YongGuk abrió las cortinas de su estancia dejando que la luz del sol le diera a sus sofás abandonados, el amanecer era radiante, contrario a su estado de ánimo, pensó inmediatamente en JunHong y en lo amargo que era imaginar cómo terminaba de empacar sus maletas, no importaba cuánto tiempo le llevará encontrarlo en Italia, después de esto definitivamente iría tras él.
—Guk… — HimChan llegó a su espalda y antes de que pudiera colocar su mano sobre su hombro para darle el pésame, se alejó — He perdido a JongUp, pero eso puede esperar ya que ahora lo más importante es encontrar a tu madre.
—No es necesario, se quién la tiene — El moreno se acercó al buró que adornaba un costado del sofá para tomar el vaso de cristal y darle un trago — Tampoco es necesario que busques a JongUp… toma esa carpeta.
HimChan siguió el recorrido que el dedo de su jefe apuntaba, se acercó a la mesa de noche y tomó la carpeta abriendola para encontrar un pasaporte y algunos documentos más con su fotografía, aturdido observó a YongGuk que seguía llenando el vaso en su mano que a juzgar por las ojeras y la forma lenta de hablar llevaba bebiendo toda la noche.
—Hay un apartamento y una cuenta de banco esperandote en Colombia, ya no te necesito — la frase fue dicha con el tono más seco y desinteresado —.
—¿De qué diablos estás hablando? Crecimos juntos YongGuk, te prometí que a tu lado acabaríamos con los asesinos de YongNam — HimChan dejó caer la carpeta sobre la mesa — Mierda, tu madre curaba mis heridas y me alimentaba cada que el maldito de mi padre olvidaba que tenía hijo, esto también me involucra, si sabes quien la tiene ¡Dimelo!
YongGuk alzó la mano que sostenía el vaso y su dedo índice se elevó pidiéndole silencio, en su momento recordó cada una de las travesuras que elaboró en compañía de su hermano y el bastardo que se negaba a irse a un lugar mejor que el que le esperaba aquí también era su hermano, nunca lo diría en voz alta pero a HimChan eso no le era necesario.
—¿Quién tiene a mi madre? ¿Quién mató a YongNam? ¿Por qué mi padre se suicidó? Se me hace imposible creer que eres capaz de matar a los culpables — Como si una idea se le ocurriera volvió a levantar el dedo del cristal — No ha todos.
—¡Crees que esto no me duele! ¡Yo también he llorado la muerte del hombre que fue como un hermano para mi! — Cerró los ojos tratando de no volver a gritar y seguir faltando al respeto a la memoria de YongNam, ya mucho había hecho amando a su amante—.
YongGuk estaba a punto de contestar cuando el sonido de una llamada entrante lo dejó en silencio, bajó el vaso de cristal para tomar el celular y ponerlo en manos libres, no tenía que adivinar quién era, pues estaba seguro que se trataba de Moon JongWoo.
—Eh, me alegra que hayas tomado mi llamada — La amarga voz del hombre le provocó repulsión — Espero no estes enojado por haber tomado a tu madre… entenderás que cuando un líder traiciona una alianza debe cerciorarse que nadie quede vivo, ¿Realmente creiste que mi intención era unir a dos maricas?
—En algo coincidimos, a mi tampoco me gusta que quede nadie vivo, siendo tan experimentado en la traición ¿Cómo es que no te has dado cuenta que JongUp viene justo a mi lado? — YongGuk alzó la mirada para coincidir con HimChan quien aún estaba un poco aturdido al reconocer la voz— ¿Cómo quieres el cadáver, completo o te basta con la cabeza?
—A estas alturas ¿Crees que me interesa? Lo único bueno que ha hecho ese chico es matar a JunSeo de Siete estrellas — Una risa burlona retumbó en los oídos de HimChan quien inmediatamente la ligó al hermano de JongUp— Tuve que torturar mucho a ByungHee pero al final logré algo de información… ¿Como quieres el cadáver de JunHong, completo o te basta la cabeza?
—¡NO TE ATREV…! — La llamada fue colgada, YongGuk apretó el celular hasta quebrarlo y lo lanzó contra la pared dando un grito de frustración, metió la mano en su cintura y sostuvo el arma apuntando a HimChan— Elige, traicionarme o acaba con el culpable de la muerte de YongNam.
—Espe… espera YongGuk ¿No escuchaste? Ellos están usando a JongUp, solo es otra víctima como tu madre — La desesperación en su rostro reflejaba también el intenso amor que sentía por JongUp desde que eran niños—.
—¡Usado o no el aceptó el asesinato de mi hermano! Si ese maldito viejo no me hubiera abierto los ojos seguramente ahora tuviera la sangre de JunHong en mis manos, pagaré mi deuda matando al asesino de su hijo — HimChan estaba a punto de responder cuando el timbre sonó—.
—No lo hagas… hermano no mates a JongUp…
—No te atrevas a llamarme hermano...
El sonido del disparo hizo eco en el apartamento donde tiempo antes se reunía a beber con su confiable amigo.
—JunHong, el no vendrá… debes subir al avión — DaeHyun observaba a su antiguo amor recorrer con la mirada cada lugar en el aeropuerto esperando el momento en que YongGuk apareciera a su lado— Deja de engañarte, el amor no puede más que el odio que consume su vida.
—Cállate, no te atrevas a hablar mal del hombre que amo — JunHong parecía perder el brillo e inocencia en sus ojos cada hora que pasaba a su lado — Él me ama, lo se.
Daehyun giró para observar a su jefe que se mantenía sentado esperando con paciencia al igual que su hijo, la madre de JunHong ya se había despedido de él en casa y habían llorado lo que tenían que llorar pero el líder de Siete estrellas seguía fuerte e imponente como siempre cumpliendo hasta el último minuto los deseos de su hijo menor bajo la promesa de JunSeo de protegerlo y darle la mejor vida, el anunció del vuelvo a punto de partir fue la última señala que JunHong necesitaba para dejar caer la gruesas lágrimas sobre sus mejillas.
—Ya es tiempo — El padre de JunHong se puso de pie para tomar la pequeña maleta de mano y llevarla hasta su hijo quien se refugió contra su pecho desahogando un fuerte llanto que cualquiera que los viera pensaría que era el dolor de una despedida— ¿Debería estar celoso? Como puede ser que mi hijo llore más por un hombre que por no volver a ver a su padre nunca más.
DaeHyun abrió los ojos sorprendidos al ver que el imponente líder que le daba la peor de las palizas refugiaba en sus brazos a su hijo, se giró como si fuera un pecado lo que presenciaba y observó de lado a lado para ahuyentar a los mirones por lo que no pudo escuchar algo más.
—Yo… Yo también quiero una promesa como la de JunSeo Hyung — JunHong alzó la mirada para ver los ojos de su padre, cuando este asintió se animó a hablar — Protegelo… de otros como de sí mismo.
—Ve a casa… — Con esa frase su padre le aseguró que ya no tenía nada en ese país—.
JunHong sujeto la maleta de mano y tuvo que alejarse, DaeHyun se acercó para entregarle los documentos y regalarle una enorme sonrisa como despedida, con la promesa de cuidar a su esposa el menor les dio la espalda para ir al avión que lo alejaría de todo lo que una vez conoció, Su país, cultura, idioma, familia, amigos, amantes.
—¡HimChan que está pasando! — JongUp corría asustado por los pasillos hasta ser arrojado al ascensor, mientras su acompañante cerraba las puertas — ¿Esa pistola es de YongGuk? ¿Qué pasó con el? ¿Que hiciste? — JongUp abrió sus ojos asustados y no dudo en irse a los golpes mientras HimChan trataba de mantenerlo quieto.
El ascensor llegó al estacionamiento y para prevenir que JongUp saliera huyendo fue cargado sobre el hombro, HimChan localizó el automóvil de su acompañante y al abrir la puerta lo lanzó a la silla de copiloto poniendo seguro a las puertas después de entrar asegurándose que no huyera.
—¡MALDITO! — JongUp alzó su puño con la total decisión de romperle la quijada —
—¡Te amo! — HimChan detuvo el puño sujetando la muñeca del chico — Te he amado siempre y no hay nada que no haría por ti… así que cállate y déjame sacarte de esto, YongGuk no iba a perdonarte.
Y para sellar la promesa de cuidarlo se acercó a sus labios para besarlo por primera vez en 10 años de largo deseo, se aseguraría de ponerlo a salvo, de hacerlo feliz, algo que los gemelos Bang jamás pudieron hacer.