rosa

-Sí, sí.

Con estas palabras se retiró dejándolos en su estado depresivo, con una pequeña pila de cartas que se sumaba al desorden generalizado.

Jasper se levantó de la silla estirando la espalda que crujió de punta a punta. Le dio una patadita a Kaoru en la pierna –vamos, arriba. –y se dirigió a cerrar la puerta. En el camino de vuelta tomó las cartas y comenzó a clasificarlas. –tuya, tuya, mía, tuya, tuya, tuya. Alguien se ha vuelto popular… -¿celoso? –respondió Kaoru con una sonrisa que le duró unos segundos hasta que Jasper le aventó las cartas al rostro. –No, pero lo único que recibí fue una publicidad.

-Veamos, para que no te pongas celoso, te mostraré que tan interesante es mi correo. –comenzó a tomar las cartas y a leer los remitentes. –Mi madre, que debe enviar fotos o un cheque, sino llamaría. El instituto que me amenaza con romperme las piernas si no pago el mes. Dos publicidades, una para subscribirme a una revista, otra para potenciar mi sexualidad y por último… -la breve pausa puso nervioso a Jasper – ¿Qué? ¿Qué ocurre?

-Jasper, esto no es para mí.

-¿A qué te refieres? Está a tu nombre.

-Sí, pero… verás… ¿recuerdas esa vez que vimos el desfile de Oscar de la Cuenta y dijiste que harías lo que sea porque tus diseños fueran tan conocidos?

-Sí, lo recuerdo

-Bueno, resulta que vi un anuncio en internet sobre un gran concurso dónde nuevos diseñadores pueden presentar sus prendas para participar de un desfile.

-Ajá si, continúa

-El premio era mucho dinero y la oportunidad de que un diseño saliera en una revista y bueno…

-Creo que conozco el concurso, es una carnicería, todos quieren ganar y requiere un enorme gasto de energía y dinero poder estar listo- –los ojos de Jasper terminaron de despertar con la sorpresa. – ¡No me digas que clasificaste! ¡Casi nadie clasifica!

-Técnicamente no

-No entiendo, entonces ¿Por qué enviarte una carta?

-Porque soy representante de alguien que clasificó –los ojos grandes y aterrorizados de Kaoru se unieron a los confundidos ojos de Jasper. –Felicitaciones –dijo haciendo la mueca más extraña entre felicidad y pánico.

-Eh ¡¿Eh?! ¡De qué estás hablando! ¿Cómo pudiste? Oh no, ¿en serio clasifiqué? Y ¡¿qué voy a hacer ahora Kaoru?!

-Perdóname, no pensé que fueras a entrar. No, eso sonó mal. Es decir, pensé que era otro nivel pero. Eso sonó peor. Por favor no te enojes conmigo.

-¿Enojarme? ¡Nunca había estado más nervioso y feliz en mi vida! –le dio un abrazo que volvió a tumbarle al suelo mientras reían.

-Oye pero, ¿y los finales? –Jasper dejó de reír y con desaire le respondió.

-Tenías que arruinar el momento ¿verdad?

Jasper aprovechó que Kaoru tenía una cita y la indiferencia de su novio para salir a tomar un café. Se dirigió al que más le gustaba y se sentó en la mesa que lo arrinconaba entre la pared y el ventanal. Le encantaba ese lugar. La cafetería decorada con detalles rojos y azules y los muebles de madera oscura parecían de otra época. Desde ese rincón en especial podía oler el chocolate y el café y ver todos los cuadros que vestían las paredes.

Conectó su notebook al enchufe mientras esperaba su orden. No podía dejar de pensar en el problema en el que lo había metido Kaoru y no tenía idea de cómo prepararse para semejante concurso <<a fin de cuentas solo soy un alumno de primer año, pero todavía no puedo creer que quedé preseleccionado>> Decidió buscar en internet información sobre el concurso ya que no sabía bien a qué se estaba enfrentando. <<Veamos, artículos, videos, fotos… parece que es más grande de lo que pensaba. A ver, ganadores previos>> Casi se le sale el corazón del pecho cuando descubrió las prendas de las colecciones ganadoras de ediciones anteriores, todas piezas de alta costura con las más delicadas terminaciones a mano, bordados, pedrería y detalles en materiales extravagantemente costosos. <<No, no hay manera de que pueda hacer algo como eso. Bueno, quizás si lo intento lo logre pero nunca en poco tiempo ni con mi presupuesto>>

Siguió pasando página tras página, descubriendo vestidos con los que solamente podía soñar. <<Aquí ni siquiera se pueden comprar esas cosas>>. –Ah! ¿Por qué soy tan pobre? –Dijo en voz alta y luego descubrió que una joven mujer muy delgada lo miraba extrañada. –Aquí está su orden, disculpe la demora.

-Sí, muchas gracias. –evitó mirarla a los ojos por la vergüenza que sentía. Había pedido una taza de chocolate caliente, sabía que en esa cafetería servían la leche hirviendo en la taza y la barra de chocolate por separado. Cortó una pequeña porción del chocolate y lo dejó caer sobre la espuma. Le encantaba dejar que se sumergiera lentamente.

Comenzó a beber mientras continuaba su investigación <<Categorías, no sé en cual me inscribió Kaoru. Veamos, diseño de indumentaria, estilistas, maquillaje… se ve que es un concurso de verdad muy grande>> Mientras observaba las imágenes de concursos pasados, una foto le llamó poderosamente la atención.

Se trataba de dos jóvenes que se encontraban sonriéndole a la cámara, ambos excelentemente maquillados. –Philip y Sora, su modelo, ganadores de la mención honorífica de la categoría maquillaje <<El más atractivo debe ser el modelo y el otro el maquillador, aunque tiene un maquillaje más elaborado. No entiendo quién es quién>> Cliqueó un link con los nombres de los participantes, allí descubrió que Sora, un hombre joven, de estatura promedio y con un rostro poco agraciado era el modelo <<No entiendo esta industria ¿Cómo puede ser el modelo?>> El otro chico que lo acompañaba en la foto era Philip, el artista de maquillaje. <<Hay una foto del antes y después, la verdad que hizo milagros con esa cara, yo también le daba un premio>> se imaginó la idea de entregar un premio a alguien con un diploma que dijera “por haber arreglado ese rostro horrible”, le hizo mucha gracia y sonrió.

Se tomó un momento para ver las fotos del maquillador <<Philip…>> Sin darse cuenta comenzó a buscar más y a mirarlas con detenimiento. Descubrió un enlace que lo llevaba a su perfil privado en línea y luego de dudarlo por un segundo accedió. <<Philip, artista de maquillaje, veintidós años, vive en la capital. Y sí, no podía estar cerca>>

Jasper dio el último sorbo a su taza de leche caliente y notó que aún le quedaba el resto de la barra de chocolate. Comenzó a comerlo mirando por la ventana, eran casi las seis de la tarde y el sol casi no se dejaba ver. Dentro del café el ambiente era cálido y agradable, el murmullo de los clientes hacía eco con el tintinear de las tazas y cucharas. Afuera en cambio, el viento helado corría con furia y desde allí, detrás del vidrio Jasper sentía que estaba viendo una película sobre algún lugar lejano e inhóspito dónde todo era gris y silente y las personas no se miraban a los ojos.

Entre el tumulto, descubrió una silueta que le era familiar <<Rory ¿Qué estará haciendo?>> Se encontraba de pie en la esquina opuesta al café. Con su sobretodo negro y bufanda gris parecía un niño que decidió disfrazarse de adulto. Jasper dio una última mordida a su chocolate y una nueva mirada a la foto de Philip que seguía en su pantalla. Cerró la tapa de su notebook y la guardó en su bolso. Sin esperar a que la jovencita se acercara a su mesa, dejó el dinero directamente en la caja y se despidió con una sonrisa.

Salió a la calle dispuesto a hablar con su novio, ya llevaban más de un día entero sin hablarse y no quería dejar las cosas así <<Quiero contarle del concurso, seguro se pone feliz, quiero hablarle>>  el cambio brusco de temperatura le hizo notar que no llevaba puesta la bufanda y se detuvo para desatarla de la tira del bolso y abrigar su cuello. Levantó la mirada hacia donde se encontraba su pareja, una agridulce y melancólica sonrisa se dibujó en su rostro, pero fue demasiado fugaz. Otro hombre se acercó a Rory y a medida que éste sonreía para saludarlo, los ojos de Jasper se iban llenando de incertidumbre.

<< ¿Quién es? No lo conozco. Será del trabajo tal vez>> El extraño no llevaba una vestimenta típicamente judicial ni formal, más bien vestía a la moda. Parecía ser joven, era más alto que Rory, pero Jasper pensó que sería más bajo que él. Desde donde estaba no podía ver bien su rostro, pero era moreno y de cabello oscuro <<Debe ser un amigo, o un compañero de la universidad. Rory… nunca he sido celoso, no me hagas esto>>

Jasper permaneció inmóvil a medida que ellos intercambiaban saludos y comenzaban a avanzar sonrientes por la calle <<No puedo acercarme ahora, no quiero que piense que lo estoy persiguiendo o algo así>>

Los vio alejarse hacia el centro de la ciudad, iban hablando y riendo <<Conmigo nunca sonríe así, pero me hace feliz que tenga un amigo>>. –Estúpido desperdicio de sábado. Fueron las últimas palabras de Jasper antes de ponerse los auriculares y comenzar a caminar.

 

Cuando el reloj ya daba las nueve de la noche y la cocina de la pensión se volvía agitada por los estudiantes hambrientos que deseaban probar algún bocado antes de salir a disfrutar de la vida nocturna, Jasper se encontraba tendido en un sillón de la sala común mirando atentamente su teléfono.

Boca abajo moviendo sus pies en el aire, abría la información de contacto de Rory y veía su foto, la selfie que él había tomado para poder mirarla cada vez que recibiera su llamada <<Nos vemos tan felices en esa foto>> un suspiro escapó de sus labios y se convirtió en una exclamación de dolor cuando sintió un peso caer sobre su espalda –Ya mándale un mensaje, o llámalo, pero deja la actitud de perro bajo la lluvia, no va contigo.

-Kaoru, no me dejas respirar.

-Ni que pesara tanto –suspiró ampliamente y se reclinó sobre el respaldar. –Además, estás usando el único sillón disponible y no quiero ir a sentarme sobre nadie más –Jasper giró su cabeza para lanzar una irónica mirada a Kaoru –Bueno, no por ahora –respondió sonriendo y levantando una ceja.

Jasper se levantó dejando a Kaoru en una posición bastante incómoda para luego sentarse de manera relativamente normal uno al lado del otro. –No me atrevo a llamar y no sé qué escribir en un mensaje.

-No pueden haber discutido más allá del entendimiento, solo dile que lo extrañas.

-Supongo que eso puede funcionar, sólo que, hoy vi algo extraño –Jasper narró la escena que había vivido en la puerta de la cafetería sin dejar de mirar la pantalla de su teléfono. – ¿Tú qué opinas?

-No creo que el señorito te esté engañando si es lo que temes –si Jasper hubiera levantado la mirada, hubiera contemplado la empática melancolía en los tristes ojos de Kaoru –No parece del tipo que pueda jugar a dos puntas, pero nunca sabrás si no lo llamas –Jasper respiró hondo y levantó la mirada. –Gracias –dijo sonriendo mientras presionaba el botón de llamada.

-Te dejo con lo tuyo entonces –Kaoru se alejó caminado en reversa de puntillas, moviendo los brazos como si acechara en cámara lenta. Ante tan dramática salida Jasper no pudo evitar sonreír, lo que le ayudó para que su voz ocultara el sin fin de emociones que rondaban por su mente.

-Hola Jasper ¿Cómo has estado? –fue la respuesta de Rory luego de que el teléfono repicara casi cuatro veces.

-Hola, bien ¿Tú? –Jasper intentaba no sonar demasiado ansioso ni angustiado.

-Bien, he tenido mucho trabajo, pero por suerte hoy pude descansar. <<descansar, entonces no era un colega>>

-Me alegra, yo aprobé el trabajo –un breve silencio incómodo surgió tan repentino que tomó a ambos por sorpresa. –Escucha, creo que deberíamos hablar en persona –fueron las palabras que usó Jasper para amortiguar la tensión.

-Yo también lo creo, no me gusta pelear contigo, discúlpame –las tensas palabras de arrepentimiento de su novio le daban a Jasper tanto alivio como incertidumbre. -¿Cuándo crees que podrás reunirte conmigo?

-Cuando sea, si quieres mañana.

-No, mañana tengo que estudiar.

-Pero es domingo

-Sí, pero tengo un examen el martes y quiero estar preparado. Últimamente no tengo tiempo libre entre la carrera y el trabajo.

-Está bien, entonces ahora ¿Puedes? <<Sí que tuviste tiempo libre esta tarde, pero no el suficiente como para llamarme aparentemente>>

- ¿Ahora? Son casi las diez de la noche Jasper

- ¿Y? es sábado, supongo que dormir tarde un día no te hará daño.

-Está bien, pero mañana tengo que… -Fue interrumpido por la hastiada voz de Jasper que ya conocía el final de esa frase. –Levantarte temprano a estudiar, lo sé.

-De acuerdo, entonces ven.

-Voy saliendo, nos vemos enseguida –ambos cortaron la llamada simultáneamente.

Jasper se levantó del antiguo sillón de dos cuerpos, siempre le había hecho gracia el tapizado a rallas amarillo y rojo que ya había envejecido. No podía evitar preguntarse quién en su sano juicio elegiría una combinación de colores semejante para un mobiliario. Pero esta vez fue diferente, ignoró los detalles que le hacían gracia, hizo oídos sordos al ruidoso ambiente de la cocina y la cruzó con la mirada perdida.

Kaoru lo vio pasar mientras comía un sándwich demasiado grande para sus manos y sonrió <<espero que le vaya bien, si no, de todos modos tendrá algo que comer cuando regrese>> pensó mirando el otro sándwich que descansaba en su plato.

 

Cerca de treinta minutos transcurrieron desde el portazo de salida accidental propinado por el viento en la pensión, hasta el sonido del timbre del departamento de Rory. Una vez abierta la puerta de calle, llegó hasta el segundo piso por la escalera y apenas hubo golpeado para avisar que estaba allí, Rory le dejó entrar. –Jasper… -se acercó despacio hasta estar frente a él y lo abrazó fuertemente por la cintura. –Te extrañé.

Jasper no salía de su asombro, de todos los escenarios posibles, éste no había pasado por su mente. Transcurridos un par de segundos, Jasper lo abrazó por encima de los hombros. –Yo también te extrañé, mucho <<esta cercanía, este abrazo, quizás por fin lo está comprendiendo>> -¿Estás bien? –preguntó aún sorprendido.

-Sí, claro que sí, estuve pensando mucho –separaron sus brazos lentamente y se sentaron frente a frente en dos de las sillas de caño. –No te llamé antes porque temía que no quisieras hablar conmigo.

-Por supuesto que quiero, no creas por un segundo que no me importas, solo que… -Jasper dudó antes de traer al presente al fantasma de las discusiones pasadas. –Necesito saber que me quieres, más allá de cómo puedes querer a un amigo, te necesito cerca –Jasper tomó a Rory de las manos y lo miró, pero él le esquivaba la mirada. - ¿Qué pasa?

-Nada, hoy me encontré con un amigo, un compañero del colegio que se había ido a vivir a otro país y me confesó que él también es…

- ¿Gay? –Preguntó Jasper <<No puedo creer que le cueste incluso decir la palabra>>

-Sí, y le comenté que yo estoy contigo pero que aún siento que esto no está bien –un pequeño nudo comenzó a formarse en el estómago de Jasper, tenía miedo de la dirección que estaba tomando esa conversación. –Me hizo notar que mi familia me crio así, con esta culpa imborrable y es por eso que no puedo terminar de aceptar lo que me pasa.

-Ya veo <<y ya te lo he dicho, pero me alegra que por una vez hayas escuchado a alguien>> y ¿Qué piensas hacer al respecto?

-No lo sé –se acercó al borde de la silla. –Pero estoy seguro de que no quiero descubrirlo sin ti.

Jasper no pudo evitar sentir que sus miedos y dudas se disipaban y volvía a nacer en él el calor de los primeros días, cuando apenas se conocían y todo era maravilloso.

Lo tomó de la cintura y lo trajo hacia él. Lo hizo caminar despacio hasta que se sentó sobre él, mirándolo cara a cara. Jasper evitó notar la vergüenza en los ojos de su amado y cerrando los suyos se acercó a su rostro. Dejó que la punta de su nariz lo rozara, al igual que sus labios y la suave caricia de su aliento. Recorrió su espalda con ambas manos desde la cintura hasta la nuca e inclinó su cabeza suavemente para dejarle un delicado beso sobre cada uno de sus párpados que cerrados ocultaban el peso de su culpa.

Abrió los ojos brevemente y vio a su Rory casi completamente entregado a su voluntad. Volvió a cerrarlos para besar su boca con la pasión contenida durante tantos encuentros esterilizados y al no encontrar resistencia alguna, se puso de pie sin dejar de abrazarlo y se perdieron tras la puerta de la habitación.

 

Entrada la madrugada, Jasper recordó que no había comido nada antes de salir. Vio a Rory durmiendo profundamente a su lado y procuró no emitir sonido mientras dejaba la cama.

Revisó la heladera y decidió improvisar una cena con diversas sobras almacenadas en recipientes herméticos. Combinó un poco de fideos con algunas verduras en un plato y lo introdujo al microondas. Como no tenía nada para hacer mientras la comida se calentaba encendió la computadora de Rory que se encontraba sobre la mesa.

Casi instantáneamente después de conectarse recibió un mensaje de Kaoru. –Felicitaciones, supongo que el encuentro ha sido un éxito.

-Estuvo bien, por lo menos no seguimos discutiendo.

-Más que bien supongo, por la hora que es.

-Como dije, bien.

-Entonces mejor te dejo descansar

-Estoy calentando comida, con tantas cosas en mente olvidé la cena

Jasper continuó su charla casual mientras abría la página del concurso que ahora volvía a su mente <<entre tantas cosas no pude contarle sobre esto>> Casi sin pensarlo, se encontraba nuevamente visitando la página de Philip, miraba sus fotos con detalle <<su trabajo es impecable, me pregunto si alguien como él tiene problemas como los míos>> Se detuvo a mirar cada línea y contorno de su rostro, especialmente la gran sonrisa que mostraba ante la cámara <<seguro que no, se ve tan feliz>>

Una ventana emergente salió de otra página sacándolo de su contemplación. Se aventuró a abrirla motivado por la curiosidad y el aburrimiento y descubrió que era un mensaje para Rory <<cierto que estoy en su computadora>> Contra todas las alarmas que sonaron en su cabeza, decidió leerlo.

“Gracias por convencerme de salir esta tarde, me divertí. Espero que podamos vernos pronto, la próxima vez en un lugar más tranquilo. Besos bonito, descansa. Chad”

El sonido del microondas, el hambre, el cansancio, todo había pasado a segundo plano. En los ojos de Jasper se podía leer la angustia, su corazón latía tan fuerte que pensó que en el silencio de la noche quizás alguien podría escucharlo. Ráfagas de sudor frío corrían por su frente y espalda. Sólo una palabra salió de sus labios pálidos.

-Mintió.

 

 

Notas finales:

Bueno, un pequeño cliff hanger hasta la próxima semana, espero que les haya gustado.

Si tienen teorías o ideas sobre lo que puede pasar me encantaría escucharlas, no teman dejar comentarios, aunque sea para decirme lo que no les gustó. Siempre estoy dispuesta a aprender y mejorar.

Les dejo un abrazo y nos leemos la semana que viene.

Con amor, Raven.-


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