Eran las 2 de la tarde y alguien corría apresurado de sus clases para ver a su querido amigo, los pájaros volaban y las nubes se movían con más fuerza, entre el viento y las hojas de los arboles cayeron a la par de sus pasos. El chico se protegía del viento y la mugre que podría entrar a sus ojos con su brazo, la gente corría rápido hacia algún local para protegerse, jamás pensarían que el clima se pondría asi de agresivo con ellos.
No era personal, tampoco se habría avisado de que hoy entre un día tan cálido se convirtiera en uno gris con muchas nubes, amenazando con llover cada vez que podían. Habían personas que amaban este tipo de clima, pero sentían que había un mal augurio en el clima mismo...
Callados caminaban rápidos, directo al trabajo sin comer y otros corrían a pedir taxis para el transporte. Las calles se encontraban vacías a todo esto, pero si lleno de autos queriendo pasar por donde no deben, y junto a ello les acompañaban un estruendoso sonido de bocinas. Sonriente y vivaz se presentaba directo a los ojos del vendedor tratando de llamarle la atención ante todos. Saludando como siempre, luffy no seria capaz de hacerle enojar de ningún modo. Pero sabia el que desde el fondo de su corazón quería atrapar otra cosa. Termino por entregar las flores al cliente y cuando se desocupo lo miro atentamente.
- ¿Has visto su nariz? – pregunto Bartolomeo al vivaz de su amigo. – ¡era bastante rara! ¡Casi lo llamo por el nombre de mi amigo ussop! – decía carcajeándose de un lado a otro. Su amigo le respondió con otra sonrisa.
Se sentía muy a gusto visitarlo, cada vez que podía. Para verle, sacarle alguna conversación divertida o no, eso a el no le importaba porque era feliz en este lugar.
- ¡Tengo tanto que contarte hoy barto! Sabes... - su voz fue cortada con una vibración de un celular, justamente era el de su amigo.
Su mirada se desvió de sus ojos y su sonrisa que volvía a caerse sin que el otro se diera cuenta. Termino por teclear algunas cosas en su celular y lo volvió o dejar en la mesa en donde estaba. Luffy continuo con su anécdota, pero cada vez que seguía no podía evitar darse cuenta que su amor estaba distraído respondiéndole a no se sabe quién. Esto lo molesto un poco pero como se trata de él no debía mostrar esa faceta suya, jamás se lo permitiría.
Llevaba un rato esperando su respuesta, pero vi que se había desconectado un rato, no estaba precisamente preocupado por el ni nada, aunque quería saber a qué se debía eso. Que yo sea curioso o quiera saber donde esta no me hace controlador, ni nada. Luego de lo que borre por error aun no me quito de la cabeza de que quiso decirme al final... siento como si me perdí algo muy importante para mi y si lo llego a preguntar el se enojara. Confieso que me gusta que se enoje un poco pero no quiero que pase a mas allá. Vienen algunos clientes rápidamente y otros a cubrirse de un inesperado rocio de lluvia. Y justo que hoy habían comentado que iba a ser un dia soleado sin ningún tipo de nubes o algo gris que sea deprimente mas que un lunes por la mañana en la vida de un estudiante universitario.
Llego mi querido amigo que aprecio mas que nada y justo me responden.
- ¿Paso algo? – pregunté, fue lo primero que quise saber, ya luego vere como hago una pregunta indirecta sobre la llamadas suyas.
- Ah no, solo tuvimos un ligero retraso aún estamos un poco sorprendidos –
- ¿De qué? –
- Es una larga historia como para escribírtelo y estoy bastante ocupado ahora, te lo diré a su tiempo –
- Entiendo, cuídate ¿quieres? –
- Eso ya lo sé, idiota.
Debió haber sido algo raro y grande para que apagara su celular un rato... Dejo de pensar en aquello y se dedico a charlar amistosamente con su amigo luffy que desde hace un rato empezaba a formar algunas muecas por tener el teléfono en mis manos. Puedo entenderlo, a mí tampoco me gustaría que no me prestaran atención ni que me respondieran cuando hablo.
Luego de verlo caminar felizmente de la mano de una dama rubia con un buen cuerpo como una modelo, cosette no pudo evitar entrar en llanto. Le dolía mucho ver aquella escena, ella decía constantemente que no lo amaba para nada, después de todo lo que le había hecho antes, ese maldito hombre no tiene perdón. Traté de calmarla, pero no pude, con los ruidos y los bocinazos tuve que moverla para poder conducir e irnos a calmarnos ella de llorar y yo de... furia. Fuimos hasta una cafetería y pedí un salón aparte algo vip, no había mucha gente que tenia este tipo de permisos para conseguir uno así. Pero como me conocían me permitieron uno.
Tome sus manos y las uní con las mías para darle fuerza, hable despacio para que pudiera oír mi voz y no sus penas amargas del recuerdo. Me abrazo con todo lo que pudo repitiendo una y otra vez.
Es suyo, lo que tengo no hay duda, es suyo... no se que hacer ahora, quiero morir
- Es decisión tuya tenerlo o no cosette nadie será tu verdugo por la opción que elijas – se alejó del abrazo y me volvió a mirar con esos ojos de color de las avellanas simplemente hermoso para mí, brillaban y se notaban húmedos por las lágrimas que no paraban de salir.
- Es una locura... pero lo odio, y a pesar de ello sé que este – se lleva una de mis manos para tocar su abdomen. Se siente algo liso pero noto un pequeño bulto, sonrió al notarlo y la vuelvo a mirar a ella. Continua – hijo o hija mía, me necesita... odio a su padre y lo sabes, pero este niño no tiene la culpa y quiero que este conmigo hasta el día de mi muerte –
- Cosette... no digas esto por no querer abor –
- ¡Basta! Ni lo vuelvas a mencionar de nuevo mi señor- miro con angustia mi rostro y se volvió a irse al baño para dejarme ahí parado.
Hace mucho tiempo atrás nos habíamos conocido desde que íbamos a la secundaria por pura coincidencia y éramos buenos compañeros, amigos y hasta ahí. Yo no era de lanzarme por alguna amiga mía. Salía con chicas eso si no lo puedo negar, todos lo hacían. Pero ella no. Siempre fue reservada, así años pasaron y nunca la había visto con algún chico que pudiera entablar una conversación así de fina o entretenida al menos como conmigo por así decirlo. Perdimos contacto cuando entré al mundo de la música y el entretenimiento, y justo hace poco viene para decirme que se encuentra fatal por los meses que vivió con un tipo que pensé que iba a ser un buen hombre para ella.
Pero se equivocó... ahora esta en su tercer mes de embarazo y se nota mas que antes. Ponerse ropa holgada era buena idea para que no se note. En diciembre a fines de este se entero de esto, estamos casi en marzo y ya era muy tarde para sacarlo, a pesar de ello le dije por lo demás, pero no me hará caso si ella ya lo dijo recién.
No es justo... no para ella.