Jongin estaba detrás del escritorio viendo y oyendo a cada uno de los jefes de clan.
Him Chan, el líder de los Guerreros Demonios estaba en el gran sofá de cuero.
Jae Hyo, el príncipe de los vampiros, estaba con las piernas cruzadas en la silla frente al escritorio de Jongin.
Changjo, el Alfa de la manada del Este se paseaba por la oficina. Jongin trató de invitar a Kim Won Joo, el líder de los Elves del Bosque, pero el hombre rehusó la invitación, manteniendo que su tribu no tenía nada que ver con eso y que planeaban mantenerse fuera de eso.
Jongin soltó el aliento mientras se rascaba la barba de tres días en su cara. —Entonces dices que ese Liquid Wrath está afectando ahora a los vampiros —le preguntó a Him Chan.
La droga originalmente había sido creada por el reino de los demonios y había entrado al reino humano. Ellos se acababan de encargar del principal distribuidor, Hyeong Kon, y Jongin había rezado con que con eso se terminara la vil droga.
—Mis demonios están tratando de rastrear al nuevo distribuidor. Él es muy elusivo. Mis guerreros Xero y Ravi lo rastrearon al reino de los humanos pero lo perdieron.
—¿Pero qué con los vampiros? —Jae Hyo preguntó con las mandíbulas tensas mientras se giraba hacia Him Chan.
—Lujuria de sangre —estableció—. Uno de los vampiros residente en el reino de los demonios la usó y mató a tres personas antes de matarse. Eso hace a los vampiros más fuertes que lo normal y pierden la cabeza. La necesidad de matar supera su sed. Pero una vez que mató a sus victimas, drenó a los tres.
Jae Hyo se enderezó con una expresión de horror en su rostro. —¿Drenó a los tres? ¿Uno después de otro?
Him Chan asintió. Jae Hyo maldijo mientras se recargaba.
—¿Qué sucede si alguien más toma eso? —Changjo dejó de pasearse y miró a Him Chan esperando la respuesta.
—Si es shifters, eso enmascara su olor y si están drogados, se vuelven muy agresivos. Si es humano, muere.
—¿Por qué crees que les afecta a los vampiros de esa manera? —preguntó Jae Hyo.
Him Chan se inclinó hacia adelante y apoyó los brazos en las rodillas. —El principal componente del Liquid Wrath es sangre humana. Creo que junto a los otros ingredientes es una combinación letal para la cordura de los vampiros.
—Jodidamente genial —Jae Hyo murmuró.
—¿Qué con los media razas y los fey?— Jongin preguntó. Tenía a ambos bajo su techo y quería saber qué efectos tendría en ellos. Kim Won Joo necesitaba conocer esa información ya sea que quisiera o no ser parte de esta reunión. El conocimiento es poder, y todos necesitaban estar preparados.
—Honestamente no sé, no nos hemos encontrado a ningún media raza o fey que lo haya usado —Him Chan contestó.
—¿Y los demonios? —Jongin preguntó. Zelo, una de las parejas era medio demonio. Parecía que Jongin tenía de todo bajo su techo, y a él le importaban todos ellos. No quería ver a ninguno de ellos dañado por la nueva droga. Necesitaba conocer qué efectos tendría en ellos.
Cuando Him Chan se tomó un momento para contestar, Jongin comenzó a preocuparse. Los Guerreros Demonios eran criaturas muy poderosas. Necesitaba saber qué infiernos sucedía con ellos. Ellos podían entrar en su casa a través de las sombras y podían hacer mucho daño si también los alteraba la droga.
Jongin estaba tratando de imaginar cómo evitar que usaran las sombras para entrar en su casa. Aparte de inundar cada cuarto con luz no se le ocurría nada más.
Him Chan sacudió la cabeza y bajó las manos. —Eso literalmente afecta nuestro demonio interior, convirtiéndolo en una máquina para matar. La única cosa buena es que la droga parece anular los poderes.
—¿Permanentemente? —Changjo preguntó.
—No, sólo mientras están bajo la influencia de la droga. Abrimos un centro para encargarnos de las criaturas a las que le han estado chupando el alma. El centro está abierto para ayudar a los usuarios del Liquid Wrath. Se está ofreciendo un programa de desintoxicación. El ver a una criatura que ha usado drogas pasar por eso, no es una vista agradable.
—Necesitamos encontrar la fuente y terminar con eso. —El puño de Jongin golpeó arriba del escritorio—. Encontrar un antídoto contra la droga nos ha llevado más de lo que pensábamos. Así que la única solución por el momento es encontrar la fuente.
—Estoy de acuerdo. —Jae Hyo asintió—. Ya es suficientemente malo tratar con los rebeldes de nuestras especies para ahora tratar con agresivas máquinas asesinas. Tenemos que detener esto.
—Hasta el momento no han llegado al este pero quiero estar informado de lo que sucede con esto. Por favor manténgame informado —dijo Changjo tomando asiento en una de las sillas frente al escritorio.
—Nosotros debemos mantenernos informados cuando algo ocurra —dijo Jongin apoyando sus brazos en el escritorio. Tenía una familia que proteger, pequeños corriendo. Se aseguraría de que todos sus guerreros estuvieran alertas. Eso no se iba a acercar a su familia.
Soo Hyun estaba acostado en la cama mientras pasaba su mano por su pareja en forma de ocelote. Dongho estaba dormido. El doctor Kim Jaejong había examinado a Dongho y había dicho que sanaría más rápido si se mantenía en su forma de shifter.
Soo Hyun había perdido la cabeza cuando salió de la casa y vio a Dongho tirado en el porche y a un vampiro detrás de él. Por la manera en que estaba Dongho acostado, Soo Hyun había temido lo peor. Pensó que Dongho estaba muerto o cerca de estarlo.
Se necesitó a todo el clan Moon para encargarse del maldito vampiro.
Soo Hyun nunca había visto a nadie tan fuerte antes. Esa maldita cosa estaba obsesionada con Dongho. Él atacaba a los osos tratando de regresar a la casa.
Pa había ido a hablar con el Alfa Jongin, y sus hermanos, excepto Doo Joon, que estaba cuidando a Yoseob, estaban afuera en su forma de osos, recorriendo el perímetro del rancho.
Encontraron a Buster. Estaba de regreso en el establo. Gracias a Dios.
Soo Hyun levantó a Dongho, y lo llevó a su regazo. Acariciaba el pelo de su pareja mientras esperaba que Dongho despertara. La mandíbula de Soo Hyun se tensó cuando el doctor Jaejong le dijo que el brazo de Dongho estaba quebrado. Afortunadamente, eso era algo que los shifter podían sanar.
Pasó las puntas de sus dedos por la cabeza de Dongho, recorrió con su pulgar las hermosamente coloreadas orejas. El alivio lo recorrió cuando un bajo ronroneó salió del pecho de su pareja, vibrando en su regazo. —¿Te gusta esto, gatito?
Dongho empujó la mano de Soo Hyun hacia su cabeza, quería más. Esta vez Soo Hyun usó las dos manos para mimar el cuerpo de Dongho. El ronroneó siguió retumbando mientras Dongho se retorcía sobre Soo Hyun. —Eres un pequeño mimado, ¿no es así?
Dongho cambió, sus ojos parpadearon y se abrieron para que Soo Hyun viera esos ojos azul zafiro. Su pareja se estiró lánguidamente sentado encima de Soo Hyun. —Me hiciste así. Soy mimado por tu causa.
—¿Cómo te sientes? ¿Tienes dolor? —Soo Hyun veía el cuerpo desnudo de Dongho, sus manos lo recorrían tratando de encontrar algo fuera de lo ordinario. Honestamente Soo Hyun estaba concentrado en alguna lesión que su pareja pudiera tener. Pero una vez que sus manos tocaron la piel de su pareja, Soo Hyun estaba excitado.
Dejó salir ligeramente sus garras, raspando suavemente la piel de su pareja mientras sus dedos subían por los pequeños costados hacia la espalda de su pareja. Dongho seguía ahí viendo a Soo Hyun sostener el aliento. Sólo seguía ahí viendo la cara de Soo Hyun intensamente.
Los ojos de Soo Hyun seguían sus manos mientras recorrían los delgados muslos, perfectamente redondeadas rodillas y las bien definidas pantorrillas. Soo Hyun sonrió cuando llegó a las uñas de los pies, que estaban pintadas de un fuerte rojo.
Se alegró de que el esmalte no permaneciera en las garras cuando Dongho cambió.
No quería arrancarle los ojos a quien hubiera visto esa parte privada de su pareja. Dongho era su personal campo de juegos y Soo Hyun no compartía. Ni siquiera dejaría que nadie viera por la ventana.
—Eres como un ángel sin alas, bebé. —Soo Hyun dejó que sus uñas se encajaran ligeramente en los muslos de Dongho—. ¿Sabes lo mucho que te necesito?
Dongho sacudió la cabeza y siguió viendo a Soo Hyun, sus labios ligeramente abiertos, las pestañas cayendo sobre sus ojos azules y sus mejillas cuando Dongho cerró los ojos. Soo Hyun pasó sus garras por el abdomen de Dongho, viendo los músculos estremecerse con su toque.
Veía maravillado cómo la piel se elevaba en piel de gallina. Recorrió el ombligo de su pareja y Dongho gimió. Soo Hyun circuló con sus garras el plano abdomen y el escaso vello rubio mientras Dongho se estremecía.
Soo Hyun pasó la garra de su dedo sobre el eje de su pareja, viendo cómo las bolas rápidamente subían. Su uña trazó la V hacia una de las piernas y entonces la cadera. Soo Hyun acunó la cabeza de Dongho con la otra mano, dejando que su pulgar se moviera de un lado a otro por el cabello de su pareja.
Dongho gimió y separó las piernas. Los caninos de Soo Hyun bajaron, sus ojos se enfocaron en la reacción de su pareja a lo que le estaba haciendo.
Soo Hyun se inclinó hacia adelante y acostó a su pareja frente a él. Soo Hyun se arrodilló, usó ambas manos para provocar a su pareja. Raspó con su uñas el pecho de Dongho y rodeó los pezones, y entonces bajó por los costados.
—Soo Hyun. —Las manos de Dongho estaban a los lados de su cabeza, cerradas en un puño sobre la cama.
Tomó la pierna de su pareja con una mano, colocó el tobillo de Dongho en su mano, y entonces la empujó hacia arriba al lado derecho de su cuerpo. Raspó con su uña el trasero de su pareja y entonces retrajo las garras e insertó un dedo dentro de la apretada estrella de su pareja.
—Si. —Dongho movía la cabeza de un lado a otro. Soo Hyun retiró su dedo, se inclinó y tomó el lubricante. Usó una mano para destaparlo y verter el lubricante entre las nalgas de su pareja. Soo Hyun lanzó la botella a un lado e insertó dos dedos.
—Maldición, bebé —Soo Hyun dijo con una ronca voz mientras insertaba un tercer dedo en la gloriosa entrada al cielo de su pareja. La mano de Soo Hyun se tensó en el tobillo de Dongho, luchando por contener su orgasmo. Soo Hyun mordió su labio inferior, retiró los dedos y tomó su pene deslizándolo cerca hasta que la cabeza de su pene tocó el agujero.
Soo Hyun separó sus rodillas mientras se empujaba dentro y fuera.
—Mierda —jadeó. Estaba literalmente luchando contra su liberación. Tomó las piernas de Dongho y las separó, colocándolas alrededor de su cintura mientras se apoyaba en sus brazos y acunaba la cara de Dongho—. Abre tus ojos, gatito.
Dongho levantó las pestañas, el azul de sus ojos se oscureció mientras lo veía. Dongho pasó su mano por el pecho de Soo Hyun, tomando el vello del pecho de Soo Hyun y enrollándolo entre sus dedos. Soo Hyun sonrió mientras movía sus caderas. —Creo que a alguien le gusta mi velludo trasero.
—Y también el resto de ti. —Dongho le sonrió.
Soo Hyun bajó la cabeza. El beso fue tan caliente que fundiría metales mientras que Soo Hyun se perdía en el interior de su pareja. Infiernos, él no iba a conservar la cordura. Sus caderas se movían sintiendo la erección de Dongho danzando sobre su abdomen.
Una de las manos de Dongho dejó su pecho y empezó a acariciarse. Soo Hyun se apartó ligeramente para darle espacio a su pareja para jugar.
Dongho comenzó a gemir dentro de su boca, mordió el labio inferior de Soo Hyun y se arqueó, caliente y húmedo calor se extendió en su pecho. Soo Hyun se empujó más duro y gritó dentro de la boca de Dongho su orgasmo deslizándose sobre el borde.
Soo Hyun gruñía y se empujaba dentro del culo de Dongho, haciendo que su pareja se deslizara unos centímetros hacia abajo. Su respiración comenzó a ser jadeante mientras seguía saboreando a Dongho de las más traviesas maneras. —Eres mi maldita droga, Dongho. ¿Lo sabes?
Dongho sonrió contra los labios de Soo Hyun. —Lo sé ahora. Soo Hyun palmeó su trasero rodándose. —Malcriado.
Dongho salió del establo, su cuerpo gritaba, nunca en su vida había trabajado tan duro. Soo Hyun había salido en la mañana con sus hermanos a arreglar las cercas y entonces su Pa le había dicho que limpiara las caballerizas. Sentía sus hombros como si estuvieran pegados en su lugar.
Acunó una mano sobre los ojos para ver a Soo Hyun galopando a todo galope hacia él. Su pareja jaló las riendas y se detuvo a centímetros de Dongho. Soo Hyun alcanzó a Dongho y lo subió a la montura mientras golpeaba al caballo con sus pies y hacía ruidos con la boca, Mamut se movió.
La cabeza de Dongho cayó hacia atrás mientras se carcajeaba, olvidándose de sus adoloridos músculos.
Soo Hyun había estado haciendo eso mucho últimamente. Veía a Dongho en algún lugar de afuera y lo levantaba. Él lo subía en su gran caballo y recorrían la tierra.
Inclinó la cabeza hacia atrás y cerró los ojos, disfrutando la brisa.
Dongho nunca en su vida se había sentido tan querido como se sentía con Soo Hyun. Su pareja tenía su mano sobre el abdomen de Dongho mientras guiaba a Mamut hacia el lago.
—¿Cómo está mi bebé?
—Estoy bien, ¿tú? —Ellos se habían visto en la mañana y Soo Hyun estaba actuando como si hubieran pasados eones. Pero Dongho no se quejaba. Finalmente había alguien que lo quería. No, no se quejaba.
Soo Hyun lo abrazó más cerca, apoyando su mentón en el hombro de Dongho. —¿Eres feliz aquí, gatito?
Dongho vio hacia atrás a Soo Hyun. —¿Por qué me preguntas eso?
Soo Hyun se encogió de hombros y levantó la cabeza.
r13;Porque sé como era tu vida antes de mi. Quiero asegurarme de darte todo lo que necesites.
Dongho se estiró y besó su mejilla. —Si, soy muy feliz, osito Teddy.
Soo Hyun asintió mientras guiaba a Mamut de regreso a casa.
MiR, el hijo de Eli y Kevin, estaba frente al escritorio con Zelo aburrido a morir. Sus papás estaban en el taller pero uno no podía tomar tanta grasa y aire de neumáticos antes de volverse loco.
Podría ser un hombre, pero el taller no era un lugar en el que quisiera estar dado que ya no era un adolescente para seguir a sus papás como un cachorro perdido. —¿Qué hacen aquí?
—Ayudamos a las familias en sus necesidades. El Centro de Ayuda trabaja junto con el Centro Recreativo en ayudar a la gente en sus necesidades. Tus papás son parte de esto.
Eso atrapó la atención de Mir. —¿En serio? —Se había tardado en regresar con sus papás este verano. Su mamá había insistido en que fuera a la universidad. Se había graduado de la preparatoria hace dos años, pero la universidad no era algo que realmente le interesara ahora. Mir no se había puesto al corriente de todo lo que había sucedido desde el último verano.
Ahora sabía que ellos eran shifters, incluyendo la pareja de su padre, Kevin. Nunca dijo nada cuando regresaba a vivir con su mamá acerca de sus dos papás. No es que se avergonzara de su padre, Eli. Era debido al hecho de que no podía entrar en detalles sobre nada de eso y francamente a la gente que se lo decía lo veía como un extraño cuando decía que tenía una mamá, un padrastro y dos papás.
—¿Entonces realmente vas a hacer eso? —Zelo preguntó mientras llenaba unos papeles frente a Mir. Éste alcanzó a ver lo que Zelo estaba escribiendo. Parecía que alguien estaba haciendo una aplicación para una hipoteca.
Wow. Ellos realmente ayudaban en muchos aspectos.
Mir cruzó sus brazos sobre el escritorio y entonces apoyó el mentón sobre ellos, viendo por la gran ventana del frente. Le gustaba el pequeño pueblo. Vivir en la gran ciudad era tan impersonal. Aquí todos conocían muy bien a todos. —Si. Ahora todo lo que tengo que hacer es decirle a mi mamá que me mudaré aquí permanentemente. Ella va a enloquecer. Tenía grandes planes para mí, que fuera a la universidad y fuera doctor. —Mir amaba a su mamá, pero la universidad no era para él, ¿y un doctor? Odiaba ver sangre. ¿Qué tipo de doctor sería?
—No hay nada de malo en que tu mamá quiera lo mejor para ti. Desearía que mi mamá hubiera sido así —Zelo murmuró mientras movía la pluma llenando las formas.
Mir había oído que la mamá de Zelo era un demonio. Eso realmente apestaba. Su mamá se enojaba a veces, pero la de Zelo era una verdadero demonio. —¿Dónde está Xiumin? Pensé que también trabajaba aquí.
Zelo levantó los papeles que había llenado y los apiló en el escritorio. —Él está en el Centro Recreativo ayudando a Seung Ri con el horario. Ellos cambiaron sus reuniones de Narcoticos Anonimos a un día diferente esta semana así que están llamando a la gente para avisarles.
Mir asintió mientras seguía viendo hacia afuera por la ventana. Había oído que la Villa Kim se estaba expandiendo y eso podría ser de beneficio para él. Sólo que no estaba seguro de lo que podría hacer. ¿Qué tipo de negocios podría hacer?
Vio a una camioneta estacionarse en uno de los lugares vacíos y un muy grande hombre salió del lado del conductor. Mir lo siguió con la mirada. Se parecía al hombre que trabajaba en la Casa, Doo Joon. Pero sabía que no era él.
Mir tenía algo con los hombres grandes. Se había cuestionado su sexualidad hace años. Incluso había tratado de tener una cita con un mecánico de su papá. Eso no salió muy bien. Mir había renunciado a experimentar cuando Eun Jo trató de presionarlo para que la relación se moviera más rápido.
Mir no había tenido una cita desde entonces.
¿Apestaba estar en sus veinte y aun seguir virgen? Más que por esperar para experimentar el sexo, las posibilidades parecían alejarse. Mir tenía que admitir que ese hombre era caliente como el infierno. Se veía rudo y fuerte. Justo como le gustaban.
—Ese es uno de los hermanos Moon. No estoy seguro cuál. Hay unos gemelos, unos trillizos, el mayor y el menor. Tú conoces al menor, Doo Joon — Zelo dijo cuando vio que los ojos de Mir seguían pegados al hombre montaña.
—¿Entonces son siete? —Mir se pregunto si alguno de ellos sería soltero. Amaría dejar su estatus de virgen. No era algo de lo que estuviera orgulloso. Eso se debió a las circunstancias.
—Si. Son rancheros.
Mir tenía la urgencia de limpiarse la baba de su mentón.
«Joder, cowboys. ¿Cuán caliente era eso? Corrección, grandes montañas cowboys.Maldición, eso era un sueño hecho realidad».
Zelo y Mir estaban sentados y parecían ocupados cuando Yoseob entró. Ninguno de ellos iba a salir a ver al gran ranchero que seguía en la calle. Zelo tenía pareja y Mir no era un cazador, pero podía ver. Mir quería gruñir cuando Yoseob se colocó en su línea de visión. Quería seguir viendo al hombre montaña.
—Hey, Yoseob. ¿Trabajas en el restaurante hoy? —Zelo se limpió la garganta mientras acomodaba unas cosas en el escritorio. Mir se levantó y tomó la escoba del armario y comenzó a barrer. Se aseguró de que Yoseob no viera que babeaba por el hombre del otro lado de la calle. Yongguk se pondría histérico y Mir terminaría con un sermón de sus padres.
—Tengo la tarde libre. Vine aquí a esperar a que Doo Joon termine su día. Si no te molesta.
—Claro que no. —Zelo le dio a Mir una conspiratoria mirada. Mir se mordió una sonrisa y barrió alrededor. Levantó la cabeza cuando la puerta se abrió, Junho entraba. A Mir le agradaba el chico. Era realmente cool.
—Hey, Junho. —Mir inclinó la cabeza y la apoyó en la escoba—. ¿Buscando esas partes? —Mir se carcajeó, amaba molestar a Junho.
Junho rodó los ojos hacia Mir, sacó una silla, la giró y se sentó a horcajadas.
—Creí que intentarías traer a tu primo —Zelo preguntó.
Junho se encogió de hombros. —Él se enganchó con un chico. Supongo que lo que sea que sucedió está funcionando. Se ve feliz.
—¿Con quién? —Mir preguntó. No tenía idea de quién estaban hablando pero quería entrar en la conversación. Si él se iba a quedar permanentemente aquí, quería conocer todos los rumores.
— Moon Soo Hyun. Mi papá tuvo un verdadero ataque por eso. Le dio a Dongho un ultimátum: o dejás de ser gay o sales de aquí.
Mir silbó. —Eso es una jodida mierda. Yo me hubiera ido.
Junho señaló la camioneta del otro lado de la calle. La misma camioneta de la que el hermoso hombre había salido. r13;Si, él y Soo Hyun viven juntos ahora, y Dongho se ve feliz como una almeja.
Mir apostaba a que Dongho era feliz con un hombre como ese. Había aprendido de las parejas y las diferentes especies del mundo paranormal. Infiernos, habían dos vampiros y dos Fey viviendo en la Casa, sin mencionar a los medias razas como Zelo. Viendo al hombre, uno nunca lo adivinaría. Zelo se veía como un chico normal.
Junho se limpió la garganta viendo a cada hombre ahí.
r13;¿Hay una manera en que pueda hablar con Jongin? Es algo importante.
—¿Es algo sobre lo que te pueda ayudar? —Zelo le preguntó.
Junho sacudió la cabeza negando. Él se veía nervioso.
Yoseob se acercó a Mir, ambos escuchaban.
—No, algo sucede en mi casa y necesito hablar con Jongin. He oído que él es quien se encarga del pueblo.
—¿No has vivido aquí toda tu vida? —Mir preguntó. ¿Por qué Junho no conocía a Jongin si había crecido aquí?
—Si, pero he estado aislado. Sé quién es Jongin, es el fundador. Pero no sé cómo ver al hombre cuando…
—¿Cuándo qué? —Yoseob y Mir se inclinaron.
Junho se frotó las manos. —Sólo necesito verlo. ¿Cómo me pongo en contacto con él?
continuara....