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29. El Secreto de Dongho (21) por dayanstyle

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—No te muevas. —Levantó las manos hacia Soo Hyun mientras sus ojos escaneaban el suelo. Dongho sentía que iba a llorar. Su granja de hormigas era la única cosa que realmente le importaba. Sus hormigas no lo juzgaban o trataban de recluirlo. Ellas lo amaban.

Trató de no enfocarse en el hombre en su recámara. Soo Hyun era su sueño húmedo caminando aquí y ahora. Sus músculos en sus brazos y hombros parecían una obra de arte. El cabello negro caía en ondas hasta su nuca y sus ojos eran gris claro. Si esa camiseta estuviera más apretada, se desgarraría.

Realmente le gustaban las bandas de piel que usaba en sus muñecas. Eso le daba una apariencia de rebelde. Dongho forzó sus ojos a ver el suelo cuando vio algunas de las hormigas meterse bajo un calcetín sucio. Caminó cuidadosamente hacia el escritorio y tomó una hoja de papel, coaccionando a las hormigas a viajar en él y luego llevándolas a su granja.

—Debió de destaparse cuando traté de meterla en mi bolsa —dijo mientras encontraba a algunas más. Él no iba a olfatear al hombre, incluso aunque oliera tan malditamente bien.

Dongho se enfocó en el suelo, Soo Hyun ayudó en la cacería, señalándole algunas de sus mascotas cuando las vio. Estaba asombrado de que el gran hombre no se burlara de él. No lo hizo, en su lugar Soo Hyun parecía sólo intentar ayudarlo a encontrar a los pequeños amigos que tenía.

—No creo que pueda encontrarlas a todas. —Dongho se sentía tonto cuando una lágrima rodó por su cara. Eran solo hormigas.

 

—Seguiremos buscando —Soo Hyun dijo suavemente—. Hasta encontrar a todas.

Dongho sabía que eso era imposible, pero apreciaba el esfuerzo que Soo Hyun mostraba. No creía que ni siquiera Junho le ayudaría con eso. —Tengo una idea. —Dongho cuidadosamente salió del cuarto y se dirigió a la cocina. Tomó varios artículos y corrió escaleras arriba, caminando lentamente cuando llegó a su cuarto. Llegó al centro y vertió una pequeña cantidad de agua con azúcar en el suelo y junto a la ventana.

—Inteligente idea. —Soo Hyun se oía impresionado.  Él  tomó una menta de su bolsillo y se inclinó para dejarla junto al agua con azúcar de Dongho.

Se sentó en la cama de Dongho y esperó a que la granja de su amigo se recuperara. Una a una, Dongho y Soo Hyun lentamente llenaron de nuevo la granja.

Dongho lo veía bajo sus gigantes pestañas. —Gracias.

 

—No hay necesidad de agradecer. Estoy seguro de que me hubieras ayudado si yo fuera el que estuviera en tu lugar.

Ellos se quedaron sentados en la cama toda la tarde, cazando hormigas. Esa era una nueva experiencia para Dongho. Nunca había tenido un amigo cercano que le  ayudara  con cosas como esa. Le agradaba  Soo Hyun. —¿Podemos ser amigos?

—Creí que ya lo éramos. —Soo Hyun le sonrió a Dongho—. Un tipo no pasa una tarde cazando hormigas si no quiere ser tu amigo.

—Cierto. —Se rio graciosamente. Quería salir corriendo y gritarle al mundo que tenía un buen amigo que quería hacer cosas locas con él—. ¿Qué acerca de mejores amigos?

Dongho temía que había ido demasiado lejos cuando Soo Hyun lo veía divertido. Comenzaba a arrepentirse de su pregunta, cuando Soo Hyun habló. —Me agrada eso.

 

—Si ya tienes uno, puedo ser el número dos —ofreció sólo en caso de que Soo Hyun estuviera siendo cortés. No le importaba mientras Soo Hyun siguiera siendo su amigo.

—Eres el número uno, y no olvides eso —dijo Soo Hyun mientras señalaba a otra de las hormigas. Dongho se deslizó de la cama, tomó a su mascota y la depositó de regreso en su granja. Él vio a Soo Hyun levantar la granja, viendo a las hormigas recuperadas. —Esto es cool —dijo—. Realmente nunca pensé en estas pequeñas cosas antes.

Dongho estaba orgulloso de poder compartir su hobby con alguien más, alguien que parecía apreciar lo que él hacía. Para cuando el sol se puso y los grillos salieron, Dongho sabía que había recuperado tanto como pudo. —Supongo que eso fue todo.

—Si, eso supongo.

 

Podía  sentir que sus palmas comenzaban a sudar. Nunca había estado con alguien como Soo Hyun antes. Dongho no quería que terminara el día.

Trató de pensar en una excusa para que se quedara más tiempo, pero nada llegó a su mente.

—Te acompaño. —Dongho se aseguró que la tapa estuviera bien segura antes de dejar la granja en el escritorio. No quería que todo eso se repitiera, aunque tener a Soo Hyun alrededor ayudándolo hizo que el día pasara más rápido, y más disfrutable de lo que pudiera recordar.

—¿Aun sigue en pie lo de mañana? —Dongho preguntó mientras salían al porche. No quería presionar, pero realmente quería ver a Soo Hyun de nuevo. Incluso aunque él le había preguntado si podían ser mejores amigos, Dongho estaba empezando a sentir más. Sólo temía que Soo Hyun pudiera patearle el trasero, si él hacía un movimiento…como un beso de buenas noches.

 

—Brillante y temprano —Soo Hyun dijo mientras llegaba al escalón inferior, haciendo que Dongho se sintiera que estaba tan increíblemente alto como Soo Hyun. Ahora ellos estaban cara a cara, sintiendo que el embarazoso momento de estar juntos terminaba.

—Estaré despierto y listo —dijo, pero no se movió para regresar dentro de la casa.

 

—No hay problema para mí. —Soo Hyun le sonrió pero no  se alejó.

 

Dios, eso era agonizante, ¿Debería de inclinarse para besarlo, o no debería?  Dongho estaba aterrado y todo su interior hervía. Su pene  estaba duro y rezaba porque Soo Hyun no pudiera verlo presionándose contra sus jeans.

—¿A qué hora llegarás? —Dongho preguntó notando que las aletas de la nariz de Soo Hyun se movían ligeramente.

Se limpió la garganta, sus ojos fijos en Dongho. —¿Está bien a las seis?

—Bien —contestó, asintiendo. Ambos estaban viéndose fijamente uno al otro, pero ninguno decía nada más.

Finalmente, Soo Hyun dio un paso hacia atrás, levantando el pulgar sobre sus hombros. —Supongo que será mejor que me vaya —dijo mientras lentamente caminaba hacia atrás.

—Supongo —Dongho con renuencia agregó. Él vio al atractivo  hombre entrar a la camioneta y alejarse. Cuando Soo Hyun finalmente salió de su vista, Dongho se apoyó contra el porche y soltó una fuerte respiración.

—Santo infierno. —Sus brazos a los lados—. Qué hombre.

r13;Dongho caminó en un estado de ensoñación hacia su recámara, pensando en el caliente cuerpo y esos impactantes ojos grises.

 

Estaba enamorado.

 

Lanzándose a la cama, se reía graciosamente hacia el techo. Por primera vez en su vida estaba enamorado.

 

 

Soo Hyun despertó con el primer brillo de la mañana. Después de un día como ayer, no podía esperar para ver a su pareja de nuevo. El chico era divertido, e interesante como el infierno y sexy como el pecado. No quería dejarlo anoche, se había debatido  todo el tiempo en besar o no a Dongho.

No quiso apresurar a su pareja, así que se contuvo. Esperaba hoy saborear esos  llenos labios. El pensar en él lo hizo que se apresurara a estar listo.

—¿Saliendo tan temprano? —dijo su Pa cuando Soo Hyun entró en la cocina. Podía oler el café recién hecho pero tenía demasiada prisa para permitirse una taza.

—Voy a ver a Dongho. —Sabía que para ahora su Pa ya sabía todo. Sus hermanos  siempre eran rápidos en contarle.

—Me agradaría conocer al jovencito —su Pa dijo mientras bajaba su taza—. Ayer saliste demasiado rápido, no tuve oportunidad de conocerlo.

Soo Hyun se sentía como un tonto. No muchos padres aceptaban una casa llena de hijos gay. Su Pa se lo tomó bien. Nunca juzgó a ninguno de ellos, y de eso Soo Hyun siempre estaba agradecido. —Voy por él ahora e iremos a montar.

Su Pa asintió. —Bien. Asegúrate de traerlo para que pueda conocerlo.

—Lo haré. —Soo Hyun se giró para irse pero se detuvo, viendo a su alto y fuerte padre—. Gracias.

 

No había necesidad de más palabras, su padre sabía a lo que se refería. Su Pa asintió mientras Soo Hyun se alejaba.

Rodó los ojos cuando vio a Chansung y a Hoon junto a su camioneta. —¿Qué? —Soo Hyun no estaba de humor para sus juegos hoy. Aun estaba molesto por la pequeña escena de ayer.

—Oh, vamos. ¿Aun sigues enojado con nosotros? —Chansung preguntó mientras se salía del camino de Soo Hyun quien tomaba la manija de la puerta de la camioneta.

—Si —dijo mientras subía. Soo Hyun bajó el vidrio y les advirtiór13;. Iré por Dongho para ir a montar. Si hacen cualquier movimiento hacia él, les patearé el culo.

—Ni soñarlo. —Hoon se reía mientras él y Chansung se alejaban. Soo Hyun los ignoró y se fue, rezando porque ambos se comportaran. Estaba seguro que odiaría que su Pa sufriera por perderlos.

Su humor comenzó a aligerarse cuando llegó a la entrada de la casa de Dongho. No podía esperar para pasar otro día con él. Soo Hyun imaginó toda la diversión que tendrían montando hoy.

Subió los escalones del porche, abrió la puerta de malla y tocó en la puerta. Soo Hyun sabía que había llegado un poco  temprano, pero no podía esperar por ver a Dongho.

Cuando la puerta se abrió, Soo Hyun vio a un hombre en bata con una taza de café en la mano. —¿Puedo ayudarte?

—Estoy aquí para ver a Dongho —declaró. Ese debería de ser su tío. Soo Hyun sabía que Dongho vivía con su tío, tía, y primo. No estaba seguro acerca de la historia del pasado de su pareja, pero estaba seguro que finalmente lo descubriría cuando Dongho se lo digiera.

—Vamos, entra. —El tío se hizo a un lado, permitiendo que Soo Hyun entrara—. ¿Cómo lo conociste?

 

Soo Hyun se rio. —Le ayudé a recuperar a sus hormigas cuando trataron de escaparse.

El tío lo veía como si estuviera  certificadamente loco.

 

Aparentemente esa no era la respuesta correcta, El hombre gruñó. —¿Te jaló hacia su loco mundo?

Soo Hyun no tenía idea de lo que el hombre hablaba, no encontraba nada de malo en que su pareja amara a las hormigas.  Había sido divertido pasar la tarde cazándolas. Eso era definitivamente diferente.

—No, señor. Dongho es un chico agradable. —Soo Hyun podía ver a Junho que sacudía la cabeza. No podía entender lo que estaba diciendo. Entrecerró los ojos, tratando de decirle al pelirrojo que él no entendía.

Junho rodó los ojos, cerró la mano como si tuviera un micrófono, empezó a mover la mano lejos y cerca de su boca, como si él estuviera empujando algo dentro de eso repetidamente. Cuando su lengua empezó a empujar el interior de su boca, Soo Hyun abrió más los ojos.

Junho señalaba a su padre y sacudía la cabeza. ¿Qué infiernos estaba diciendo el chico? Soo Hyun hundió los hombros, diciéndole al chico que no tenía ni idea de lo que trataba de decir.

—¿Crees que Dongho es un chico agradable? —el tío preguntó mientras Junho continuaba con sus charadas. Llevó sus manos frente a él como si sostuviera algo y entonces comenzó a mover el aire.

Soo Hyun contuvo una carcajada que estaba cerca de escapársele. Había captado lo que Junho estaba tratando de decirle desde el principio, pero ver a Junho actuar era hilarante.

 

Entonces, ¿Junho quería que su papá no supiera que Dongho era gay? Interesante.

Soo Hyun miró a Junho y ligeramente sacudió la cabeza.

 

Junho sacudió la cabeza como si toda esperanza estuviera perdida.

—Si, es un hombre agradable —Soo Hyun contestó al tío mientras Junho continuaba con otra charada sexual.

—Ya veo —dijo el papá de Junho y se alejó. Una vez que el hombre se había ido. Soo Hyun se tomó su costado y se carcajeó.

—Sabías todo el tiempo lo que te decía, ¿no es así? —le bufó a Soo Hyun. Lo único que Soo Hyun fue capaz de hacer fue asentir.

—Imbécil —Junho hizo un puchero y cruzó sus brazos  sobre su pecho.

—¿A tu papá no le agrada la gente gay?  —Soo Hyun preguntó con un tono bajo de voz. Parecía un poco arrogante, pero a Soo Hyun no le agradaban los fanáticos.

—Duh, ¿por qué crees que aun sigo en el closet? —Junho murmuró mientras guiaba a Soo Hyun arriba de las escaleras.

Soo Hyun nunca entendía a gente como esa. Quizás era porque venía de un amoroso hogar que lo aceptaba, pero aun así no hacía que la intolerancia fuera correcta.

Soo Hyun tocó en la puerta de Dongho una vez que Junho se alejó. Cuándo nadie respondió, entró y abrió la puerta para ver hacia adentro. Esperaba encontrar a su pareja dormido por haber olvidado poner el despertador. No esperaba encontrarlo de rodillas llorando con el teléfono celular en su mano.

Cruzó el cuarto y se arrodilló frente a su pareja. —¿Qué sucede, Dongho?

Su pareja se puso de pie, sacudió la cabeza y se secó  los ojos. —Nada. —Dejó el teléfono celular y tomó sus zapatos—. Estoy listo.

Soo Hyun quería tomar el teléfono celular y ver con quién había hablado su pareja. Su cuerpo zumbaba de ira. —¿Puedes decirme de qué era eso? —Soo Hyun quería jalar a su pareja a sus brazos y alejar sus lágrimas. Tomó la mano de  Dongho entre las suyas.

—Estoy bien, realmente. —Dongho le sonrió a pesar de las lágrimas y jaló su mano para anudarse su segundo zapato—. Vámonos.

A Soo Hyun no le gustó eso. Quería descubrir a quien fuera responsable de hacer llorar a su pareja y golpearlo contra el concreto. «Nadie se mete con lo mio». Lo dejó pasar, por ahora, pero Soo Hyun no estaba feliz por eso.

Cuándo ellos bajaron las escaleras, la mirada del tío siguió a Dongho y le frunció el ceño. Después de lo que sucedió arriba, el tipo estaba pidiendo eso. Una mala palabra y Soo Hyun podría clavar su culo en la pared.

Afortunadamente el jodido hombre mantuvo la boca cerrada mientras Dongho lo guiaba hacia afuera. Tenía que dejar salir lo malo y respirar lo bueno. Si no lo hacía, el tío de Dongho iba a sufrir por insinuar que Dongho estaba loco.

Soo Hyun había trabajado con su ira, muchas veces, pero tenía que trabajar con ella justo ahora. Realmente no había llegado a ningún lado, pero estaba trabajando en ello. —Te prometí ir a montar. —Le sonrió a Dongho mientras llegaban a su camioneta.

—Eso es lo que dijiste. —Le sonrió. La tensión pareció calmarse cuando ellos llegaban a su casa. Eso no quería decir que Soo Hyun hubiera olvidado lo que había sucedido. Sólo lo dejó pasar por un momento.

Ese iba a ser un gran día para su pareja o él se aseguraría de que quien fuera que lo arruinara perdiera algunos dientes. Hablando de dientes, Soo Hyun tenía que dejar de apretar los suyos. Estaba tan enojado al ver a su pareja llorar que él quería golpear algo.

Si, realmente tenía problemas con su ira.

 

—Uno de mis hermanos ensillará a Buster para ti —dijo Soo Hyun mientras giraba el volante para entrar al camino de tierra que lo llevaba a su casa—. Quiero que me avises si es demasiado.

Dongho sacudió la cabeza y sus ojos escanearon el   rancho.

r13;Eso no sucederá.

 

Su pareja prácticamente saltó fuera cuando Soo Hyun estacionó la camioneta.

Su ira bajó cuando vio la emocionada cara de su pareja.

 

—Realmente voy a montar —dijo emocionado.

 

Soo Hyun se rio. —Si, realmente vas a montar. —Eso no era nada nuevo para Soo Hyun, pero el ver a su pareja burbujear de alegría ante la idea de montar le daba todo un nuevo giro a la  experiencia.

Dongho se reunió con él, al otro lado de la camioneta y prácticamente corrió al establo. Soo Hyun se reía mientras veía a Dongho detenerse completamente.

Querer montar y realmente ver al caballo que vas a montar eran dos cosas totalmente diferentes.

Buster estaba de pie orgulloso y esperando pacientemente a que su jinete llegara. Era un caballo tranquilo, el más tranquilo que tenían. Podría darle a Dongho un buen momento sin asustar a su pareja. Era difícil que Buster fuera desagradable.

Soo Hyun le sonrió a sus trillizos que incluso habían ensillado a Mamut. Ellos deberían de estar buscando seriamente disculparse para hacer algo así por él. A Mamut no le gustaba nadie aparte de Soo Hyun, y le gustaba mostrarlo en cada oportunidad.

—Parece extraño ver a dos más como tú —Dongho comentó mientras Soo Hyun llegaba a su lado—. Es como estar en un cuarto de espejos.

Soo Hyun sonreía mientras sacaba a Mamut y Chansung sacaba a Buster.

—Te acostumbrarás a eso. —Caminó alrededor de Buster y le enseñó a Dongho cómo montar en el caballo. Buster seguía de pie, esperando con la gracia que se le conocía.

Una vez que Dongho estuvo en la silla, Soo Hyun subió en Mamut y le explicó a su pareja cómo tomar las riendas. Dongho parecía absorber lo que Soo Hyun le estaba diciendo, no se perdía ni una palabra. —Está bien, vamos a intentar salir.

Dongho gritó cuando Buster empezó a moverse pero entonces se calmó y recorrieron el rancho tranquilamente. Su pareja se veía como si hubiera nacido encima de un caballo. Ellos montaron hasta que Dongho comenzó a moverse en la silla.

Soo Hyun tuvo piedad de él y se detuvieron debajo de la sombra de un árbol. Su pareja estaba diciendo algo, pero Soo Hyun estaba tan enfocado en la forma en la que Dongho desmontó, que  no lo captó. El chico era hermoso. Se sentó bajo el árbol, hechizado con la voz, la sonrisa, el olor y con la carcajada de su pareja.

—¿Me escuchaste? —Dongho preguntó mientras apoyaba su espalda relajadamente en el tronco de un árbol.

—Estaba soñando despierto —Soo Hyun admitió—. ¿Cómo están nuestros  niños?

Dongho sonrió. —De regreso en la granja y jugando.

 

Dios, lo amaba. Soo Hyun ni siquiera tuvo que explicar de qué hablaba. Soo Hyun lo dijo y Dongho captó el significado. Realmente estaban destinados para ser la pareja perfecta.

—Me alegra oír eso —dijo acomodando las manos detrás de la cabeza y cerrando los ojos. Solo el estar sentado aquí con Dongho era suficiente para Soo Hyun. El cómodo silencio decía mucho acerca de su incipiente relación.

—¿Eres gay?

 

Soo Hyun abrió los ojos para ver a Dongho deslizarse un poco más lejos. Si, la mayoría de los hombres heteros probablemente podrían golpear al otro hombre por hacer esa pregunta, así que podía entender el miedo de Dongho. —Sip. —Presionó los labios en la P.

Dongho parecía relajado y se movió un poco más cerca. —No estoy tratando de atraparte, es sólo que mi tío es anti gay, y yo sólo quería que supieras en caso de que te encontraras con él.

—Me encontré con él y lo descubrí. No te preocupes, no soy un soplón.

Dongho arrancó algo de hierba y entonces la giró en su mano.

—No me importa. He estado fuera y orgulloso desde hace un tiempo. Pero no necesito un letrero sobre mi cabeza. Apesta que ahora tenga que volver a esconderme.

—No tienes que pretender aquí. A mi familia no le importa. Los ojos  de Dongho se abrieron más. —¿En serio?

Su pareja seguro que estaba impresionado. Soo Hyun vio el viento mover las hojas, preguntándose cómo sería tener que esconder lo que eres. —A mi Pa no le molesta, aunque algunas veces me he preguntado si anhela nietos. ¿Qué padre no los desea?

—Lo  sé, soy hijo único, mi mamá estaba devastada cuando salí. Ella quería nietos, realmente los quería. ¿Pero qué se supone que haría?

—¿Tú quieres?

 

Dongho se encogió de hombros. —Dada mi preferencia, realmente nunca pensé en eso. Sólo lo crucé en mi tarjeta. Aunque realmente no. Es una responsabilidad que no quiero tener.

Soo Hyun estaba de acuerdo. Él amaba a los niños, pero realmente no quería alguno propio. Le gustaba entregárselos a sus padres después de que se había entretenido con ellos. Además le gustaba mucho su libertad.

—¿Tú? —Dongho preguntó.

 

—No. Me gusta mi libertad y me complace gastar mi dinero en las cosas que me gustan. Sé que suena egoísta, pero sólo soy realista.

Cuando Dongho no dijo nada más, Soo Hyun entreabrió los ojos y miró a su pareja. Dongho estaba de rodillas jalando la hierba de nuevo. ¿Habría respondido mal? Dongho dijo que él tampoco los quería. —¿Qué sucede?

—Solo pensaba en mi padrastro.

 

A Soo Hyun no le gustaba la manera en que su pareja frunció el ceño. Se enderezó y jaló el brazo de Dongho hasta que su pareja se sentó a su lado. —¿Qué sucede con él?

Dongho solo se encogió de hombros y alejó la mirada.

—¿Dongho?

—No quiero perder a mi mejor amigo.

 

Soo Hyun jaló a Dongho rodeando su cintura hasta que prácticamente quedó sentado  arriba de él. —Eso es lo que hace a los mejores amigos. Ellos confían uno en el otro y nunca se juzgan. Ellos están ahí para ti para ayudarte a atravesar los buenos y malos momentos. Tienes quien te respalde cuando nadie más lo hace, y pueden salir a mitad de la noche para escucharte llorar por algo, o van a sacarte de los problemas.

Los ojos de Dongho se nublaron mientras Soo Hyun enlistaba lo que era ser el mejor amigo. Incluso aunque no fueran pareja, Soo Hyun haría todo eso por Dongho. Porque eso es lo que hace un verdadero mejor amigo por otro.

—¿Harías eso por mi?

 

—Te dije que eras mi mejor amigo. No bromeo con eso.

 

Dongho asintió y se limpió los ojos. —Perdóname. Nunca he tenido a nadie que hiciera todas esas cosas por mí. Debo parecerte un gran bebé.

Escuchó a su pareja sollozar. De nuevo Soo Hyun quería jalar a su pareja a sus brazos y alejar las lágrimas. —Ahora dime qué es lo que pensabas.

—Tienes que decirme algo de ti primero. —Dongho se rio y se secó las lágrimas—. Entonces te diré algo de mí.

Eso era justo. —Sabes que nací en un grupo de trillizos ¿verdad?

 

Dongho asintió.

 

—Bueno, mis hermanos y yo… —Soo Hyun se mordió el labio inferior, inseguro de si debería de revelarle eso a su pareja. Quería  que Dongho confiara en él, y ayudaría que su pareja lo supiera sólo en caso de que se enterara. Era mejor que lo oyera de la fuente y no de la boca de alguien más.

—Adelante. Te juro que no te juzgaré —Dongho lo animó.

 

Se encogió de hombros como si no fuera un gran problema. No lo era para él pero podría serlo para su pareja.

 

r13;Nosotros  antes  compartíamos  chicos…al mismo  tiempo.

 

Dongho se enderezó y lo veía asombrado. Soo Hyun vio la brisa mover el cabello de su pareja. Sentía la urgencia de apartárselo.

—¿Estuviste en orgias?

 

—Una o dos veces. —Las palmas de Soo Hyun comenzaron a sudar. No le gustaba la expresión de su pareja. ¿Sería algo en lo que estuviera interesado? Soo Hyun no podía ver a nadie más que él jodiendo a su pareja. Eso hacía que quisiera desgarrar jodidas gargantas y era sólo una conversación.

—Wow. Nunca he hecho nada tan escabroso antes.

 

—No es algo que quieras intentar, ¿verdad? —Se preparó para la respuesta de su pareja y se alivió cuando Dongho sacudió la cabeza  negando.

—Eso no es algo en lo que me interese entrar.

 

«Gracias a Dios». —Tu turno.

 

La cara de Dongho pasó por siete tonos de rojo mientras se mordía el labio inferior. —Mi padrastro trató de recluirme.

Soo Hyun se palmeó a si mismo la espalda por no reaccionar a lo que Dongho acababa de revelarle. —¿Por qué haría eso?

—Entró a mi cuarto y vio algo.

 

Ahora la curiosidad aguijoneaba a Soo Hyun. —¿Qué fue lo que vio, Dongho?

Dongho jaló sus piernas hacia su pecho y envolvió sus brazos alrededor de ellas. —Es un secreto.

Eso no se oía prometedor.  Soo Hyun temía preguntar. —Dime —presionó suavemente.

 

Los grandes ojos azules de Dongho vieron a la cara a Soo Hyun cuando le dijo. —Me gusta usar pantimedias y tacones  altos…y nada más…cuando estoy solo.

 

continuara...

Notas finales:

O_O pantimedias???


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