JunHong se despertó en la estancia, una sábana le envolvía lo cual le hizo sonreír, la acercó más a su cuerpo preguntándose si YongGuk la había puesto desde que se durmió, contento se sentó en el suelo escuchando un ruido de platos en la cocina, observó el sofá donde había una pizza y dos paquetes hamburguesas, al parecer el mayor también había ido por comida, pensó en que eso era lo más cercano a un desayuno en la cama de su parte, se comenzó a reír ya que imaginó a YongGuk llevando huevos estrellados a la cama con un delantal puesto, ignorando la incomodidad que tenía en el trasero se levantó para irlo a buscar pero un líquido humedeciendo su muslo le hizo detenerse avergonzado.
Paso a paso se acercó a la ventana y la abrió para revisar si aún seguía lloviendo, sólo vio las gotas que caían del techo y el atardecer, se envolvió más con la sábana dirigiendo su atención al hombre que merodeaba cerca del automóvil de su novio y fue entonces que notó el otro coche, Sleepy se acomodaba el saco dejándole ver el arma que descansaba en su cintura, el aliento se le escapó por un segundo aterrado de lo que veía, intentó pensar en una posible explicación pero nada tenían sentido para alguien que necesitaba guardaespaldas con armas las 24 horas, y con la experiencia que tenía de su propia casa dedujo en qué situación se encontraba su amante.
—¿Qué haces desnudo en la ventana?— YongGuk entró solo con su boxer puesto, cerró la ventana y lo arrinconó contra la misma quedando frente a frente — No sabes que mataría a cualquiera que te viera así… eres mío — El moreno se acercó a su cuello a dejar un beso sobre las marcas rojas que había dejado—.
—¿Hablas en broma cuando dices que mataras? — JunHong había tomado mucho valor para formular la pregunta— Bang YongGuk… — llevó sus manos a los hombros del mayor haciendo caer la sábana y las deslizó por su pecho tatuado — Prometiste ser honesto… ¿De verdad haces préstamos financieros?
YongGuk se quedó en silencio observando los profundos ojos que le pedían la verdad, pero la verdad lo alejaría de su lado y era lo que menos quería, había tomado una decisión, el menor sería suyo sin importar que planeaba responder que sí pero el susurró de JunHong pidiéndole una vez más que no mintiera le confundió, guardó silencio sin saber que responder olvidando que JunHong era muy inteligente y sabría interpretar sus acciones.
—Eres un hombre malo verdad… lo pensé cuando vi tus tatuajes, además tu forma de ser… — me recuerda a mi papá, lo último quedó ahogado en su garganta, sus dedos subían por las letras en su pecho, envolvió sus manos en su cuello sin perder un segundo su mirada — ¿Es por eso que querías dejarme? ¿Porque eres malo?
—¿Viste los dos dragones en mi espalda? — el menor asintió con la cabeza sin apartar su mirada — Son el símbolo de mi familia, mi clan, mi hermano era la futura cabeza pero después de su muerte yo me hice cargo, JunHong… tu novio es un hombre malo.
Al menor se le humedecieron los ojos y comenzó a asentir con la cabeza, para un niño que desde joven se le negó cualquier información acerca de su alrededor, el encontrar a alguien dispuesto a ser 100% honesto era la más grande dicha ignorando los conceptos de bien y mal, los labios de YongGuk le buscaron ansiando una respuesta de su parte, algo que le dijera que se quedaría a su lado.
—No miento cuando digo que deseo robarte, atarte a mi — abrazó el cuerpo desnudo de su amante — con o sin tu aprobación… quiero que seas mio para siempre, te sacaré de esta jaula y te mostraré el mundo que se te negó, pero quédate un poco más conmigo — los labios de YongGuk recorrieron la piel de su cuello hasta llegar bajó su oreja — Necesitó más de ti.
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—¿COMO QUE NO SABES DÓNDE ESTÁ MI HIJO? — La señora Choi intentaba con todas sus fuerzas levantarse del suelo pero las piernas ya no le permitían ese sobre esfuerzo, estiró su mano para tomar de la ropa al chico frente a él y tirar hacia abajo — ¡DaeHyun te pedí cuidarlo! ¿Dónde está mi bebé?
La noche no tardó en llegar y JunHong no había vuelto a casa, como siempre cuando esto sucedía la señora enviaba a DaeHyun por el pero esta vez encontró la florería cerrada, el padre de JunHong presenciaba todo desde la mesa de té, a su lado una caja blanca ocupaba espacio. La madre de JunHong suplicó por qué buscaran a su hijo y DaeHyun tomó las responsabilidad pidiendo permiso al líder de Siete Estrellas que no estaba alarmado por la desaparición de su hijo o eso parecía.
—¡Esto es tu culpa! — la mujer furiosa observaba a su marido — ¿Que le dijiste a nuestro hijo? — el hombre dejó caer su mano sobre la madera haciendo callar a la mujer alterada—.
—Ya no es un niño — Volvió a tomar la taza de té e ingirió el líquido frente a los ojos dudosos de DaeHyun— No te tengo aquí para cumplir los deseos de mi esposa, eres la futura cabeza del Clan. JunHong es mi responsabilidad.
La mirada fría que el hombre le dedicaba a DaeHyun le hizo callar cualquier objeción, tenía que ser ciego para no ver que esa atención a su único hijo era amor, pero jamás permitiría tal romance, JunHong llegaría a algo más, fuera de todos esos negocios ilegales rodeado de escoria, su adorado hijo brotara como la flor de loto que era, no estaba dispuesto a perder a JunHong, ya había asegurado su sucesión así que solo le quedaba asegurar el futuro del chico y para eso ya tenía un plan.
Esa noche observó a sus esposa cabecear en la puerta de la casa negándose a que los sirvientes le ayudarán para ir a su habitación, por su parte no pudo evitar la angustia que le daba no saber dónde se encontraba JunHong y con las posibles respuestas no pudo dormir, a su mente venía una y otra vez el cuerpo sin vida de JunSeo dentro del auto con una bala en la cabeza, pero desde que nació el dulce niño se había colado como un huracán en su corazón y él personalmente atendió los riesgos de su existencia ocultándolo del mundo.
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—¿Seguro quieres que te dejé aquí? — YongGuk estaciono a la orilla de una calle, la esquina quedó a unos metros de distancia —.
Abandonaron Mokpo en cuanto amaneció, JunHong sujetó la maleta donde escondió ropa un día antes y asintió, logró convencer al mayor de dejarlo a una cuadra de su casa pues lo último que quería era envolverlo en más problemas y ahora al saber tantas cosas de él no dudaba que sus padres o hasta DaeHyun pudieran investigar y alejarlo, suspiró deseando no tener que bajar del automóvil, unos dedos le tomaron de la barbilla y lo hicieron girar para recibir un beso.
—Puedes irte conmigo, no es necesario que vuelvas a tu casa — Los labios recorrieron su quijada y bajaron a su cuello logrando que el menor cerrara sus ojos — Dijiste que te quedarías más conmigo.
—A veces suenas como un niño — a JunHong le hizo tanta gracias que comenzó a reír, al abrir los ojos compartió un beso con el moreno — No quiero tener problemas… tampoco darte problemas, necesito hablar con mi papá, el entendera.
YongGuk no se resistió y dejó otro beso más sobre sus labios el cual prolongó, haciendo reír a JunHong le sujeto de la cadera tratando de convencerlo para que se quedara con él, no necesitaba la aprobación de nadie para tenerlo entre sus brazos, una noche no le era suficiente necesitaba más de su compañía, al final el menor ganó y lo alejó dejando un beso en su mejilla con la promesa de verlo en la florería al día siguiente, bajó del automóvil y antes de doblar en la esquina JunHong levantó su mano y se despidió. El moreno encendió el vehículo al perderlo de vista y se marchó seguido por el auto de Sleepy.
A cada paso que daba JunHong sentía los nervios a flor de piel, la maleta que colgaba en su mano era columpiada de lado a lado mientras balbuceaba alguna idea para pedir disculpas a su madre por haber estado fuera de casa durante un día completo, ahora que YongGuk le había permitido una nueva visión en su vida pensaba en que tenía el total derecho de salir y pasar un buen rato con conocidos. Al llegar frente a su casa no esperó ser bombardeado por varios hombres que trabajaban para su hogar exigiendo respuestas de donde había pasado la noche, intentó alejarse de todas esas personas pero una mano en particular tiró de él hacia un fuerte pecho.
—¿Dónde demonios te habías metido? — La voz de DaeHyun le hizo girar para encararlo — Hemos pasado la noche en vela buscándote, tuvimos que obligar a tu madre a dormir y tu padre no ha pegado un ojo por la preocupación ¡Que no sabes quién eres!
—¡No lo sé! Y no creo que tu vayas a contármelo así que suéltame — con un empujón a su pecho se deshizo del molesto agarré — Solo pase la noche con mi novio, es 14 de febrero deberías pasarlo con tu futura esposa en lugar de estar buscando a tu ex novio.
—¿Solo 14 de febrero? Es el aniversario de la muerte de JunSeo Hyung ¡Ten más respeto o es que prefieres lucirte como un cualquiera! ¡No volverás al trabajo y menos a salir de esta casa! — Al alzar la voz asustó al castaño, se sintió culpable pero no tuvo tiempo de pedir disculpas pues por el alboroto el dueño y señor de la casa salió a la puerta principal — Jefe…
—Suficiente DaeHyun — El moreno agachó la cabeza guardando su distancia, los celos que despertó tuvo que ahogarlos— JunHong tiene razón, la boda está muy cerca deberías pasar el tiempo con tu novia — Las mejillas del mencionado se inflaron por satisfacción de oír como su padre lo ponía en su lugar— Entra a la casa… hace frío aquí afuera.
El hombre se dio la media vuelta dejando a todos confundidos pues desde que el sol había salido la temperatura estaba sobre los 37°, incluso varios vestían delgadas camisas para no sentirse sofocados por el aplastante calor, JunHong agachó la cabeza sonrojado pensando en que era la primera vez que su padre actuaba así frente a otras personas, al ver a DaeHyun que se mordía la mejilla molestó por no poder desahogar su enojo, le sacó la lengua y corrió a su casa, esa actitud infantil solo hizo sonreír al moreno quien recordaba por enésima vez el gran amor reprimido que tenía por aquel dulce y mimado chico.
Al entrar JunHong dejó caer su maleta en el suelo y dejando sus zapatos en el mismo sitio caminó detrás de su padre, entraron juntos a la estancia donde una chica se levantaba de la mesa de té tras dejar dos tazas, su padre se sentó primero y fue entonces cuando pudo ver sus párpados hinchados de no haber dormido, la culpa le invadió mientras tomaba asiento frente a él, seguro lo castigaría por haberles hecho pasar un mal rato pero recordando sus planes de irse con YongGuk dejó de importarle, su progenitor tomó la taza y bebió en absoluto silencio, el ambiente se sentía incómodo así que el menor decidió hablar primero.
—Fui a ver a JunSeo Hyung, le reze de tu parte también… le dije que papá está muy ocupado con el trabajo, pero que también lo extrañas — Con la cabeza baja sujetó la taza para beber también—.
—Imaginé que estabas ahí… — Por fin habló— Lo extrañas mucho, ¿No es así? — JunHong asintió varias veces ocultando su rostro detrás de la taza — Él fue un buen hermano mayor para ti, siempre estuve agradecido por eso.
—JunSeo… ¿Puedes decirme que paso con el? — el menor soltó aire como si formular la pregunta le hubiera costado una carrera de 10 km. — Tengo derecho a saber cómo murió mi hermano.
—Mm… regresaste diferente ¿A que se debe? —las mejillas de JunHong se sonrojaron ya que inmediatamente pensó en lo que hizo con YongGuk, pero no era “eso" a lo que su padre se refería — ¿Estás listo para cargar con la responsabilidad? Te diré todo, a cambio de algo.
—¿En serio? — JunHong abrió los ojos sorprendido e intentando no titubear ante el semblante serio de su padre, era demasiado fácil de intimidar, lo más seguro es que era por eso que a DaeHyun le era tan fácil meterse en sus asuntos— ¿A cambio de qué?
El padre de JunHong se puso de pie y caminó hacia la esquina de la sala, tomó en sus manos la caja blanca y la cargó sin problemas hasta dejarla caer a un lado de JunHong, esta botó sobre el piso de tan pesada que era asustando al castaño, el hombre volvió a tomar asiento y estiró su mano para señalar la caja, por el gestó el chico se acercó curioso y al abrirla encontró varios libros similares a los que le mostró a Bang en Mokpo, al abrir la primera hoja supo de inmediato de quién eran y cómo para aclarar debajo de la letra limpia y bien escrita estaba grabado un nombre; Choi JunSeo.
—Son las memorias de tu hermano mayor, todo lo que quieras saber están en ellas y aquí está el resto — El padre del menor extendió otro diario en la mesa, eran suyas con la fecha inicial de 14 de febrero de 2012 — Te dejare llevarlas a cambio de que cumplas el deseo de tu madre.
—¿El deseo de mamá? — JunHong negó varias veces con la cabeza — No puedo estar encerrado aquí las 24 hrs. No es normal, amo a mamá y la quiero cuidar siempre pero no puedo hacer eso.
—No, no es eso — Su padre le tomó del hombro pidiendo que se tranquilizara— Te dire todo a cambio de que te vayas a estudiar a Italia… y no vuelvas — Los ojos dolidos de su padre al decir aquello fueron ignorados por JunHong—.
—¿Me estas corriendo? Si soy una molestia solo dilo, de todas formas no pensaba quedarme más tiempo aquí — intentó ponerse en pie con toda la intención de tomar sus cosas e irse a los brazos de YongGuk pero una mano le detuvo con toda su fuerza —
—Mira mis ojos y dime si puedes imaginarme sentado detrás de un escritorio trabajando, laborando en una industria, dando clases, siendo médico ¿Puedes? — la dulce y amable mirada que su padre solo le regalaba a él desapareció, frente a él estaba el fuerte hombre que tenía 20 guardaespaldas para vigilar su casa, el hombre que abandonaba su hogar por más de un mes y le encerraba en cuatro paredes para protegerlo de un enemigo que no conocía— Porque eres mi hijo se que eres muy astuto y sin necesidad de que te lo diga ya has dado con la respuesta correcta.
JunHong solo podía pensar una y otra vez en YongGuk, en la manera que le confesó a lo que realmente se dedicaba, su vida estaba entrelazada a la mafia al igual que la del hombre que amaba, era por eso que no podía salir de casa, la razón por la que no podía hacer amigos en la escuela sin que estos en unos días después le huyeran con la mirada por las constantes amenazas de los hombres de su padre, la razón de que su hermano está muerto y que su madre sufra con el temor de que también sea su destino, su vida cómoda y llena de accesibilidad era por el dinero que su padre lograba en cada negocio sucio, incluso la ropa que llevaba ahora fue comprada con dinero de estafas, drogas, apuestas, habían tantas posibilidades pero solo tenía una manera de saber cuál era la real.
—Acepto… — Los ojos de su padre se cerraron y retrocedió soltando su hombro —.
—DaeHyun preparará todo para que te vayas a Italia después de la boda, tendrás una casa, trabajo y tus estudios están pagados, no te faltará nada — El menor tenía su mirada en el suelo — de ahí en adelante estarás solo, se que vas a poder.
—Claro, papá.
JunHong levantó su rostro y tomó el libro sobre la mesa para colocarlo en la caja, la tomó para ponerse en pie y salir de la estancia, la trabajadora de su casa se acercó a él para preguntarle si deseaba algo pero solo fue ignorada por la fría mirada en su rostro.